A esta Historieta llegué porque el protagonista es un niño que se parece mucho a mi hijo, tiene el mismo nombre y espero que en algún moment...

Milo en el país de las maravillas: “El mundo de Milo”

A esta Historieta llegué porque el protagonista es un niño que se parece mucho a mi hijo, tiene el mismo nombre y espero que en algún momento le llame la atención y la quiera leer (Y si no, no pasa nada, a mí me gustó igual). “El mundo de Milo” es obra de Richard Marazano en guion, y Christophe Ferreira en dibujo, tinta y color. Se publicó originalmente en Francia en el año 2013, de la mano de la eterna editorial Dargaud. Tres años más tarde, Planeta Cómic la publicó en español y, hace algunos años, la compramos más nunca la leímos hasta que rectificamos ese error recientemente…

 

Milo es un niño de unos 7 u 8 años que vive en un pueblito de montaña, a la vera de un gran y hermoso lago. Debido al trabajo de su padre, pasa largas temporadas solo en la casa, y cada tanto recibe las visitas de sus tías, tres señoras muy entradas en años, que cuidan y alimentan al muchacho durante las ausencias de su padre. En el tiempo libre que le deja la escuela, Milo suele salir a jugar y pescar en el lago. En una de esas incursiones, encuentra en el agua a un pequeño huevo dorado luminoso, lo lleva a su casa y lo pone en una palangana con agua. Al día siguiente el huevo había crecido enormemente, y de él nace un hermoso pez dorado, que también irradia luz. Un extraño hombre con cara de sapo golpea a su puerta, preguntando si encontró algo extraño en el lago. Milo niega, pero el sapo se muestra insistente. El chico logra ahuyentarlo con la amenaza de un perro (Que en realidad no tenía), y el hombre se va, aunque queda merodeando por las cercanías del pueblo…




Milo alimenta al pez, el que come mucho y todo el tiempo crece a pasos agigantados… Nota que el hombre sapo sigue en las inmediaciones y lo persigue hasta debajo de un puente que cruza el lago, donde ve que tiene encerrado a alguien en una bolsa. Se queda esperando a que el sapo se aleje y se acerca a liberar al cautivo. De la bolsa sale Valia, una niña cercana a la edad de Milo y él la hospeda en su casa para protegerla. No tienen el mejor trato entre ellos, pero se quedan juntos de todos modos. El hombre sapo, que es medio torpe en su proceder y algo asustadizo, se encuentra con otro ser cubierto por una capa con capucha, bastante más serio, amenazador e inteligente, y deciden entrar juntos a la casa de Milo. Cuando se enteran, los chicos organizan un escape en bote a través del lago junto al pez dorado, que ya tenía el tamaño de un delfín… Inesperadamente, el pez toma una soga que estaba atada al bote y comienza a arrastrarlo alejando a los chicos el peligro, cuando una enorme ola vuelca la embarcación… De todos modos, el pez se las arregla para llevar a los chicos hasta una orilla… Al enterarse de lo ocurrido, las tres tías ancianas se meten caminando al lago para buscar al muchacho.




Cuando Milo despierta, ve al pez volando cerca suyo y, para su sorpresa, este le habla. Le cuentan que están en otro mundo al que se accede cruzando el lago, un mundo habitado por seres con poderes, y le recomienda internarse en el bosque junto a Valia hasta que él vuelva. Le hacen caso, pero mientras caminan entre los árboles, discuten, se enojan y se separan. Deambulando por ahí, cae en una trampa y es secuestrado y llevado a un pueblito habitado por una suerte de gnomos. Allí conoce al gnomo Zhong y su hija Mindi, pero la presencia de Milo en el pueblo hace que “el brujo”, un malévolo ser que atenta contra los entes con poderes, envíe un ataque de Axolotls, una especie de reptiles gigantes, los que destruyen todas las casas… Culpando a Milo por el ataque, lo echan del pueblo y vuelve a encontrarse con Valia e internarse en el bosque. Pero Mindi estaba fascinada con Milo y lo sigue hasta dar con él, justo en el momento en que aparece el hombre sapo y el hombre serpiente para intentar atraparlos. Milo y Valia logran escapara, pero capturan a Mindi. Son alcanzados por Zhong que buscaba a su hija, quien se enfurece cuando Milo le cuenta lo sucedido… Justo en ese momento reaparece el pez dorado junto a una bella dama, por la que todos los presentes sienten reverencia. Y entonces le es revelada a Milo toda la historia… La mujer es uno de los poderes de este mundo y, en su juventud, aprendió a atravesar la realidad a través del lago. Así conoció al padre de Milo y, con el tiempo, se enamoraron y tuvieron un niño. Lo que ella no sabía es que su constante cruce ente mundos, abrió las puertas a que otras muchas realidades se conecten. El mundo del otro lado del lago empezó a establecer vínculos con seres de otros planos y fueron formando una gran comunidad en la que todos se ayudaban entre sí. Pero algunos poderes comenzaron a esclavizar a otras personas y se generaron conflictos que desembocaron en una guerra… En esa guerra el Brujo perdió a sus seres queridos y ahí comenzó una cruzada para eliminar a todos los poderes, poniendo en peligro la supervivencia de estas realidades. Entonces, la Dama se vio obligada a dejar a Milo con su padre para protegerlo, volver a su mundo e intentar detener al Brujo… Ahora que Milo volvió y se reencontró con su madre, es la hora de enfrentar definitivamente al brujo, para lo cual el pez dorado, las viejas tías, Zhong, Valia, la dama y Milo formarán un grupo, al tiempo que habilitarán los poderes del muchacho que, por herencia materna, también es un poder.

 



Richard Marazano es un prolífico guionista francés, que en alguna oportunidad realizó obras como autor integral, pero que generalmente prefiere escribir para que dibujen otros. “Cero absoluto”, “Eco Warriors”, “Cuervos” o “La expedición” son algunos de sus trabajos y también publicó alguna vez en la Métal Hurlant. “El mundo de Milo” es una obra que cae en algunos lugares bastante trillados, como el hijo de padres que pertenecen a mundos distintos, el elegido que se encuentra con su destino por accidente, protagonistas con relaciones tirantes que van resolviendo por el camino, multiversos en crisis y otras situaciones. Lo interesante acá es cómo presenta esas situaciones tan familiares y el paisaje en que las ubica. Tampoco es que esto sea original en extremo, pero sí es muy atrapante pensando en que está dirigido a un público principalmente juvenil. Los puntos más altos en este trabajo son la dinámica de los personajes, los diálogos que escribe (Algunos muy ingeniosos y divertidos, principalmente con las tías viejas), los tiempos que se toma en cada una de las escenas, haciendo que la historia avance con naturalidad, y el descubrimiento de Milo de este mundo mágico y nuevo, a lo que reacciona con la fascinación de un niño.




Por su parte, Christophe Ferreira se inclinó por el dibujo desde la niñez, replicando en papel los dibujos animados que veía en la tele. Se comenzó a formar como diseñador gráfico hasta que supo que había instituciones donde podía estudiar dibujo y animación, cambiando de carrera en el acto. Se inclinó por la animación y comenzó a trabajar en algunos estudios de Francia, hasta que decidió irse a la meca de la animación y se mudó a Tokio, donde reside en la actualidad trabajando para distintos estudios. Marazano le ofreció trabajar juntos, pero en un principio Ferreira declinó la oferto. Comenzaron a colaborar en algo que no llegó a buen puerto, pero el guionista se mostraría terco en su deseo. Después de 15 años de amistad y contactos, Christophe finalmente accedió y ahí nació la presente obra. Se nota mucho en el trabajo de Ferreira su experiencia en el campo de la animación y la influencia del animé. El diseño de los niños que pueblan estas páginas me recordó a Heidi (Por poner un ejemplo…), con esas miradas suaves y caras redondeadas, pero con bastante más detalles. Muy hábil con las expresiones y amplia variedad de diseños para los personajes. Casi que no hay dos puestas en página iguales, en todas varía la distribución y el tamaño de las viñetas reforzando la narrativa y proponiendo el ritmo de lectura, que se acelera en ciertas escenas (Persecuciones, escapes, corridas), y se vuelve más calmo en otras (Charlas, discusiones, narraciones, etc). Muy delicado el trabajo que hace con el color, también emparentado con la animación japonesa, y con un gran manejo de las gamas, las sombras y las luces.

La saga de “El Mundo de Milo” llegó a su fin en el décimo álbum, pero solo el primero fue publicado en español y es el que leímos. Es posible que todos esos lugares trillados que comentábamos hayan virado hacia otras situaciones con el correr de los álbumes… Lo que tenemos nosotros es una impresión parcial, basada en la lectura solo de la primera entrega, pero tenemos esperanza de poder seguir leyendo la saga en algún momento…

 

 


 

“Tienes la capacidad de viajar entre todos esos mundos… Aprovéchala, Milo… No olvides que eres capaz de eso...”

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