Segundo ¿y ultimo? especial de Batman (El primero ya lo comente -aquí- ), intento de una editorial Zinco ya agonizante con pocos títulos a m...

Segundo ¿y ultimo? especial de Batman (El primero ya lo comente -aquí-), intento de una editorial Zinco ya agonizante con pocos títulos a mediados de 1996, donde nos presentaba episodios dobles en grapas de 48 páginas en papel ilustración que intentaban volverse una nueva serie regular aparte de los tomos compilatorios con sagas o miniseries de las colecciones del encapotado.


Este especial tiene los comics "Batman # 523 & 524" de la colección USA donde vuelve el espantapajaros con una agenda de tratar de asesinar a aquellos malos compañeros que lo bulliniaban en la facultad, mientras y vemos un sub plot de James Gordon y una carrera política postulándose como gobernador de Gotham.


Batman por supuesto intentara evitar los asesinatos, sin saber que su intromisión es parte del plan de un Espantapájaros que no quiere que el encapotado cause mas miedo que el en la ciudad.


Episodios simplones e intrascendentes con guiones de Doung Moench que terminan siendo un hermoso pretexto para ver los dibujos del grosso de Kelley Jones que le pone unas ganas terribles y esta al limite de la caricatura en estas páginas llena de libertades anatómicas y oscuridad.






Allá por los 90´s (Década a la que estamos volviendo siempre y de la que no nos podemos desprender), la generación Perfil venía leyendo los ...

Allá por los 90´s (Década a la que estamos volviendo siempre y de la que no nos podemos desprender), la generación Perfil venía leyendo los títulos de Superman bastante atrasados con respecto a la edición USA, incluso mechando las publicaciones de Ediciones Zinco todavía estábamos varios años por detrás de lo más actual del personaje. De pronto matan al Kryptoniano y todas las editoriales con licencia DC deciden publicar el tomo recopilatorio de “La muerte de Superman” para aprovechar el impacto de la noticia y vender más, cosa que les funcionó. Por supuesto que lo agradecimos y es un recuerdo imborrable aquel día de Julio de 1993 cuando me hice con mi ejemplar publicado por Perfil (Ya hablamos bastante de eso por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid0HBdcKxcfPEC7nbES4ECmjAYAJ9FKii1h6Z3vXfLwTitkntSYr8aAykVkPFXAfCzol). Sin embargo, y debido al desfasaje que comentábamos, este tomo de vibrante actualidad nos planteaba muchísimas dudas, no sabíamos qué era el Proyecto Cadmus, porqué Luthor era joven y de larga melena roja, que corno era la Supergirl de plastilina, quién era el misterioso Bloodwynd o, entre demás incógnitas, de donde había sacado Guy el anillo amarillo… Con el tiempo fuimos despejando todas las dudas pero nunca había llegado a la historia en que Guy se apoderaba del anillo de Sinestro. Pero nunca es tarde y acabamos de leer los tres tomos que componen la saga “Guy Gardner Reborn” donde nos aclararon todas las dudas al respecto…

 


En realidad, todo comienza en el tercer volumen del título Green Lantern, en el que Hal Jordan había rearmado a los Green Lantern Corps y, para el número 25, vuelve a la Tierra a retomar sus funciones como protector del sector 2814, sector que se encontraba bajo la atenta vigilancia de Guy Gardner. Los guardianes le dijeron a Hal que resuelvan entre ellos quien se quedaría con el sector y, como no podía ser de otra forma, decidieron resolverlo a las trompadas, el ganador queda como Green Lantern de la Tierra y el perdedor renuncia a los Corps… (Compartimos algunas páginas de esto por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid036sdmBfbWDBxyLJdFZhZiULpkRaKwGdja2oSyyxFZgVRUkEJzSHuPY4xkRpADhxDFl ). Tras perder la batalla, Guy pierde también el anillo, su lugar en los Corps y en la Justice League y todo lo que alguna vez significó algo para él…

Justo ahí, con Maxwell Lord ofreciéndole tareas de monitoreo, comienza la presente Historieta. Por supuesto Guy rechaza ofendido la oferta y se va a Times Square a probar su valía sin el anillo, enfrentando a Black Hand y sus matones, que gerenciaban unos locales de masajes de dudosa legalidad. Aparece vestido como Green Lantern, pero no le cuesta nada a los villanos notar que carecía de poderes, por lo que lo muelen a palos de forma feroz y expeditiva.

No encuentra su lugar, se aleja del General Glory y Ice y comienza a buscar reconstruirse. Visita a los “Nuevos Guardianes” (Ese grupo nacido de la saga “Millennium”, que se suponía que sería el siguiente paso en la evolución humana, pero que duraron apenas un suspiro…), en busca de poderes, pero es rechazado. Entonces decide armarse hasta los dientes, luciendo un atuendo bastante ridículo, y convertirse en una suerte de Punisher que actúa bajo el nombre de “The Gardner”. Vuelve a enfrentarse a Black Hand y lo vence, sube la apuesta y va contra Goldface y otra vez lo muelen a palos…




Derrotado, se plantea como seguir y, en un rapto de iluminación, recuerda el anillo amarillo de Sinestro. En ese momento Sinestro estaba muerto, y su cadáver descansaba en OA, donde terminaban todos los que alguna vez sirvieron en los Corps (Sin importar si después se vuelve un villano inescrupuloso…). El anillo amarillo había sido construido en el universo de antimateria por los Qwardianos y allí debería haber vuelto tras la muerte de Sinestro. Entonces, lo único que quedaba por resolver era el viaje por el cosmos. Justo aparece el buen G´nort, que le construye con su anillo una nave espacial y emprende viaje en busca de unos Qwardianos varados en nuestro universo. Lento pero seguro, nota que no podrá invadir Qward en soledad por lo que vira el rumbo para contratar los servicios de Lobo.

Después de la pelea de rigor, convence a Lobo de que su paga será el arma más poderosa del universo (El anillo amarillo) y la posibilidad de destruir Qward. Encuentran a los Qwardianos, consiguen cruzar al universo de antimateria, destruyen todo lo que se cruzan, llegan hasta la autoridad máxima y se enteran que el anillo amarillo jamás regresó. Entonces, el cerebro de Guy maquina a toda potencia y se da cuenta que el anillo debe estar descansando invisibilizado en la mano del cadáver de Sinestro. Orquestan teletransportarse a Oa utilizando la tecnología Qwardiana y, sin que se enteren los héroes, el ejército de Qward aprovecha el viaje para invadir Oa.

Se arma tremenda batalla entre los Qwardianos y los Corps, con Lobo y Guy metidos en medio y, con la confusión a su favor, Guy engaña a unos Lanterns para llegar al cadáver de Sinestro. Tanto John Stewart como el fantasma de Sinestro intentan impedir que Guy se adueñe del anillo, pero fallan miserablemente. Blandiendo su nueva arma, Guy despacha a los Qwardiano, resuelve la situación con Lobo (Algo que no termina del todo bien) y les pasa el trapo a los Corps que intentan frenarlo… (Por eso de la impureza contra el color amarillo, vió…).

 


Gerard Jones es el guionista de esta obra, que en aquellos años estuvo bastante vinculado con el universo de Green Lantern (Pasó por el Vol. 3 de la cabecera, además de series como Mosaic, Emerald Dawn II, etc.), y hace un trabajo cuyo principal objetivo es entretener. No tiene mayores pretensiones, no busca quedar en la historia, ni romper moldes, ni inventar nada, solo quiere que el lector pase un buen rato, y lo consigue. Guy es un personaje bastante atípico, que suele resultar desagradable, pero Jones consigue que nos sumemos a la cruzada del ex GL y queramos que las cosas le salgan bien. Esta Historieta transcurre después de la Liga de Giffen & DeMatteis, cuando el equipo ya estaba en manos de Dan Jurgens y Jones hace aparecer algunos personajes del grupo de forma atinada, como también hace con los Corps. La historia va a las chapas, con muchas escenas de violencia y acción desmedidas, viajes estelares, alienígenas, invasiones, planetas lejanos y, cada tanto, alguna escena de introspección en la que conocemos un poco más a Guy y el pasado que lo llevó a ser quien es hoy. El partenaire que elige para Gardner es del todo acertado también. Lobo era la sensación del momento en los 90´s, ya había tenido memorables cruces con Guy en la Liga, y su presencia garantizó una mayor cantidad de golpes y destrucción. Todo esto lo macera con dosis de humor que, si bien no están a la altura de lo que teníamos en al JLI, son efectivas, aunque algo forzadas o previsibles de vez en cuando.

Joe Staton se encarga de la parte gráfica acompañado por las tintas de Josef Rubinstein, quienes tampoco se guardan nada. Las páginas son tan vertiginosas como el guion propone, las distintas puestas empleadas acentúan cada momento correctamente, y todo con mucha generosidad en los detalles y fondos. El estilo me recordó por momentos al gran Mike McMahon (Y con solo mencionarlo ya me dan ganas de leer algo de la 2000AD), con esos diseños desgarbados, de extremidades largas y flacas y rostros angulosos. Gracias a que contaban con bastante espacio para contar la historia, meten algunas splash pages simples y dobles, muy divertidas y bien ejecutadas, lo que redondea un buen trabajo de la dupla.

Guy queda por un tiempo con el anillo amarillo en su poder, pero DC no se decidía que hacer con él. Al poco tiempo pierde el anillo, le salen poderes de la galera y se transforma en Warrior, para más tarde volver a formar parte de los Green Lantern Corps con el renacer del universo… Idas y vueltas que sufren algunos personajes, pero por lo menos tuvo esta aventura, publicada en tres tomos Prestige en 1992, de la que puede jactarse.

 

 


 

“Hay un nuevo héroe llegando a la ciudad… El uno… el único… el verdadero… Guy Gardner.”

Nos dimos un festín con la obra de Matt (Carlos Matera), porque nos leímos tres libros recopilando algunas de sus páginas de humor gráfico. ...

Nos dimos un festín con la obra de Matt (Carlos Matera), porque nos leímos tres libros recopilando algunas de sus páginas de humor gráfico.

Matt es un dibujante argentino, nacido en Buenos Aires en 1963 y que desde sus primeros años se sintió inclinado hacia el dibujo y atraído por el humor gráfico. Admirador de la obra de historietistas de la talla de Quino, Fontanarrosa, Ferro, Mordillo y varios más. Además de estudiar publicidad, hizo sus armas en el dibujo en la escuela de Carlos Garaycochea y publicó sus primeros trabajos en revistas como Muy Interesante, Humor, SexHumor, Estar Mejor o Panorama entre otras revistas, además de publicar en periódicos y las revistas dominicales que los acompañan. Durante la década del 90 se muda a España, donde reside hasta la actualidad, y también allí publicó en diarios y revistas, al tiempo que su trabajo se recopilaba en distintos países europeos. Sin dejar su trabajo como ilustrador, también realizó guiones en informativos de humor político y en algunos largometrajes animados. En la actualidad continúa produciendo humor gráfico y escribe para el programa “La Ventana” de la cadena “SER” española (https://www.instagram.com/laventanacadenaser/).

Los tres libros que leímos en esta ocasión corresponden a una colección englobada bajo el título “Peligro, humor” publicados por la editorial “Tikal Ediciones” entre 2009 y 2013.

“Peligro Humanos” recopila páginas en las que Matt refleja el impacto que tiene la necedad del hombre en la naturaleza y, principalmente, en la vida animal. Según comentan en el libro, el autor tiene un fuerte compromiso ecológico el que refleja en estos trabajos. Arranca exponiendo a los cazadores, el entrenamiento de animales salvajes para diversión de la gente, las especies en peligro de extinción, la tala indiscriminada de árboles, la contaminación, la domesticación, la vida de las mascotas en las urbes o el uso de pieles entre otras bestialidades. Tiene un apartado dedicado a los bichos (Mariposas, hormigas, moscas, etc.), otro a las mascotas, uno para las aves y el último a los circos y zoológicos. Se mezclan también chistes sobre las características de los animales, en los que no interviene el humano.

 


El segundo libro se llama “Peligro Hospital” y, como el título invita a suponer, gira en torno a la medicina, los médicos, los padecimientos, los nosocomios y su burocracia, trámites y demás. En este libro juega mucho más con situaciones absurdas, exageradas o fuera de contexto, como un traumatólogo con un consultorio al que se accede por una larga escalera, un experto en clonación que tiene una familia de duplicados, reanimaciones fallidas, espíritus que se niegan a partir, etc. Le siguen distintas secciones como en el libro anterior, arrancando con “Maternidad” con partos fallidos, hijos que no se parecen a sus padres y muestras de espermas entre otros casos, para pasar a “Cirugía”, donde doctores y pacientes hacen lo posible por tener una operación exitosa. En “Psiquis” analiza el mundo del psicoanálisis, sus tratamientos, los métodos y los distintos casos de los pacientes. En “Salud y estética” se centra en las dietas y las cirugías para mejorar el aspecto, para pasar a “El Dentista” con todo el horror que esta especialidad supone para mucha gente. El libro cierra con “Recetas y remedios” donde se explaya sobre las contraindicaciones, las recetas ilegibles, las complejas indicaciones médicas y la ingesta de pastillas. En mi opinión, el mejor de los tres tomos.




El último libro de la presente colección se llama “Peligro Matrimonio”, en el que el autor se explaya sobre las desventuras del amor en pareja. Después de algunas páginas de humor general en la materia, comienza con las secciones las que se dividen en “El noviazgo”, “Ciber-novi@s”, “La Boda”, “La cama”, “Los celos”, “La infidelidad”, “Terapia de pareja”, “El matrimonio gay” y cierra con “Matrimonio y accesorios”.



 

Los tres libros son muy divertidos y el dibujo es atractivo y encantador. Se notan en el trabajo de autor las influencias de Quino y, principalmente, de Mordillo, con esas formas redondeadas y el color tan característico. Pero son influencias que el autor incorpora a su estilo y las hace propias, no está imitando, sino partiendo de una inspiración. Las páginas son todas muy llamativas y enganchan desde lo visual de forma inmediata, por lo ameno y humorístico de los dibujos, por lo amigable de las formas y diseños, por la enorme cantidad de detalles y trabajo que pone en muchas de estas páginas y, en definitiva, por el resultado final que todas estas condiciones forman. La mayor parte de la obra recopilada en estos libros es humor gráfico, es decir, dibujos humorísticos que en una sola imagen relatan el chiste y carecen de narrativa gráfica. Aunque algunas veces, pero muy pocas, utiliza viñetas y narrativa para llegar al remate humorístico y ambas cosas las hace sobradamente bien. Es muy creativo para los diseños, las puestas en página, las situaciones desopilantes a las que puede llegar partiendo de lo habitual y conocido y para las expresiones de sus personajes.

Todas las páginas incluidas en los tres libros están acompañadas de citas pertinentes al chiste en cuestión, algunas del autor y otras de escritores, novelistas, cantautores, personajes históricos, poetas, historiadores, filósofos, etc…

La edición es lujosa y muy cuidada, en libros de tapa dura, con excelente calidad de papel y reproducción y con un diseño hermoso de principio a fin.

Matt sigue produciendo en la actualidad y se mantiene activo en redes sociales por lo que es fácil acceder a sus trabajos más actuales, por si le quieren pegar una mirada.

  


“Una brisa nos acaricia, un atardecer nos seduce, una noche estrellada nos conquista. Amemos y dejémonos amar por la naturaleza.”

Las colecciones de muchos lectores tercermundistas, como es mi caso, se componen de verdaderos Frankensteins que mezclan distintas ediciones...

Las colecciones de muchos lectores tercermundistas, como es mi caso, se componen de verdaderos Frankensteins que mezclan distintas ediciones, formatos, idiomas y editoriales para completar una saga, arco o colección puntual. Así es mi colección del Superman post Crisis y recientemente estuve ordenando las revistas y tomos según su correspondencia yanqui y noté, horrorizado, que hay una saga de tres números que sistemáticamente fue ignorada por todas las ediciones en español. No la publicó Zinco en su segundo volumen de Superman, no la publicó Planeta en su coleccionable de 40 entregas, desde ya que no la publicó Perfil en su breve y desordenada versión de Superman, ni tampoco ECC en ninguna de sus recopilaciones. Solo la editó Vid pero antes de cambiar el formato y distribuir en toda América Latina, por lo que es muy difícil de conseguir (Y no merece la pena tampoco, por la calidad de Vid de ese momento). Los números en cuestión son el “Superman Vol. 2 # 48”, “The adeventures of Superman # 471” y “Action Comics #658”, los tres con fecha de portada de Octubre de 1990, enmarcados en un evento que se conoció como el “Curt Swan Month”, mes en que la leyenda viva volvía a estar al frente de los títulos de Superman por un mes. En estos números se desarrolla el arco conocido como “The Sinbad Contract” y se ubican justo después de la saga “Búsqueda del alma”, en que Superman desciende a los infiernos para rescatar el alma de Jerry White, y antes de la “Krisis de la Kryptonita Karmesí”, en la que el hombre del mañana pierde los poderes. Inmediatamente me puse en campaña para subsanar esta imperdonable omisión y conseguí las ediciones originales. Son las que leímos recientemente y pasamos a comentar escuetamente.
 



En el evento anual “Invasión!”, la alianza alienígena detona una bomba en la atmósfera terrestre que afecta a todos los metahumanos. El problema se resuelve y la invasión es repelida, pero un efecto residual de la explosión queda flotando en el aire y estimula a metahumanos latentes a desarrollar de forma incipiente sus poderes. Este es el caso de Davood Nassur, un joven Qurací que vive junto a su familia en un barrio de Metrópolis poblado casi exclusivamente de inmigrantes provenientes de Qurac. Davood nota que puede levitar unos centímetros del suelo, además de repeler objetos arrojados hacia él. Le cuenta a su familia, pero la madre le aconseja mantener un perfil bajo por el creciente sentimiento de desprecio y desconfianza que los yanquis tienen para con los Quracíes… Soraya, la hermana mayor de Davood, trabaja en Lexcorp y una noche debe quedarse hasta tarde para completar una tarea. Davood se acerca para llevarle algo de comer justo en el momento en que un hombre moribundo les entrega un paquete, les ruega que se lo den a Luthor y muere. Acto seguido aparecen unos robots voladores que comienzan a darles caza. Se esconden en el interior del edificio, Davood abre el ensangrentado paquete y encuentra un extraño cinturón que se calza a la cintura. Este artefacto amplifica las habilidades metahumanas por lo que Davood ahora puede volar, generar un campo de fuerza y lanzar ráfagas de energía. Con estos poderes consigue rescatar a su hermana, hacer frente a los robots y escapar de Lexcorp. Los robots los persiguen, pero aparece Superman a dar una mano. Sin embargo, y gracias a las incursiones del Kryptoniano en Qurac, los hermanos no confían en él por lo que Davood lo golpea con sus poderes y huyen. Por su parte, Luthor fue notificado recientemente que padece cáncer terminal producto de la exposición a la Kryptonita y busca acelerar la muerte de Superman para lo que contaba con el cinturón.

Luthor descubre que el cinturón esta en poder de los hermanos, al tiempo que estos descubren la verdadera cara del empresario cuando intentan devolver el cinturón y Lex amenaza con acabar con ellos para que no revelen información, aunque logran escapar.

Luthor lanza una campaña de odio contra los árabes culpando a los Quracíes de una serie de atentados a Lexcorp, solo para encerrar a Davood y recuperar al cinturón, cuando recibe una llamada de un capo de la D.M.T (Los dueños de los robots que aparecieron antes), quienes lo convocan a un almacén prometiéndole un arma secreta.

 



Superman intenta dar con Davood para lo que visita el barrio qurací, pero es repelido por sus habitantes que odian al héroe. Vuelve a intentarlo en su identidad de Clark Kent con mejor suerte y da con la familia en cuestión…

Luthor se encuentra con la D.M.T, una organización que se hizo con armamento alienígena dejado atrás por los invasores. Ellos eran los dueños originales del cinturón y tenían también una enorme nave espacial que venden a Luthor con la promesa de que puede destruir a Superman…

Davood toma el nombre de Sinbad y une fuerzas con Superman para intentar acabar con la nave que sobrevuela el barrio Qurací, al tiempo que buscarán limpiar el nombre del muchacho, bajar el odio metropolitano contra el mundo árabe y detener a Luthor…

 

La historia no es la quinta maravilla ni tiene un despliegue de originalidad, pero no está nada mal. Retoman Qurac y plasman lo tensas que habían quedado las relaciones internacionales con el país árabe luego de las incursiones de Superman, al tiempo que muestran como lo viven tanto los norteamericanos, como los Quracíes que migraron a Metrópolis. Tiene su reflejo con la realidad al retratar ese sentimiento de rechazo y temor hacia los árabes del que hacen gala los yanquis (Entre otras muchas nacionalidades a las que gustan discriminar). Superman aún enfrenta las consecuencias de sus actos por lo que no puede llegar a Davood para ayudarlo, ya que ningún Qurací confía en él. Los tres números tienen guion de William Messner-Loebs quien, a pesar de ser guionista invitado, mantiene el tono que sus colegas le daban a los títulos, al tiempo que hace avanzar subtramas como la enfermedad de Luthor o las consecuencias de Invasión!.

Como dijimos, el dibujo es obra del legendario Curt Swan que volvió a Superman por sólo un mes. Mantenía intacta sus capacidades gráficas, aunque su estilo, de puestas más clásicas y diseños con mucho anclaje en la realidad y sin exageraciones, desentonaba un poco con lo que venía pasando en los títulos de Superman de John Byrne en adelante. Sin embargo, su habitual solvencia y calidad está puesta al servicio de la historia, con narrativa precisa, clara y ese aire silver age tan encantador…

 



No encuentro motivos para que esta saga haya sido ignorada olímpicamente por casi toda editorial que haya ostentado la licencia DC, si fue por la bajada de línea contra la discriminación al mundo árabe, o por la participación de Swan, o la de Messner-Loebs o vaya uno a saber porqué, seguirá siendo un misterio. Lo cierto es que acá hace su debut el personaje de Sinbad y cuando más tarde lo vimos aparecer después de la muerte de Superman, no sabíamos quién era el fulano…

Las tres entregas cuentan con hermosas portadas realizadas por Kerry Gammill y Bob McLeod, y Dennis Janke entinta los lápices de Swan.

  


 

“Podés ser un héroe. Podés combatir criminales y científicos locos. Pordrías llamarte Sinbad y pelear contra monstruos!”

Cuando los comics de DC de "Sticker Design" en Argentina se editaron, fue recién cuando llegaron a Musimundo la gran cadena de (po...

Cuando los comics de DC de "Sticker Design" en Argentina se editaron, fue recién cuando llegaron a Musimundo la gran cadena de (por aquel entonces) de disquerias Argentina que me pude comprar alguno de estas ediciones y después de casi 6 años de no leer o saber nada del universo DC, me pude volverme a meter en el.

No compre todo, por que era muy selectivo y no quería quedarme con cosas a medias leer, así que muchas de esas lecturas se me escaparon y "JLA El sufrimiento de los dioses" es una de ellas. Editada hace 20 años en el 2005 "SD"  saco en dos lindos tomos los números USA de JLA  101 al 106 una historia introspectiva con dos portadas bastante chotas y notas de Rafa de la Iglesia a la historia a grandes rasgos de la Justice League al mejor estilo "Chismes y comentarios" de DC/Perfil.


La historia va de que en cada capitulo vemos como cada miembro de la Liga, en este momento formada por Superman, Batman, Wonder Woman, Flash, Green Lantern (John Stewart, que estaba de moda por la serie de la Liga de Bruce Tim) , el Detective Marciano y Batman, enfrentan la perdida y algunas metidas de pata de sus acciones ya que si bien se los ve como dioses, por dentro sufren sus fracasos como todos y tal vez mucho más.


La historia arranca con Superman ayudando a unos bomberos a tratar de sacar sobrevivientes de un incendio a un edificio, cuando aparece un nuevo superheroe que intenta ayudar pero muere en la explosión, dejando al hombre de acero desbastado por tomar una mala decisión y con el compromiso de notificar a la familia que este superheroe con debut y despedida dejo atras, una viuda y dos hijos pequeños.



Así van pasando los episodios mientras vemos situaciones similares: Flash no llega a evitar de 2 pequeños hermanos mueran asfixiados en un incendio, Green Lantern entre dos opciones atiende primero una golisa y no llega a evitar que una mujer muera apuñalada, mientras Wonder Woman luchando contra una nueva villana que anulaba sus poderes, siente miedo a morir por primera vez. Pero tal vez uno de los mas lindos episodios es el dedicado al Detective Marciano que decide alienarse en lugar de compartir su pesar con sus amigos en una historia donde lo vemos volver a su rol de detective estilo años 50.



En todas las historias vemos como la liga se va apoyando entre si, charlando o solo escuchandose dando dimensión a un lugar en el que estos personajes solo pueden hablar con sus pares que viven situaciones parecida, mientras se desarrolla un sub argumento e hilo conductor en estos 6 capítulos donde descubrimos que no solo el padre de familia que murió en la explosión que Superman no pudo evitar tenia poderes, si no toda la familia y vemos como al desaparecer el padre esta comienza a cambiar, sobre todo el nene que le tiene un gran rencor al hombre de acero por no poder salvar a su padre. ¿Y Batman?, bueno el encapotado llega casi al final, pero si bien soporta con acciones a sus amigos, no comparte para nada su pesar (Es Batman).


Los guiones corren a cargo de Chuck Austen y los dibujos por un Ron Garney que le mete mucha dinámica a estos comics que si bien no son la locura, son un lindo punto de vista para una liga de la justicia que después de todo, tiene los pies de barro como todos nosotros.






La aparición de Jim Lee agarró al público lector desprevenido y rápidamente quedaron rendidos ante su novedosa estética. De forma meteórica,...

La aparición de Jim Lee agarró al público lector desprevenido y rápidamente quedaron rendidos ante su novedosa estética. De forma meteórica, el artista originario de Corea del Sur fue ganando notoriedad hasta que la casa editora que le abrió las puertas, Marvel Comics, le dio un lugar preponderante, con título estreno y cediendo a algunas solicitudes del autor, gracias a lo que recolectó bastante dinero (El X-MEN #1 de 1991 se mantiene como una de las revistas más vendidas de la historia). Pero el inquieto Jim Lee decidió alejarse de Marvel junto a otros colegas para formar su propia editorial, donde pudiera crear sus personajes sobre los que mantener la propiedad intelectual y las regalías que generaran, a lo que más tarde sumó su propio sello, Wildstorm. En este punto de la carrera de Jim Lee, cuando todo lo que tocaba facturaba mucho, es que Planeta DeAgostini decide homenajearlo y, de paso, facturar ellos también todo lo posible, con un libro dedicado a, la hasta entonces, corta carrera del artista. Había visto este libro en su momento en los 90´s, pero lo dejé pasar vaya uno a saber en favor de qué… Pero hace un tiempo lo conseguí y dimos paso a su lectura, con el consabido comentario que se viene…

 

El libro hace un recorrido por los trabajos de Jim Lee, pero comenzando con X-MEN, no incluye nada de sus primeros pasos en Alpha Flight o Punisher, ni siquiera algún número de Uncanny X-MEN, en cambio, arranca con la reproducción integral de las primeras cuatro entregas del título X-MEN. Los primeros tres números son la despedida (Momentánea) del Maestro Chris Claremont de los mutantes (Y que hace bastante comentamos acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02QGTcxMc1rqLqUET43UV6wVwADr1gMDupHFcvajj4U2ESUfxyPh5UGLJGhsnDbt9Bl) y se conocen como la saga “Rubicon”. El cuarto número, con diálogos de John Byrne, es la primera parte de la saga en que debuta Red Omega, en el que se ve a los mutantes distendidos, conviniendo entre ellos con un partido de básquet y organizando un paseo a la ciudad, que se ve impedido por la aparición de La Mano.




Dejamos Marvel para pasar a Image y lo primero es un extracto del “Image #0”, las únicas tres páginas dibujadas por Lee y dedicadas a Stormwatch, en las que el grupo rescata gente de un derrumbe en Los Ángeles.

Sigue con otro número 0, pero ahora centrado en Deathblow, el soldado creado junto a Brandon Choi (Quien además co-guioniza ambas historias). En este título y muy influenciado por el trabajo de Frank Miller en Sin City, Jim Lee explora nuevos caminos expresivos en sus páginas, pero al ser tan cercano en publicación a Sin City y tan evidente el intento de hacer propia una estética que no le es tan “manejable” digamos, termina luciendo como una copia gráfica que, a mi entender, no lo favoreció.




El libro cierra con los números 5, 8 y 9 de WildC.A.T.S., también co-guionizados por Brandon Choi y con las infaltables tintas de Scott Williams. En este título, al igual que en X-MEN, Jim Lee hace lo que le sale mejor y está en su salsa. Páginas espectaculares, grandilocuentes, con mucha dinámica, plagadas de acción, con puestas vertiginosas e innovadoras, personajes muy deudores de sus rediseños para los mutantes pero que acabaron teniendo valor propio, dientes apretados, mucha línea cinética para acentuar la velocidad, splash pages, páginas dobles, una espectacular página cuádruple y algún que otro momento en que baja el ritmo para dar lugar a profundizar la relación entre los personajes, introducir algo de melodrama y convivencia entre héroes.

 


El libro tiene el buen criterio de incluir números completo, a diferencia de otros similares que solo presentan fragmentos. Reproduce las portadas y se complementa con algún pin-up, varias notas y una entrevista exclusiva que la editorial consiguió hacerle a Jim Lee, en la que siempre encuentra la vuelta para hablar de lo nuevo que se venía en Wildstorm, haciendo énfasis en Gen-13 que la estaba rompiendo en ese momento al parecer.

Es claro que la decisión en aquel momento de dedicarle un libro a Jim Lee estaba vinculada con las ganancias que el mismo podía generar. Se nos pueden ocurrir otros muchos artistas más fundacionales y con mayor trayectoria que hubiesen merecido un tratamiento similar antes que el bueno de Jim. Sin embargo, una nueva generación lectora se acercaba a los cómics en los 90´s (De la que formo parte), y para ellos Jim Lee fue un artista imprescindible, a quien siguieron incondicionalmente. Por otra parte, la irrupción de Lee en el medio también quedó grabada en la historia, impuso una nueva forma de narrativa, con mayor énfasis en la espectacularidad y la emoción, que generó legiones de seguidores, aún más imitadores y no solo en el mercado yanqui. Tuvieron que pasar muchos años para que esa ola fomentada por Jim Lee y compañía decantara, las aguas volvieran a tomar distintos cursos y todo dejara de ser una reversión de la que ya se había hecho…

La carrera de Jim Lee siguió, volvió brevemente a Marvel para hacer los Fantastic Four de Heroes Reborn, continuó con Wildstorm hasta que lo vendió a DC y, de ahí en más, se vinculó a DC donde realizó varias Historietas, portadas y se encargó de otras actividades hasta ocupar el cargo de presidente… Pavada de carrera!!!

Donde quiera que estes, gracias por tanto querido Jim!!!

 


 

“Soy un ser sintético, una forma de vida artificial. No tengo problemas con mi autoestima…”

Nuevamente nos entregamos al placer de la relectura y en esta oportunidad, y de modo fortuito, fueron dos obras de nuestro adorado John Byrn...

Nuevamente nos entregamos al placer de la relectura y en esta oportunidad, y de modo fortuito, fueron dos obras de nuestro adorado John Byrne las afortunadas, a las que pasamos sin perder más tiempo.

 





The Man of Steel:


Comentar esta miniserie es caer en una obviedad del todo innecesaria. Es una obra inmensamente popular, un recontra best seller y no queda nadie en el planeta que no la conozca. Pero si lo hemos hecho con “Batman: Año Uno”, (Por aquí: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid0qK9Wx7y8FR9j9RKxsJ3DBEb42wwujiejZdAvnDSDhQgYZpgNhFpVYSL2fcbW6AjMl), qué razón nos impide hacer lo propio con Superman. Resulta que estaba limpiando y ordenando las Historietas del Hombre de Acero y, en un merecido descanso, me puse a hojear el tomo recopilatorio publicado por Grupo Editorial Vid en 1999 y, antes que me diera cuenta, ya la estaba releyendo por vez número mil. Es que esas páginas de Byrne me resultan tan atrapantes que me es imposible evitarlo, además de que no quiero hacerlo. La cuestión es que tras las célebre “Crisis en Tierras infinitas”, DC se propuso relanzar desde cero a su personaje insignia. En varias oportunidades en los años precedentes, mientras trabajaba en Marvel Cómics, Byrne había declarado que los autores actuales de Superman no tenían idea de cómo tratar al personaje, que le habían sacado todo aquello que lo hacía especial y que solamente él era capaz de encausarlo en el rumbo correcto (Modesto como siempre). A Dick Giordano, que además de entintar estas páginas cumplía el rol de editor ejecutivo, no le hacían mucha gracia este tipo de declaraciones y quería darle la oportunidad a Byrne de que demuestre con acciones lo que tan livianamente enunciaba, pero tenía por regla no ofrecerle trabajo a personas que estén empleadas en otras compañías. Pero los planetas se alinearon y John se fue de Marvel enojado con Shooter y ahí fue cuando recibió el llamado de Dick que le ofrecía la posibilidad de relanzar Superman y probar que podía sostener en viñetas lo declarado. John Byrne amaba a Superman desde que, siendo niño, lo vio en pantalla interpretado por George Reeves, a lo que le siguieron sus primeros cómics y la fascinación fue inevitable. Obviamente aceptó la propuesta con la única condición de que le dieran un número uno (Y finalmente tuvo dos, The Man of Steel #1 y Superman Vol. 2 #1). Se resolvió recontar el origen del personaje en una miniserie de seis partes publicada con cadencia quincenal, que estableciera los primeros años de actividad de Superman, para luego pasar a las series regulares con el héroe ya establecido como defensor de Metrópolis. 


Ya en la primera página se notan cambios, el Kryptón de Byrne es un planeta completamente yermo, con una arquitectura nunca vista y cuyos habitantes, seres fríos y cerebrales, renunciaron al contacto físico tiempo atrás. En pocas páginas Jor-El establece la situación del planeta y la decisión de enviar a su hijo nonato a la Tierra para que sobreviva a la destrucción que se avecina. La intención del autor era utilizar el diseño de Kryptón visto en “Superman: The movie”, pero no se lo permitieron. Por otra parte, su idea original era que sea Lara embarazada la que viaje a la Tierra, que Kal-El nazca aquí y que Lara muera por la radiación de la kryptonita, para dejar constancia de que efectivamente es letal para los krytonianos. Creo que fue Jenette Kahn quien le dijo que ese cambio era demasiado radical, que se perdería aquello de “último hijo de Kryptón” si naciera en la Tierra y que, en cambio, podrían morir por radiación los Kryptonianos en su planeta para demostrar la letalidad de la kryptnonita. Saltamos a la adolescencia de Clark, donde lo vemos abusar de sus poderes para ser una estrella deportiva en Smallville ante la decepcionada mirada de Jonathan Kent. Decide entonces que es momento de revelarle la verdad a su hijo y lo lleva al campo donde escondió la nave en que arribó al planeta, al tiempo que repasan la evolución de los poderes de Clark desde niño y su amistad con Lana Lang. La verdad abruma al muchacho quien, tras pensarlo, decide salir al mundo. En el tercer acto del primer número, Clark le cuenta a sus padres cómo estuvo ayudando con sus poderes en distintos lugares, pero que se vio forzado a salir a la luz para evitar que un avión experimental, en el que viajaba Lois Lane, se estrelle y, tras salvarlo, se vio abordado por una turba de personas. El número cierra con Martha, Jonathan y Clark diseñando el traje de Superman para que pueda ayudar a la gente sin perder la vida privada de Clark Kent.

En el segundo número Superman se asienta en Metrópolis y sus apariciones revolucionan la ciudad. Perry le encarga a Lois que consiga una entrevista exclusiva, pero Superman resulta elusivo. La dama resuelve entonces arrojarse al rio en auto para que el héroe la rescate y así poder charlar con él, cosa que consigue con éxito. Tras llevarla a la casa y concederle algunas respuetas, Superman parte advirtiéndole que esta charla no le servirá de mucho. Lois redacta la nota y vuela al Daily Planet con la exclusiva, solo para llevarse la decepción más grande de su carrera, la nota del siglo ya fue entregada por la nueva incorporación del Planet, el reportero Clark Kent.



En el tercer capítulo Superman decide acabar con la carrera del vigilante conocido como Batman, por lo que viaja a Gotham para apresarlo. El hombre murciélago está lleno de recursos y ya había ideado un plan para mantener a raya a la maravilla de Metrópolis. Terminan uniendo fuerzas para acabar con un raid criminal y asesino que estaba realizando la villana Magpie, para terminar reconociendo la actividad de Batman como necesaria.


La cuarta parte transcurre 18 meses después de la primera aparición de Superman. Lex Luthor vuelve a la ciudad tras varios meses en Sudamérica y organiza una fiesta en su barco a la que están invitadas las personalidades más destacadas de Metrópolis, incluyendo a Lois que lleva a Clark como invitado. Luthor es otro de los grandes cambios introducidos por Byrne, recreado en colaboración con Marv Wolfman. Ya no es el científico en armadura que buscaba acabar con Superman físicamente, sino que ahora es un empresario multimillonario, el hombre más poderoso y principal benefactor de la ciudad, dueño de casi toda Metrópolis y un hábil estratega capaz de cometer cualquier ilícito con total impunidad… Prueba los poderes de Superman enfrentándolo con un ataque a su barco en medio de la fiesta y luego quiere comprarlo. No solo fracasa, sino que termina encarcelado, lo que resulta inadmisible para Lex y le genera un odio mayúsculo hacia el hombre de acero a quien le promete venganza.

Esto conduce a la quinta parte que transcurre dos años y varios ataques de Luthor después del capítulo anterior, cuando Luthor intenta clonar a Superman, pero el clon sale defectuoso. Descubre así que Superman es alienígena y el clon, se vuelve completamente blanco y vuela a Metrópolis convencido de que es el verdadero Superman. Esta nueva versión de Bizarro se enfrenta al hombre del mañana sacrificando su vida, pero devolviendo la visión a Lucy Lane en el proceso.

En el sexto y último capítulo, Clark vuele a Smallville a visitar a sus padres y empieza a recibir mensajes de Jor-El a través de la nave que lo trajo a la tierra, al tiempo que vuelve a encontrarse con su amiga de la infancia Lana Lang, quien le cuenta lo difícil que fue su vida estos años en que estuvo alejada de él sabiendo su secreto. Finalmente, una proyección holográfica de Jor-El descarga en el cerebro de Superman toda la información de su origen y su planeta natal. Conociendo ahora su pasado, Superman analiza su vida y resuelve que, si bien es su herencia Kryptoniana la que lo convierte en Superman, gracias a haber sido criado en la Tierra, se siente humano.

 


Además de los cambios ya mencionados, Byrne le baja el nivel a los poderes de Superman, tanto físicos como intelectuales. Ya no es todopoderoso, ni un brillante científico capaz de crear cualquier ingenio, ni tampoco tiene superventriloquía, ni mirada reconstructora de la muralla China, ni ninguno de esos atajos argumentales. Por otra parte, en esta versión es la personalidad de Clark la dominante y Superman es solo un disfraz que le permite mantener una vida privada normal. El Daily Planet se vuelve parte vital de la serie, como también la profesión de Clark, que además de periodista se volvería un premiado novelista. El triángulo amoroso entre Clark, Lois y Superman persiste, pero Lois no es una dama en peligro, sino que es un brillante profesional, una mujer arriesgada, valiente y extremadamente competitiva, que no perdona el hecho de haber perdido “la historia del siglo” en manos de un principiante. Nunca existió Superboy y ahora Superman es verdaderamente el último hijo de Kryptón, porque no hay Supergirl, ni Krypto, ni Cometa, ni Kandor, ni ningún otro sobreviviente. Robustece el elenco de secundarios manteniendo vivos a Má y Pá Kent, que se vuelven unos personajes indispensables para Clark, que los considera su brújula moral y apoyo incondicional. En esta miniserie queda muy reducida la participación de Jimmy Olsen, pero es algo que Byrne corregiría en las colecciones que la siguieron.

El nivel de dibujo de Byrne es muy bueno, sin embargo, no es lo mejor a lo que este autor puede llagar. Byrne es, ante todo, un obrero de la Historieta que absorbe la cantidad de trabajo con la que puede cumplir. Si tiene que dibujar un número mensual, lo hace con todo detalle, si tiene que dibujar dos, baja la cantidad de detalles en página, utiliza viñetas más grandes, etc. Tiene un montón de recursos y atajos para lograr cumplir con lo solicitado y sabe dónde escatimar recursos y donde no, para que se note menos. Me llamó la atención en esta nueva lectura, la gran cantidad de viñetas sin ningún fondo, y otras tantas donde el fondo es apenas la silueta de una serie de edificios o algo similar. Sin embargo, está todo tan bien plantado que solo se nota prestando mucha atención, porque lo que sí pone en página atrae la atención del lector. Y también note en esta relectura muchos errores de color, responsabilidad de Tom Ziuko, que falla en detalles menores pero que me molestan sobremanera, como por ejemplo en el pedazo de capa que sale del puño de Superman en la última página del capítulo seis… Como ese, hay muchos fallos similares.




Todos estos cambios introducidos por Byrne, más la desaparición del Superman pre-Crisis, cayeron mal al grueso de los lectores del momento que seguían desde hace años al personaje, y lo manifestaron en montones de cartas enviadas a la editorial. Esto hizo que DC empieza a limitar los cambios de Byrne colmando su limitada paciencia y precipitando la partida del autor. Para los que nos enganchamos a leer Superman asiduamente después de la Crisis, la versión de John es la mejor y definitiva, nos impactó profundamente y nos enamoró del autor incondicionalmente. Gracias por tanto John querido!!!

La presente edición, que es igual al recopilatorio yanqui, tiene un intrascendente prólogo de Ray Bradbury y un texto de Byrne en el que cuenta sus primeros contactos con el personaje, las influencias que delinearon su Superman y su amor por el Hombre de Acero.

 

Aliens: Earth Angel:


Tengo por costumbre leer todas las noches antes de dormir. Por muy cansado que esté, no puedo conciliar el sueño si no leo, por lo menos, un par de páginas de Historieta. Una noche que estaba realmente fundido y no quería comenzar una lectura nueva, agarré un tomito al azar de la repisa que tengo frente a la cama, y el agraciado fue el tomo de Norma Editorial que recopila el “Aliens: Earth Angel” con “Critical Error” de complemento. Esta incursión de Byrne en el mundo de los xenomorfos fue publicada originalmente en trece entregas de dos páginas cada una, dentro de la revista Previews de la distribuidora Diamond (Obviamente, en colaboración con Dark Horse).

En un pueblo perdido en lo profundo de Norteamérica, una pareja de adolescentes encuentra una nave espacial estrellada. Del interior sacan el cuerpo de un alienígena humanoide con algo extraño aferrado a su rostro (Un facehugger, claro), y no tienen mejor idea que llevárselo al médico del pueblo. El doctor Daniel extrae el facehugger y comienza a estudiar el espécimen cuando, de repente, el pecho del alien estalla y de su interior sale un xenomorfo.

La escena cambia a un bar en las afueras del pueblo el que frecuenta una banda de motoqueros, los que son atacados por el alien ya crecido. El doctor, desesperado, va a su casa en busca de su hija y esposa embarazada, para llevarlas a la casa de su suegra en otro pueblo y así, alejarlas del peligro. Sin embargo, para salir a la ruta deben pasar por las cercanías del bar y terminan impactando con el alien. Logran escapar del auto que se prende fuego, incinerando al extraterrestre en el proceso. Desesperados, se internan en el bosque donde encuentran a muchos de los motoqueros con facehuggers y muchísimos huevos de aliens… El resto de la banda responsabiliza al Doc, cuando se empiezan a romper los pechos de los prisioneros… Dan reacciona rápido y comienza a prenderlos fuego, obligando a los motoqueros sobrevivientes a que hagan lo mismo. Al día siguiente la milicia encuentra el enorme incendio extinguido con muchos restos incinerados, mientras que el Doc llega a la casa de la suegra y pide una ambulancia para asistir a su esposa. Cuando le preguntan el nombre completo, dice Daniel Ripley!

 


Historia breve, sin muchas pretensiones, que expande de forma anecdótica el árbol genealógico de Ellen Ripley, pero que está muy bien dibujada. Byrne se luce con escenas de terror de alto impacto, con los xenomorfos apareciendo en medio del bosque, causando pavor en los protagonistas de la historia. Acción a toda velocidad en 22 páginas que no dan respiro. Una vez concluida la edición en el Previews, Dark Horse recopiló la historia en revista, para la que Byrne ilustró una impactante portada doble que es la que ilustra la presente edición.


Como dijimos, el tomo se complementa con “Critical Error”, una historia que Byrne había planeado como Historieta breve y muda, de unas 8 páginas, pero que terminó extendiéndose a 25. Se publicó originalmente en el libro “The art of John Byrne” y Dark Horse le reeditó en revista, a todo color y censurando la desnudez de la protagonista con un taparrabos. Hace un tiempo compartimos de esta Historieta de forma íntegra (Por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid0fhJZtbhdf1XePJ5NMg9peE9EdveqDUgecF1Cx7QiQQnsqtyVc9ZDD2ZUyX6rvVXZl), en la que un astronauta cae en un planeta lejano donde encuentra, en una suerte de oasis, a una hermosa mujer con la que estrecha relación, pero termina huyendo de ella al creerla un robot. Una historia muy buena en la que, ahora sí, Byrne está al máximo de su potencial, poniendo todo en cada viñeta y logrando un resultado excelente. Por lejos, lo mejor del libro.

 

 


 

“Lo que fue Kryptón me hizo Superman… ¡Pero en la Tierra me he hecho humano!”