Hemos sido advertido por amigos, hemos leído todo tipo de críticas negativas sobre la obra y ha sido menospreciada por todos y cada uno de l...

Con la misma piedra: “Superman: Año Uno”

Hemos sido advertido por amigos, hemos leído todo tipo de críticas negativas sobre la obra y ha sido menospreciada por todos y cada uno de los comiqueros que la leyeron… Pero hay cosas que uno quiere experimentar de primera mano, aunque eso signifique tropezar a sabiendas con la misma piedra. Es que tanto Frank Miller como John Romita Jr. nos han hecho pasar momentos inolvidables, han creado obras maestras e imperecederas (Sobre todo Frank) y, al menos en mi caso, se ganaron un voto de confianza que hace que siempre quiera leer lo que producen. Si bien es cierto que ya ninguno de los dos se encuentra en plenitud e incluso se podría afirmar que están en franco retroceso, son artistas tan inmensos que llaman la atención con cada nueva historieta. Es como cuando sale un nuevo disco de McCartney, o una nueva historieta de Moore, o una nueva peli de Tarantino, por poner algunos ejemplos azarosos. Son creadores a los que uno le tiene fe por el historial que acarrean tras de sí, independientemente del resultado de la nueva obra en cuestión y a pesar de que, en algunos casos como el de los autores que nos convocan, sus últimos trabajos no hayan colmado nuestras expectativas…

En el año 2019, a 26 años de su colaboración en la fabulosa “Daredevil: The man without fear”, Frank Miller y John Romita Jr. vuelven a cruzar sus caminos para recontar el origen de Superman bajo el sello “Black Label” de DC (Por lo que es una suerte de elseworld fuera de continuidad). La obra se llamó “Superman año uno” y ni bien se anunció (Lo comentábamos en su momento por acá: https://www.facebook.com/Historiase.../posts/341442026476672) todos lo linkeamos directamente con el Año Uno de Batman, la que probablemente sea la mejor historia de origen jamás contada, por lo que era inevitable que nos dejara al palo. Además, se dijo que este es el origen del hombre de acero del universo del “Dark Knight Returns”, una de las mejores obras del medio de todos los tiempos, y el entusiasmo no hacía más que incrementarse. En 2020 Ovin Press publicó el tomo recopilatorio que incluye las tres entregas que integran la historia y lo hemos leído recientemente, así que vamos con el comentario de rigor.




El primer capítulo se llama “Smallville” y cuenta la clásica explosión de Krypton, el cohete, la llegada a la Tierra y la adopción del niño por parte de Jonathan y Martha. La diferencia aquí es que el Kal-El es consciente desde bebé y además deja entrever que tiene ciertos poderes mentales, que obligan a Pá Kent a quedarse con el niño de las estrellas. El resto del episodio nos muestra a Clark en su vida adolescente, descubriendo sus poderes, aprendiendo de su padre adoptivo, conteniéndose para no aplastarle la cabeza a los abusivos de la clase, haciéndose amigo de los marginados y estrechando vínculos con Lana Lang, su primer amor. Conforme avanza la historia, Clark nota que Smallville le queda chica y, tras consumar su amor con Lana, manda Smallville al cuerno, se enlista en el ejército y parte a descubrir el mundo.
“Atlantis” es el nombre del segundo capítulo en el que vemos como se desenvuelve Clark en la vida militar. Todos los desafíos le quedan chicos, sobresale entre sus pares, nada lo inmuta y eso pone furiosos a algunos de sus superiores que le propinan ciertos castigos que el muchacho cumple con total obediencia y sin chistar. Sin embargo, se siente atraído por el canto de las sirenas que proviene del mar y se anima a hacer incursiones marinas a escondidas de sus jefes. Así conoce a Lori Lemaris y se enamoran. Sus visitas acuáticas se hacen cada vez más frecuentes hasta que manda al ejército al cuerno para irse a comenzar una nueva vida bajo el mar (Si, el sueño de Homero Simpson). Tritón, el rey de Atlantis y padre de Lori, ve en Clark a un rival por el trono y por el amor de su hija, a quien pensaba convertir en su reina (Porque el incesto no existe entre los Atlantes). Clark acepta el desafío, estrena su traje de Superman y vence todo lo que le lanza Tritón y se queda con el trono y con Lori (Obviamente, consuman su amor muchas veces y Superman aprende a respirar bajo el agua).




En “Metrópolis”, el último capítulo de la historia, Superman como rey de Atlantis defiende su reino de la gente de la superficie, hasta que Lois Lane llega en un submarino que es atacado por un torpedo atlante. El hombre del mañana la rescata y queda prendado del valor y belleza de la reportera. Entonces manda Atlantis al cuerno y se muda a Metrópolis, donde estudia periodismo, crea la doble identidad y consigue trabajo en el Daily Planet. Rápidamente se convierte en el protector de su ciudad adoptiva y nace la rivalidad con Lex Luthor. El hábil Lex se las arregla para manipular al Hombre del Mañana y lanzarlo a un enfrentamiento con Batman. A pesar de sus múltiples recursos, el vigilante de Gotham poco puede hacer contra Superman, pero es rescatado de la furia del hombre de acero por la oportuna aparición de Wonder Woman, que les hace ver que están todos del mismo lado y sientan las bases de los que será la Justice League en un futuro (Así nomás, en tres viñetas…). Los tres van tras Luthor y, gracias al lazo de la verdad, logran una completa confesión de todos los crímenes que realizó. Pero además, Lex cuenta sobre la amenaza espacial de Brainiac y la supervivencia de la embotellada ciudad de Kandor en las garras del villano. Entonces, Superman manda al cuerno a Metrópolis y la Tierra y se va al espacio a rescatar a la última ciudad de Krypton (Esta vez, sin consumar su amor con Diana ni con Lois) … Y fin.
Generalmente, en estas lecturas comentadas hacemos un resumen de lo que trata la obra en cuestión, pero en esta oportunidad no hay mucho más que esto que acabamos de decir. Supongo que el hecho de haber sido spoileado (Intencionalmente) sobre la historia de antemano, hizo que el efecto defraudador menguara porque ya tenía una idea de con qué me iba a encontrar (En uno de los últimos podcasts que grabamos con Archivo de Cómics, el amigo Ted Kord hizo un comentario sobre esta obra mucho mejor que el precedente, por ejemplo). Lo primero que noto es que, para ser una historia de origen, la obra no se contiene en sí misma, hay muchas cosas que se dan por supuesto y se espera que el lector tenga las competencias necesarias para completar los huecos. Usted me dirá ¿Quién no conoce la historia de Superman? Es cierto, pero una historia que se cuenta desde el inicio no puede tener, a mi criterio, esos espacios en blanco. Por otra parte, Miller se repite demasiado a sí mismo y no a su mejor versión precisamente. Esa voz en off tan recurrente en sus historias, que tan bien funcionó en “The dark knight returns”, “300” o en algunas de las entregas de “Sin City”, aquí se vuelve casi patética. Con frases realmente ridículas dichas por personajes que se vuelven totalmente unidimensionales, llevando al extremo de la simpleza los motores, las motivaciones que los mueven, volviendo todo bastante burdo…




Por otra parte, lo que se ofrece como novedoso en la historia de Superman es su marcada tendencia a asociarse desde joven con los marginados, con los “loosers” y oponerse a quienes abusan de sus poderes. Si bien esto se ve desde el Action Cómics #1, acá Miller lo muestra desde la escuela y lo “actualiza” un poco con los estereotipos de nerds contemporáneos. Lo otro es el Clark militar que está en línea con el Superman del DKR, que era un arma al servicio de los Estados Unidos, algo que, ahora lo sabemos, aprendió desde su estancia con las fuerzas armadas… Por último, el Clark rey de Atlantis es tan novedoso como desencajado y no se condice con casi ninguna de las versiones de Superman (Ni siquiera con esta, me animaría a decir). Todo lo demás es lo que ya conocemos, presentado como un muy mal resumen… De lo más flojo que he leído de un autor al que amo incondicionalmente, y del que seguiré leyendo todo lo que haga… O sea, que hay más piedras en mi futuro.




El caso de John Romita Jr da toda la sensación de ser distinto al de Miller. No creo que JRJR haya perdido facultades, me parece en cambio que está en un lugar desde el que todo le importa nada y acepta trabajos que no lo entusiasman en absoluto y los dibuja “a la que te criaste”… (Como todo su paso por DC, digamos.) El resultado general que obtiene en esta obra es bastante inferior a lo que uno puede esperar de él. Su fuerte, al igual que en toda su carrera, está apoyado en la gran narrativa gráfica de la que es dueño, pero todo lo demás está bastante descuidado. Las facciones de los personajes se alteran de una viñeta a la otra, plantea unas perspectivas que deben quedar muy bien cuando las imagina, pero a la hora de plasmarlas en el papel quedan confusas y/o deformes, en ocasiones los cuerpos se ven desproporcionados, o cambian sus tamaños con respecto a los otros o al entorno, y ni hablemos del tamaño del emblema en el pecho de Superman… Creo que no lo dibujo del mismo tamaño nunca. La fuerte presencia que sabía darle a sus personajes (Recuerdo su Bishop o su Punisher principalmente como ejemplos), no se ve plasmada en Superman en ninguna de las viñetas de esta historieta. Sí me gustó su diseño de Lori y Atlantis y las primeras secuencias con la explosión de Krypton y el vuelo del joven Kal-El en viñetas panorámicas… Algo es algo!
Siempre decimos lo mismo con respecto a Ovni Press, pero lo repetimos. Muy buena edición, buen encuadernado y calidad de papel, correcta traducción e impresión. Ovni está editando superhéroes en un nivel que nunca habíamos tenido a nivel local.




- “Estos tipos empiezan a hacerme enojar. Ya es hora de darles su merecido.”

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