En el año 2013 Historieteca Editorial, dentro de su sello “Colección Relecturas”, recopiló la serie “Bolita”, última colaboración de los Mae...

Empleada y detective: “Bolita”

En el año 2013 Historieteca Editorial, dentro de su sello “Colección Relecturas”, recopiló la serie “Bolita”, última colaboración de los Maestros por Carlos Trillo y Eduardo Risso, dupla que tantas alegrías nos supo obsequiar (Boy Vampiro, Borderline, Chicanos, Fulú o Video Noir, entre otras). Esta Historieta se publicó originalmente por entregas, dentro del segundo volumen de la clásica revista “Fierro” a partir de Diciembre del 2010 y hasta Agosto del 2011, cuando Trillo ya no estaba entre nosotros.

 

Es la historia de Rosemary Ajata, una joven inmigrante boliviana y residente en Argentina que, gracias a la recomendación del cura del barrio, consigue trabajo de mucama en la casa de una pareja de hermanos que residen en Acasusso. Rosemary vive en una villa del conurbano con Raúla, una tía que la crio desde pequeña, cuando su madre enloqueció al ser abandonada por su padre. Raúla le recomienda que cuide este trabajo y no haga quedar mal al cura, porque en un trabajo previo, en casa de un policía, Rosemary denunció al cana por tráfico de drogas y terminó preso, jurando venganza contra la joven. Sucede que Rosemary es muy curiosa e inteligente, se la pasa estudiando, leyendo y cuestionando todo, y esa necesidad de saber la lleva a meterse donde no la llaman, a preguntar lo que no debe.

Además, tiene amoríos con un policía que vive en el barrio al que le dicen “Toco”, que es muy afecto a la bebida, la violencia y los excesos, pero que también le consigue información cuando le pica la curiosidad a la muchacha.




Ya desde el primer día nota cosas extrañas en la casa de Acasusso, los hermanos mellizos, Erica y Rodolfo Wucherpfennig, son demasiado cariñosos entre ellos. Ni bien queda sola en la casa empieza a investigar, y descubre que son mellizos, hijos de mellizos que también eran hermanos, y que sus padres estaban apadrinados por Josef Mengele, oficial nazi que buscaba la depuración de la raza cruzando a hermanos mellizos arios.

Con el correr de los días descubre sus excesos, sus infidelidades, sus tratos con la iglesia y su plan para volver a Europa, infiltrarse en la iglesia y seguir propagando la depuración de la especie. Todo esto mientras intenta lidiar con su vida, con la discriminación, con sus inseguridades, con su deseo de superación, con la relación que tiene con su tía y su madre, con la venganza que intenta llevar sobre ella el policía que metió en cana y con la complicada relación que mantiene con Toco…




La Historieta se extiende por poco más de 60 páginas, pero son suficientes para que Trillo haga su magia. En poco espacio delinea la situación, los personajes, sus complicaciones y el mundo en que se mueven, atrapando al lector desde el primer capítulo. La forma de escribir que tenía era muy personal y distinguible, logrando dotar a los personajes de personalidades definidas, con modismos y yeites propios, así como sabía traspasar el mundo que lo rodeaba a las viñetas, y poner en página un abanico muy amplio de personas. Los protagonistas de sus historias son muy diferentes entre sí, pero siempre consigue que nos resulten cercanos y nos solidaricemos con ellos, ya sea con la encantadora Rosemary, o con los despreciables Lucho Lasabbia de “Sarna” o Elvio de “El síndrome Guastavino”. Esta Historieta tiene la particularidad de tener un final abierto, algo que no recuerdo tener muy visto en su obra. No es que queda inconclusa, sino que decide cerrarla cuando las situaciones de los personajes todavía están en puntos suspensivos… Algo no habitual, pero que funciona muy bien.

Eduardo Risso hace un excelente trabajo en todo aspecto. La recreación de los escenarios por donde se mueven los personajes ya sea un barrio residencial u otro carenciado, es detallada y precisa. Despliega una enorme variedad de registros para el diseño de personajes, no hay dos parecidos, todos tienen sus características, su gestualidad y expresión corporal muy específica. Lo mismo sucede con la variedad que tiene para las puestas en página, las que siempre están en función de fortalecer la narrativa. Como siempre, su trabajo con el claroscuro es fabuloso, y mezcla, de vez en cuando, algunas viñetas solo a lápiz que quedan hermosas.

 


Otro gran trabajo de esta dupla, una de las muchas y efectivas duplas creativas que Carlos Trillo supo ensamblar a lo largo de su carrera…

  


“Empiezan a sembrar tercer Reich para el futuro. Como anda el mundo no va a ser difícil, creo.”

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