Según cuenta Rodolfo Santullo en el prólogo de este libro, la presente historieta nació de casualidad. Jok estaba en una convención dibujando para los presentes, bastante cansado de hacer Gokuses y Spidermanes… Invariablemente ofrecía dibujar un guerrero o un vikingo, pero nadie quería… Hasta que un niño acepto el vikingo, con la condición de que este sea zombi… Cuando le gusta el dibujo que hace, Jok lo fotografía y comparte en redes sociales. El zombi vikingo llamó la atención de Santullo que lo bautizó como “Zomvikingo” y comentó en el posteo del dibujo “Dame un rato que te mando el capítulo 1 de esta historia…”, y Jok retrucó “Si usted lo manda, yo lo dibujo…” Y así nació Zomvikingos que acabamos de leer y pasamos a comentar brevemente…
Un barco en altamar es la última opción que tiene el pueblo
del rey Knut para sobrevivir al invierno. La cosecha ha sido magra, los
animales comienzan a escasear y si el barco no trae provisiones a Jomsbörd en
Dinamarca, se verán obligados a entablar guerra con otros pueblos en busca de
alimentos que les permitan pasar el frio.
Pero, aunque el barco no llega con la carga esperada, si
viene infestado de zombis que comienzan a expandir el virus de los “no muertos”
entre una aterrada población. Knut había tenido un aviso, aunque algo ambiguo,
de parte del oráculo y logra establecer un lugar seguro donde refugiarse con
parte del pueblo, la reina Astrid y varios soldados, entre los que se
encontraban sus dos guerreros más feroces y leales, Haakon y Trondheim.
De pronto la situación es mucho más angustiante que antes,
no solo carecen de alimentos, sino que sus fuerzas se ven mermadas, están
confinados en un espacio reducido y rodeados de una plaga de zombis cuya
extensión desconocen. Comienzan a evaluar como continuar mientras mandan a
Hakoon acompañado de dos soldados al pueblo para intentar recuperar algo de las
pocas provisiones que tenían almacenadas. Los reyes y Trondheim resuelven que,
si alguien puede saber que hacer, ese sería el oráculo. Knut se niega a mandar
un grupo en su búsqueda para no desproteger a la gente que se encuentra con
ellos, pero Trondheim se ofrece a ir solo…
El resultado de estas dos expediciones, la desesperación de
su pueblo y la agresión constante de los zombis, forzarán al rey Knut a decidir
que camino seguir para salvar a su gente y escapar de una plaga que se extiende
rápidamente…
Con la ilustración de Jok como disparador, Santullo
desarrolla una historieta de ochenta páginas muy ágil y entretenida. Este
versado guionista sabe, al igual que sabía Robert Kirkman a la hora de hacer el
famoso “The Walking Dead”, que la epidemia zombi no es más que una
circunstancia, un condimento que le agrega emoción a la trama, pero que
quedaría en la anécdota o en el olvido si no estuviera sustentado por los
verdaderos pilares de cualquier historia, los personajes. Con eso en mente, los
principales vikingos que pueblan estas páginas son personajes interesantes, con
relaciones mutuas que se van estableciendo y complicando a medida que avanza la
historia. Si bien la historieta no es una obra maestra ni cuenta con un
derroche de originalidad apabullante, tampoco es básica ni predecible. Santullo
mete varios giros y complicaciones que la vuelven muy entretenida, con
situaciones que van por fuera del conflicto central de supervivencia y que
robustecen la satisfacción obtenida por nosotros, los lectores, redondeando una
muy buena historia que promete continuación a la que esperamos lo más pronto
posible.
Soy un confeso fan del arte de Jok, me encanta su estilo
anguloso, sucio, cargado de sombras y con alguna influencia de Mignola. Esta
historieta es, básicamente, Jok divirtiéndose, sacándose las ganas de meter
zombis, gore, vikingos y luchas por cuanto resquicio haya entre las viñetas.
Pero además de eso, muestra su versatilidad cambiando el tono para las escenas
que requieren otro tipo de clima, tanto las intimistas como las de suspenso,
para las batallas como las persecuciones… Todas las pelotas que Santullo le tira,
Jok las devuelve redonditas y al pie. También la ambientación en la fría
Dinamarca y la recreación de época están muy bien logradas, desconozco si con
rigurosidad histórica, pero lo suficientemente bien como para que nada
desentone ni llame la atención.
El trabajo de ambos logra hacer de esta Zomvikigos una obra
que recomendamos animosamente, como también resaltamos el buen hacer en cuanto
a la edición por parte de “Capitán ediciones”, el sello del Capitán Barato.
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
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