La editorial Océano Travesía recopiló en 10 tomos todas las tiras diarias y dominicales de la célebre “Calvin & Hobbes” de Bill Watterso...

Contra monstruos y niñeras: Calvin & Hobbes “La canción del Yukón”, “¡Monstruos de otro planeta!” & “La venganza de los chicos”

La editorial Océano Travesía recopiló en 10 tomos todas las tiras diarias y dominicales de la célebre “Calvin & Hobbes” de Bill Watterson. Por esos misterios de las importaciones y restricciones, no entraron al país en orden y creo que aún no han llegado todos. Hace un tiempo comentamos algunos de ellos (Por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02vGsVLQUgndjCBE62uYXPfS9T21riEYpJ6rhgfq3nJfXmnAooGd4Mqt8jgJT3gmmZl), más tarde dimos con algún otro tomo que mencionamos en los Podcasts de “Archivo de Cómics” y, recientemente, conseguimos los libros 3, 4 y 5 (“La canción del Yukón”, “¡Monstruos de otro planeta!” & “La venganza de los chicos” respectivamente). Todavía faltan ingresar los últimos dos tomos de la colección, “El progreso científico hace Boink” y “El ataque de los monstruos mutantes de nieve”, pero no perdemos las esperanzas de llegar a completarla en algún momento. Por lo pronto, interrumpimos toda lectura que teníamos en curso para devorarnos los tres tomos mencionados los que pasamos a comentar brevemente.




Si bien las tiras y páginas que se recopilan en estos tres tomos no tienen el despliegue visual y creativo al que llagaría Watterson en los años venideros, tampoco están al nivel de las primeras entregas. Agarramos aquí a un Watterson en pleno crecimiento, que tiene una notable diferencia en la calidad de su trabajo en el tomo 3 comparado con el tomo 5, siempre jugando con las posibilidades que le ofrece el formato, tanto el diario como el dominical (Donde tenía el triple de espacio que el resto de la semana), todavía expandiendo el imaginario por el que se mueve Calvin y probando algunos personajes nuevos.  Por ejemplo, hace su primera y única aparición el Tío Max, hermano del padre de Calvin. Sin embargo, Watterson lo descartó porque no obtuvo con el personaje el rédito que esperaba. Era complicada la relación con los padres de Calvin porque nunca tuvieron nombres, solo se los conoce como mamá y papá. Por otra parte, el vínculo con el niño tampoco generó grandes tiras, por lo que el Tío Max cayó en el olvido por casi el resto de la tira. Algo similar ocurre con Estupendo Man, el alter ego superheroico de Calvin, del que Watterson hace poco uso porque no le inspiraba muchas historias. Sin embargo, y a diferencia del Tío Max, las tiras en las que aparece Estupendo Man son extremadamente divertidas y el ingenio de Calvin para hacerlo aparecer es notable.


Y después tenemos muchas de las historias que se volvieron clásicos durante los 10 años que duró la publicación de Calvin & Hobbes, las peleas con Susie Derkins, vecina y compañera de clases de Calvin, las obligaciones que le impone el padre para “forjar el carácter”, las travesuras del pequeño en la casa que vuelven loca a su madre, las constantes visitas al director cuando colma la paciencia de su maestra (Lo que ocurre muy a menudo), las fantasías de Calvin para enfrentar la realidad, las que generalmente se revelan en la última viñeta, las recepciones que Hobbes le hace al llegar de la escuela, los paseos en trineo o carrito, los imaginativos muñecos de nieve que arma Calvin, las tortuosas vacaciones que organiza el padre, las aventuras del Comandante Spiff, el aventurero espacial en que se convierte Calvin, las legiones de monstruos que habitan debajo de la cama del niño, lo pesado de levantarse cada mañana para ir al colegio sin ganas, la pasión que tiene por lo cómics, la tele y los dinosaurios, las guerras de bolas de nieve en invierno y de globos de agua en verano, la resistencia que pone a tomar un baño, la reticencia de Calvin a salir sonriendo en una fotografía, las respuestas tramposas con que el padre enfrenta las inquietudes del muchacho, las golpizas que recibe de Moe, el abusón de la clase, la enorme variedad de pensamientos del niño, que develan profundas reflexionas -a veces muy alejadas de las posibilidades de un chico de seis años-, un enorme ego y una generosa imaginación, las observaciones y respuestas sarcásticas de Hobbes, los veranos interminables corriendo por los bosques que se extienden detrás de la casa de Calvin y la única e inigualable amistad que une a Calvin y Hobbes, una amistad de la que solo pudimos atestiguar 10 años, pero que se volvió eterna e imperecedera.




 

Bill Watterson demostró que una Historieta puede prescindir de la comercialización inescrupulosa y el merchandising ilimitado para sobrevivir y perdurar, algo que quienes leemos, por ejemplo, Historieta argentina damos por sentado, pero que en el mercado yanqui es una rareza. Para ellos cualquier cosa medianamente popular es pasible de explotarse comercialmente hasta límites insospechados. Watterson rechazó onerosos contratos para hacer juguetes, series animadas, ropa, golosinas, útiles escolares y demás artículos solo para proteger su creación, mantenerla bajo la órbita de su propio control y también defender la Historieta como medio autónomo e independiente, capaz de prosperar sin depender de accesorios que lo decoren. Calvin & Hobbes dejó de publicarse hace casi treinta años y aún se continúa editando, sigue incorporando nuevos seguidores, pasa de generación en generación y es parte de la cultura popular, solo con las viñetas. Después del 31 de diciembre de 1995, cuando se publicó la última página de la serie, Watterson se retiró de la vida pública, casi no volvió a dar entrevistas, no asiste a convenciones, no brinda charlas y no publicó otros trabajos. Esta actitud también va de la mano con la negativa a licenciar sus personajes, asegurando así que no es necesario tener el libro firmado, ni al autor explicando si el tigre está vivo o es imaginación de Calvin, ni qué quiso decir en cada una de las tiras. Todo lo que el lector necesita para disfrutar de la obra, está contenido en la propia obra. Así lo imaginó, así lo ejecutó y así lo sostuvo toda su vida un autor brillante, idealista y que ama al medio como casi ningún otro de sus pares.

 


Para todos aquellos que, a pesar de lo expresado anteriormente, nos quedamos con ganas de más al leer Calvin & Hobbes, tenemos la buena noticia de que Watterson volverá a publicar este año. Para el mes de Octubre se espera la salida de “Los Misterios”, y según lo que comentan desde “Simon & Schuster”, el sello que responsable del libro, se trata de una fábula para adultos con textos a cargo de Watterson y dibujos realizados en colaboración con John Kascht. Habrá que esperar para ver que se traen entre manos…




  “A veces pienso que la verdadera señal de que hay vida inteligente en otro lugar del universo es que nadie ha tratado de contactarnos.”

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