Me perdí la oportunidad de leer la obra original en mi juventud. En primer año de secundaria nos mandaron a leer “El principito” y responder un cuestionario al respecto. Como era una tarea domiciliaria y en ese entonces prefería gastar mis horas leyendo historietas (Como en la actualidad, bah…), le pedí a mi santa madre que la leyera y respondiera las preguntas… Obtuve una muy buena nota gracias a ella, pero no leí tan excelente obra… Sin embargo, siendo ya un adulto que trabajaba en una librería, tuve la chance de redimir tal error durante una tarde en que nadie quería comprar libros… Y quedé shockeado… La novela me desarmó por completo y tuve que ocultarme de los clientes que estaban mirando libros en el local para que no me vieran llorar (Si, así de nabo soy…). No nos vamos a extender mucho más al respecto, la novela original es excelente, altamente poética, con profundo contenido humano, escrita como los dioses y debería ser una lectura obligada para todo el mundo…
Por si queda algún desprevenido, es la historia de un muchacho con una frondosa imaginación que se decepciona al ver que nadie interpreta su dibujo (La famosa serpiente con un elefante en su interior a la que todo el mundo ve como un sombrero). Al crecer se dedica a la aviación, y en un vuelo se ve forzado a hacer un aterrizaje de emergencia en el medio del desierto. Allí conocerá a un pequeño niño al que llamará “El Principito” y quien le contará la travesía que vivió desde su pequeño asteroide hasta la tierra. A través de sus anécdotas, volvemos a ver y analizar el mundo con la franqueza, simpleza e ingenuidad propia de los niños, pero también con todo el amor y profundidad que esa mirada joven conlleva.
El niño viaja por el espacio enganchándose de cometas, pero como la Tierra es tan grande no puede acceder a ninguno de ellos para volver a surcar el cosmos. Sin embargo, al poco tiempo de haber llegado a nuestro planeta conoció a una serpiente que le prometió ayuda si es que cumplía un año estancado en el planeta…
La adaptación que hace Worltey cumple en llevar a la historieta todos los pasajes relevantes de la novela original, como así también la profundidad de la misma acompañado de aquellos personajes inolvidables, está la rosa, el zorro, el rey del universo, el dueño de todas las estrellas, el farolero del planetoide minúsculo, el mago y la serpiente. A pesar de que no creo en lecturas exclusivas para cierta franja de edad (Si algo está bien escrito, lo puede disfrutar cualquiera…), esta obra es amigable para jóvenes, incluso para aquellos que no sean asiduos lectores. Ahora bien, si usted es un lector que no se detiene demasiado en la narrativa gráfica, este libro le durará en las manos menos de 10 minutos. A pesar de extenderse por poco más de 80 páginas, esta adaptación se apoya más en la imagen que en trasladar mucho texto de la novela. Están los mejores diálogos, pero todas las descripciones necesarias se narran casi exclusivamente desde la imagen.
El arte de Viglino acepta el reto propuesto desde el guion y consigue que las palabras descriptivas no se extrañen, que hubiesen resultado redundantes ya que todo lo que se debe contar, está dicho con el dibujo. Los diseños que crea para los personajes principales tienen cierta influencia de la estética manga más reconocible (Personajes flacos, peinados puntiagudos, ojos grandes y expresivos, expresiones exageradas y así). Como esta es la primer obra que leo del autor, no sabría decir si es el estilo que utiliza siempre o el que eligió para esta historieta puntualmente. De todos modos, aunque funciona y es efectivo, no me resultó del todo adecuado para la obra que nos convoca. Muy probablemente porque en mi mente, El Principito está estrechamente vinculado a los dibujos originales que Saint-Exupéry hiciera para su novela y con una serie animada que veía de pequeño (“Las aventuras del Principito). Las puestas en páginas son variadas pero siempre dibujando con espacio, usando como máximo entre 5 o 6 viñetas por página generalmente y varias splash pages donde se luce con el dibujo y el color.
Un buen trabajo de ambos adaptando un clásico y, de alguna manera, actualizando la imaginería de la obra a los tiempos y gustos actuales… La edición de Ovni tiene la calidad a la que nos tiene acostumbrados, tapa blanda, formato reducido, buena encuadernación y calidad de papel. Por suerte en este caso, no hizo falta que traduzcan nada…
“Este es el secreto: solo se puede ver con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos… recuérdalo.”
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