Dentro de este último caso se encuentra el libro “Capitán América en la Tierra Salvaje”, editado en el 2001 y que recopila los números 28 al 32 del tercer volumen de “Captain America”. Los guiones están a cargo del cumplidor Dan Jurgens, quien en Marvel trabajo más como escritor que como dibujante, mientras que el arte es obra de Andy Kubert. Por las razones antes enunciadas, no puede tomarse este tomo como una aventura autoconclusiva y aislada ya que hace referencias a hechos que sucedieron en los números previos a la vez que se desarrollan subtramas que se resolverán en los números siguientes al final de este libro. De todos modos, no es nada tan fundamental que impida leer y disfrutar la historieta.
Steve Rogers ha recuperado su escudo (El original fue destruido y por un tiempo estuvo utilizando el triangular y luego uno de energía) y se encuentra con tiempo libre, por lo que decide reflotar la relación sentimental con la abogada Connie Ferrari. La reunión con Connie en su estudio es interrumpida por el Coronel Fury, quien viene a solicitar ayuda al Capitán.
Sharon Carter se extravío en la Antártida y como de momento no es una Agente de Shield activa, Fury no puede enviar una misión de rescate. Por este motivo, le da al Capitán una nave con las coordenadas del lugar donde se estrelló la nave de Sharon.
Sin perder tiempo, la gloria viviente de la segunda guerra mundial parte hacía su destino y, en la ladera de una montaña encuentra la nave accidentada. Desciende y explora sin encontrar rastros de Sharon. La nave pierde estabilidad y cae con el Capitán a cuestas hasta llegar a la Tierra Salvaje.
Apenas alcanza a ponerse en pie, cuando el “Cabeza alada” es atacado por una horda de hombres dinosaurios. Lo superan en número, pero de pronto llega la ayuda del joven Matthew Plunder, primer hijo de Ka-Zar y Shanna. El Capitán se sorprende por que hace solo unos meses que nació el pequeño Matthew y ya es un adulto, pero peor aún es ver a sus padres vueltos un par de ancianos moribundos. Ka-Zar recibe al Capitán desde su lecho, donde le cuenta lo sucedido. Un hombre llamado Stox, llegó a la Tierra Salvaje capturando a toda la tribu de Ka-Zar y experimentando genéticamente con ellos. En el caso de su familia todos envejecieron, mientras que el resto de la tribu mutó en los hombres dinosaurios que acaban de enfrentar. Tras contar esto, Ka-Zar muere. Steve y Matthew van a la guarida de Stox para acabar con sus planes, pero son capturados y encerrados junto a Sharon. El Capitán América descubre la verdadera identidad de Stox que no es otra que la del Conde Nefaria (Antiguo enemigo de los Vengadores, poseedor de increíbles poderes artificiales anteriormente, pero que en la actualidad había perdido y solo poseía la manipulación de energía iónica). Los experimentos del Conde tenían como objetivos crear una especie de la que pudiera absorber energía para alimentar su poder iónico.
Sharon llegó a la Tierra Salvaje guiada por un dinosaurio parlante y rosado llamado Barney (JA!), fruto de los experimentos de Nefaria, quien logró fugarse en busca de ayuda dando con la dama en Turquía (Aparentemente viajaba rápido el dino…). El capitán se escapa de su celda, libera a sus aliados y pone fin a los planes del villano. Matthew sigue envejeciendo velozmente y, tras el fin de la batalla, muere.
Steve y Sharon encuentran a toda la tribu de Ka-Zar encerrados en animación suspendida y los liberan. Ka-Zar le cuenta que les habían extraído ADN para crear y experimentar sobre clones teniéndolos a ellos encerrados como fuente de materia prima (Los Ka-Zar y Matthew que fallecieron, en realidad eran clones).
Mientras tanto IMA (Ideas Mecánicas de Avanzada) descubre el cuerpo inerte de quien probara la primera versión del suero del supersoldado. En este caso, el suero había incrementado la fuerza y resistencia del sujeto al igual que como hiciera con Steve Rogers, pero llevó al voluntario a la muerte. Sin embargo, IMA consigue revivirlo, lo bautiza como “El Protocida” y lo lanza en busca del Capitán América (Plot que se resuelve en los números posteriores a los que contiene este libro)
Toda esta aventura abarca los números 28 al 31, pero ¿Qué pasa con el 32??? Esa fue una muy grata sorpresa. El último número es una historieta auto conclusiva, con un buen guion de Jurgens (No muy original, pero si efectivo) y extraordinariamente dibujado por Jerry Ordway! Dos nombres muy relacionados con el Superman post crisis aúnan fuerzas en este número de Capitán América para contar el último día de vida de un ex combatiente de la segunda guerra mundial, quien formó una frondosa familia compuesta por hijos, nietos y bisnietos. En una reunió familiar, junta a todos los niños alrededor del sillón para contarles la historia de como el Capitán América salvó su vida de los nazis. Historia que toda la familia está cansada de oír, pero que es nueva para los más pequeños. Lamentablemente, al terminar de contar la historia sufre un infarto y es hospitalizado. Unos de sus nietos es agente de Shield y le pide al Capitán que visite a su abuelo antes de morir y este acepta honrado.
A pesar de que la historia no es una obra maestra ni un faro de originalidad, es muy entretenida y está muy bien llevada por el experimentado Jurgens que, si bien no la rompe generalmente como guionista ni como dibujante, siempre es cumplidor y suele obtener buenos resultados.
Soy fan del lápiz de la familia Kubert, principalmente de Joe, pero también me gusta mucho el arte de sus hijos. En este caso Andy hace un buen trabajo con tintes noventosos, poses exageradas, anatomías imposibles, mucha espectacularidad, bocas gritando, mujeres esbeltas y bastantes splash pages. Andy Kubert suele mantener siempre el mismo nivel, nunca lo vi dibujar a medio pelo ni lograr resultados muy por encima del de esta obra. De tener que elegir uno de sus trabajos, me quedo con “Origin”, pero aquí logra un resultado muy satisfactorio, tal como nos tiene acostumbrados.
La frutilla del postre es el número dibujado por Ordway, de quien no voy a opinar demasiado porque me gusta todo lo que hace. Es de esos dibujantes a los que, con solo ver unas cuantas líneas dibujadas por él, se lo distingue enseguida. Dibujante con sello propio. Groso Jerry!!!
“¿Cuándo aprenderán… que no deben nunca… nunca… dejarme mi escudo?”
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