Esta es la historia del teniente Lucho Lasabbia. Un oficial de policía corrupto hasta la médula, de elegante apariencia y metido en todas y cada una de las tranzas en las que un cana bien sucio se puede llegar a meter. Tiene la particularidad de que todo el tiempo se está rascando distintas partes del cuerpo, desde que se despierta hasta que se duerme rasca que te rasca, y si no se está rascando, se está olfateando los dedos con los que se acaba de rascar. Por este motivo se ganó el apodo de “Sarna”, aunque nadie se anima a decírselo directamente.
Por si esto fuera poco, Lucho tiene un pasado turbio, muy cercano a las fuerzas armadas responsables de los últimos gobiernos de facto en Argentina y cuenta con varios asesinatos y muchas torturas en su haber, además de haberse apropiado de la hija adolescente de una familia a la que torturó y mató. A esta pobre muchacha llamada Sofía, la hizo adicta a la heroína y solo él le suministra las dosis a su antojo, la usa como esclava sexual y la mantiene bajo la vigilancia de una matrona coaccionada, quien le permite esporádicas salidas. Cada vez que es necesario, la utiliza para sus trabajos sucios.
La historieta comienza cuando Lucho se entera de que el abogado Sebastián Ferrer, famoso por haber puesto en prisión a algún que otro policía corrupto, lo está investigando para exponerlo a la opinión pública y que ya cuenta con algunas pruebas que pueden incriminarlo.
“Sarna” tiene asignado el caso del “Asesino de las putas” (Un loco que mata prostitutas, aunque nunca son aquellas a las que Lucho les cobra una “comisión”, sino las que responden a otros policías), pero lo deja momentáneamente de lado para dedicarse a ensuciar la reputación del abogado Ferrer con el fin de que desista en la investigación que lleva adelante.
Hará uso de todos los recursos de que dispone, apretando a toda la gente que sea necesaria para conseguir información sobre el abogado que lo ayude a desacreditarlo. Descubre que es un alcohólico rehabilitado gracias a la ayuda de su esposa, por lo que el primer paso es lograr que se separen.
Con un montaje llevado a cabo entre un chorro, una prostituta, un comisario y él mismo, consigue hacer creer a Milagros (La esposa del abogado) que este le es infiel. Al separarse, Ferrer vuelve a caer en la bebida. Al poco tiempo mata al asesino de las putas, que era un tipo al que había descubierto tiempo atrás y a quien dejó seguir asesinando con la condición de que no toque a sus prostitutas.
Con la pérdida de reputación del abogado más su reciente exposición en los medios como el héroe que detuvo al asesino, Sarna no solo sale bien parado de la situación, sino que consigue acercarse a la ex esposa de Ferrer (Que es una hermosa mujer).
Finalmente, el abogado Ferrer pierde la vida al ser atropellado por un colectivo mientras cruzaba ebrio la calle… Casualmente, el colectivo era conducido por la pobre Sofía…
La historia transcurre evidentemente en Capital Federal, aunque no se sabe en qué parte porque dicen que están en la localidad de “Santa”. También con la ciudad el artista se luce y logra que las calles, los vehículos, los edificios y los bares nos sean perfectamente reconocibles aunque los represente con líneas inestables y curvas que forman extrañas perspectivas. Tiene un gran nivel de detalle y en algunas pocas viñetas, me dio la sensación de que había una composición entre dibujo y fotografía en los fondos de la ciudad.
El estilo exagerado y caricaturesco que elige para el diseño de los personajes le permite una amplia variedad de cuerpos y rostros todos muy distintos y a la vez reconocibles, al tiempo que se complementa a la perfección con el tono y las necesidades del guion.
Un artista que a lo largo de su corta carrera ha demostrado tener una gran variedad de registros con los que trabajar (Comparando esta obra con “Cobalto” o “La Sudestada” por ejemplo, se podría decir que son tres artistas distintos), y en todos ellos siempre obtiene excelentes resultados.
Carlos Trillo logra con este guion una pequeña obra maestra. El ritmo es intenso, una vez que se empieza a leer no se puede largar hasta el final. El protagonista es un ser absolutamente despreciable, de lo peor que el género humano puede llegar a producir, y a pesar de esto el autor logra que nos identifiquemos con él y estemos todo el tiempo haciendo fuerza para que pueda arruinar al abogado y salirse una vez más con la suya.
Lucho se rasca a pesar de que no tiene ninguna enfermedad ni afección en la piel, ¿por qué se rasca entonces…? El autor introduce este tic en el personaje como una metáfora que queda a libre albedrío del lector para traducir… Habrá tantas interpretaciones como lectores seguramente, yo creo que se rasca porque está podrido, porque está lleno de mierda, porque es una basura que abusa del poder, que se confabula con lo peor de las autoridades y el poder político y toda esa carga inmunda se manifiesta en la comezón…
Soy fan de Trillo y me gusta todo lo que hizo, pero en algunas obras puntuales (costumbristas generalmente), los diálogos me resultan un poco forzados o alejados de una charla real (Probablemente por faltas de competencias mías como lector, ya que todo el mundo coincide en que los diálogos eran uno de los muchos puntos fuertes de Trillo), pero en esta historieta cada palabra cierra perfecto con la situación y define claramente la personalidad e intenciones de cada personaje.
Son muchos los motivos por los Trillo logró enamorarme con su pluma, pero con este libro sume un motivo más. La obra de Carlos Trillo ha recorrido el mundo y la puede disfrutar cualquier lector en cualquier lugar del planeta, pero genera una complicidad especial con el lector argentino que no creo que pueda llegar a notar un francés, un yanqui o un italiano. Esta obra está atravesada por la historia Argentina, en ella aparecen el proceso, las madres de plaza de Mayo, Aldo Rico y la eterna corrupción a la que nos vemos sometidos en casi todos los estratos sociales… Entender a fondo esta obra, es entender el devenir del país, su historia y sus complicaciones… Entender, padecer y amar la Argentina así como la amaba Trillo. Prócer de la historieta Argentina!
“Lucho Lasabbia tienen pasado negro y un tic lo acompaña día y noche: Lucho Lassabia se rasca”
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