Las colecciones de muchos lectores tercermundistas, como es mi caso, se componen de verdaderos Frankensteins que mezclan distintas ediciones...

Esquirlas de Qurac: “Superman: The Sinbad Contract”

Las colecciones de muchos lectores tercermundistas, como es mi caso, se componen de verdaderos Frankensteins que mezclan distintas ediciones, formatos, idiomas y editoriales para completar una saga, arco o colección puntual. Así es mi colección del Superman post Crisis y recientemente estuve ordenando las revistas y tomos según su correspondencia yanqui y noté, horrorizado, que hay una saga de tres números que sistemáticamente fue ignorada por todas las ediciones en español. No la publicó Zinco en su segundo volumen de Superman, no la publicó Planeta en su coleccionable de 40 entregas, desde ya que no la publicó Perfil en su breve y desordenada versión de Superman, ni tampoco ECC en ninguna de sus recopilaciones. Solo la editó Vid pero antes de cambiar el formato y distribuir en toda América Latina, por lo que es muy difícil de conseguir (Y no merece la pena tampoco, por la calidad de Vid de ese momento). Los números en cuestión son el “Superman Vol. 2 # 48”, “The adeventures of Superman # 471” y “Action Comics #658”, los tres con fecha de portada de Octubre de 1990, enmarcados en un evento que se conoció como el “Curt Swan Month”, mes en que la leyenda viva volvía a estar al frente de los títulos de Superman por un mes. En estos números se desarrolla el arco conocido como “The Sinbad Contract” y se ubican justo después de la saga “Búsqueda del alma”, en que Superman desciende a los infiernos para rescatar el alma de Jerry White, y antes de la “Krisis de la Kryptonita Karmesí”, en la que el hombre del mañana pierde los poderes. Inmediatamente me puse en campaña para subsanar esta imperdonable omisión y conseguí las ediciones originales. Son las que leímos recientemente y pasamos a comentar escuetamente.
 



En el evento anual “Invasión!”, la alianza alienígena detona una bomba en la atmósfera terrestre que afecta a todos los metahumanos. El problema se resuelve y la invasión es repelida, pero un efecto residual de la explosión queda flotando en el aire y estimula a metahumanos latentes a desarrollar de forma incipiente sus poderes. Este es el caso de Davood Nassur, un joven Qurací que vive junto a su familia en un barrio de Metrópolis poblado casi exclusivamente de inmigrantes provenientes de Qurac. Davood nota que puede levitar unos centímetros del suelo, además de repeler objetos arrojados hacia él. Le cuenta a su familia, pero la madre le aconseja mantener un perfil bajo por el creciente sentimiento de desprecio y desconfianza que los yanquis tienen para con los Quracíes… Soraya, la hermana mayor de Davood, trabaja en Lexcorp y una noche debe quedarse hasta tarde para completar una tarea. Davood se acerca para llevarle algo de comer justo en el momento en que un hombre moribundo les entrega un paquete, les ruega que se lo den a Luthor y muere. Acto seguido aparecen unos robots voladores que comienzan a darles caza. Se esconden en el interior del edificio, Davood abre el ensangrentado paquete y encuentra un extraño cinturón que se calza a la cintura. Este artefacto amplifica las habilidades metahumanas por lo que Davood ahora puede volar, generar un campo de fuerza y lanzar ráfagas de energía. Con estos poderes consigue rescatar a su hermana, hacer frente a los robots y escapar de Lexcorp. Los robots los persiguen, pero aparece Superman a dar una mano. Sin embargo, y gracias a las incursiones del Kryptoniano en Qurac, los hermanos no confían en él por lo que Davood lo golpea con sus poderes y huyen. Por su parte, Luthor fue notificado recientemente que padece cáncer terminal producto de la exposición a la Kryptonita y busca acelerar la muerte de Superman para lo que contaba con el cinturón.

Luthor descubre que el cinturón esta en poder de los hermanos, al tiempo que estos descubren la verdadera cara del empresario cuando intentan devolver el cinturón y Lex amenaza con acabar con ellos para que no revelen información, aunque logran escapar.

Luthor lanza una campaña de odio contra los árabes culpando a los Quracíes de una serie de atentados a Lexcorp, solo para encerrar a Davood y recuperar al cinturón, cuando recibe una llamada de un capo de la D.M.T (Los dueños de los robots que aparecieron antes), quienes lo convocan a un almacén prometiéndole un arma secreta.

 



Superman intenta dar con Davood para lo que visita el barrio qurací, pero es repelido por sus habitantes que odian al héroe. Vuelve a intentarlo en su identidad de Clark Kent con mejor suerte y da con la familia en cuestión…

Luthor se encuentra con la D.M.T, una organización que se hizo con armamento alienígena dejado atrás por los invasores. Ellos eran los dueños originales del cinturón y tenían también una enorme nave espacial que venden a Luthor con la promesa de que puede destruir a Superman…

Davood toma el nombre de Sinbad y une fuerzas con Superman para intentar acabar con la nave que sobrevuela el barrio Qurací, al tiempo que buscarán limpiar el nombre del muchacho, bajar el odio metropolitano contra el mundo árabe y detener a Luthor…

 

La historia no es la quinta maravilla ni tiene un despliegue de originalidad, pero no está nada mal. Retoman Qurac y plasman lo tensas que habían quedado las relaciones internacionales con el país árabe luego de las incursiones de Superman, al tiempo que muestran como lo viven tanto los norteamericanos, como los Quracíes que migraron a Metrópolis. Tiene su reflejo con la realidad al retratar ese sentimiento de rechazo y temor hacia los árabes del que hacen gala los yanquis (Entre otras muchas nacionalidades a las que gustan discriminar). Superman aún enfrenta las consecuencias de sus actos por lo que no puede llegar a Davood para ayudarlo, ya que ningún Qurací confía en él. Los tres números tienen guion de William Messner-Loebs quien, a pesar de ser guionista invitado, mantiene el tono que sus colegas le daban a los títulos, al tiempo que hace avanzar subtramas como la enfermedad de Luthor o las consecuencias de Invasión!.

Como dijimos, el dibujo es obra del legendario Curt Swan que volvió a Superman por sólo un mes. Mantenía intacta sus capacidades gráficas, aunque su estilo, de puestas más clásicas y diseños con mucho anclaje en la realidad y sin exageraciones, desentonaba un poco con lo que venía pasando en los títulos de Superman de John Byrne en adelante. Sin embargo, su habitual solvencia y calidad está puesta al servicio de la historia, con narrativa precisa, clara y ese aire silver age tan encantador…

 



No encuentro motivos para que esta saga haya sido ignorada olímpicamente por casi toda editorial que haya ostentado la licencia DC, si fue por la bajada de línea contra la discriminación al mundo árabe, o por la participación de Swan, o la de Messner-Loebs o vaya uno a saber porqué, seguirá siendo un misterio. Lo cierto es que acá hace su debut el personaje de Sinbad y cuando más tarde lo vimos aparecer después de la muerte de Superman, no sabíamos quién era el fulano…

Las tres entregas cuentan con hermosas portadas realizadas por Kerry Gammill y Bob McLeod, y Dennis Janke entinta los lápices de Swan.

  


 

“Podés ser un héroe. Podés combatir criminales y científicos locos. Pordrías llamarte Sinbad y pelear contra monstruos!”

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