Después del impacto que causó en la década del 60, Marvel arranca los 70´s expandiendo sus horizontes. Una nueva camada de creadores empieza...

Muerto viviente: “Deathlok”

Después del impacto que causó en la década del 60, Marvel arranca los 70´s expandiendo sus horizontes. Una nueva camada de creadores empieza a hacerse lugar en los diferentes títulos de la casa y traen consigo sus propias inquietudes, gustos y puntos de vista. Como no sólo de superhéroes vive el lector, Marvel comienza a publicar revistas dedicadas al terror, las artes marciales y la fantasía heroica con Conan, Shang Chi, Iron Fist, Werewolf by night, Dracula, Kull, etc. Y además, la ciencia ficción se hace un lugarcito en la casa de las ideas. El dibujante Rick Buckler, que había demostrado su talento con personajes como los Fantastic Four, Black Panther (En la revista Jungle Action), Luke Cage y varios más, tenía medio delineado un personaje, que sería un ciborg del futuro, producto de una guerra desastrosa, pero no terminaba de redondear el concepto, le faltaba la ayuda de un guionista. A finales de 1973 se suma a Marvel Comics el guionista Doug Moench y al poco tiempo se conoce con Rich, a quien admiraba. Buckler le tira la idea de su personaje y le pregunta si estaría interesado en colaborar, lo que Doug acepta de inmediato. Empiezan a tener una serie de reuniones en las que van delineando toda la historia del personaje, al que pensaban lanzar en su propia revista. Sin embargo, llegado el momento de publicar, Marvel se queda sin contenido para la revista “Astonishing Tales”, así que Deathlok, the Demolisher hace su debut en la entrega 25 de la mencionada serie.

 



El presente de Marvel transcurría en el 1974 en que se publica la revista, Moench y Buckler saltan al futuro, después de una feroz guerra que en 1983 destruye Norteamérica, para llegar a la década del 90 donde arranca la acción. Luther Manning fue un soldado al servicio de su país en la última guerra, en la que perdió la vida. Por lo desesperado de la situación, el gobierno aprueba el proyecto “Alpha Mech”, a cargo del Comandante Simon Ryker, que tenía como objetivo crear super soldados ciborgs. Manning era un brillante estratega militar por lo que se vuelve el espécimen perfecto para el proyecto. En los 90´s, Deathlok renace como la perfecta máquina de matar a las ordenes de Ryker. Pero nadie esperaba que el fragmento del cerebro de Manning recuperara la conciencia y empiece a tomar control sobre la computadora con que comparte el cuerpo.  De a poco Luther recuerda su vida pasada, a su esposa y su hijo, a su mejor amigo y compañero de armas Mike Travers y el momento en que perdió la vida. Intenta establecer contacto con su esposa, que lo daba por muerto desde hacía años y había rehecho su vida con Mike, y solo consigue espantarla a ella y su hijo. Desesperado por la situación, decide acabar con su vida, pero el programa de la computadora se lo impide. Entonces, redirecciona sus esfuerzos hacia la venganza, intentando acabar con Ryker y buscando al médico que realizó la operación que lo revivió para reestablecer su cuerpo y recuperar su vida, a pesar de que las partes orgánicas que lo componen tienen severos índices de descomposición.


Así, Deathlok notará la nueva realidad de Estados Unidos, en que el gobierno se volvió tirano para con su pueblo y hay células rebeldes que intentan derrocarlo para recuperar la libertad. Pareciera que todo el mal que aqueja tanto a Luther como al país es producto del accionar de Ryker, quien sigue de cerca los movimientos de Deathlok buscando detenerlo y recuperarlo como arma. Así, el comandante enviará otras creaciones suyas para frenar al ciborg, al tiempo que se descubre que también él es un ciborg y que sigue experimentando con su cuerpo para volverse uno con el mundo virtual. Deathlok consigue llegar hasta Hellinger, el doctor encargado de su intervención, que tiene en su poder un cuerpo clonado y perfectamente sano de Luther Manning. Pero este lo manipula para acabar con Ryker, porque quiere derrocarlo para asumir el poder. En medio de las batallas, Deathlok es secuestrado por Mike Travers que lo lleva a la “Agencia central de inteligencia”, instalación dirigida por Teresa Deveraux, miembro de la C.I.A. y de la organización que también busca acabar con la tiranía de Ryker y ven en el ciborg su mejor oportunidad. Se fuerza entonces un combate final entre Ryker y Deathlok en el plano virtual, del que sale vencedor. Con los ánimos calmados, se intenta transferir la parte humana de Deathlok al clon de Manning, operación que parece ser un éxito por que el cuerpo clonado despierta con todos los recuerdos de Luther. Pero ante un nuevo ataque de Hellinger, Deathlok despierta y contraataca, demostrando no haber perdido la memoria, ahora hay dos Luther Manning. Al llegar a la entrega 36 de “Astonishing Tales” la colección se cancela y la saga se cierra con Deathlok como agente libre y su clon vigilando y registrando su accionar para la C.I.A. La voz de la computadora que Deathlok siempre tiene en su cabeza, con la que dialoga constantemente, también la tiene el clon y tanto esto como el destino de Hellinger queda inconcluso…

En paralelo a este último número, Deathlok aparece en el “Marvel Team-Up #46” en medio de una saga en la que Spiderman venía viajando por el tiempo y cae en los 90´s para horrorizarse con el futuro que le espera.

Unos meses más tarde, en abril del 77, Deathlok reaparece en “Marvel Spotlight #77” donde un personaje misterioso llamado Godwulf, que aparentemente también se opone a las fuerzas de Ryker y Hellinger, manda al ciborg al pasado para que deje de perseguirlo. Allí se cruzará con Demon Slayer (Otra creación de Buckler) y, confusión mediante, se dan con todo. Superan los escoyos y, sobre el final, Deathlok desaparece sin saber a que tiempo está viajando…

Acto seguido volvemos a ver a Deathlok en la revista “Marvel Two in One”, en sus entregas 26 y 27 donde, por primera vez, Buckler no está vinculado a su personaje. Obra de Marv Wolfman y Ron Wilson, en estos números vemos un plan formado por los villanos Mentallo y Fixer para secuestrar a Ben Grimm, entrar en el edificio Baxter y usar la máquina del tiempo de Doom para traer a Deathlok al presente. Mentallo se había enterado de la existencia del ciborg al leer la mente de Spiderman y lo traen al presente para dominarlo y enviarlo a asesinar al presidente. Finalmente, los Fantastic Four evitan el asesinato, detienen a los villanos y Deathlok queda en custodia de Mr. Fantastic para intentar revertir el programa de Mentallo.

 


Hay una aparición posterior de Deathlok que la presente recopilación omite, con justa razón, porque se trataba de una versión robótica del personaje que termina explotando. Ben descubre que el cuerpo del ciborg había desaparecido de la custodio de Reed y Shield… Se dio en medio de la saga “El proyecto pegaso”, más precisamente en la entrega 60 de “Marvel Two in One” que hace algún tiempo comentamos por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid0yjUxLCc7T65RKiMXpGQT2kcMcHrxYdTEHnwkpcdu7C8UnRmqJYGeJTNW3MDTFyZnl).

 

Lo cierto es que, después de todas estas aventuras, el personaje cae en el olvido. Los años siguieron pasando y llegamos a 1983, fecha en que, según se contó, tendría lugar el evento que desataría la guerra que desemboca en el futuro de Deathlok. Para dar cierre a esa historia, J.M. DeMatteis y Mike Zeck desarrollan una saga entre los números 286 y 289 del Capitán América donde el misterioso Godwulf manda al clon de Luther al pasado para dar con su contrapartida ciborg. El Capitán lo ve intentando entrar a un edificio abandonado de la corporación Brand y lo aborda. Luther le cuenta su historia y le informa que Deathlok está en el interior del edificio, por lo que entran juntos, para encontrar una instalación completamente funcional con agentes de la Roxxon, que comienzan a atacarlos con Deathlok al frente de la movida. El Ciborg le mete un tiro en el pecho a su clon y derrota al Capitán. Cuando se acerca al moribundo Manning para rematarlo, lo toca y todos sus recuerdos se reestablecen y el control que sobre él tenían se borra. Junto al Capitán, derrotan a los agentes de Roxxon y, Godwulf mediante, viajan al lejano 1991. Allí Godwulf revela que envío a Deathlok al pasado para protegerlo de Hellinger, que ahora tenía a su disposición un ejército de Alpha Mech´s. Con Godwulf estaban los Redeemers, un grupo de rebeldes heroicos, y todos juntos lanzan el ataque final contra Hellinger, que termina derrotado por Deathlok. Finalmente, el Cap vuelve a 1983 con la información necesaria para detener el ataque de la Roxxon que acabaría con la población superheroica y desencadenaría la guerra, desactivando el futuro de Deathlok en el proceso…



 

Si bien muchos de los aspectos de Deathlok hoy suenan trillados por que los hemos visto en muchas otras historias, en realidad es bastante precursor e influyente. El ciborg que recupera la conciencia lo vimos en Robocop, el muerto que vuelve para ver a su esposa casada con su mejor amigo está en Spawn, el robot que viaja en el tiempo es también Terminator, entre otras, y Deathlok es anterior a todos ellos. Todas las buenas ideas de Buckler se robustencen con los aportes de Doug Moench y entre ambos desarrollan las primeras seis entregas en las que se sientan las bases del personaje y su entorno. Tras la partida de Moench, entra Bill Mantlo como coguionista, que sabe mantener la serie al mismo nivel que tenía previamente. Un artista es mejor cuando es consciente de sus limitaciones y en el caso de Buckler fue un acierto buscar asistencia con los guiones, porque en los pocos casos que tiene que llevar adelante la tarea en solitario, se nota la merma en la calidad.

En los 70´s y con el empuje de las nuevas camadas de artistas a los que Marvel les había abierto sus puertas, la editorial bullía de creatividad, era pura efervescencia de conceptos, ideas e impulsos. Rich Buckler hace un gran trabajo con el apartado gráfico, con narrativa novedosa e impactante, jugando mucho con las puestas en página, usando páginas dobles, otras en sentido horizontal, distintas disposiciones de viñetas siempre eficaces y atractivas, un nivel de dibujo muy alto que, por el trabajo que le llevaba, no conseguía mantener todos los meses y, ocasionalmente, requería mayor intervención del entintador.

Como fiel ejemplo de su época, estas historias tienen mucho texto y son varios los números que traen resúmenes de lo que sucedió previamente. De todos modos, son Historietas muy divertidas, bien realizadas, atrapantes y llenas de acción y melodrama.

Desconozco los motivos, pero Rich Buckler se termina alejando de Marvel antes de dar cierre a la historia de Deathlok, pero lo que hacen DeMatteis y Zeck en Capitán América está a la altura de las circunstancias y no dejan cabo suelto. Tal vez el último número, en que el Capitán evita el futuro apocalíptico sea algo precipitado, pero 1991 estaba a menos de una década y había que desactivarlo como sea.

 

Todas estas aventuras las leí recopiladas en un hermoso tomo en blanco y negro de la recordaba “Biblioteca Marvel Excelsior” de Cómics Forum, que todavía suele verse a precio accesible. Es Marvel de los 70´s y se me cae la baba por todos lados, por lo que recomendamos ampliamente estas Historietas. ´Nuff Said!

 

 


 

  

“¡No soy la maldita máquina de nadie! ¡¡¡Y no van a enchufar más ordenes ni a mi brazo… ni a mi cerebro!!!”

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