La edición de Norma se saltea los primeros números de
Kitchen Sink que se centraban en el origen de Spirit y sus primeras aventuras,
historietas realizadas a comienzos de la década del 40, y pasa a las aventuras
publicadas después del año 1945. Will Eisner, padre de la criatura, ve la
posibilidad comercial que le ofrecía armar un estudio y crear historietas que
se sindicaran en muchos periódicos. The Spirit era su creación, pero el estudio
trabajaba en otros muchos proyectos, incluso, ellos también rechazaron al
Superman de Siegel & Shuster antes de que lleguen a DC. Sin embargo, a los
pocos años de comenzar con Spirit, Eisner es enlistado a prestar servicio en la
segunda guerra mundial. Durante su paso por el ejército, se encargó de hacer
manuales que explicaran a los soldados el correcto uso y funcionamiento de
distintas armas y equipamiento que debían utilizar. Obviamente lo hizo en
formato de historieta lo que le dio otra visión sobre el medio, comenzando a
entender que podía no solo ser un entretenimiento, sino también una herramienta
educativa extremadamente efectiva. Siguió insistiendo durante su paso por la
milicia con que se aprueben manuales en forma de historieta, lo que lo marcaría
profundamente y signaría su posterior vocación por la docencia y constante búsqueda
por expandir las posibilidades que el medio ofrece y la visión de la sociedad
sobre el mismo. Lo cierto es que el Will Eisner que vuelve de la guerra, es un
artista muy superior y más completo al que dejara Spirit algunos años atrás.
Ni bien retoma su vida civil, vuelve a estar al frente de
“The Spirit”, a quien había dejado a cargo de los ayudantes de su estudio, y
son con esas historietas posteriores al 45 con las que arranca la edición de
Norma.
A Will Eisner nunca le interesaron demasiado los superhéroes
ni los justicieros y, cuando estaba desarrollando el personaje de Denny Colt,
su editor lo contactó para pedirle que hiciera un superhéroe porque era lo que
estaba de moda y vendía mejor… Según el propio Eisner contó en alguna
oportunidad, a ese mismo personaje sobre el que estaba trabajando le agregó un
par de guantes, un antifaz, un sombrero y voilá! un justiciero listo para
sorprender a Central City… Para Eisner, lo importante en sus historias, más
allá de los personajes coloridos y la aventura, era tener algo que contar, una
necesidad artística que lo impulse a volcar en su trabajo inquietudes o
pensamientos propios. Es por eso que, en muchas de estas historietas, Spirit es
solo una excusa para hablar sobre otro tema del interés del artista. Incluso,
en varias de estas historias, Spirit no es más que un personaje de reparto con
un rol muy menor en el desarrollo de estas y que aparece para justificar el
título de la historieta. Sin embargo, también había una construcción de
personajes con un canon establecido que permanecía inmutable, y muchas
historias de aventura y misterio desarrolladas con absoluta maestría. Uno de
los muchos atractivos que tiene The Spirit, es la mezcla de géneros que logra
Eisner sin que nada desentone. Historias de género negro, de aventuras, con
contenido social, humano, a veces con humor, otras con giros trágicos, etc…
Logra que Spirit sea una historieta maleable que pueda llevar hacia cualquier
lado logrando grandes resultados.
Pero lo mejor de todo es el dibujo de estas páginas… Ya comentamos
que el Eisner que vuelve de la guerra es superior al anterior, y en el
transcurso de estos años de publicación, mejora constantemente. Es cierto que
en su estudio tenía muchos asistentes, pero entre los años 46 y 47 se
encargaban más que nada de ilustrar fondos y dar algunos acabados. Toda la
narrativa, el diseño de páginas y trabajo con personajes es obra de Eisner y es
de alto vuelo mejorando entrega tras entrega. En su publicación original en
diarios, Spirit era la historieta que arrancaba el suplemento por lo que, para
atraer la atención del lector, Eisner diseñaba una suerte de portada con las
primeras páginas de cada historia (Sobre lo que alguna vez hicimos un breve
comentario por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid0382ZHKFZLkeKrHivgqZ9ykJsT4SQhSLy8Xrf5wxAvQp5LJKKKWKJumyo3q2MaJxPil),
montando ilustraciones amplias con algunas viñetas, fusionando el título de la
historieta con los fondos y logrando unas páginas realmente hermosas.
En cuanto al estilo, también logra su voz en estos años y
para The Spirit, tiene una mezcla entre dibujo realista y caricaturesco
dependiendo del personaje, para lograr una mayor y más efectiva expresividad,
al tiempo que muestra una notable solvencia con la plasticidad y movimientos de
los cuerpos, llevando todo a una grandilocuencia exagerada que se volvió marca
registrada de su estilo.
También puede leer algunos números salteados de esta misma
colección que reproducían historietas de años posteriores, cuando casi la
totalidad de los dibujos estaba a cargo de los asistentes y no solo se nota
mucho la diferencia, sino que la calidad gráfica de la historieta empieza a
fluctuar bastante dependiendo del artista involucrado. Para recuperar
estabilidad en la calidad, en el año 52 Eisner suma al super mega maestro Wally
Wood para que se haga cargo de los lápices, mientras que él guioniza una
historia larga, que se continúa de entrega a entrega, llevando a Spirit al
espacio… El público le da la espalda a esta extraña aventura y a fines de ese
año la historieta se cancela.
Salvo alguna ilustración conmemorativa y las portadas de la
presente edición, Will Eisner nunca retomó a su personaje más famoso. Tras la
cancelación de la serie, volcó todo su talento a la docencia, a realizar
novelas gráficas y a intentar educar al lector en general y a los circuitos de
venta cual es el valor y el lugar que la narrativa gráfica tiene y/o merece,
actividades que mantuvo hasta el fin de sus días.
“Soy Spirit… ¡Muerto oficialmente! ¿Cómo lucharé contra la
delincuencia?”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
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