Supergirl tuvo su primera aparición en el número 252 de Action Comics (Mayo de 1959) y, si bien a partir de ahí tuvo su espacio en los distintos títulos de la “Superman Family”, además de un rol protagónico durante mucho tiempo en “Adventure Comics”, no fue sino hasta 1972 que le dieron su propio título, el que solo le duraría diez entregas. Una década después, DC vuelve a insistir con la Dama de Acero y en Julio de 1982 (Aunque figure Noviembre en la portada) sale el primer número de “The daring new adventures of Supergirl”. Este segundo volumen corrió con mejor suerte que su predecesor y se extendió a la largo de 23 entregas. Con motivo del estreno de la serie que Warner Brother le dedicó al personaje hace algunos años, DC recopiló este segundo volumen en dos hermosos libros que hemos leído recientemente y pasamos a comentar.
Todo superhéroe que se precie de tal debe tener su propia ciudad
que proteger y donde vivir aventuras en solitario, por eso mudan a Supergirl a
Chicago, donde comienza una nueva vida. Ni bien llega y bajo si identidad de
Linda Danvers, se inscribe en la Universidad “Lake Shore” donde conoce a Joan
Raymond, una muchacha desinhibida que traba amistad rápidamente con Linda, la
ayuda a anotarse en los cursos y le ofrece alquilar un departamento en el
edificio donde ella vive. Allí se introducen a la Señora Berkowitz, dueña y
casera del edificio, y John Ostrander (Si, mismo nombre que el célebre
guionista), un joven amigo de Joan con pretensiones de actor y don juan. Así,
en pocas páginas, queda establecida la nueva locación de la heroína y un
reparto de personajes secundario con quienes interactuar.
Obviamente, y coincidiendo con la llegada de Supergirl,
nuevas amenazas se desatan sobre Chicago. El primer enemigo es una muchacha con
poderes psíquicos que se hace llamar “Psi”, y que obedece las ordenes de un tal
Señor Pendergast. Este hombre convenció desde su juventud a Psi de que sus
dones son una bendición que debe usar para detener una invasión que, con la
aparición de Supergirl, creen que está comenzando. Eventualmente, Pendergast se
convertirá en Decay, un enorme monstruo de barro tipo Clayface que también
querrá arrasar la ciudad de los vientos. Una banda de supervillanos conocida
como “The Gang” (cuyos integrantes superpoderosos se llaman Kong, Brains,
Bulldozer & Ms. Mesmer), son el siguiente escollo de la vida de Linda en
Chicago. Estos villanos trabajaban para “El Concilio”, una organización
criminal que será la responsable de esta y las siguientes amenazas con las que
se medirá Supergirl y cuyo misterio la dama irá develando con el correr de los
episodios.
A lo largo de las primeras doce entregas, Supergirl embelleció el paisaje citadino de Chicago luciendo un traje con blusa azul escotada, con el símbolo de la “S” ladeado hacia la izquierda, diminuto short rojo con capa y botas haciendo juego. Pero tras pasar el primer año de publicación llega el momento de un cambio de look que la devuelva a las raíces, por lo que vuelve la pollera roja y hombros rojos sobre la remera azul que se unen con la “S” grande y centrada en el pecho. Breve encuentro con su primo, visita a los padres adoptivos y vuelta a Chicago. Avanza su relación con Philip al tiempo que descubre que este le miente y descubrimos que la señora Berkowizt es una sobreviviente de los campos de concentración nazis donde perdió a su hija. Aparece Blackstar, cara visible de un movimiento nazi que se estaba levantando en Chicago y que además tiene superpoderes. Se enfrenta a Supergirl, pero la señora Berkowitz reconoce en la villana a su hija perdida… Nada termina bien ni para Blackstar ni para su madre, que pierde a su hija por segunda vez.
Pero ya es hora de tener otro team-up y, para levantar los ánimos
después de varios números llenos de nazis y pérdidas familiares, Ambush Bug es
el indicado. Ambush se había cruzado con Superman recientemente y, cuando se
encuentra con Supergirl supone que se trata del Hombre de Acero quien, por
acción de algún enemigo, había sido transformado en mujer… Se pasa todo el
encuentro tratando a Linda como si fuera un hombre y complica toda situación
que se presenta…
Llegamos al número 17 que en su portada trae un notición,
Supergirl llegará pronto al cine! Desde la productora piden algún cambio de
aspecto que cae en las manos de José Luis García López. El look es prácticamente
el mismo que había estrenado recientemente, pero le suman una vincha roja en la
cabeza y la dorada melena de la joven se llena de rulos (Si lo googlean, van a
encontrar varias fotos de Helen Slater vestida con ese diseño, pero finalmente
lo descartan y llega a las pantallas con su traje clásico y el pelo lacio).
Como sea, acá se define el aspecto que Supergirl mantendrá hasta encontrar la muerte
un poco más adelante en las manos del Anti Monitor (En el mega clásico “Crisis
en tierras infinitas #7”: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid025seWyP8tubrBQaTgRrEsjfVqGKdCGqUyDyep7QVeZtfm3DowiGm3Ekmq6nxTGrX9l).
Rescata al Profesor Metzner de un secuestro organizado por
la mafia para evitar que publique un libro sobre el capo de la organización.
Sin descanso alguno se enfrenta a Kraken, un alien que busca vencer a Supergirl
para ser aceptado por sus dioses y acceder así al paraíso… Después tiene que
resolver el misterio detrás de la otra Supergirl, una segunda versión de la heroína
que comienza a dejarse ver por Chicago y que está relacionada con los pequeños
clones que venció tiempo atrás.
Porque Metrópolis no le resulta suficiente, Parasite visita
Chicago para complicar la vida de Linda. Por suerte Superman aparece para darle
una mano y llevarla a una celebración en su honor a la que asisten todas las
luminarias del universo DC, para celebrar un nuevo aniversario de su llegada a
la Tierra. Uniendo fuerzas con su primo, enfrentan a Kryptonite-Man que era
perseguido por una raza alienígena.
Linda se cansa de las mentiras de Philip y pone punto final
a la relación, mientras que el Profesor Metzner se transforma en un alien que
comienza a destruirlo todo. En su juventud, Metzner estableció contacto con
este extraterrestre, el que se alojó aletargado en su mente y ahora toma posesión
del cuerpo. El número 23 es el enfrentamiento entre Supergirl y el alien para
conseguir que el Profesor pueda volver a tomar posesión del cuerpo… Estamos en Mayo
de 1984, la película de Supergirl está a menos de dos meses de su estreno y,
abruptamente, el título se cancela dejando varias sub tramas inconclusas…
Paul Kupperberg es el guionista a cargo de la serie y no le da un minuto de descanso a la pobre Kara. El ritmo es vertiginoso de principio a fin, haciendo pasar a la muchacha de la sartén al fuego a cada rato. Tiene que arrancar de cero con el personaje en un nuevo entorno y, para no perder tiempo, todo el reparto de secundario los mete con calzador y son personajes funcionales apenas desarrollados, están allí para que Supergirl tenga con quien hablar, alguien a quien rescatar, a quién recurrir en momentos difíciles, etc… Con la mayoría de ellos traba amistad en dos viñetas y para la tercera parecen amigos de toda la vida. Algo similar ocurre con los villanos creados para la ocasión, salen de la galera con orígenes de lo más disparatados, podres increíbles y enseguida dan paso a las trompadas. Tal vez, aquello a lo que le dedicó un mayor desarrollo, queda inconcluso. Todo el concepto de El Concilio queda en la nada con el abrupto cierre de la colección. Si bien tiene estos detalles y se nota mucho el espíritu pre-crisis que tiene, con alienígenas a cada rato, científicos locos, transformaciones increíbles, duplicados y robots gigantes, el ritmo que Kupperberg le imprime a la serie apenas te deja pensar en ello y se hace lectura muy entretenida incluso al día de hoy.
En 22 de las 23 entregas, el legendario Carmine Infantino es
responsable del apartado gráfico. En mi juventud había leído algunos números
sueltos de esta colección dentro del título “Supermán”, tanto de la mejicana
Novaro como de la colombiana Cinco, y recuerdo cuanto me alborotaba las
hormonas la Supergirl de Infantino. La distancia hace que lo vea de otra forma,
obviamente, pero la sensualidad que le imprime al personaje es innegable. El
trazo de Infantino es ágil y dinámico, similar al de Gene Colan u Oswal. A
pesar de haber nacido en 1925 y trabajar en cómics desde la década del 40, en
esta época Infantino se mantenía en plena forma, totalmente vigente y con un
dibujo moderno y atractivo. Las puestas en página siguen siendo llamativas en
una revisión actual y la narrativa en impecable. Infantino fue un artista que supo
adaptarse a los tiempos, actualizarse constantemente y lograr resultados que
gusten a nuevas generaciones.
Solo faltó a la cita mensual en la entrega 21, pero tuvo un
reemplazo de lujo. El uruguayo Eduardo Barreto se encargó de mantener el buen
nivel gráfico del título, y lo logró sobradamente bien. Solo un par de portadas
fueron realizadas por Infantino y el resto se la repartieron artistas de la
talla de Rich Buckler, Keith Giffen, el propio Barreto, Ed Hannigan, Gil Kane,
Paris Cullins y Howard Bender.
Correcta la edición de DC Comics, que omitió incluir una historia
de complemento protagonizada por Lois Lane desarrollada en los primeros números
de Supergirl. Una lástima porque era una buena oportunidad para rescatarla y no
creo que la reediten en otra parte…
“Enviada a la Tierra cuando su hogar – un fragmento
sobreviviente de Krypton – fue destruido, la adolescente Kara obtuvo superpoderes
bajo la atmósfera terrestre! Ahora en Chicago, U.S.A., lleva la vida de la
estudiante universitaria Linda Danvers, pero cuando el peligro llama, enfrenta
la injusticia como… Supergirl.”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
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