Otra vez vamos a comentar un numerito de 24 páginas que tiene una historia autoconclusiva, en este caso, la entrega número 41 del primer volumen de Generación-X, la última camada de alumnos de Charles Xavier que en los 90´s tuvieron buena recepción entre los lectores. El número en cuestión es una historia de transición entre aventuras de los jóvenes mutantes que venían de enfrentarse a Emplate y pronto se las verían con Bianca, pero antes, tendrían una noche libre de obligaciones en la mansión de Massachusets…
Es fin de semana, noche de sábado y los miembros de
Generación X se preparan para disfrutar su noche libre, las chicas se están
pintando las uñas, Angelo (Skin) llega de alquilar una enorme cantidad de pelis
de terror, mientras que Everett (Synch) y Jonothon (Chamber) se encargan de
preparar los entremeses azucarados que disfrutaran en la maratónica sesión de
pelis. Júbilo, que supo ser el miembro más joven de los X-MEN para después ser
degradada con los nuevos alumnos, donde también es de las más jóvenes, no
quiere reconocer frente a sus pares que tiene un poco de miedo con el cine de
terror. Sus amigos le advierten que las películas pueden ser algo
impresionantes, pero ella insiste en verlas. Arranca la proyección de VHS´s y
Júblio se acurruca tanto en el sillón que termina dormida. Se despierta varias
horas después, en medio de la noche y sola en la enorme sala de la mansión.
Empieza a buscar a sus amigos y encuentra a Paige (Husk) en la ducha a punto de
ser asesinada por un Bastión con cuchillo en mano al mejor estilo Psicósis.
Acto seguido, aparece Sabretooth vestido como Freddy Krueger y empieza a
destripar a Angelo y Monet sin piedad. Omega Red con la máscara de Jason se
encarga de dar fin a Penance y Chamber, y para dar cierre a la galería de
villanos monstruosos, Emplate, tuneado a lo Leatherface, asesina a Synch. Todos
los villanos rodean a Júbilo para matarla, pero justo en ese momento, despierta
a los gritos en el sillón rodeada por sus amigos sanos y salvos…
Este número es parte del paso de Larry Hama por la
colección, quien supo caracterizar bien a los personajes y darles una buena
dinámica en sus relaciones personales, relaciones que no ahondaban demasiado ni
se complicaban mucho, si no que las mantenía superficiales, relajadas y
humorísticas por momentos. No recuerdo mucho del resto de los números de su
autoría, tendría que volver a leerlos para hacerme una idea de que tan buenos
eran, pero algo habrá pasado porque, al terminar su estadía en Generación-X, no
solo deja el título sino que se va de Marvel y no en los mejores términos… Pero
lo atractivo de esta historia aislada es precisamente aquello que mencionábamos
recién, la interacción entre los personajes, verlos funcionar como una familia
ensamblada en un marco de tranquilidad hogareña, entre quehaceres domésticos,
tiempo libre y bromas. El resto del asunto, el sueño de Júbilo, el homenaje al
cine de terror y las fusiones de villanos del cómic y del celuloide, es
anecdótico y bastante de relleno, pero muy divertido.
El matrimonio formado por Terry y Rachel Dodson eran los
responsables del apartado gráfico en esta época, pero para este número se toman
un descanso y solo realizan la portada. La tarea de dibujar las 24 páginas en
cuestión recae en las manos de Ale Garza, un artista del que no tenía mucho
registro más allá del “Titans/Young Justice: Día de graduación”, porque
generalmente y como en este caso, hizo números de relleno en muchas series. Lo
cierto es que el estilo de Garza cuadra muy bien con los jóvenes mutantes,
diseños simples y expresivos, con discretos acercamientos a la
caricaturización, buenas puestas en página, narrativa clara y planos acertados,
principalmente cuando referencia alguna escena puntual del cine de terror. Un dibujante
funcional, que realiza un trabajo solvente… Y todo esto, solo en 24 páginas!!
“Tiene gracia la forma en que se altera la lógica en los sueños.”
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