Seguimos repasando algunos especiales de Batman que alguna vez pasaron por aquellas "Grandes historias" publicadas por editorial p...

Seguimos repasando algunos especiales de Batman que alguna vez pasaron por aquellas "Grandes historias" publicadas por editorial perfil y vamos con un insólito crossover que a más de uno lo habrá dejado perplejo clavado delante los kiosco de revistas.


Batman fue el estandarte de las "historias imaginarias" o "elsewords" de DC hace 30 años y con variadas formas se junto con muchos personajes conocidos popularmente por el publico, Cruzándose con famosos del cine como Depredador y Alien, otros de la literatura y personajes reales como Jack el destripador y Harry Houdini.


Los elsewords nos permiten jugar con el tiendo el espacio y nuestros queridos personajes de historieta. También logran los mas insólitos team up o alianzas con personajes literarios o cinematográficos, pero también animan a transformar a algún famoso personaje histórico en tinta y papel, en este caso al misterioso y popular escapista Harry Houdini.


La historia va de que a principios del siglo XX Harry Houdini estaría promocionando su arte de escapista por estados unidos, pero seria cuando haga escala en ciudad Gótica que se cruzaría con  desapariciones de niños desafortunados en un caso donde se uniría incómodamente a el vigilante forajido llamado Batman para resolver el misterio que pareciera tener tintes sobrenaturales.


El escapista Harry Houdini se uniría a Batman contra un misterio sobrenatural que se llevaba la vida de los niños mas pobres de ciudad Gotica en 1900, dos personajes muy diferentes que sirven de pretexto para que los escritores Howard Chaykin y John Francis Moore nos narren un comic de terror gótico mas próximo a un team up con sherlock holmes que el imposible escapista.




Mas allá del encuentro y de la aventura en si. Este comic se destaca por las pinceladas de Mark Chiarelo, un pintor estadounidense que además de ganar un premio por esta historia. realizo otros trabajos en comics como Hellraiser y coloreo a el famoso demonio Hell Boy.  Luego realizo muchas ilustraciones de Star Wars y realizo muchas portadas para Marvel, pero jamas volvió a realizar un trabajo de tal envergadura como este Batman/Houdini, donde este logra que narrativamente la historieta en algunas paginas queden algo confusas, pero gananaria en atmósferas y realismo, presentándonos un "brumoso" y noir relato con colores sepias y tonos fríos. 


Batman se parece un poco al que se vio contra jack el destripador aunque obviamente no es el mismo personaje.


Aunque no es muy conocido esta es una novela gráfica muy emblemática de los noventas que metía a Batman en las librerías bajo una óptica totalmente diferente a lo que veíamos en los comics mensuales y en español llego por dos. Primero muchos la leímos en el numero 11 de "Grandes historias" colección destinada a unitarios de la inolvidable editorial Perfil y Ediciones Zinco también la trajo (mucho más cara) en su formato "Prestigio". Recomiendo la edición de Zinco ya que los colores y las pinceladas de Chiarelo se aprecian más en el soporte de la pagina plastificada, ya que la de perfil tiene el papel comunardo y logra que todos los colores queden muy opacos.


Como dato aparte podemos mencionar que no solo Batman se cruzo con Houdini, también el escapista apareció en la colección de Spawn donde también realizó team-up con el personaje de Image comics en una miniserie, pero como suele decirse esa es otra historia.




Recientemente, en una lectura comentada dedicada a la primera familia, decíamos que, como si fuéramos adictos, cada tanto necesitábamos nues...

Recientemente, en una lectura comentada dedicada a la primera familia, decíamos que, como si fuéramos adictos, cada tanto necesitábamos nuestra dosis de Fantastic Four. Una verdad inobjetable en nuestro caso pero que no se circunscribe únicamente al cuarteto de Stan & Jack, sino que nos pasa lo mismo con varios personajes más. Del mismo modo necesitamos leer con cierta regularidad algo de Superman, de Astérix, Pitufos o Lucky Luke, de las Tortugas Ninja, de X-MEN y varios otros, entre los que también se encuentra la 2000AD. Como ya hacía bastante que no nos metíamos con nada del futuro post apocalíptico de la editorial británica, agarramos dos tomos de Judge Dredd publicados por Norma Editorial, en los números 106 y 149 de su colección “Cimoc Extra Color”.

Bajo el nombre de “Judge Dredd: Megacity Blues”, el libro recopila varias historias breves guionizadas por los Maestros Alan Grant & John Wagner, todas dibujadas por el gran Simon Bisley. El talentoso trio nos lleva de paseo por historias de lo más variadas arrancando con un musical, un día en la vida de Dredd desde que se levanta hasta la noche narrado por coristas que lo acompañan cantando, los diálogos de Dredd también participan de las canciones, y termina condenando a un tipo por no estar autorizado a cantar en la Historieta. Sigue el destino de Tommy Who, un tipo sin ojos, boca ni oídos, imbatible en las prohibidas máquinas de estimulación sexual. Mientras jugaba una de ellas en un bar, a punto de vencer su propio récord, Dredd le vuela la cabeza… En “Gallinero” una pandilla de criminales en motos voladoras y con quijadas mecánicas, ataca por diversión el bloque John Major, poblado por personas extremadamente dóciles y delicadas, donde nació el “Club de Batplaneros”, un deporte para el que se visten con trajes muy similares al de Batman y planean sobre el bloque. Los pandilleros atacan, arrancan la cabeza de algunos Batplaneros con sus mandíbulas y huyen. Dredd los encuentra y ajusticia en el bloque Ozzy Osbourne, obviamente. En “Ironfist: en directo desde Megacúpula”, el cadáver de un metalero mega famoso es activado con la ciencia del futuro y le organizan un recital. El rockero quiere incitar a la rebeldía como hacía en el pasado, pero se encuentra con las nuevas leyes impuestas por Dredd y el concierto termina en caos con muchas bajas y heridos… Judge Dredd vuelve a cruzar su camino con Papá Noel en “Objetivo Mr. Claus”, cuando en un Diciembre como cualquier otro, Santa Claus intenta recorrer Megacity con su trineo volador repartiendo regalos, pero es alcanzado por misiles teledirigidos y el castigo final de Dredd por reincidir en el intento de ingresar sin autorización a la ciudad. La dimensión de “Rock Power” es un mundo edulcorado lleno de dulces animalitos antropomorfos estilo Disney, que un día es asolado por un demente escapado de Megacity que mata a todos hasta que es alcanzado por Dredd, que tampoco se sensibiliza demasiado con estos tiernos personajes… Sigue con “El gran Troudini” un mago muy voluminoso que llega al aeropuerto de Megacity donde es inspeccionado por un grupo de jueces liderados por Dredd… Desnudan a Troudini en busca de tráfico ilegal y de su culo sacan los más variados artículos… Toda era parte de un show gratuito que brindaba el mago. El tomo cierra con “La leyenda de Johnny motorista”, en el que Johnny es desafiado a una carrera en “la curva del muerto”, una autopista a la que nadie ha sobrevivido. La carrera se complica cuando Dredd intenta frenar a los motoristas por incumplir con las normas de tránsito.

 


Lejos de las sagas largas que llevaban a Dredd por aventuras en las que enfrentaba peligrosos criminales y desolados paisajes, estás Historietas no se extienden por más de seis páginas y son, directamente, comedias. La violencia, los enfrentamientos, los peligros que debe enfrentar Dredd quedan relegados en favor del humor, y solo sirven como medio para llegar a ese objetivo. Todas y cada una de las historias aquí reunidas están pensadas para terminar con un remate cómico. Claro que es el humor que divertía a Grant y Wagner, con mucha ironía, sátira, crítica social, revisión y ridiculización de la cultura popular, situaciones llevadas a extremos irrisorios y mucha mala leche. El cóctel que preparan funciona perfecto, todas las historias son muy divertidas y pareciera que están pensadas para lograr tanto el efecto cómico, como el lucimiento del dibujante, como si supieran quien se encargaría de la parte gráfica y escribieran para él.

Y Simon Bisley es heavy metal al mango en poderosos parlantes con mucha distorsión. Se luce en todas las historias, con páginas que chorrean gore, violencia y excesos. Emplea distintas técnicas en las historias, variando las formas de emplear el color, el nivel de caricaturización y los trazos. Trabaja con absoluta libertad y se da permiso de hacer lo que quiera, como meter un personaje cuya cabeza es una garcha (literalmente), o poner a una mujer trans con poca producción como villana, reventar renos mágicos o acribillar y mutilar a todos los animalitos símil Disney. Y su versión del Judge Dredd es de las mejores, tanto es así que sus ilustraciones se han utilizado para promocionar al personaje hasta más allá de lo tolerable.

 

En “Tolerancia Cero” tenemos una mayor diversidad porque cada una de las Historietas que componen el tomo está realizada por un equipo artístico distinto. Arranca con la historia que da nombre al libro, obra de Gordon Rennie & Enric Rebollo, en la que un grupo de jueces comandados por Dredd llevan adelante la operación “32-B” en un bloque (Allanamientos preventivos para encontrar incumplimientos a la ley). Después de varias entraderas en las que de casualidad daban con algún crimen menor, llegan a la casa de un asesino en serie, al que intentarán capturar. En “Camp Demento”, de John Wagner & Jason Brashill, los jueces en un ejercicio a través de la Tierra Maldita se cruzan de casualidad con el Mayor Demento, un loco que secuestraba niños y los retenía en su campamento, donde les lavaba el cerebro para convencerlos de teorías conspiranoides sobre el gobierno y su oposición la libre portación de armas… Los Jueces intentarán detenerlo sin lastimar a los menores. “Coto de muerte” es obra de Johnny Mondo y Dean Ormston, en la que muestran un entrenamiento con realidad virtual al que los jueces deben asistir, en el que a Dredd no le gustaron las modificaciones sorpresas que incluyeron y se lo hace saber al diseñador. Sigue “Réplicas”, de Garth Ennis & Glenn Fabry, con la investigación del suicidio inducido masivamente de un DJ, el que llegan a clarificar gracias a la intervención de un novato de la división Psi. El tomo cierra con una historia protagonizada por Judge Anderson llamada “Danza Macabra, obra de Alan Grant & Ángel Unzueta, en que la jueza persigue a un criminal que se esconde en un museo el que otrora fue una discoteca, discoteca que se vio afectada por una bomba de hidrógeno durante la “guerra del apocalipsis” y todos los concurrentes murieron en el acto quedando petrificados. Anderson tendrá que dar con el criminal, sorteando todos los restos de pensamiento de los muertos que percibe con sus poderes psíquicos…

 


Acá las historias, en líneas generales, se centran más en la aventura puntual incluyendo esas dosis de carga irónica y algo de humor, pero, a excepción las Historietas “Coto de muerte” y “Réplicas” que terminan en remate humorístico, recorren caminos distintos a las vistas en el álbum anterior. Se centran un poco más en los procedimientos de los Jueces, en persecuciones, redadas, enfrentamientos físicos y situaciones por el estilo. Pero estos personajes funcionan igual de bien en ambas vertientes (Y sobre todo en la mezcla de ambas) y, si bien son notables las diferencias, con ambos disfruté mucho.

También se ven distintas propuestas gráficas, algunas cercanas al estilo de Bisley y otras muy distintas, pero casi todas tiene un excelente nivel. El dibujo de Unzueta no me terminó de convencer, utiliza mucho color digital en degradé para zafar de dibujar fondos (En una Historieta de pocas páginas), y el estilo anguloso que tiene no me cuadró tanto con estos personajes. Tal vez desentona por la comparación con los artistas precedentes (Encima viene después de Fabry!) y no me hubiese llamado la atención leyéndola individualmente. Pero es un detalle menor en un álbum de muy buen nivel.

 

Dos tomos de lo más divertidos y recomendables, que han saciado mi necesidad de consumir 2000AD… por un tiempito al menos!


 

 

  “¡Ejecución estándar: fuego a discreción!”

Vamos con una historieta que plantea uno de los más clásicos escenarios post-Apocalípticos: "La debacle de la civilización y la supervi...

Vamos con una historieta que plantea uno de los más clásicos escenarios post-Apocalípticos: "La debacle de la civilización y la supervivencia del mas fuerte". Publicada en Italia, cuando en el semanario Skorpio el guionista Ricardo Barreiro y el dibujante Luis García Duran en 1986 salen con una historieta post apocalíptica digna del cine de la época donde no faltan las armas de guerra, vehículos tuneados, desiertos gigantes, fortalezas impenetrables y una mujer que tiene que abrirse camino en medio de todo esto.

"La salvaje" cuenta la historia de Graciela, una mujer guerrera que de niña vio como una banda de forajidos asesinaron a sus padres y desde ese día ha contado con su cuerpo y mente para sobrevivir al resto de la humanidad que intenta reorganizarse y dejar de vivir en la barbarie. Pero las traiciones y la lucha de poder es cruel, sobre todo si en el mundo escasean mujeres ya que un gordo hijo de puta castrado secuestra y tortura féminas para su enfermizo entretenimiento. Así las vueltas de la vida y un guión con poco desarrollo de personajes, llevarán a Graciela a enfrentar al castrado, ya que el es el hombre que asesinó a sus padres en una aventura que ( si bien tiene una vuelta de rosca al final) es entretenida de leer y nada más.


A comparación de otras historietas de Ricardo Barreiro esta resulta poco inspirada y trabajada, es de esas historias que yo llamo como "pelis de video club" del autor (tal es el ejemplo de Ciudad 2), Historietas que tienen similitudes como esas películas de la B que hacían como churros en los 80 y llenaban las estanterías de los video-clubs.


Tal vez "La salvaje" tenia intención de ser una serie regular y por eso nos deja con ganas de leer más de esta "Mad Max" Italiana, también puede ser que fue pensada solo para pasar el rato con un género que abundaba y estaba en auge debido al temor nuclear. 


Los dibujos de Duran son muy deudores de Juan Zanotto, con un gran desempeño en las maquinarias y las escenas de acción, sin tanto tramado y más próximo a la "línea clara". En uno de los personajes (un piloto de helicóptero apodado "el Águila") encontramos mucha similitud física (y de actitud) al Loco Barreiro, sin duda un plus en la historieta y un simpático guiño para los que extrañamos este talentoso guionista que tan buenas historietas nos dejó a fines de los 90.


Tenía muchas ganas de volver a leer algo de esta gran dupla Argentina de historietistas. Así que por suerte la editorial "Historieteca&...

Tenía muchas ganas de volver a leer algo de esta gran dupla Argentina de historietistas. Así que por suerte la editorial "Historieteca" y "Puro Comic",  salieron hace un tiempito a las librerías con esta historieta de solo 100 páginas muy accesible para el bolsillo del comiquero actual, a menos de la mitad de lo que sale cualquier cómic de superhéroes.


La historia de "El Zigguratt" nos lleva a la antigua Sumeria y nos presenta diferentes personajes inspirados en los relatos de aquella civilización, donde hay distantes dioses pero muchos feroces demonios deambulando por la tierra a la par de sanguinarios reyes. Uno de estos Reyes trata de engañar al más terrible de los demonios llamado "Pazuzu", aunque este bicho lo termina manipulando para sembrar el caos en la tierra, construyendo un altísimo "Zigguratt" (una suerte de pirámide en forma de torre) para llegar a los cielos y vencer a los Dioses.


Lugal-Kan el rey exorcista es el antagonista de Pazuzu que tras un fallido intento por detener al demonio es derrotado lanzado al infierno, pero Lugal-Kan tendrá que sacrificar su humanidad y pactar con otros demonios para el mismo poder volver a la tierra como un hombre-demonio y derrotar a Pazuzu antes de que concrete su plan.


Pero no solo vemos la "eterna lucha entre el bien y el mal por acá". También hay una bajada de línea política o bien vemos como el Rey es manipulado por la deidad y como este le aconseja contentar a su pueblo, echándole la culpa a otros o bien volviéndolo un reinado imperialista y ambicioso.



Una historieta que juega con esos viejos mitos, presentándose en un relato entretenido que resulta más ágil y mucho más dinámico de leer que otras historias serializadas en tomos de la dupla de artistas Argentinos. Si bien el guion esta muy bueno y tiene ese sabor clásico y místico que lei en otras historietas como "Las mil y una noches", son los dibujos de "Quique" Alcatena los que más me atrapan al momento de ponerme a leer. El nivel de detalle, la parafernalia y escenografía de la mitología Sumeria que maneja es impresionante. No solo por el gran nivel artístico, si no por el narrativo y secuencial.


El tomo tiene también la historieta llamada "el viento rojo" publicada en 1995 en la revista "Skorpio" y considerada como el germen de lo que en el 2002 sería la publicación de "El Zigguratt". Que dicho sea de paso, jamás se publicó en el Argentina ya que salio en la revista "LancioStory" en Italia. Para finalizar tiene un par de páginas con un relato de Alcatena sobre al gran Lucho Olivera y su aportación gráfica a las historietas de Nippur de Lagash. 


Cada tanto me gusta recordar y recomendar un comic de 24 páginas que se sostenía a sí mismo, una historia que empezaba y terminaba, y que en...


Cada tanto me gusta recordar y recomendar un comic de 24 páginas que se sostenía a sí mismo, una historia que empezaba y terminaba, y que en hoy aparentes tan pocas páginas nos contaba una historia redonda sin la necesidad de tener que acumular un kilo de cómics para completarla. Sin duda signo de otros tiempos que hoy los que peinamos canas recordamos con cariño.


Tal es el caso del Superman #18 de 1988 (Numero 45 para Zinco y también para Editorial Perfil) un cómic que continuaba directamente del famoso “Action comics #600” que Perfil editó parte en el #44 de la colección y en él “Grandes historias Vol 2 #1 y Zinco salvo por imprimir la aventura de Wonder Woman y Superman en el Olimpo en el #44, ignoró olímpicamente, emitiendo solo un resumen en el interior de contratapa del #45.


En una parte de este especial, Superman cae rendido de la nada y se refugia en una cueva débil con alucinaciones hasta que es socorrido por el Hombre y la mujer halcón llegando a la conclusión de que finalmente la radiación de la explosión del planeta Kryptón ha alcanzado la tierra después de tantos años ya que la nave de Kal-El viajó más rápido de la velocidad de la luz hasta que llegó a la tierra, adelantándose así a la radiación y la luz del extinto planeta.


Aprovechando que los dos alados paladines de Thanagar tienen una nave espacial para recorrer el cosmos, Superman junto a ellos viaja hasta donde estaba Krypton para ver lo que quedó de su mundo y para su sorpresa (y la nuestra) de lejos el planeta parece entero, aunque en realidad millones de fragmentos de Kryptonita están todavía atrapados en la gravedad donde estaba el mundo de Superman.



Kal-El con un traje modificado de los Thanagarianos para protegerlo temporalmente de la radiación mortal, literalmente se zambulle en el “mar de Kryptonita” regresando así de alguna forma al mundo que jamás pisó pero si recuerda gracias a la impresiones que le dejara el holograma de Jor-El.


De aquí en más la historia nos lleva a un “Wat Iff?”, un hermoso: “Qué pasaría si Jor-El habría encontrado la forma de salvar el pueblo de Krypton”, Ya que Superman afiebrado por la radiación no mortal que llega a penetrar el traje sueña de alguna forma con un Jor-El que llega a la tierra con su pueblo y como pese a su negativa los Kryptonianos van modificando la vida en el planeta y los terrestres comienzan una revuelta contra ellos, ya que estos han modificado y alterado el modo y desarrollo natural de la raza humana.



Un delirio al que dejaría perturbado a Kal-El después de ser rescatado por la pareja Thanagariana y lo haría reflexionar sobre el significado de ser verdaderamente el último hijo de Krypton. Así Byrne nos mete, nostalgia, poesía y hasta física en una historieta que bien podría ser el epilogo de la miniserie “el mundo de Krypton” que el mismo Byrne crearía con Mignola que también dibuja este número zarpadamente con su inigualable estilo.


Solo en 24 páginas amigos, una verdadera maravilla que hoy cuesta horrores encontrar en los cómics de esta misma editorial, una de mis lecturas preferidas de aquel "Superman de Byrne" al que siempre de alguna forma estamos extrañando y volviendo a visitar.




Como somos unos vejetes, siempre estamos volviendo a los 90´s y en este caso nos releímos un título que está en el pináculo de todos los vic...

Como somos unos vejetes, siempre estamos volviendo a los 90´s y en este caso nos releímos un título que está en el pináculo de todos los vicios y excesos que esa década conllevó. En aquel momento se dio la particularidad de que algunos dibujantes comenzaron a ganar una fama estratosférica, donde sea que iban los lectores los acompañaban masivamente y las ventas de los títulos en que trabajaban aumentaba notablemente. Al fenómeno de la fama se sumó el de la especulación, mucha gente pensó que invertir en cómics era redituable y que a futuro podría ganar mucho dinero revendiendo las revistas (Algo que prácticamente no sucedió porque para que algo aumente desproporcionadamente su valor, tiene que ser escaso y estas revistas se imprimieron por cientos de miles) por lo que compraban varias copias del mismo número, sin mencionar las tácticas de marketing que empezaron a utilizar las editoriales con sus portadas variantes, metalizadas, flúo, con relieve y demás.

Tres dibujantes lideraban este fenómeno por sobre sus pares, Todd McFarlane, Jim Lee & Rob Liefeld. Después de su paso por DC, Todd llega a Marvel y cuando le toca el turno de dibujar “The Amazing Spiderman” no desaprovecha la oportunidad y renueva al personaje tanto en aspecto como en movimientos. Por su parte, Jim Lee sorprende a todos con su rediseño para los mutantes más famosos y su impactante despliegue visual desde las páginas de “Uncanny X-MEN” mientras que, tras cinco números de “Hawk & Dove” en DC Cómics, Rob Liefeld se hace cargo de los mutantes más jóvenes de la casa con “The New Mutants”. Todo esto sucedía entre fines de los 80´s y principios de los 90´s y la explosión de popularidad llegó en 1991 cuando a cada uno le dieron un título nuevo, con su respectivo número uno, para que hagan allí lo que quisieran (Las cabeceras X-MEN, Spiderman & X-Force, cuyas primeras entregas figuran entre los cinco cómics más vendidos de la historia, junto con Superman #75 y Spawn #1 – Doblete de McFarlane, uno más y se llevaba la pelota-). Para 1993, el trío está tan embriagado de fama, aduladores y poder que mandan a Marvel al carajo y se van a abrir su propia editorial con juegos de azar, mujerzuelas y fechas de salida incumplidas en el sello Image Comics.




Con solo un par de años de retraso, los trabajos de McFarlane y Lee los conocimos gracias a la edición nacional que tuvimos publicada por Editorial Pavón, Columba y Símbolo consecutivamente (Nos explayamos largo y tendido sobre ese período en dos sendos podcasts que están por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid029ZuaA8wCNu3hYrnaKderF8a2tpMKfFXUh2Ktrst6fiEiktgeJahC7STP8kCBU4Mal), pero de Liefeld no teníamos ningún conocimiento (ni tampoco de los New Mutants, dicho sea de paso). Recién lo conocimos con su primer trabajo profesional, que conseguimos publicado por Ediciones Zinco (La miniserie de Hawk & Dove que mencionábamos recién), y del que guardo gratos recuerdos. Muchos dicen que el entintado de Karl Kesel corrige mucho el trabajo de Rob, pero a mí me parece que puso mucho esmero en su ópera prima. De su primera estancia en Marvel habíamos visto poco y nada, algún número salteado de New Mutants o X-Force en versión de Comics Forum, que se podía llegar a encontrar de casualidad con bastante desfasaje temporal y no mucho más… Para cuando Forum empezó a llegar regularmente a Argentina, Liefeld había abandonado Marvel años atrás y ya estaba en Image, en la que tampoco seguíamos su trabajo (No por la calidad del mismo, sino porque no lo conocíamos). Todo esto para decir que la explosión de Rob en los 90´s nos pasó desapercibida casi por completo. Hace poco conseguimos el “X-Force Megazine”, un especial que recopila los últimos números de “New Mutants” (Del 98 al 100), los que vienen a ser una suerte de precuela para el nacimiento del grupo de mutantes liderado por Cable. Ya que nos disponíamos a leerlo, separamos también los primeros siete números de X-Force para por fin, después de tanto tiempo transcurrido, leerlos ordenados y de corrido…

 


Rob ya sabía que iba a tener su propio título y utiliza las últimas tres entregas de “New Mutants” para plantar las bases y armar el equipo que debutaría en X-Force #1. Para el número 98 ya casi no queda ninguno de los miembros originales (Sobre los que nos explayamos por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02rWRvrS28A1PKTUTfTRpSEm6KHDkU1DsF9tEk5PeQTUGzbfKoUggyZtNej7Xgi4z3l) con la excepción de Cannonball y Sunspot. El resto del equipo estaba formado por Rictor y Boom-Bomm (Que más tarde cambia su nombre por Boomer), liderados por Cable quién estaba secundado por la enigmática Domino. Empieza a limpiar lo que no quiere utilizar y manda a Rictor a Genosha al rescate de Rahne Sinclair (Wolfsbane), mientras que Sunspot se tiene que hacer cargo de las empresas de su padre tras que este fuera asesinado, guiado por Gideon que la juega de amigo, pero es malísimo en realidad. Y después empiezan a aparecer miembros nuevos de la nada, así se suma Feral (María Castellanos) que busca ayuda para escapar de los Morlocks, Warpath (James Proudstar, hermano del fallecido Thunderbird) quien busca venganza por el asesinato de su pueblo a manos del Hellfire Club y Cable le ofrece ayuda a cambio de sumarse al equipo, y Shatterstar, que aparece en la sala del peligro escapando de la dimensión de Mojo, de la que es originario. Y a esto se suman los distintos ataques que tienen que enfrentar provenientes de un tal Mr. Tolliver que contrata a Deadpool para matar a Cable, el enigmático Stryfe con su increíble semejanza a Cable y su grupo de mutantes terroristas llamado “Frente de liberación mutante”, y el agente de Shield Geroge Washignton Bridge, que en el pasado fue parte de una fuerza especial junto a Cable pero ahora busca detenerlo. Estos ataques más los Morlocks, el Hellfire Club, Gideon y los soldados se Mojo serán algunos de los problemas que estos jóvenes mutantes deberán enfrentar. Cable entiende que el tiempo de luchar por la coexistencia pacífica ha quedado atrás, que una guerra se avecina y es necesario tener un equipo preparado para enfrentarla. Mientras los X-MEN siguen en la lucha por el sueño de Xavier y X-Factor está al servicio del gobierno, el nuevo grupo de Cable se radicalizará y se animará a ensuciarse las manos allí donde otras mutantes no osarían entrar… Nace X-Force!


Se apropian de una base abandonada donde Bolivar Trask guardaba centinelas en las montañas Adirondack, y allí instalan su nueva base secreta de operaciones. En el primer número lanzan un fallido ataque contra Stryfe, al tiempo que Gideon, Sunspot y otros empresarios son tomados como rehenes por Arianna Jankos (Una empresaria que quiere quedarse con todo) y Black Tom Cassidy, en las torres gemelas. G.W. Bridge sigue el rastro que dejan las batallas de X-Force, y en el segundo número intenta sumar a Kane (El nuevo Arma-X y también miembro de la fuerza especial del pasado de Cable), pero sin éxito. El equipo de Cable entrena para trabajar mejor en equipo, pero a Feral se le va la mano y manda a Cannonball al hospital; Black Tom consigue, con maquinaria cedida por Jankos, rescatar a Juggernaut de otra dimensión. El secuestro de empresarios sale en los noticieros y Syrin (Theresa Cassidy, hija de Banshee y sobrina de Balck Tom), intenta sin éxito frenar a su tío Tom. Se une a X-Force que venía a lo mismo y es el primer miembro en sumarse al equipo. Warpath se lanza contra Juggernaut, mientras el resto del equipo se mete en la torre… De casualidad pasaba Spiderman por allí y se mete en el meollo… Termina la tercera entrega y nace el primer crossover que se desarrolla en Spiderman #16 (Último número que realiza McFarlane antes de partir a Image) y X-Force #4. Dos números donde se fajan entre todos pero no sucede demasiado, en los que Todd y Rob usan todas las páginas en sentido horizontal, y que termina con los empresarios liberados, Tom y Juggernaut libres y a la fuga, y un careo entre Cable y Bridge en el que el agente de Shield quiere detenerlo por las buenas y Cable lo manda a freír churros. Porque todos los frentes abiertos no eran suficientes, en el quinto número aparece la Brotherhood of evil mutants que saca a Karl Lykos del retiro para sumarlo a sus filas, mientras que X-Force tiene planteos existenciales de porqué y para qué luchan, los que resuelven en dos viñetas… En la sexta entrega siguen entrenando y peleándose entre ellos para terminar enfrentados con la Brotherhood, con quienes se fajan en la séptima entrega… Rob dibuja el título hasta el número nueve, hace portadas hasta el once y tira los plots hasta el doce para entonces sí, pasar a Image.

 


En todos estos números Rob Liefeld hace lápiz, tinta y argumento, mientras que los diálogos están a cargo de Fabián Nicieza y son un anticipo de lo que serían los primeros años de Image Comics, mucho despliegue visual, cuerpos exagerados, violencia a raudales, sangre, nombres locos con palabras como Blood, Strike, War, Black, Force, Blade, Doom, etc., mucha aceleración en las escenas donde todo va a los palos, y argumentos flojos, inconexos por momentos, con situaciones que quedan en la nada o caen en el olvido, resoluciones apuradas y poco más.

No vamos a pegarle mucho a Rob por la calidad de su dibujo, baste decir que no es un dotado, que para obtener un resultado aceptable debe poner mucho de su parte y todas estas páginas están dibujadas a las apuradas y encima entintadas por él a la misma velocidad, por lo que sus falencias se notan bastante. Sin embargo, logró el éxito demostrando que la suerte existe y que a veces se puede estar en el lugar justo y el momento adecuado para pegarla. A su favor tuvo la capacidad de saber captar lo que la gente esperaba en ese momento y servirlo en bandeja, como también el presentar las páginas con sentido de espectacularidad, donde todo era desbocado, acelerado y vertiginoso. Tengo la mitad de estos números en edición original y el resto de Forum, y en ambos lados del océano los lectores eran muy elogiosos para con el trabajo de Rob, sobre todo los yanquis (Había algunos pocos lectores españoles que lo resistían en los correos, pero más que nada estaban impulsados por el Prof. Loki que odiaba a Liefeld). Diría que el tiempo pone las cosas en su lugar, pero en la actualidad Rob trabaja poco porque así lo quiere él, y cada vez que dibuja una portada variante o participa de algún proyecto puntual, las ventas siguen siendo buenas. Evidentemente está tocado por alguna varita mágica que lo acompaña siempre y le permite estar dentro de un medio del que verdaderamente disfruta porque, a pesar de lo que cada uno pueda pensar de Rob como profesional, es un tipo que siempre está empapado de Historietas, participando en podcasts, foros y grupos para hablar tanto de su trabajo como el de sus colegas y es muy activo en redes sociales al respecto. Así que, a tu salud Rob querido!

 


 

 “Siempre vivimos en el borde, pedazo de hojalata. Haz como yo… ¡Aplaude y disfruta el viaje!”

Cada tanto está bueno revolver las bolsitas y estanterías comiqueras y seleccionar algunas historietas que leímos en la juventud para pegarl...


Cada tanto está bueno revolver las bolsitas y estanterías comiqueras y seleccionar algunas historietas que leímos en la juventud para pegarles un repaso viajando en el tiempo y reencontrándose con viejas aventuras, autores y justicieros. Este es el caso del especial de verano de 1987 de Batman editado por Zinco, o el segundo número de Grandes historias de DC/Perfil en 1993, ambas editoriales publicaron lo que originalmente se imprimió en el mítico Batman volumen 1 número 400 de 1986.


Particularmente tengo la edición de Zinco que salvando rotulaciones y traducciones es casi igual a la edición Argentina , ambas con una introducción del escritor "Stephen King" donde nos cuenta por que prefiere leer a Batman.

La historia es simple el maloso de Ra's al Ghul sincronizadamente organiza una fuga de Arkham y la prisión de Gotham el día del aniversario de la primera aparición publica de Batman, secuestrando a la vez a seres queridos de Batman / Bruce Wayne y aunque no todos los villanos se unen a la causa algunos y tal vez los más importantes le hacen el aguante al Demonio para intentar destruir a Batman que en una carrera contra el tiempo tiene que ir usando sus dotes de detective para descubrir a donde están los secuestrados y además liberar del Joker todo el edificio con la policía de Gotham encerrada adentro, cosa que hace que los villanos estén a sus hachas haciendo bullicio en las calles.



Esta treta para quebrar a Batman de Ra's al Ghul, empuja al caballero de la noche al límite al punto de no saber bien qué hacer, pero Robin (Jason Todd), Catwoman y Talia ayudaran al hombre murciélago en sus misiones y para que este n se rinda, finalizando en una batalla final con Ra's y una fiesta de cumpleaños en la baticueva.

Releyéndolo hoy, es imposible no conectarse con el joven de antaño que miraba maravillado la cantidad de villanos de Batman en una misma página o al mismísimo señor de la noche quebrado ante la amenaza que Ra's al Ghul le ofrece en una sola noche. Pero hay una cosa que antes no me gustaba y hoy me parece maravilloso y es el desfile de grandes y geniales dibujantes que tiene este especial: Arthur Adams, Bill Sienkiewicz, Brian Bolland, George Perez, Joe Kubert, John Byrne, Ken Steacy, Paris Cullins, Rick Leonardi, Steve Leialoha, Steve Lightle y Tom Sutton, acompañados por grandes entintadores como Terry Austin, Karl Kessel o nuestro Ricardo Villagrán. Un verdadero ejército de grosos comandados por el guionista Doug Moench.



Si la historia les suena es porque en los 90 usaron la misma idea de arranque (mucho más extendida claro está) como el primer paso a "la caída del murciélago", es mas en un momento el villano más físico de todos los fugados que es Killer Croc dice "...Hago esto por una sola razón... romperle la espalda a Batman". Como menos curiosa "coincidencia".

Resurrección mortal o noche de resurrección es un cómic clásico que hoy puede verse algo añejo, pero como los buenos vinos se disfruta más de esa forma.


Cada vez que nos encontramos en la CBB con los muchachos de Archivos de Cómics, intercambiamos algunos obsequios comiqueros. El amigo Ted me...

Cada vez que nos encontramos en la CBB con los muchachos de Archivos de Cómics, intercambiamos algunos obsequios comiqueros. El amigo Ted me regaló la última vez algunos álbumes de la breve “Colección Piloto” publicada por Editora Valenciana, colección que ahora estoy emperrado en completar (Me faltan todavía tres de nueve…). La misma constaba de Historietas realizadas todas por autores italianos (Más Oesterheld que se mete en una de las entregas), entre los que se encontraban Sergio Toppi, Dino Battaglia, Atilio Micheluzzi y Hugo Pratt entre otros. Ya veremos si consigo los restantes, pero, por lo pronto, nos leímos uno de ellos obra de Mino Milani en guion y el Tano Pratt en dibujos llamado “Fanfulla”, que vamos a comentar a continuación…

 

Bartolomeo Fanfulla nació en Lodi, ciudad ubicada al norte de Italia y cercana a Milán en 1477, y fue el primer soldado de fortuna del que se tiene registro, más tarde nombrado caballero. Fue un soldado y guerrero feroz, incansable, muy afecto al vino y propenso a dirimir discusiones con florete en mano. A pesar de que su biografía está llena de huecos y contradicciones entre los historiadores, se sabe que participó en las batallas conocidas como “Cerco de Pisa”(En 1499 y a las ordenes de Paolo Vitelli), “El desafío de Barletta” (1503), “La batalla de Cerignola” (1503), “La batalla de Ravenna” (1512), “La batalla de Villafranca” (1515) y “La batalla de Pavia” que se llevó a cabo a comienzos de 1525 y en la que se presume que encontró su final.

Sin embargo, y como mencionábamos, los historiadores se contradicen entre sí, tiene relatos encontrados y se ponen en duda varios pasajes de su vida, la fecha de su muerte e incluso su nombre, ya que se le adjudican varios (Bartolomeo Giovenale, Giovanni Fanfulla, Bartolomeo Tito Alon, etc.). La figura de Fanfulla alcanzó la inmortalidad de la mano de la novela de 1833 “El desafío de Barletta”, del estadista y novelista Massimo D'Azeglio, en la que lo presenta como un valeroso soldado, siempre alegre, jovial y bromista, extremadamente astuto y con múltiples recursos para las batallas. Desde estas páginas se propulsa la fama del guerrero que se ha vuelto un ilustre de Lodi en particular y de Italia en general, cuyo nombre ha sido tomado para bautizar a diversos clubes deportivos (Como la “A.S.Ginnastica e Scherma Fanfulla”, “l'Atletica Fanfulla” o la “Associazione Calcio Fanfulla”), a quien se homenajeó con una estatua en la ciudad de Lecce y sobre quien se han escritos canciones, organizado desfiles y demás parafernalia.

 


Aprovechando las lagunas biográficas, Mino Milani le extiende la vida a Fanfulla y lo une al ejército de los “Lansquenetes” (Infantería mercenaria de origen alemán), en el célebre “Saqueo de Roma” ocurrido en 1527, momento exacto en que comienza la Historieta. Con la toma consumada, Fanfulla se opone a los excesos cometidos por sus aliados de armas e impide que profanen una iglesia y abusen de una muchacha, pero termina haciendo amistad con un soldado de limitada capacidad intelectual llamado Mauricio. Mientras bebía en una taberna, ofende y agrede a un catalán lo que origina una pelea que lo deja con la cabeza rota y al borde de la muerte. Mauricio se las ingenia para arrastrarlo hasta un convento donde le salvan la vida y, cansado ya de una vida entera dedicada a la guerra, ambos se quedan a vivir como monjes abrazando la religión. Dos años más tarde, los Lansquenetes intentan repetir la hazaña de Roma, pero ahora en Florencia. En esta ciudad el pueblo se había sublevado, consiguió expulsar a los señores feudales, la familia Medici, y proclamaban la república al tiempo que plantaban cara al enemigo. Nicolás de Lapi es un padre de familia y uno de los jefes del pueblo organizado, y solicita al Fray Tomás que asista el entierro de uno de sus hijos, caído en batalla. Junto a Tomás van Fanfulla y Mauricio quienes, tras años de vivir en un convento, se sensibilizan con la situación y sienten nuevamente el llamado de la guerra. Con la venia del Fray, se ponen a disposición de Nicolás y, una vez que reconocen a Fanfulla, es aceptado de inmediato en las filas de Florencia porque su fama lo precede.

El célebre guerrero pone toda su experiencia a disposición de los rebeldes organizando algunos ataques exitosos, y más tarde pasa a encargarse del rescate de uno de los yernos de Nicolás, para terminar intentando descubrir a un infiltrado entre los florentinos…

 


En dos páginas Milani presenta personajes, historia y contexto y atrapa rápidamente al lector. La desfachatez de Fanfulla es encantadora y se empatiza rápidamente con el personaje. No lo sabía de antemano, pero tira muchos datos biográficos del protagonista a lo largo de la historia y deja volar la imaginación con esta última batalla del ciudadano ilustre de Lodi. No tenía idea de la existencia de este personaje histórico antes de leer esta obra, pero es tan llevadera y atrapante que me llevó a investigar más sobre Fanfulla y su período histórico (Lo que comentábamos al principio), además de ponerme a escuchar las canciones que le dedicaron, ver desfiles en youtube y visitar Lodi con Google maps… El poder de las Historietas es siempre efectivo conmigo.

Pero todo el buen hacer de Milani quedaría en nada si no estuviese acompañado por el hábil lápiz de Hugo Pratt. Una construcción de época precisa, desde lo arquitectónico hasta los vestuarios, un trazo ágil y una economía de recursos para las expresiones y rostros que transmiten inequívocamente lo que transitan los personajes. A pesar de que hay variedad en las puestas en páginas, ciertos patrones de distribución de viñetas los repite cada tanto y, al comenzar la lectura me costó encontrar el camino que debía recorrer por la página, pero me terminé adaptando rápidamente y metiéndome de lleno en esta historia de la Italia renacentista. La obra se publicó originalmente en 1967, varios años después de que Pratt volviera a Italia y tiene le nivel gráfico de las primeras aventuras del Corto Maltés. Recomendado!

 


 

  “Mi hijo ha muerto para mantener a Florencia libre de la tiranía de los Medici: pues bien, sobre la espada de mi hijo juro que moriré con todos mis otros hijos antes de convertirme en esclavo.” 

“Joker: Killer Smile” fue una miniserie de tres partes publicada originalmente en 2019 por DC Cómics bajo el sello “Black Label”, y que tuvo...

“Joker: Killer Smile” fue una miniserie de tres partes publicada originalmente en 2019 por DC Cómics bajo el sello “Black Label”, y que tuvo una pequeña coda o continuación en “Batman: The Smile Killer” del mismo año. Con guiones de Jeff Lemire, dibujos de Andrea Sorrentino y color de Jordie Bellaire, este material fue recopilado en tomo por Ovni Press en 2020, y vamos a comentarlo a continuación.

 

La historia sigue el psicólogo Ben Arnell, asignado a tratar al Joker en Arkham. Su superior le avisa que será un trabajo temporal porque el recluso ya ha jugado anteriormente con la mente de sus terapeutas, enloqueciéndolos (Como con Harley, sin ir más lejos). Sin embargo, Arnell está seguro de que con él no sucederá, que tiene una oportunidad para sanarlo, que dará un paso importante en la ciencia médica y que sabrá mantener el control y evitar llevar el trabajo a casa para no afectar a su mujer y su pequeño hijo…

Dan comienzo las sesiones en Arkham donde se produce el enfrentamiento dialéctico entre doctor y paciente, tratando uno imponerse sobre el otro… El Joker ve en Ben a una nueva víctima potencial, a la que podrá ir manipulando con el tiempo, llevándolo hacia donde a él le conviene y manteniéndolo como una carta en la manga para el momento en que lo necesite… Las fuerzas se miden en combate psicológico, en el que dan pequeños y estratégicos pasos como si se tratara de un juego de ajedrez…

 


A Jeff Lemire lo tenía conceptuado como un buen guionista por haber leído alguna cosa suelta suya por acá o por allá (Animal Man, X-MEN, Superboy entre otras), pero me volví fan de su trabajo cuando leí el “Essex County” que publicó “Hotel de las Ideas” (Y que comentamos por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02BVN8TDw5cZbEhLRTiSDFGhhnAeBipwkXZ1TTzmg9mk99p3rWxzZhb86b7dsjELH8l). Así que no dude en entrarle a esta miniserie cuando vi su nombre involucrado, pero no fue lo que esperaba… Con el planteo inicial supuse que sería un dramón que se metería con mayor profundidad en el plano psicológico de los protagonistas, aprovechando la multiplicidad de opciones que ofrece la mente de un demente de la calaña del Joker. Sin embargo, plantea la situación, avanza varias escenas mechando entre el trabajo y la vida familiar del psicólogo, para luego hacer uso del recurso de la peli “Sexto sentido”, en la que el protagonista se entera de un dato que no tenía y todas las escenas previas son revisitadas y reformuladas. A esto se suma una suerte de salto temporal, de un espacio en el tiempo perdido, en el que se dio el grueso de la relación entre el Joker y Ben Arnell, que quedan afuera y es el lector el que debe suponer que fue lo que pasó con los escuetos datos que se infieren de los diálogos. En este sentido, me parece que lo más interesante que la obra planteaba, esa lucha de mentes entre el loco y el cuerdo, terminan quedando afuera y, de buenas a primeras, saltamos a la resolución del conflicto. Tal vez mis expectativas fueron demasiado altas o estuvieron mal direccionadas, pero me dejó gusto a poco. La Historieta es entretenida, se lee rápido, los diálogos están bien trabajados y la participación de Batman, como mero personaje de reparto, aporta lo suyo. También la concepción del Joker como “artista homicida”, algo que se había visto en la primera peli de Burton, siempre me pareció acertada y Lemire la retoma para esta obra. No me voló la peluca, pero tampoco es una mala Historieta.




Andrea Sorrentino, como hace casi siempre, trabaja con mucha referencia fotográfica o con fotografías intervenidas. Esto hace que el resultado tenga su estilo particular, un poco estático, pero con mucho énfasis en el trabajo expresivo de los personajes (Y de los actores que posan para sus fotos, supongo). No soy muy fana de este método, pero como dije sobre Alex Ross en otra oportunidad, cada camino expresivo tiene su lugar y siempre es mejor que haya variedad. En definitiva, si todo el mundo dibujara como Byrne, Buscema o Breccia (Por poner ejemplos azarosos), terminaría siendo muy aburrido. Sorrentino crea muy buenos climas y las puestas en páginas buscan reforzar lo propuesto en el guion y lo consigue con creatividad y mucha efectividad. En alguna que otra oportunidad deja demasiados espacios en blancos en las páginas, intencionalmente, buscando contar algo, pero que no me terminó de convencer.

Todo lo bueno que hace con su trabajo Sorrentino, es notablemente reforzado con el color de Bellaire, que entiende todo lo que sugiere el dibujo y lo acompaña con precisión. Buen amalgamado consiguen trabajando juntos.

 


El “Batman: The Smile Killer” que complementa la historia, es más o menos lo mismo, pero con Batman. Es la mente de Bruce la que empieza a dudar de la realidad y busca saber que es verdad y que es mentira… Mucho más breve, inconexo y errático, con una narración llena de baches y en base a una idea que ya se ha visto muchas veces con este personaje… Lo más flojito del libro… Pero a Lemire lo sigo bancando fuerte!

 


 

“Existen dos mundos. Está el mundo que la mayoría de nosotros habitamos Este es el mundo en el que transcurren nuestras vidas cotidianas. En nombre de la simplicidad, lo vamos a llamar “mundo real”. Pero también existe otro mundo. Y este otro lugar solo lo pueden ver personas muy especiales.”