El libro comienza con un número autoconclusivo que reúne a Wolverine, el Capitán América & Black Widow y se narra en dos líneas temporales distintas. Una en el presente y otra en un encuentro que los tres héroes tuvieron en el año 1941 (Se entiende de Logan y Steve pero, aunque en 1941 era una niña ¿Cuántos años tiene Natasha???!!).
El resto de los números cuentan dos líneas argumentales que se narran en paralelo. La primera lleva a una Rogue sin poderes y perseguida por una furiosa y vengativa Miss Marvel hasta la Tierra Salvaje, donde recibirá la ayuda de Magneto para librarse de Carol y recuperar de a poco sus poderes. Mientras esto sucede, la dupla hará equipo con Ka-Zar, Zabú, Nick Fury y varios agentes de Shield para enfrentar a Zaladane, una mutante que está absorbiendo toda la energía magnética de la Tierra (Incluso la del Amo del Magnetismo) y que sueña con apoderarse del globo. El equipo de Rogue tendrá que superar sus diferencias, para poder enfrentar y vencer a Zaladane y un verdadero ejército de mutantes que la acompañan.
Es en estos números donde se establece esa relación tan cercana entre Rogue y Magneto, que será referenciada y explotada en los años venideros por los autores que sucedieron a Claremont.
En la otra línea argumental acompañamos a un equipo X-MEN formado por Wolverine, Psylocke, Jubilee, Gambit, Forge, Storm & Banshee hasta el Imperio Shi´Ar. Son llevados allí por la mutante teletransportadora Lila Cheney, a pedido de Ave de Muerte (Deathbird), que en ese momento era Emperatriz del Imperio, para que los hijos del átomo la ayuden a matar a… Charles Xavier!!
El primer reflejo de los X-MEN es batallar contra Ave de Muerte y acaban en medio de una lucha entre la Guardia Shi´Ar y los Starjammers. Derrotan a Ave de Muerte, devuelven el trono a Lilandra y se reencuentran con el Profesor Xavier, quien estaba vagando por el espacio con su amada consorte real desde hacía mucho tiempo.
En medio de las celebraciones por la recién obtenida victoria, algunos X-MEN desaparecen y los restantes comienzan a sospechar que algo no anda bien… Todo se complica un poco cuando Wolverine mata a Xavier. Los X-MEN restantes escapan de palacio junto con Lila y Ave de Muerte, quien les revela que Lilandra y Xavier habían destruido una civilización entera en su lucha por conseguir el trono nuevamente.
Finalmente descubren que algunos Skrulls (La raza de aliens cambia formas, célebre dentro del Universo Marvel), había secuestrado y reemplazado a muchos mutantes y, por medio de una máquina, podían imitar los poderes de quienes secuestraron junto con su apariencia. Batalla mediante, los X-Men derrotan a los Skrulls, liberan a Xavier y el resto para poder así, volver a la Tierra y todos contentos!
Para cuando Chris Claremont escribe estas historias, ya tenía a cuestas más de 15 años al frente de Uncanny X-Men y algunos de sus títulos satélite, pero le quedaba poco por delante. El principal problema que puede encontrar el lector que no esté muy empapado con el larguísimo run de Claremont, es que estas historias ni empiezan ni terminan en este tomo. Constantemente se relacionan con hechos precedentes y nos encontramos con situaciones que no se explican aquí (Porqué Rouge no tiene poderes?, Porqué la persigue Miss Marvel?, Que hacía Xavier en el espacio?, Quienes son los Shi´Ar, los Starjammer, La Guarida Imperial, etc?). Este tomo se editó con esta selección de números, únicamente para aprovechar las enormes ventas que la creciente fama de Jim Lee supondría (Que no deben haber sido tales, ya que el tomo se sigue consiguiendo en todos lados y bastante barato).
De todos modos, aquello que hizo inolvidable el paso de Claremont por la franquicia mutante está aquí. Grandes sagas espaciales, diálogos grandilocuentes, batallas memorables, escenarios únicos, buen desarrollo de personajes y las relaciones entre ellos, etc. Por otra parte y fiel a su historia, se nota como escribe las historietas para el lucimiento de su partenaire. Claremont siempre tuvo una estrecha relación con sus dibujantes, los hizo partícipes de las historias e indagó en los gustos, preferencias y curiosidades de ellos para escribir de modo tal que se sientan cómodos y puedan lucirse.
Todo lo que Claremont hizo con y por los mutantes, es único e irrepetible. Los llevó desde el fondo del pozo hasta la cima más alta a la que puede llegar un título de superhéroes! Un Maestro absoluto.
Antes de estos números Jim Lee había sido suplente esporádicamente en el título. Su estilo gustó tanto que, por clamor popular, se volvió el dibujante fijo de la serie al tiempo que su fama ascendía a un ritmo inusitado. Esto hizo que su paso por el título sea breve y que Marvel le diera vía libre para liderar una nueva cabecera mutante llamada simplemente “X-MEN” (Donde también estaría poco tiempo ya que partiría a fundar Image con McFarlane, Liefeld y compañía).
Lee cambia completamente el estilo de la revista con puestas en páginas novedosas, uso y abuso de las splash pages y páginas dobles, muchas líneas cinéticas, ceños fruncidos y puños apretados, mujeres exuberantes y de piernas infinitas, nuevos vestuarios bien noventosos, etc… Cambia todo, redefine todo y marcaría un rumbo que sería imitado durante mucho tiempo en este y otros cómics de la época. Amado y odiado por igual, el paso de Lee, si bien ni cerca de ser tan relevante como el de Claremont, también dejó una marca en los mutantes que no se olvidará tan fácilmente…
- “Es esa la clase de hombre que has elegido ser, Magento? Creí que habías aprendido que los medios importan tanto como los fines…”
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