El libro es una suerte de biografía del recordado escritor, periodista y militante Rodolfo Walsh, quien fuera uno de los tantos desaparecidos (Secuestrado, torturado y asesinado) por las fuerzas militares que llevaron a cabo el último gobierno de facto en Argentina. Pero la obra no busca ser una biografía exhaustiva del escritor, sino repasar algunos de los hechos relevantes de la vida de Walsh para despertar el interés de los lectores y, con algo de suerte, volcarlos a su obra para completar la lectura.
En estos seis capítulos revisaremos su juventud de estudiante universitario, sus primeros pasos como escritor de cuentos policiales, su pasado en Cuba donde realizó tareas como criptógrafo, el comienzo de la investigación que realizara sobre los fusilamientos ocurridos en José León Suarez en 1956 y que desembocaría en la primer novela de no ficción de la historia: “Operación Masacre”, la muerte de su hija Victoria y su vida en la clandestinidad seguida de su captura a manos de los militares. Este libro incluye también, un breve capítulo extra sobre el período que Walsh pasó en Palestina cubriendo la guerra para el diario “Noticias”.
Mi camino fue inverso a lo que propone el libro, yo llegué a la historieta conociendo y admirando buena parte de la obra y biografía de Rodolfo Walsh. De todas maneras, me pareció acertada la selección de momentos en la vida del escritor elegidos por el autor, así como creo que la ideología y la lucha de Walsh queda plasmada en la obra y es tratada con certeza y el respeto que merece aquel que está dispuesto a entregarlo todo por sus ideales.
Si bien los capítulos son breves, las instantáneas de la vida de Walsh que relata cada uno están bien desarrolladas y los diálogos, aunque son fragmentados o escuetos por momentos, completan la idea que intentan plasmar. Soy fan de las biografías de personas que me resultan relevantes o importantes y siempre las prefiero más abarcativas, pero teniendo en cuenta las limitaciones que propone una antología, creo que la terea del autor es más que satisfactoria.
Por su parte, el trabajo de CJ Camba me resulto un tanto irregular. Algunas viñetas parecen tener bastante más trabajo y dedicación que otras sin ningún patrón aparente. O sea, es arbitrario. En aquellas más trabajadas el resultado es muy bueno. A lo largo de la obra utiliza variaciones para la puesta en página que se complementan muy bien con el guion y refuerzan la narrativa. Distintos tonos de grises bien empleados ayudan a las sombras y profundidades de cada escenas al tiempo que varios tramados mecánicos producen el mágico efecto de situar la obra en el espacio temporal que le corresponde.
Esta historieta, tal como se propusieron los autores, es un buen punto de partida para adentrarse en la obra de uno de los hombres imprescindibles de la literatura y el periodismo en la Argentina del siglo XX.
“Operación Masacre cambió mi vida. Haciéndola, comprendí que además de mis perplejidades íntimas, existía un amenazante mundo exterior.”
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