Nos fuimos a dar un paseo por el lejano oeste de la mano de autores argentinos con la lectura de estas dos obras. Arrancamos con “Cándido” d...

Western Argentino 2X1 “Cándido” y “Corina y el Pistolero”

Nos fuimos a dar un paseo por el lejano oeste de la mano de autores argentinos con la lectura de estas dos obras.

Arrancamos con “Cándido” de J. J. Rovella, editado en 2011 por Rabdomantes Ediciones. Este libro recopila todos los capítulos realizados por el autor de “Dante Elefante” para el semillero de talento que fue el Fanzine “Catzole” allá a fines de los 90´s, más alguna página añadida por el autor para la presente edición.
La historia se divide en tres capítulos más o menos auto conclusivos. En el primero de ellos vemos como a un pueblo olvidado del lejano oeste vuelve, tras muchos años de ausencia, Cándido. De pequeño presenció el suicidio de su padre y desde entonces no puede hablar, ni tocar o usar armas de fuego.
El dueño de la cantina del pueblo lo recuerda y le da trabajo para limpiar el saloon y hacer las veces de mozo cuando sea necesario.
Al poco tiempo de estar nuevamente en el pueblo, la maestra de la escuela local es asesinada accidentalmente por unos niños que jugaban con un arma robada al padre de uno de ellos.
El entierro de la mujer despierta en Cándido dolorosos recuerdos de su infancia en el cementerio ante las tumbas de sus padres... Pero contra todo pronóstico, esto no es lo último que se sabrá de la maestra. Pronto, uno de los niños responsables de su deceso aparece muerto con un disparo en la frente.
El descubrimiento de oro en una mina cercana hace que todo el pueblo olvide pronto la tragedia y se marchen en busca del precioso metal. Cándido de casualidad está cerca de la casa del otro niño cuando lo escucha gritar de terror, entra bruscamente para descubrir que la maestra había vuelto de la tumba a vengar su muerte… Intenta detenerla, pero no se puede matar a alguien ya muerto por lo que el destino del pequeño queda sellado…
En el segundo capítulo, la ayudante del reverendo de la iglesia es asesinada a golpes por una persona zurda. Como cándido es el único que no porta armas, es el principal sospechoso (Por lo de golpear en lugar de disparar…) y es puesto en prisión. De casualidad, el comisario descubre que este no es zurdo y lo libera. El reverendo que había acusado a Cándido, dirige ahora su furia hacia un hombre negro que vive en las afueras. Una turba furiosa se acerca a la casa de este hombre y la incendian con él adentro…
El comisario sospecha de la obstinación con la que el reverendo quería encontrar al responsable para cerrar el caso y termina descubriendo que él es el verdadero responsable.
El último capítulo hecha luz sobre el pasado de Cándido, revelando la dura infancia que tuvo, cual fue el destino de su madre y hermano mayor a la vez que conocemos el verdadero final en la relación con su padre y aquel famoso desenlace mortal…




El registro en que trabaja Rovella en esta obra no tiene nada que ver con el que solemos ver en sus tiras “Dante Elefante” u “Oficial Yuta”, donde da vida a personajes caricaturizados. Aquí el estilo es mucho más cercano a la realidad con un excelente trabajo en el diseño de los personajes y la ambientación. Es todo en blanco y negro, apoyado en sombras cargadas y con climas muy logrados que completan las escenas. La puesta en página y cantidad de viñetas varía dependiendo de las necesidades narrativas y logra siempre un buen resultado. Los ángulos, puntos de vista y perspectivas son eficazmente utilizados por el autor haciendo que nunca resulte aburrido pasear la vista por estas páginas. La parte gráfica es sin dudas lo mejor del libro.
El guion también es interesante, bien narrado y ensamblado con la gráfica, pero tiene algunos cabos sueltos que hacen algo de ruido. En el primer capítulo asistimos a un hecho sobrenatural como es la aparición de un zombie, sobre lo que no tenemos mayores explicaciones y a lo que no se vuelve en el resto de la obra. En el segundo se toca la discriminación racial y la hipocresía religiosa muy levemente para luego llegar al tercero y cerrar la historia. Probablemente se trate de ideas que, entre capítulo y capítulo, el autor decidió descartar para recorrer caminos que le resultaron más interesantes o bien, la inestabilidad que un fanzine suele otorgar lo llevó a manejar cada capítulo de manera más o menos autoconclusiva, tratando de hacer la menor referencia posible al anterior… pero deja esa sensación de que hay algo inconcluso y que todas esas ideas se podrían haber explotado un poco más, así como también la extensión de la obra… Detalles.





La segunda historieta se llama “Corina y el Pistolero” obra de Luciano Saracino al guion e Infame & Co al dibujo. Editada en el año 2010 por la tristemente desaparecida editorial Cordobesa “Llanto de Mudo”.
Walter es el Pistolero y llega al pueblo de Esperanza impulsado por un sueño que lo condujo hasta allí, para lavar las culpas de una vida dedicada a matar por encargo. Esperanza cumple todos los requisitos de esos típicos pueblos del lejano oeste norteamericano, pero aparentemente está emplazado en algún país centroamericano, ya que en lugar de estar rodeado por el desierto, es una frondosa vegetación con ríos y lagunas la que lo bordea. Pronto descubrirá que muchos de los habitantes de Esperanza son seres especiales, entre los que hay brujas, hadas, unicornios, hombres sin sombra y metamorfos entre otros, que se camuflan tras una fachada de normalidad para llevar adelante su vida. El Sr. Milmuertes es algo así como el dueño o Sheriff del pueblo y tiene como objetivo librarse de estos seres mágicos para que los niños de Esperanza puedan crecer en un lugar seguro y tangible.
Walter no sabe muy bien cuál es su objetivo en este pueblo, por lo que se mantiene constantemente atento en busca de aquél mal que debe destruir para lograr su salvación (Aunque con un nombre como “Milmuertes” cuanta duda te puede quedar…). Se cruzará con Corina, una hermosa morena que lo cautiva con su belleza al tiempo que notará que desaparecen algunas personas del pueblo.
Queda en manos del Pistolero encontrar al responsable de los asesinatos, conocer los motivos de los mismos, lograr redimirse definitivamente y enfrentar los misterios de Corina quien también cautivó su corazón…
De los guionistas argentinos jóvenes y en actividad (O sea, sin contar a Oesterheld, Trillo, Barreiro y otras luminarias), Luciano Saracino está en mi podio de favoritos. Actualmente, la figura del guionista está un poco diluida en el panorama de la historieta argentina, ya que muchos dibujantes se consideran aptos para ser autor integral. Algunos lo logran sobradamente bien, otros tienen la humildad necesaria para reconocer sus límites y buscar ayuda y los últimos demuestran que no están en condiciones para llevar adelante un guion y hacen historietas que a veces tienen muy buenas ideas de base, pero que están mal desarrolladas o desaprovechadas (Esto es una apreciación personal nada más).




Saracino (En compañía de Diego Agrimbau, Damián Connelly, Gonzalo Penas, Mauro Mantella entre otros) mantienen esa relación guionista – dibujante, que tan rica tradición tiene en este país. Si bien la consigna del guion es bastante sencilla y directa, el autor aporta otros valores a la historia. Saracino sabe utilizar las palabras en su justa medida y sus diálogos tienen una importante carga poética en esta obra. Además, la idea de mezclar un western con personajes mágicos crea un mundo fantástico en el que la violencia del hombre choca contra estos seres de ensueño logrando interesantes contrastes.
El punto flojo de esta obra es el arte de Infame & CO a quien no conocía anteriormente, y quien resulta ser el responsable de que el título de este comentario no se ajuste a la realidad ya que no es argentino, sino español.
El dibujo es bastante flojo, casi a nivel amateur. Dibujos muy simples, sin mayores detalles tanto en los personajes como en los fondos. Los cuerpos y rostros varían inexplicablemente de una viñeta a la otra, el uso del blanco y negro es confuso también ya que por momentos las manchas negras se vuelven inteligibles. Además usa un tramado de puntos mecánicos para crear sombras que realmente queda muy mal. No consigue crear los climas correctos, nunca sentimos el calor, la humedad y la opresión que la selva genera y, por último, la narrativa es eficaz solo en algunos pasajes (Principalmente en aquellos que hay enfrentamientos corporales), el resto es de regular para abajo… en resumen, no me gustó el trabajos de Infame & CO…





“Preguntaba si tienes con que defenderte después. Cuando te pasen la cuenta y tengas que pagar por todos los tragos bebidos…”

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