Hace pocos años en alguna expo (Que recuerdos!!!), me cruce con dos tomos llamados “Jupiter´s Legacy” que llamaron mi atención, primero porque estaban escritos por Mark Millar y me encanta como escribe, segundo porque estaban dibujados por Frank Quitely y me fascina como dibuja, y tercero porque eran de edición nacional de la mano de Utopía Editorial. Así que me los lleve sin pensar demasiado… Hace pocos días vi el trailer de la serie que realizó Netflix basada en esta historieta y me llamó la atención no recordar nada de esta obra. Lógico, no recordaba nada porque no la había leído… Ambos tomos cayeron en la pila de pendientes y en el más ingrato de los olvidos. Por lo tanto, nos apresuramos a remediar tal error leyendo ambos tomos, los que van a ser comentados a continuación!
Durante la crisis económica yanqui de los años 30, y merced de una isla misteriosa, nace la primera generación de superhéroes de la Tierra. El más importante de todos ellos es The Utopian (Sheldon Sampson), que guía al resto (Entre los que se encuentran su hermano Walter -AKA Brainwave- y su prometida Grace -AKA Lady Liberty-) en su rol de servidores de la humanidad.
Conforme pasan los años la población con poderes aumenta, por los hijos que van teniendo y porque pareciera ser que algunos pueden transmitir poderes a humanos normales por vía sexual. Por supuesto, no todos quieren ser héroes, algunos no hacen nada con sus poderes y otros se transforman en villanos. Utopian forma una familia cuyos hijos, Chloe y Brandon, prefieren la vida cómoda, los contratos suculentos y las mieles de la fama antes que la vida batallando con trajes ajustados; al tiempo que Walter cree que la visión romántica que Sheldon tiene del rol superheroico hace que su accionar en el mundo esté limitado. Él quiere tomar un rol más activo, involucrándose en los gobiernos, la economía, los recursos, etc…
Como Utopian es un impedimento para lograr sus fines, buscará ayuda en el resentimiento que Brandon tiene hacia su padre, para traicionar a la familia y sacarlos del camino. Sólo Chloe consigue escapar y esconderse en el anonimato donde, junto a su pareja Hutch Hutchence (hijo de un supervillano que no heredó poderes, pero que tiene un cetro mágico regalo de su padre), criaran a su hijo Jason, enseñándole a ocultar sus poderes y pasar desapercibido.
Walter y Brandon pasan al frente tomando el control de Norteamérica e intentando expandirlo. Si los superhéroes no están a su favor, automáticamente son considerados enemigos, perseguidos y encerrados en una prisión especial con el resto de los supervillanos.
Jason, que es increíblemente poderoso y tiene una fascinación por la leyenda de sus abuelos, crea una identidad superheroica a espaldas de sus padres y ayuda a los necesitados sin que nadie lo note. Pero a la larga es descubierto y la clandestinidad de su familia se termina. Al verse amenazados, Chloe, Hutch & Jason intentarán reunir a cualquier héroe disidente o supervillano para hacer frente a Brandon y su ejército de superhombres, buscando devolver al hombre ordinario los designios de su porvenir…
La historia es interesante y atrapante desde el comienzo. En pocas páginas, Millar crea toda una genealogía superheroica presentando a los principales personajes, sus hijos y entorno y estableciendo rápidamente y de forma clara los vínculos entre ellos. Evidentemente es muy hábil en este sentido, porque con pocos diálogos entre personajes enseguida el lector infiere todo el trasfondo que tiene la relación en cuestión, ya sea la de padres e hijos, la de Utopian con su hermano, la de Walter con Brandon, la de Chloe con Hutch, etc… El primer paralelismo que se puede trazar es el de Utopian y Lady Liberty con Superman y Wonder Woman. De hecho, supongo que el único motivo por el que esta historia no se contó con personajes DC, es el de conservar la propiedad intelectual y los derechos para la adaptación de Netflix (Con quien Millar tiene un acuerdo para adaptar varias de sus obras). Al igual que Clark y Diana, Sheldon y Grace se erigen como los primeros superhéroes y, como aquellos en sus tiempos primordiales, están planteados de manera unidimensional, viendo todo en blanco y negro. No hay grises para Utopian, no hay dudas, solo están el bien y el mal perfectamente establecidos. Y esto no me pareció una simplificación del autor, sino más bien un refuerzo del paralelismo mencionado, el que puede extenderse también a Walter con sus objetivos claros y directos. El resto de los personajes principales nos pueden resultar más cercanos porque atraviesan dudas, desconcierto, inseguridades, errores, ausencias, dolores y todas esas sensaciones tan mundanas que nos inundan siempre…
Otro tema interesante planteado por Millar es el alcance de la actividad de los superhéroes. Siempre me pregunté por qué los héroes limitan su accionar teniendo tanto poder a su disposición, por qué siempre atacan al ladri de turno y nunca al empresario explotador, al político corrupto, por qué no detienen guerras, por qué toleran la muerte de cientos de inocentes por los intereses económicos de las potencias, etc… (Siempre hablando en líneas generales, porque sabemos que hay varias y buenas excepciones). Aquí se plantean estas líneas de acción, aunque me dio la sensación de que no va a fondo con las consecuencias y se centra más en los conflictos entre superhéroes, principalmente entre héroes familiares.
Todo se narra en dos líneas temporales, la del presente, con foco en los hijos y la del pasado, cuando Sheldon y compañía viajaron a la isla misteriosa y volvieron con poderes. De a poco va develando los orígenes secretos al tiempo que desenvuelve los conflictos actuales, todo con la sobrada calidad que un guionista con tanto talento y recursos como Mark Millar tiene a su disposición.
A Frank Quitely lo amo. Me encantó desde que los conocí en New X-Men y su All Star Superman está entre mis historietas favoritas por siempre jamás. Ese estilo tan definido y único que tiene me vuela la cabeza. Las expresiones, los gestos, las arrugas de la piel, esos personajes andróginos que mete siempre, como dibuja los trajes de superhéroes, con pliegues y grosor, etc. En esta historieta la rompe de verdad. Fiel a su estilo, prescinde del uso de onomatopeyas o líneas cinéticas y toda la expresividad está puesta en el movimiento que le da a las figuras y las reacciones que producen en el entorno. Es sensacional como los poderes de los héroes afectan a las personas cercanas, un golpe fuerte los tira al piso, un aterrizaje los sacude, un grito sónico desacomoda todo y así. El impacto de los poderes descargados en los adversarios también lo muestra de forma única e impresionante, con consecuencias bastante dolorosas a veces. Como siempre, es un maestro en las puestas en páginas, el manejo de la iluminación, la variedad de enfoques y la narrativa. Esa amplia genealogía que mencionamos anteriormente creada por Millar cobra vida en la enorme cantidad de diseños que hace Quitely, donde vemos spandex, armaduras, componentes mecánicos, máscaras, bandanas, mallas, aletas, de todo. Un gran trabajo de un extraordinario artista.
La edición de Utopía es muy buena, con el ya clásico formato reducido de las editoriales locales, pero con buena calidad de papel e impresión y, en esta oportunidad, bien encuadernados (Porque varios de los libros de The Boys se me han deshojado como si de un Prestige de Zinco se tratase…). Los tomos se publicaron con dos años de diferencia entre uno y otro, lo que ya es marca registrada de Utopia, que recién ahora está terminando The Boys y tiene colgadas hace mucho tiempo series como Black Science o Last Man. Por suerte, a pesar de tener varias puntas abiertas por las que se podría continuar, estos dos tomos contienen todo lo publicado hasta la fecha. Recomendado!
- “Lo siento ma, pero no puedo dar un paso al costado si la gente necesita mi ayuda… Tengo mucho de mi abuelo en mí.”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
0 coment�rios: