Otra vez nos vamos a poner más autorreferenciales que de costumbre porque nos metemos con una nueva lectura de nuestras adoradas Tortugas Ninjas, por quienes profesamos un amor incondicional del que ya hemos dejado constancia en esta página. Entre finales de los 80´s y comienzos de los 90´s hay una explosión total de la tortumanía en la que caímos con absoluta sumisión y aceptación. Se comerciaba de todo con la imagen de las tortugas, dibujos en la tele, películas, cartas, juguetes, ropa, figuritas, golosinas, útiles escolares, videojuegos, un espectáculo musical, discos, calzado, disfraces, y un larguísimo etcétera. Aprovechando la movida, Archie Comics consigue los derechos para hacer Historietas, al principio adaptando capítulos de la serie animada para más tarde pasar a crear historias originales. Tuvimos la suerte de tener edición nacional y popular de estos cómics publicados por Sylvapen, empresa dedicada a fabricar útiles escolares (que ya había saboreado las ganancias relacionadas a TMNT con los marcadores de las tortus), y que de buenas a primeras se lanzó a la aventura editorial publicando regularmente una revista de actividades y juegos de las Tortugas Ninjas y la Historieta en cuestión… (Más tarde perdió los derechos, pero siguió publicando unos injertos de viñetas ya publicadas que no se puede creer… pero eso lo dejamos para otro momento).
Lo cierto es que en plena tortumanía me explota en la cara
el estreno de Ghostbusters 2, la que fuimos a ver al cine con mi hermano Ted y,
a pesar de que llegamos con la peli empezada, me produjo un enganche mayúsculo
con el cuarteto de científicos. Y ahí nomás pasa lo mismo, pero en menor
medida, se comienzan a emitir los capítulos de la serie animada, Jocsa saca los
juguetes, salen figuritas, golosinas, ropa y todo lo ya mencionado, pero en esta
oportunidad, chorreando ectoplasma. Obviamente se hacen cómics en Estados
Unidos basados en los dibujitos de la mano de la editorial Now Comics que
también tuvimos en versión local gracias a Editorial Perfil. Si bien consumía
todo lo que se vendía de ambos cuartetos, mis artículos preferidos siempre
fueron las Historietas y los juguetes, porque con ellos el entretenimiento
duraba todo lo que uno quisiera. Los dibus se acababan en treinta minutos y las
pelis en dos horas, pero las Historietas las podías leer y releer cuantas veces
quieras, mientras que con los chiches podías estar tantas horas como te aguante
la paciencia y la imaginación. Estaba tan, pero tan fanatizado con las Tortugas
y los Cazafantasmas que, a la hora de armar historias con los juguetes, siempre
hacía crossovers. Los fantasmas invadían las alcantarillas, o el Foot Clan
quería robar la tecnología atrapa fantastamas, o Egon y Donatello aunaban
mentes para crear ingenios científicos, o Pegajoso se hacía amigo de
Michaelangelo, o Shredder secuestraba a April & Janine, o algún espíritu
poseía a Splinter o demás variaciones que propiciaran el encuentro. En mis
juegos, las Tortugas y los Cazafantasmas eran amigos que se juntaban todo el
tiempo.
Muchos años después, la editorial IDW comienza a editar
cómics de cuanto personaje haya dando vueltas por ahí, mientras que haya sido
exitoso en algún momento. Así salen cómics de Angel, Angry Birds, Volver al
Futuro, Transformers, Samurai Jack, Mi pequeño Pony, G.I. Joe, Doctor Who,
Kobra Kai, Jem & the Holograms, Star Trek, Mars Attacks y un lago etcétera
entre los que, por supuesto, se incluían Ghostbusters y Teenage Mutant Ninja
Turtles. Un poco más tarde la editorial empieza a probar suerte con los
crossovers y nota que dan rédito. Llegaron a hacer cruces verdaderamente
impensables como el de “Transformers & My Little Pony”, “X-Files & The
Crow” o “Doctor Who & Star Trek”. Pero entre los primeros que realizaron,
estuvo el cruce que llevaba más de veinte años esperando, al fin las Tortugas y
los Cazafantasmas iban a encontrarse.
La primera miniserie se extendió a lo largo de cuatro
entregas que contaron con guion de Erik Burnham & Tom Waltz, mientras que
el dibujo fue responsabilidad de Dan Schoening con mínimas colaboraciones de
Charles Paul Wilson & Cory Smith. La historia está bastante relacionada con
las series que estaba publicando en ese momento IDW, por lo que se pierden
algunas cosas si el lector no está al tanto de lo que pasaba en las revistas de
cada cuarteto. Las Tortugas están por probar un nuevo dispositivo
teletransportador que las lleve desde el laboratorio del profesor Lillja hasta
la iglesia abandonada en la que vivían. Algo sale mal en el proceso y son
transportadas al destino deseado, pero en la Nueva York de una dimensión paralela.
Además, este salto dimensional relaja las barreras interdimensionales y un
poderoso inmortal, alejado de la humanidad por sus pares desde hace siglos, es
liberado. Este ser se apodera de muchos de los concurrentes en la iglesia,
incluido Casey Jones. Alguien se pregunta, ¿a quién vas a llamar? Y claro,
llaman a los Cazafantasmas que llegan a la iglesia, fallan en detener al
inmortal y se encuentran con las Tortugas. A pesar de la incredulidad del
primer vistazo, las mentes analíticas de Ray y Egon se rinden ante la evidencia
y creen en la historia que las tortugas le cuentan. A partir de ahí,
presentaciones mediante, unirán fuerzas para liberar a Casey Jones y al resto
de los poseídos, detener al inmortal y conseguir replicar el aparato
teletransportador para devolver a las Tortugas a su propia dimensión.
A pesar de las altas expectativas que tenía, la historia
termina por ser bastante simple y previsible. Que vivan en dimensiones
paralelas es una complicación que yo hubiera evitado, pero tal vez tenía que
ver con los eventos de las series independientes de cada equipo. Pero me gustó
mucho como tratan a los personajes, como respetan las personalidades de cada
uno de ellos (Con los Cazafantasmas relacionados con las pelis e ignorando las
series animadas), y como se van dando las relaciones entre todos, incluidas
April & Janine (Casey no participa mucho porque se la pasa poseído y
Pegajoso apenas hace una mínima aparición). Cada uno de los dibujantes
involucrados se encarga de una dimensión distintas. Cory Smith abre la historia
en las primeras cinco páginas contando el origen del inmortal encerrado,
Charles Paul Wilson hace lo propio en las cinco páginas siguientes con la
dimensión en la que viven las TMNT y, finalmente, Dan Schoening se encarga del
resto de la Historieta dando vida a la dimensión de los Cazafantasmas, que es
donde se desarrolla el grueso de la trama, con un estilo caricaturesco muy
efectivo, que, a pesar de las diferencias, logra que uno identifique a cada
personaje e incluso le vea gestos de sus contrapartidas actorales (En el caso
de los Cazafantasmas, claro está). Y sus tortugas también están muy bien,
aunque tiene el caparazón muy grande.
De todos modos, la recepción de esta primera miniserie debe haber sido aceptable, porque tres años más tarde se publicaba la secuela, que se extendió durante cinco entregas. Erik Burnham & Tom Waltz repiten al guion mientras que a los lápices de Dan Schoening se suman los talentos de Mark Torres, Pablo Túnica, Tadd Galusha & Charles Paul Wilson III.
Para esta altura las Tortugas Ninja habían vencido al Foot
Clan y Splinter se alzaba como nuevo líder. Desde esa posición, permitió que se
ajusticie a un tal Darius Dun que ahora, como fantasma y desde otra dimensión,
contempla con odio al Sensei. Lo acompaña Bronson, otro fantasma con mucha más
experiencia y conocimiento del más allá. Bronson le muestra a Darius el camino para
consumar su venganza de la mano de “Los Colectores”, cuatro espíritus con la
habilidad de saltar entre dimensiones los que, a cambio de un precio, están
dispuestos a matar a las tortugas para infligir dolor en Splinter por el resto
de su vida.
Volviendo de una misión en la Dimensión X, las Tortugas son
desviadas por los colectores y quedan varadas en otro plano. Donatello logra
ponerse en contacto con los Cazafantasmas quienes ya habían tenido un encuentro
previo con Los Colectores. Desde el
cuartel de bomberos, el equipo de científicos pone en marcha un plan según el
cual se dividirían en parejas y se mantendrían saltando entre dimensiones para
que Los Colectores no puedan encontrar a las Tortugas, mientras que Egon y
Donatello se quedan en la base diseñando el equipo necesario para dar fin a la
amenaza. Winston y Leonardo por un lado, Raphael y Ray por otro y Peter con
Michaelangelo por el suyo, saltan de dimensión en dimensión, encontrándose
diferentes realidades en cada una de ellas, intentando mantener ocupados a Los
Colectores, para que Donnie y Egon tengan tiempo de hallar la forma de vencer…
Esta segunda saga es mucho más interesante que la primera y
también está más entrelazada con los eventos transcurridos en las colecciones
independientes de cada equipo. Los héroes separados en parejas saltando entre
dimensiones es una buena excusa para dar paso a diferentes versiones de estos
personajes, y cada dimensión visitada es dibujada por un artista distinto, el
que tiene rienda libre para trabajar con los diseños que quiera. Si bien todas
las interpretaciones son interesantes, Pablo Túnica le pasa el trapo al resto
con su dimensión de animales antropomorfos en la que caen Peter y Mike. Todo
esto podría haberse llevado mucho más a fondo y jugar todavía más con las diferentes
encarnaciones que existen de estos personajes, pero para los guionistas hubiera
sido mucho “Fan Service” tal vez, y quizás prefirieron no alejar la atención de
la trama principal. Como ya se conocían del encuentro anterior, en esta
miniserie la acción no se hace esperar y engancha al lector desde las primeras
páginas, redondeando una historia que se acerca mucho más a lo que yo esperaba
desde hace tantos años…
No sé cómo le habrá ido a este segundo encuentro, pero
quelonios y científicos no han vuelto a verse las caras hasta el momento. Pero
para ese chico que se gastaba las horas cruzando estos personajes en aventuras
que mezclaban mutágeno con ectoplasma, estos nueve números fueron un sueño
vuelto realidad. Gracias totales!!!
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
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