LA CIUDAD DEL MAÑANA, LOS PROBLEMAS DE SIEMPRE.
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LA CIUDAD DEL MAÑANA, LOS PROBLEMAS DE SIEMPRE.
Otra vez nos vamos a poner más autorreferenciales que de costumbre porque nos metemos con una nueva lectura de nuestras adoradas Tortugas Ni...
Otra vez nos vamos a poner más autorreferenciales que de costumbre porque nos metemos con una nueva lectura de nuestras adoradas Tortugas Ninjas, por quienes profesamos un amor incondicional del que ya hemos dejado constancia en esta página. Entre finales de los 80´s y comienzos de los 90´s hay una explosión total de la tortumanía en la que caímos con absoluta sumisión y aceptación. Se comerciaba de todo con la imagen de las tortugas, dibujos en la tele, películas, cartas, juguetes, ropa, figuritas, golosinas, útiles escolares, videojuegos, un espectáculo musical, discos, calzado, disfraces, y un larguísimo etcétera. Aprovechando la movida, Archie Comics consigue los derechos para hacer Historietas, al principio adaptando capítulos de la serie animada para más tarde pasar a crear historias originales. Tuvimos la suerte de tener edición nacional y popular de estos cómics publicados por Sylvapen, empresa dedicada a fabricar útiles escolares (que ya había saboreado las ganancias relacionadas a TMNT con los marcadores de las tortus), y que de buenas a primeras se lanzó a la aventura editorial publicando regularmente una revista de actividades y juegos de las Tortugas Ninjas y la Historieta en cuestión… (Más tarde perdió los derechos, pero siguió publicando unos injertos de viñetas ya publicadas que no se puede creer… pero eso lo dejamos para otro momento).
Lo cierto es que en plena tortumanía me explota en la cara
el estreno de Ghostbusters 2, la que fuimos a ver al cine con mi hermano Ted y,
a pesar de que llegamos con la peli empezada, me produjo un enganche mayúsculo
con el cuarteto de científicos. Y ahí nomás pasa lo mismo, pero en menor
medida, se comienzan a emitir los capítulos de la serie animada, Jocsa saca los
juguetes, salen figuritas, golosinas, ropa y todo lo ya mencionado, pero en esta
oportunidad, chorreando ectoplasma. Obviamente se hacen cómics en Estados
Unidos basados en los dibujitos de la mano de la editorial Now Comics que
también tuvimos en versión local gracias a Editorial Perfil. Si bien consumía
todo lo que se vendía de ambos cuartetos, mis artículos preferidos siempre
fueron las Historietas y los juguetes, porque con ellos el entretenimiento
duraba todo lo que uno quisiera. Los dibus se acababan en treinta minutos y las
pelis en dos horas, pero las Historietas las podías leer y releer cuantas veces
quieras, mientras que con los chiches podías estar tantas horas como te aguante
la paciencia y la imaginación. Estaba tan, pero tan fanatizado con las Tortugas
y los Cazafantasmas que, a la hora de armar historias con los juguetes, siempre
hacía crossovers. Los fantasmas invadían las alcantarillas, o el Foot Clan
quería robar la tecnología atrapa fantastamas, o Egon y Donatello aunaban
mentes para crear ingenios científicos, o Pegajoso se hacía amigo de
Michaelangelo, o Shredder secuestraba a April & Janine, o algún espíritu
poseía a Splinter o demás variaciones que propiciaran el encuentro. En mis
juegos, las Tortugas y los Cazafantasmas eran amigos que se juntaban todo el
tiempo.
Muchos años después, la editorial IDW comienza a editar
cómics de cuanto personaje haya dando vueltas por ahí, mientras que haya sido
exitoso en algún momento. Así salen cómics de Angel, Angry Birds, Volver al
Futuro, Transformers, Samurai Jack, Mi pequeño Pony, G.I. Joe, Doctor Who,
Kobra Kai, Jem & the Holograms, Star Trek, Mars Attacks y un lago etcétera
entre los que, por supuesto, se incluían Ghostbusters y Teenage Mutant Ninja
Turtles. Un poco más tarde la editorial empieza a probar suerte con los
crossovers y nota que dan rédito. Llegaron a hacer cruces verdaderamente
impensables como el de “Transformers & My Little Pony”, “X-Files & The
Crow” o “Doctor Who & Star Trek”. Pero entre los primeros que realizaron,
estuvo el cruce que llevaba más de veinte años esperando, al fin las Tortugas y
los Cazafantasmas iban a encontrarse.
La primera miniserie se extendió a lo largo de cuatro
entregas que contaron con guion de Erik Burnham & Tom Waltz, mientras que
el dibujo fue responsabilidad de Dan Schoening con mínimas colaboraciones de
Charles Paul Wilson & Cory Smith. La historia está bastante relacionada con
las series que estaba publicando en ese momento IDW, por lo que se pierden
algunas cosas si el lector no está al tanto de lo que pasaba en las revistas de
cada cuarteto. Las Tortugas están por probar un nuevo dispositivo
teletransportador que las lleve desde el laboratorio del profesor Lillja hasta
la iglesia abandonada en la que vivían. Algo sale mal en el proceso y son
transportadas al destino deseado, pero en la Nueva York de una dimensión paralela.
Además, este salto dimensional relaja las barreras interdimensionales y un
poderoso inmortal, alejado de la humanidad por sus pares desde hace siglos, es
liberado. Este ser se apodera de muchos de los concurrentes en la iglesia,
incluido Casey Jones. Alguien se pregunta, ¿a quién vas a llamar? Y claro,
llaman a los Cazafantasmas que llegan a la iglesia, fallan en detener al
inmortal y se encuentran con las Tortugas. A pesar de la incredulidad del
primer vistazo, las mentes analíticas de Ray y Egon se rinden ante la evidencia
y creen en la historia que las tortugas le cuentan. A partir de ahí,
presentaciones mediante, unirán fuerzas para liberar a Casey Jones y al resto
de los poseídos, detener al inmortal y conseguir replicar el aparato
teletransportador para devolver a las Tortugas a su propia dimensión.
A pesar de las altas expectativas que tenía, la historia
termina por ser bastante simple y previsible. Que vivan en dimensiones
paralelas es una complicación que yo hubiera evitado, pero tal vez tenía que
ver con los eventos de las series independientes de cada equipo. Pero me gustó
mucho como tratan a los personajes, como respetan las personalidades de cada
uno de ellos (Con los Cazafantasmas relacionados con las pelis e ignorando las
series animadas), y como se van dando las relaciones entre todos, incluidas
April & Janine (Casey no participa mucho porque se la pasa poseído y
Pegajoso apenas hace una mínima aparición). Cada uno de los dibujantes
involucrados se encarga de una dimensión distintas. Cory Smith abre la historia
en las primeras cinco páginas contando el origen del inmortal encerrado,
Charles Paul Wilson hace lo propio en las cinco páginas siguientes con la
dimensión en la que viven las TMNT y, finalmente, Dan Schoening se encarga del
resto de la Historieta dando vida a la dimensión de los Cazafantasmas, que es
donde se desarrolla el grueso de la trama, con un estilo caricaturesco muy
efectivo, que, a pesar de las diferencias, logra que uno identifique a cada
personaje e incluso le vea gestos de sus contrapartidas actorales (En el caso
de los Cazafantasmas, claro está). Y sus tortugas también están muy bien,
aunque tiene el caparazón muy grande.
De todos modos, la recepción de esta primera miniserie debe haber sido aceptable, porque tres años más tarde se publicaba la secuela, que se extendió durante cinco entregas. Erik Burnham & Tom Waltz repiten al guion mientras que a los lápices de Dan Schoening se suman los talentos de Mark Torres, Pablo Túnica, Tadd Galusha & Charles Paul Wilson III.
Para esta altura las Tortugas Ninja habían vencido al Foot
Clan y Splinter se alzaba como nuevo líder. Desde esa posición, permitió que se
ajusticie a un tal Darius Dun que ahora, como fantasma y desde otra dimensión,
contempla con odio al Sensei. Lo acompaña Bronson, otro fantasma con mucha más
experiencia y conocimiento del más allá. Bronson le muestra a Darius el camino para
consumar su venganza de la mano de “Los Colectores”, cuatro espíritus con la
habilidad de saltar entre dimensiones los que, a cambio de un precio, están
dispuestos a matar a las tortugas para infligir dolor en Splinter por el resto
de su vida.
Volviendo de una misión en la Dimensión X, las Tortugas son
desviadas por los colectores y quedan varadas en otro plano. Donatello logra
ponerse en contacto con los Cazafantasmas quienes ya habían tenido un encuentro
previo con Los Colectores. Desde el
cuartel de bomberos, el equipo de científicos pone en marcha un plan según el
cual se dividirían en parejas y se mantendrían saltando entre dimensiones para
que Los Colectores no puedan encontrar a las Tortugas, mientras que Egon y
Donatello se quedan en la base diseñando el equipo necesario para dar fin a la
amenaza. Winston y Leonardo por un lado, Raphael y Ray por otro y Peter con
Michaelangelo por el suyo, saltan de dimensión en dimensión, encontrándose
diferentes realidades en cada una de ellas, intentando mantener ocupados a Los
Colectores, para que Donnie y Egon tengan tiempo de hallar la forma de vencer…
Esta segunda saga es mucho más interesante que la primera y
también está más entrelazada con los eventos transcurridos en las colecciones
independientes de cada equipo. Los héroes separados en parejas saltando entre
dimensiones es una buena excusa para dar paso a diferentes versiones de estos
personajes, y cada dimensión visitada es dibujada por un artista distinto, el
que tiene rienda libre para trabajar con los diseños que quiera. Si bien todas
las interpretaciones son interesantes, Pablo Túnica le pasa el trapo al resto
con su dimensión de animales antropomorfos en la que caen Peter y Mike. Todo
esto podría haberse llevado mucho más a fondo y jugar todavía más con las diferentes
encarnaciones que existen de estos personajes, pero para los guionistas hubiera
sido mucho “Fan Service” tal vez, y quizás prefirieron no alejar la atención de
la trama principal. Como ya se conocían del encuentro anterior, en esta
miniserie la acción no se hace esperar y engancha al lector desde las primeras
páginas, redondeando una historia que se acerca mucho más a lo que yo esperaba
desde hace tantos años…
No sé cómo le habrá ido a este segundo encuentro, pero
quelonios y científicos no han vuelto a verse las caras hasta el momento. Pero
para ese chico que se gastaba las horas cruzando estos personajes en aventuras
que mezclaban mutágeno con ectoplasma, estos nueve números fueron un sueño
vuelto realidad. Gracias totales!!!
Recientemente tuvimos en edición integral y local la trilogía “Essex County” del canadiense Jeff Lemire (Recientemente con respecto al momen...
Recientemente tuvimos en edición integral y local la trilogía “Essex County” del canadiense Jeff Lemire (Recientemente con respecto al momento en que escribo esto, aunque lo compartiré cuando ya lleve varios meses de publicado). Había leído tan buenos comentarios al respecto de esta obra que cuando “Hotel de la Ideas” anunció la preventa me anoté al toque y sin dudarlo. Ni bien me entregaron el libro, empecé a leer las primeras páginas como para ver de qué iba, porque en realidad tenía otras lecturas en proceso en ese momento que no pensaba interrumpir, sin embargo, me atrapó tanto la historia que en dos sentadas me devoré las más de 500 páginas que componen el libro. Publicadas originalmente como tres álbumes (O novelas gráficas, Historietas o como prefiera llamarlos) separados entre 2007 y 2008 por Top Shelf Productions, estas historias enmarcadas bajo el título Essex County fueron recopilados más tarde en una edición integral que suma dos historias breves a la saga. Esta versión es la que se publicó aquí, leímos con fervor y pasamos a comentar.
Jeff Lemire nació y se crio en la zona rural del condado de
Essex de la provincia de Ontario, ubicada en la parte más sureña de Canadá,
cercana a la ciudad de Detroit y a menos de 400 kilómetros de la ciudad de
Toronto. Con estas Historietas vuelve al lugar natal para hacer una suerte de
catarsis y contar desde su óptica lo que implica la vida en la región. La
primera entrega se llamó “Cuentos de la granja” y narra la historia de Lester,
un chico de diez años que nunca conoció a su padre y recientemente perdió a su
madre víctima del cáncer. Vive con su tío Ken Papineau, quien se hizo cargo de
él por pedido expreso de su hermana cuando estaba en el lecho de muerte. Llevó
al joven Lester a vivir con él a su granja donde, además de ir a la escuela,
tiene algunas obligaciones mínimas con el cuidado de los animales. Lester intenta
evadir la dolorosa realidad que le toca vivir por medio de la fantasía, se la
pasa disfrazado de superhéroe, sueña con una invasión alienígena que solo él
puede detener, mantiene a distancia a su tío que busca tener una relación más
cercana con él y reparte el resto de su tiempo libre entre jugar cerca del
arroyo, leer cómics y ver partidos de hockey sobre hielo. Pero la inevitable
realidad se irá imponiendo, obligando a Lester a aceptarla, procesar el dolor y
avanzar con su vida. Aprendiendo lo que significa y cuánto puede llegar a
costar madurar.
La segunda historia se llama “Historias de fantasmas” y
cuenta la vida de los hermanos Vince y Lou Lebeuf. Ambos se criaron en Essex y
amaban jugar al jockey sobre hielo. Lou era más inteligente pero menos
talentoso, mientras que Vince era puro talento sobre patines. Conforme fueron
creciendo, Lou se fue a vivir a Toronto donde comenzó a jugar profesionalmente
para los “Osos pardos” de Toronto. Sabía que, si él pudo ganarse un lugar en el
equipo, para su hermano sería todavía mucha más fácil por lo que lo invita a la
ciudad. Vince disfrutaba de la vida rural, tenía pareja y pensaba formar una
familia en la granja de sus padres, pero acepta la invitación y viaja con su
novia Beth. Vince se suma tímidamente al equipo, pero de a poco comienza a ganarse
un lugar hasta convertirse en la estrella excluyente. Todo empieza a marchar
bien entre los tres, al equipo le empieza a ir cada vez mejor, pero Vince seguía
extrañando a su madre, la granja y la vida en el campo. La relación entre los
hermanos y Beth se pone algo áspera y cuando ella queda embarazada, Vince
decide que es hora de volver a Essex a realizar la vida con la que siempre soñó.
Lou se queda en Toronto jugando hasta que una lesión lo obliga a retirarse y
cambiar de oficio. La historia se extiende por tres generaciones nacidas del matrimonio
de Vince con Beth y centrada en los hermanos hasta la vejez, con vaivenes en su
relación, momentos difíciles de superar, perdidas, culpas y el amor que los
unió desde pequeños macerando todo.
Cierra el libro la historia “La enfermera rural” que, además
de contarnos parte de la vida y actividad de la enfermera Annie Queeneville, es
una suerte de cierre para la trilogía. A través de su actividad, Annie visita
tanto la granja de Ken y Lester, para atender a Ken cada vez que se lastima
trabajando, como el asilo de ancianos donde reside el longevo hermano Lebeuf. A
través de Annie, y con su participación, vemos el desenlace de las dos
historias precedentes, al tiempo que, gracias a los recuerdos de su abuela,
conocemos también el origen de su familia.
El resumen precedente es del todo injusto para con la obra,
que es mucha más interesante, compleja y con más aristas que las que aquí
comentamos, pero ni soy capaz de hacerlo bien, ni quería arruinar la lectura de
aquel que quiera acercarse al material. Lo cierto es que la obra me encantó de
principio a fin, es una lectura que te atrapa desde las primeras páginas y
consigue algo que supongo no debe ser nada fácil, hace que sea inevitable
involucrarse, preocuparse y querer a estos personajes. Lemire hace una representación
tan precisa y profunda de las personas que pueblan estas páginas que conmueve. Y
lo mismo consigue con la vida en Essex y en Canadá en general, logró hermanarme
con un país que siempre me resultó ajeno y lejano. Retrata el estilo de vida,
el clima, las costumbres, el trabajo y las pasiones de una sociedad con
agudeza, y encontrar puntos en común con la propia experiencia es fácil e ineludible.
Sobre todo, con la devoción que despierta el jockey para ellos, casi tanto como
el fútbol para nosotros. Es el estilo de historias que más disfruto, pero
entiendo que no es para todo el mundo. Es una historia costumbrista, donde las
personas y sus relaciones son el centro absoluto de todo y está poblado de
dramas, tragedias, angustias, relaciones complicadas, momentos de felicidad,
logros y frustraciones, secretos que atragantan, esperanzas y demás condimentos
que componen la vida de cada uno de nosotros. Por eso si usted es de esos
lectores que piensan “para drama ya está la vida”, o que solo busca lecturas de
escapismo y entretenimiento, no es esta la puerta que debe golpear. Esta es una
de esas lecturas con las cuales es imposible no sentirse movilizado, que nos
obliga a reflexionar al cerrar el libro, a dejar decantar lo leído y entender
qué es lo que nos está pasando, y esas son las lecturas que más disfruto, así
sean medio bajoneras o recontra optimistas.
Y todo esto lo representa con un trazo filoso y un diseño de
personajes que funciona perfecto. Con economía de recursos, logra plasmar los
cambios climáticos y emocionales de forma precisa e inequívoca. Maneja los
tiempos de la narrativa con una solvencia increíble, dándose mucho espacio para
recorrer los escenarios, cambiar las perspectivas y proponer un ritmo de
lectura. Los diálogos también están muy logrados, tanto por lo que dicen como
por lo que callan, y maneja los silencios como nadie, con mucha carga emocional
en todos ellos.
Celebro que tengamos esta obra publicada en casa, celebro y
recomiendo el trabajo de Jeff Lemire, y espero que la vaya bien para que
tengamos cada vez más y más buenas Historietas publicadas a nivel local.
“En una ciudad con más de un millón de personas, me sentía completamente solo. Y nunca me había sentido tan lejos de casa.”
Habiendo disfrutado tanto con las obras que leí de Alan Moore, a veces me sorprende que todavía me quedan otras tantas sin leer. Pero cada v...
Habiendo disfrutado tanto con las obras que leí de Alan Moore, a veces me sorprende que todavía me quedan otras tantas sin leer. Pero cada vez que me embarco en una de ellas, gozo tanto de la experiencia de adentrarme en alguno de sus mundos por lo que, a la larga, agradezco tener más lecturas del mago en el tintero. Acabamos de leer los 36 números publicados por “America´s best comics” del fabuloso “Tom Strong”, en la recopilación realizada por ECC en tres sendos tomos. En el año 1999 Jim Lee capitaneaba el sello Wildstorm y le propone a Moore lanzar un subsello en el que publicar las Historietas que él quiera. Moore acepta y se inspira en un título de la Golden Age publicado por la coalición formada por las editoriales Better, Nedor, Standard & Pines, llamado “America´s best comics”, para bautizar sus ediciones e incluso reutiliza algunos de los personajes de aquellas editoriales como Black Terror o Fighting Yank. Así nace “ABC” Cómics donde se publican los títulos “Top 10”, “Promethea”, “The League of Extraordinary Gentlemen” o el ya mencionado “Tom Strong”, que ipso facto pasamos a comentar.
En el año 1899 el científico Sinclair Strong se lanza a la
búsqueda de Attabar Teru, una legendaria isla que nunca fue encontrada, para
llevar a cabo sus experimentos allí. Lo acompaña Tomas, el capitán del barco, y
su esposa Susan. En las inmediaciones de la isla el mar se agita y el barco se
hunde, cobrándose la vida de Tomas. Sinclair y Susan llegan a la costa isleña y
logran salvar casi la totalidad del equipo que llevaban. Se instalan en la isla
con la ayuda de Pneuman, un robot creado por Sinclair, y empiezan a adecuar el
cráter de un volcán inactivo a sus necesidades. Al poco tiempo Susan queda
embarazada y en el año 1900 nace Tomas Strong, en el mismo momento en que la
población de la isla, los Ozu, se presentan ante ellos y los asisten en el
parto.
En el cráter del volcán, Sinclair instala una cámara con una
presión cinco veces mayor a la de la superficie terrestre, el máximo tolerable
para un ser bípedo, y allí confina a su hijo acompañado de Pneuman. Tanto él
como Susan lo visitan regularmente vestidos con unos trajes presurizados que
los ayudan a resistir la presión. El objetivo del experimento es criar a un ser
humano perfecto, lejos de la influencia y contaminación de la sociedad, y
alimentado con una estricta dieta vegetariana a la que se suma la raíz de
goloka, un vegetal cultivado por los Ozu que otorga extrema salud y prolonga
notablemente la expectativa de vida. Además, se suma un exigente plan de
estudios a cargo de Pneuman que potencia las facultades mentales del pequeño
Tom. En estas condiciones vive los primeros ocho años de su vida, hasta que un
fuerte terremoto asola la isla, derrumba gran parte del volcán y sus padres
pierden la vida. Tom sale de la cámara, se acerca al pueblo Ozu y comienza a
vivir con ellos. Su crianza le permite desarrollar ingenios que facilitan la
vida en la aldea y Tom se vuelve uno más dentro de la comunidad. Estrecha
vínculos con la joven y bella Dhalua, quien con el tiempo se convertirá en su
esposa y compañera de aventuras.
Pero llegado a la madurez, Tom parte hacia América para
conocer la tierra de sus padres y allí comienza a vivir aventuras, asentándose
en Millennium City y combatiendo varios criminales, entre los que se destaca
Paul Saveen, quien se termina erigiendo como su mayor némesis.
Millennium es la ciudad del futuro, una metrópolis de
edificios altísimos, con un sistema de transporte en funiculares que cruza los
rascacielos en distintos niveles, por lo que hay gente que pasa meses sin bajar
al nivel del suelo. En una de esas torres se instala Tom Strong junto con
Pneuman, su esposa Dhalua, Tesla Strong, la hija de ambos y Solomon King, un
simio inteligente que es de los mejores amigos de Tom. Con el correr de los
años, Tom es reconocido como el principal defensor de Millennium, es muy
querido por sus habitantes y vive todo tipo de aventuras.
Comenzamos a asistir a las aventuras de Tom en el año 1999,
cuando está cerca de cumplir los 100 años de vida, aunque se mantiene joven y
sano gracias a la goloka, y lo acompañamos tanto en las nuevas misiones en las
que se embarca, como a recordar distintos momentos vividos en esos cien años.
Así lo vemos enfrentar al Hombre Modular, un ser cibernético con consciencia;
entrar en contacto con un dios tecnológico; recibir el ataque de “las chicas
esvásticas” de Ingrid Weiss, un escuadrón de mujeres nazis con quienes ya se
había cruzado en la segunda guerra mundial; realizar distintos viajes en el
tiempo y saltos dimensionales; enterarse de que tiene un hijo criado por Paul
Saveen; desactivar invasiones alienígenas; entrar en contacto con seres de
fuego que viven en el centro de la Tierra; viajar a Terra Obscura, una
dimensión paralela ubicada en los confines de su misma dimensión; encontrarse
con versiones alternativas suyas y de su historia; estrechar lazos de amistad
con personas y seres de lo más variopinto y un etcétera de lo más largo y
nutrido que se puedan imaginar…
La Historieta es entretenida de principio a fin, en un
puñado de números Moore y Sprouse crean toda una genealogía con su historia y
sus personajes perfectamente definidos e identificables, y a partir de ahí
pueden empezar a jugar con versiones alternativas, universos paralelos, saltos
en el tiempo, raccontos del pasado resignificados en el presente y demás
variables. Son varias las intenciones que se le adivinan a Moore en esta obra,
más allá de contar una historia autosuficiente, entretenida y atractiva (Lo que
consigue sobradamente bien, por cierto). La primera es un homenaje o una resignificación
de los héroes popularizados en las revistas “Pulp”, aquellas ediciones
populares de cuentos y novelas cortas de las que nacieron personajes como La
Sombra, Tarzán, Doc Savage o El Zorro entre otros. Por otra parte, llevar las
historias de aventura en otra dirección a la que imperaba en la época, con
héroes retorcidos, oscuros, torturados e hiper violentos, los que tuvieron su
génesis en obras como “Dark Knight Returns” y “Watchmen”. Alan Moore siempre
dijo que su objetivo con Watchmen fue destruir el género de los superhéroes,
ofrecer una lectura sobre ellos que haga al lector reflexionar sobre el lugar
que ocupan y sus verdaderas motivaciones, pero a pesar de sus intenciones y
según sus propias declaraciones, la obra no fue entendida como el pretendió y,
en cambio, forjó una nueva forma de plasmar a los superhéroes. Forma que se fue
degenerando o exacerbando con el correr del tiempo y en los 90´s tuvo su máximo
esplendor. Siempre tomé con pinzas estas declaraciones de Moore, me parece que
es un discurso que fue acomodando con los años cuando vio el devenir que
tuvieron los superhéroes, porque intentar destruir un género entero y desde el
interior de una de las principales compañías que los sostienen es, cuando
menos, quijotesco. Como sea, en esa época en que los héroes más populares eran
oscuros y retorcidos, sale Tom Strong que se para en la vereda de enfrente,
cuando todo era seriedad y violencia, Tom es luminoso, divertido y
esperanzador. Las aventuras de Tom Strong se resuelven desde el corazón o la
mente, rara vez arregla las cosas con los puños, y si bien cada tanto se ve en
la obligación de meter una trompada, intenta evitarlo en todo momento.
Por otra parte, Alan Moore imagina aquí que hubiera sido de
la industria del cómic si nunca hubiera existido Superman y los cientos de
clones y variaciones que se sucedieron tras el éxito que tuvo, con qué se
hubiera llenado esa demanda popular si los superseres no fueran una opción. Una
de las respuestas posibles es esta ucronía que propone Tom Strong, un héroe
científico que vive aventuras como los héroes Pulp ya mencionados, mezcladas
con ciencia tanto de cimientos plausibles como ficcionada al máximo, y todo
revestido con la empatía y sensibilidad del protagonista, que enfrenta a seres
fantásticos, criminales científicos y situaciones cotidianas de la vida
familiar. Incluso se deja entrever cierta similitud física entre Kal-El y Tom,
ambos son bien parecidos, de marcada quijada cuadrada y llevan un gran símbolo triangular
en el pecho, como para aclarar un poco más las intenciones del personaje.
Por último, muchos capítulos de Tom Strong homenajean o
hacen referencia a algún período puntual de la historia cómic norteamericano
principalmente, aunque también hay algún vínculo con la BD perdido por ahí. Principalmente, aquellos que viajan al pasado
para contar algún pasaje en los cien años de vida de Tom Strong. En esos casos,
Moore, Sprouse y algún dibujante invitado hacen un verdadero trabajo de
orfebrería. Ya desde la portada el número en cuestión hace referencia a la
etapa o el título que va a referenciar, alguna revista de cowboys, o de la
Golden Age, o funny animals, o la Mad, Fantastic Four, la Marvel Family, o
Crisis en Tierras Infinitas entre otros. El número arranca generalmente en el
presente a cargo de Sprouse y, cuando salta a contar el episodio del pasado,
entra el dibujante invitado que, o bien tiene un estilo que referencia a ese
período histórico, o intenta replicarlo. El tono de la historia cambia también,
el guion se mimetiza con la época, los personajes hablan distintos, la puesta
en página se acopla e incluso la tipografía se alinea a referenciar ese momento
(Algo que, por suerte, esta edición de ECC ha sabido respetar). Esta estructura
puede variar y hay varios números que directamente arrancan con dibujantes
invitados contando una aventura linkeada con algún pasaje histórico. En este
sentido, Tom Strong tiene la misma cualidad que, por ejemplo, Watchmen. Si bien
la historia se entiende perfecto y puede ser disfrutada de principio a fin por alguien
que no conozca la historia de los cómics, aquel lector que tenga cierto bagaje
y conocimiento en la materia va a encontrar estas referencias y entender mejor
porque cambia el estilo, el habla de los personajes, el tenor de la aventura y
demás. Del mismo modo, el lector con bagaje de lecturas superheroicas
enganchaba mejor con el universo de Watchmen. Hemos encontrado varias de esas
referencias en Tom Strong, pero estamos seguros de que muchas otras se nos han
escapado por no tener las competencias necesarias…
Chris Sprouse es el que crea la imaginería de este universo
con una línea clara y elegante que sirve de anclaje para todos los vaivenes
estilísticos que se dan en la trama. El diseño de personajes balancea perfectamente
la originalidad con un aire clásico y tiene un despliegue visual generoso,
atrapante y sorprendente. Cuando cede la posta, los dibujantes que lo
reemplazan son verdaderos maestros entre los que se cuentan Jerry Ordway (Que
está al frente de una de las mejores sagas), Arthur Adams, Gary Frank, Dave
Gibbons, Paul Chadwick, Shawn McManus, Howard Chaykin, John Paul Leon, Paul
Gulacy, Duncan Fegredo y paro de nombrar porque estoy babeando toda la mesa.
Moore y Sprouse están al frente del título durante las
primeras 20 entregas aproximadamente y luego se alejan, pero la revista no
pierde calidad porque a los dibujantes antes mencionados se les unen guionistas
más que competentes como Ed Brubaker, Geoff Johns, Brian K. Vaughan, Steve
Moore, Joe Casey, Mark Schultz, el novelista Michael Moorcock, Peter Hogan o
Steve Aylett. Las historias propuestas por estos guionistas mantienen el nivel,
el interés y la evolución de los personajes, pero en líneas generales, pierden
esa constante referencia a la historia de los cómics que tenía en sus guiones
Moore. Sin embargo, Moore y Sprouse vuelven en el número 36 para dar cierre a
la saga con un hermoso final que tiene giros inesperados, revelaciones que te
golpean, pero que una vez interiorizadas resultan obvias, crossovers con otros
personajes de ABC Cómics y el fin del mundo conocido (Para no andar con
menudencias…).
La obra es una maravilla, verdaderamente cautivante,
increíblemente original (a pesar de que la superficie de la misma invite a
pensar lo contrario) y altamente recomendable. Lo que se suele llamar “Obra
Maestra”!
“¡Démosle la bienvenida a nuestro nuevo miembro a los
Strongmen de América, y a la familia más grande y mejor de la Tierra!”
Corría el año 1973 (si, son noticias frescas…) y el título Detective Comics estaba decayendo en ventas. DC intenta revertir la situación y c...
Corría el año 1973 (si, son noticias frescas…) y el título Detective Comics estaba decayendo en ventas. DC intenta revertir la situación y convoca a Archie Goodwin para que tome el mando como editor del título. Archie venía de liderar con moderado éxito varios títulos de guerra para la editorial y aprovechó la oportunidad. Pensó lo mismo que Frank Miller al tomar las riendas de Daredevil: “Si un título viene mal y repunta, el mérito es tuyo, pero si fracasa de todos modos venía mal…”
Volvemos a meternos en el hermoso mundo de Sandman después de haber hablado bastante ya sobre la serie original (En varias entradas que agru...
Volvemos a meternos en el hermoso mundo de Sandman después de haber hablado bastante ya sobre la serie original (En varias entradas que agrupamos bajo la etiqueta #LosSueñosyPesadillasdeMorfeo), porque recientemente hemos leído un tomo publicado por ECC que recopila las dos miniseries protagonizadas por Muerte, la carismática hermana mayor de Morfeo. “El alto coste de la vida” fue publicada originalmente en 1993 y “Lo mejor de tu vida” en 1996, ambas tienen guion de Neil Gaiman y dibujos de Chris Bachalo y Mark Buckingham y sobre ellas nos vamos a centrar a continuación.
Existe una leyenda según la cual “Un día cada 100 años,
Muerte toma forma mortal para saber qué sienten las vidas que se lleva, para
probar el gusto amargo de la mortalidad…”. Efectivamente eso sucede en “El alto
coste de la vida”, Muerte es una chica mortal llamada Didi a la que se le ha
creado toda una historia de vida, acabe de perder a su familia en un accidente
automovilístico y quedó viviendo sola en un departamento con algunos vecinos
amigables. Sabe que es Muerte, pero su mente está algo confusa y percibe el
mundo que la rodea con notable ingenuidad, esperando siempre lo mejor de las
personas. Por otra parte, Sexton Furnival es un adolescente hastiado de la
vida, completamente desengañado que está planeando su suicidio. Vive con su
madre Sylvia en un departamento, mientras que su padre es un exitoso abogado en
Hollywood. La tarde en que está redactando su nota de despedida, Sylvia llega a
casa con la idea de hacer limpieza integral en el hogar y le pide a Sexton que
se vaya a pasear hasta la noche.
Deambulando por un basurero, resbala y queda atrapado bajo
una heladera de la que lo ayuda a salir Didi. Como se le rompió el jean y se
cortó la frente, Muerte lo invita a su casa para asistirlo. Hacia allí van
conversando y conociéndose. Sexton no alcanza a comprender bien el accionar de Didi
y supone que está mal de la cabeza por la tragedia de su familia. Una vez en el
departamento reciben la visita de Hettie, la loca, una señora entrada que lleva
vividos 250 años y muy parecida a Sexton quien, amenazando con asesinar al
joven, le exige a Muerte que recupere su corazón… Muerte acepta, pero le aclara
que además tiene otras cosas que hacer porque este es su único día libre y viva
en el siglo.
Didi y Sexton salen a pasear y ella disfruta de todo, comer
un pancho, probar una fruta, pasear por una plaza o viajar en taxi y todo le es
brindado gratuitamente y de buena gana por las personas que va conociendo.
Terminan en un recital donde conocen a Hazel, una mujer embarazada ex compañera
de trabajo de la madre de Sexton, quien los invita a pasar para presenciar la
actuación de su novia Foxglove. Mientras tanto, el Ermita sabe qué Muerte este
en el plano terrenal y, con ayuda de un joven, logra atraerla junto a Sexton y
encerrarlos en un almacén. El Ermita roba el Ankh de Didi, golpea de muerte al
joven que lo asistió y se va amenazando con volver para matarlos. Muerte y
Sexton quedan encerrados para ser rescatados poco más tarde por Hettie y la
Sra. Robbins (Vecina de Mimi) … Después de un día ajetreado, Muerte y Sexton
desayunan juntos y se despiden (Visita del Ermita mediante) … Al poco tiempo,
el joven se entera que Didi ha fallecido.
Las protagonistas de “lo mejor de tu vida” son Hazel y Foxglove, las chicas que Didi había conocido en un concierto en la obra anterior. Foxglove se volvió una famosa cantautora que recorre el mundo dando conciertos y entrevistas. Recientemente editó un nuevo disco e hizo la canción principal para una película próxima a estrenarse. Hazel tuvo al hijo de ambas, un pequeño llamado Alvie y viven en una enorme casa en Los Angeles donde pasan la mayor parte del tiempo solos por las giras de Foxglove. Debido a que su agente supone que le puede jugar en contra en su carrera, Foxglove no reconoce abiertamente su inclinación sexual y, en cambio, hace apariciones públicas acompañada de otras celebridades para aparentar, mientras que Hazel simula ser su secretaria.
Pero Hazel también guarda un secreto… Una noche tiempo
atrás, Alvie murió. Cuando Muerte apareció a reclamarlo, Hazel la reconoció y
le rogó por más tiempo. Extrañamente, Muerte aceptó postergar el viaje,
avisando a Hazel que volvería y en ese momento tendría que llevarse una vida.
El representante de Foxglove muere en un viaje y, sin
embargo, aparece ante la cantante para avisarle de que tiene que hacerle caso a
Hazel… Foxglove entiende el mensaje a medias y al poco tiempo recibe una
llamada de Hazel pidiéndole que vuele a Los Angeles. No le hace caso y se va al
estreno de la peli que musicalizó con un modelo de acompañante. En medio de la
proyección, su guardaespaldas la llama y le informa de la muerte de su
representante… Ahí comienza a atar cabos y se toma un vuelo privado hacia Los
Angeles acompañada de los dos hombres.
No encuentra a su familia y recuerda que Hazel le comentó
tiempo atrás el episodio del pequeño Alvie y su encuentro con la Muerte. Ritual
mediante, Foxglove y sus acompañantes viajan a las tierras sin sol, los
márgenes de la muerte, donde Hazel y Muerte los esperan…
Ya lo dije en alguna oportunidad, pero repito y sostengo, si
bien Gaiman me parece un guionista de Historietas siempre interesante, cuando se
mete en el mundo de Sandman tiene un plus y sus mejores trabajos suelen estar
relacionados con Sueño, Muerte y sus entornos. Desde su debut en la bellísima
“El sonido de sus alas” (Sandman # 8), Muerte ha sido uno de los personajes más
queridos y carismáticos de la serie, ganando adeptos a niveles que rivalizan
con su hermano. Las miniseries que le
dedicaron las ganó por derecho propio y por demanda popular, gracias a la
inesperada representación de la muerte que idearon Gaiman & Mike
Dringenberg la que, lejos de ser esquelética y de guadaña en mano, se
presentaba jovial, alegre y amigable, lista para tender una mano que facilite
la transición hacia otro plano, entendiendo a la muerte como parte del proceso
natural de la vida.
A diferencia de la serie principal donde todo es una epopeya
más grande que la vida, las de estas miniseries son historias pequeñas, que
involucran pocos personajes y se resuelven sí mismas. La primera de ellas es la
que más me gustó, con Muerte descubriendo el mundo por primera vez, con una
ingenuidad encantadora pero también con la astucia de quien existe desde
siempre. Donde aparecen algunas ambigüedades típicas de Gaiman como Sexton
contemplando el suicidio y su similitud con la loca Hettie que ha vivido 250
años, ocultando su corazón de Muerte para que no se lo lleve prolongando así su
estancia en este mundo, y todo bordeando lo poético y brindándole a temas sobre
los que se ha dicho todo, nuevas perspectivas con las que abordarlos.
En la segunda historia Muerte no es más que un personaje
secundario, fundamental pero secundario. Todo se centra en las vidas de la
familia formada por Foxglove, Hazel y el pequeño Alvie y, a pesar de eso, está
tan bien escrito que enseguida te absorbe y te dejas llevar por la relación en
crisis de estas mujeres.
Fui fan de Chris Bachalo desde que lo conocí en Generación
X, pero en la primera de estas miniseries tiene un estilo todavía algo
primerizo. Trabaja con muchas viñetas por página y la narrativa, si bien es
efectiva, es más clásica, lejos aún del estilo que llegaría a desarrollar. Para
la segunda ya lo tiene más definido, continúa trabajando con varias viñetas por
páginas en algunos pasajes, mientras que en otros arma unas superposiciones de
imágenes a página completa fabulosas. Buckingham entinta la primera miniserie,
y en la segunda también dibuja varias páginas. El arte de Bachalo y el de
Buckingham siempre me resultó bastante cercano y en esta oportunidad logran una
homogeneidad impecable, donde no se distingue cuando empieza el trabajo de uno
y termina el del otro…
El libro se complementa con otras historias breves
protagonizadas por Muerte, como la célebre “Muerte habla sobre la vida” (Que ya
compartimos por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02sGegSYUfo1yq4Xp2zACqdAmY66bfnqM7dLZ5sh6qeYQonK5XWBPv5BRB7zVCfNCVl),
ilustrada por Dave McKean (Responsable también de las portadas de ambas
minseries), “Un cuento de Invierno”, con dibujos de Jeff Jones y “La noria”
donde reincide Chris Bachalo. Todo recomendado hasta la muerte!
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