Ya hemos comentado algunos de los tomos de la colección que Ovni Press y el diario Clarín le dedicaron a Spiderman llamada “Universo Araña” (Hablamos de “Protector letal” por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02BKw4dN3EekyCteQDKwuhjCy3SApRtNQjDs8nPrSRHcvwH9Z762SiDK8uVnWy5MNVl, y de “Planeta de Simbiontes acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid0MpZZuHiVjCzGSknsPKpJZapjmGDKBnCQcnkp6YeH1e4snVyEroRzYSBRxuGmjDVrl). Sólo compré algunos tomos puntuales porque varios ya los tenía en ediciones previas y otros no me interesaban. Pero el tercer volumen de la colección fue el primero que conseguí, no porque me interesara particularmente sino porque, como era la primera entrega con material que no había leído, le entré para chusmear la edición realizada para el coleccionable. Pero el destino es caprichoso y olvidó el tomito en alguna pila de lectura pendiente y terminé leyendo primero entregas posteriores… Cosas que pasan! Pero ya lo hemos remediado porque leímos esta tercera entrega, la que incluye completa la miniserie de seis partes “Spiderman: City at war”, que en esta edición titularon “Spiderman: Gameverse”.
Esta historia se desarrolla en un universo paralelo donde
Spiderman pareciera ser el único superhéroe y ya lleva varios años de
actividad. Tiene algunas diferencias con el Spidey de la Tierra 616 (La oficial
de Marvel), como por ejemplo que trabaja como científico junto al Dr. Otto
Octavius, fue pareja de Mary Jane, pero desde hace un tiempo están separados,
MJ es periodista de investigación en el Bugle, Norman Osborn es alcalde de
Nueva York y se está postulando para una reelección y alguna cosa más que ahora
se me escapa.
En esta o cualquier otra tierra, hay algunos problemas que
siempre acompañan a Peter, no puede balancear su vida personal con su actividad
de justiciero, siempre tiene deudas económicas y le cuesta llegar a fin de mes,
le falla a sus seres queridos y mucha gente busca matarlo…
La trama arranca con Spiderman derrotando y encerrando a Kingpin, lo que genera un vacío en el hampa neoyorquina. Empieza a surgir la figura del “Hombre Negativo”, un ciudadano respetable, millonario y humanitario llamado Martin Li que tiene una doble agenda (E identidad). Este tipo junto a los “Demonios” (Un ejército de hombres que usan máscaras de diablos) buscan apoderarse de “El aliento del Diablo”, que es una creación de los científicos de Oscorp para curar enfermedades, pero que evolucionó volviéndose un arma bacteriológica que podría desatar una pandemia global.
Por su parte y ante las recurrentes ausencias de su ayudante
Peter, Octavius decide instalarse los brazos mecánicos para combatir una
enfermedad degenerativa que lo afectaba. Como sucedió en Spiderman2 de Sam Raimi,
se funde el chip que le daba control sobre los brazos, le salta la chaveta y
también se lanza en contra de Osborn con quien trabajó en su juventud y, como
es típico en Norman, terminó estafado guardando un gran rencor…
Contra todo esto más una tecno versión de los “6 Siniestros”
tendrá que medirse Spiderman con la ayuda de Mary Jane, junto a quien van
atando los cabos sueltos…
Soy un completo neófito en lo que a consolas y videojuegos
se refiere, pero por la info que pude recabar, esta miniserie se publicó
acompañando la salida de un juego para Play Station 4 llamado simplemente
“Spiderman”. La trama que se desarrolla a lo largo del juego es la misma que
tuvo que adaptar Dennis “Hopeless” Hallum a la historieta. Es una historia
interesante, que no adapta ningún arco en concreto por lo que todo está por
descubrir y que, si bien no es brillante, es entretenida al leer. Tiene algunas
situaciones repetitivas con otras sagas de Spiderman, algunas obviedades y
misterios que se resuelven rápido y con poca sorpresa, pero no le endilgo la
responsabilidad a Hallum sino, a lo que desarrollaron el juego y fueron los
responsables de la trama original.
El dibujo está a cargo de Michele Bandini que tiene sus más
y sus menos. Me gustó mucho como dibuja a Spiderman en movimiento, con sus
diferentes trajes y todas las escenas de acción son muy buenas. Abusa un poco
tal vez de la viñeta panorámica, lo que me pareció que le quita ritmo a la
narrativa y termina cansando, y tiene poco detalle en el diseño de los
personajes y sus expresiones, las que guardan ciertas reminiscencias a la
simplicidad empleada por algunos mangakas. Esto último me parece que es una
elección, que es su estilo y que, aunque pudiera hacerlo distinto, es por acá
por donde le gusta ir… Pero termina siendo un trabajo efectivo que acompaña
bien a la historia.
Las portadas originales están realizadas por Clayton Crain
y, aunque las reproducen todas en esta edición, las cercenan con el diseño de
la colección para el encabezado y la mención de los autores. Pero como esos
detalles ya los comentamos con los tomos anteriores, no nos vamos a seguir
repitiendo…
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