Leímos recientemente “Cobalto”, obra de Pablo De Santis al guion y dibujos del extraordinario Juan Sáenz Valiente. Fue publicada por “Hotel de las ideas” y, a pesar de que soy fana de Valiente (Ya comentamos varias de sus obras por acá como “Juan Sáenz Valiente: El cómics”: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid025T2vdeR5PEVbKySu77mGR4G5KEZDuMLba3Ma32jkPWQ77o1iuNw2s84MAoEqPVfxl; sus fanzines reunidos en libro bajo el título “Conjuntivitis”: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid0nJ8VHLnDwQJC43hK8J7QEfzRkrvtJSngiXi7ksLm18vaeHqjiw3QbZ68BZi32jyhl; su ópera prima realizada en colaboración con el legendario Carlos Trillo llamada “Sarna”: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02vR3TuFwMUT5RduQT7vLsXrrBVfvBgDXCatyYDFEPSY3zQGabnB4QEmL5wHtruYGTl, o “La Sudestada” que recomendamos sobre el final del podcast #50 de Archivo de Cómics, y que hasta el momento es su mejor obra a mi criterio.), esta Historieta me había sido esquiva. Sin embargo, esta situación se revirtió gracias a la generosidad del amigo Ted Kord, quien me la regaló en la última Crack Bang Boom! en que coincidimos (De donde la obtuvo él y bajo qué circunstancias, es un secreto que quedará encerrado bajo cuatro llaves por siempre). La leímos recientemente y, como es costumbre, pasamos a hacer el comentario de rigor.
Cobalto es un hombre entrado en años y dueño de un físico
tan voluminoso como musculoso. Es boticario en la farmacia de su ciudad, la
cual es habitada por personas mayores de edad, de la que la juventud escapa.
Una ciudad que se ha vuelto oscura y abandonada con el paso del tiempo. Una
noche de regreso a casa, es abordado por unos delincuentes a los que despacha
con notable solvencia. Al día siguiente, se presenta en su farmacia el señor
Cobre, quien le avisa que debe volver al servicio. Resulta que Cobalto fue una
especie de agente secreto en su juventud, el más efectivo entre sus pares, y
había sido licenciado años atrás por su jefe, el Señor Zinc. Ahora debe volver
al servicio contra su voluntad. Cobre lo pone al corriente de la situación.
Debe llevar adelante una lucha contra la oscuridad que está envolviendo la
ciudad la que, lejos de ser un hecho natural, es causada por el accionar de
cuatro sujetos inmortales a los que deberá eliminar. Llegaron a la inmortalidad
gracias a un descubrimiento hecho por el Doctor Jarman, quien descubrió una
especie de alga que, como si de un simbionte se tratara, se extiende por el
cuerpo anfitrión y le da una longevidad extrema.
Uno a uno, Cobalto los ira enfrentando buscando cumplir con
su deber, entender bien qué es lo que sucede y, por supuesto, sobrevivir a cada
una de los choques, para lo que deberá recurrir a todas las herramientas que la
experiencia y una innata habilidad para la tarea le han otorgado…
Destacan cada uno de los villanos a los que Cobalto tiene
que enfrentar y las locaciones de esta extraña ciudad donde montaron guarida. De
Santis pone muy buenos diálogos y, aunque algo escueto por la extensión de la
obra, se establece claramente el mundo de Cobalto y su relación con el resto de
los personajes que lo circundan.
Pero el que se lleva todas las palmas es Juan Sáenz Valiente
que hace todo bien. El diseño de los personajes es excelente, con un estilo
caricaturesco y exagerado que logra darnos una idea exacta de quién y cómo es
cada personaje con solo ver la fisonomía y la expresión corporal que les
otorga. Pero, a pesar de contar mucho desde el diseño, lo hace economizando los
recursos, simplificando las líneas, sin cargar demasiado las viñetas y
plantando en página un estilo efectivo y bellísimo. Las puestas en páginas, los
enfoques, las expresiones y la narrativa son perfectas por donde se las mire.
También es muy interesante el trabajo que hace con el color, utilizando solo cuatro
(Azul, rosa, morado y sepia) en tonalidades opacas, a los que emplea de a pares
por escena combinándolos con el blanco y negro (Una escena en azul y rosa, otra
en morado y sepia, etc.). Con el color también completa los dibujos. Por
ejemplo, pone árboles en algunos fondos directamente con el color, algunas
rejas, partes de los cuerpos, vestuario, etc. Un trabajo redondo de un artista
por quien tengo fascinación.
El libro se complementa con tres historias cortas de la
misma dupla en las que se puede ver la versatilidad de ambos autores. De Santis
propone situaciones muy creativas, a las que desarrolla bien en el espacio
reducido, y notablemente distintas entre si (Un auto desde el que se puede ver
gente muerta, un escritor de policiales que escribe exhibido en una vidriera o
una lapicera que solo permite escribir historias tristes). Mientras que en las
páginas de cada una de estas historias se puede ver la facilidad que tiene
Sáenz Valiente para cambiar de estilos y técnicas, pero manteniendo siempre la
misma calidad.
Como todo el catálogo de “Hotel de las Ideas” (Así como el
del resto de las editoriales chicas del país), esta obra se puede conseguir con
facilidad y a un precio accesible, por lo que la recomendamos efusivamente.
“Los problemas de la juventud sin las energías de la
juventud.”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
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