“Cuestión de Tiempo” es obra del gran Juan Giménez y publicada en 2017 por “Comic.ar Ediciones”. La obra reúne una serie de historietas breves que el autor realizó durante la década del 80 y que fueron publicadas en diversas revistas antológicas (El primer volumen de Fierro publicó algunas de ellas), además de editarse en formato álbum en distintos países europeos.
Son historias de ciencia ficción y todas están atravesadas con la temática de los viajes en el tiempo, pero en ningún caso se repite la forma en que se realizan los viajes ni las consecuencias que conlleva el mismo.
Giménez despliega una gran creatividad a la hora de plantear las historias y vemos en ellas situaciones tan disimiles como la de un soldado que es enviado al pasado para asesinar a un hombre sin saber que es su ancestro, o un científico y padre de familia que por un accidente doméstico consigue realizar varios saltos temporales, o un par de tiemponautas que viajan al pasado para investigar las costumbres de María Antonieta pero llegan reducidos de tamaño, o un viajero temporal borracho y varado en el lejano oeste que utiliza un dispositivo que detiene el tiempo para ayudar a un vaquero a forjar su reputación como el pistolero más rápido del mundo, o un hombre que genera un bucle temporal con la noche en que encontró a la mujer de su vida, etc…
Si bien el fuerte de Juan Giménez es el dibujo, hace una gran tarea con los guiones de estas historietas. Los distintos planteos que propone para los viajes temporales y el hecho de que no haya dos similares en su origen, implicancias y consecuencias, habla de una notable habilidad y un gran conocimiento del tema. A pesar de que cada historia se desarrolla en apenas un puñado de páginas, le son suficientes al autor para plantear la situación, los personajes y desarrollar la historieta en cuestión (Incluso, la última de todas abarca tan solo dos páginas).
El dibujo es simplemente espectacular. Además de la gran calidad que tienen los diseños de personajes, vestuarios y ambientaciones, las maquinarias y escenarios futurísticos que crea Giménez te dejan boquiabierto. El nivel de detalle es increíble y cada cable o pedazo de metal parece ubicado exactamente para cumplir alguna función, nada de lo que dibuja produce la sensación de carecer de sentido.
Consigue crear un concepto de “futuro viejo” o “usado”, todas las maquinarias futurísticas tienen el aspecto de ser antiguas o estar muy utilizadas, así como las comodidades de los hogares del futuro son siempre originales y distintas a cualquier cosa conocida.
En estas historias viajamos al lejano oeste, al espacio, al siglo XVIII, contemplamos batallas aéreas, futuros apocalípticos o pirámides egipcias y todo tiene la misma calidad y para todo el autor es igual de talentoso… La única contra que le encuentro a la obra es su extensión, a pesar de contar con 60 páginas, es tan buena que se me hizo realmente breve. Más que recomendable!!
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