Recientemente se cumplió un nuevo aniversario del nacimiento de Jack “El Rey” Kirby y lo vamos a celebrar repasando esta obra que he leído en estos últimos días. Super-Villain Classics: Galactus the origin, es un comic breve, de solo 24 páginas, que cuenta con guiones de Stan Lee y arte del mencionado Kirby. Pero además, figuran otros artistas como Mark Gruenwald, John Byrne, Ron Wilson y Jack Abel a cargo del “Material suplementario”. Evidentemente esta obra editada en 1983 estaba inconclusa y estos artistas completaron las páginas necesarias para hilvanar la historia y que pueda publicarse. Ya en esa época, Kirby se había alejado de la casa de las ideas y estaba en litigio con la misma para que le devuelvan sus originales...
Como puede deducirse desde el nombre de esta publicación, asistimos al origen de una de las mayores amenazas que existen en el Universo Marvel. La historia comienza con un Galactus satisfecho, que se dirige hacia el único lugar del cosmos donde encuentra reparo, descanso y tiempo para la reflexión, pero también dolorosos recuerdos ya que es el sitio donde antaño se ubicaba Taa, un planeta paradisíaco y tecnológicamente avanzado del que se siente originario.
Galactus narra en un soliloquio la historia de su planeta: Galan era un explorador y luego de una larga expedición hacia los confines del universo, vuelve a Taa con la peor de las noticias, el universo estaba cambiando a nivel molecular y en su cambio gradual y expansivo acababa con todo planeta, estrella y entidad como si de una plaga se tratase.
Galan descubre que el cambio produce una radiación letal y su llegada a Taa es inminente. Cualquier esfuerzo por evitarlo es nulo y la muerte golpea a su alrededor. Decide volar hacia el punto terminal de universo para que sea su pira funeraria. Si deben morir, que un hijo de Taa sea lo último que exista. La tripulación que reunió para el viaje va muriendo a medida que se acercan hacia una estrella incandescente, todos menos Galan. Al entrar en contacto con ese sol, siente que su ser está siendo modificado, como si una nueva vida lo inundara. Galan es contactado por la conciencia del universo mismo. Toda la existencia estaba a punto de perecer, por lo que junto con Galan, esta conciencia universal se funde para crear un heredero que poseería poder sin rival en la galaxia y quien permanecería en letargo en la nada misma hasta que un nuevo universo naciese.
Finalmente, todo desaparece y la nada se extiende por una eternidad… Hasta que de una gran explosión surge un nuevo universo y una nave que flota a la deriva por el espacio durante eones mientras el cosmos crece y se desarrolla. Al pasar por la cercanía de un planeta, la nave se ve atraída por la gravedad y cae. Un Vigilante (Esa raza de gigantes de grandes cabezas encargados de atestiguar todos los hechos del universo, pero con juramento de no intervenir nunca) ve la caída y se acerca a la nave. Se maravilla con la tecnología y atestigua el nacimiento de un ser de energía pura, con el poder de un sol, que se alimentaba a sí mismo. Sabe que una vez se consuma su propia energía, su ansia solo se verá saciada por la ingesta del poder equivalente al de un planeta. Se plantea acabar con este ser ahora que aún está débil, pero su juramento se lo impide. Ante su inacción, la nave escapa de nuevo hacia el espacio. Dentro de ella, este sobreviviente trans universal, confecciona una armadura que pueda contener su energía (Lo que será el traje de Galactus). La nave se detiene en la órbita del planeta Archeopia, donde es transformada en una especie de incubadora gigante en la que su habitante pueda descansar, madurar, ganar poder…
Los habitantes de Archeopia aprenden a convivir con la nave orbitándolos por incontables generaciones, pero finalmente, durante una guerra interplanetaria la nave es atacada despertando a Galactus en su forma definitiva. Archeopia es el primer planeta en perecer para calmar su hambre.
A partir de este día, Galactus recorrerá el cosmos buscando planetas que logren saciar sus necesidades, sabiendo que llegará el día en que deba devolver al universo todo lo que de él ha tomado.
Esta historieta es propia de su tiempo. No de aquel en que fue publicada, sino del tiempo en que fue concebida por sus autores. Muy probablemente no sea interesante para un público juvenil o adepto a las historietas más actuales. Los tiempos de narración eran otros en el comic norteamericano, la cantidad de texto que presenta cada página es mayor a la media de lo que se encuentra hoy en el maisntream y esta historia en particular es mucho más cercana al trabajo que hizo Lee en Silver Surfer (Con John Buscema) que al tipo e historias que la dupla con Kirby produjo para Fantastic Four o Avengers por ejemplo, debido a que tiene poca acción y es más bien de corte reflexivo e introspectivo.
Pero, para el lector más entrado en años distinta puede ser la precepción. En mi caso, tengo un enamoramiento por el material clásico de Marvel en general y por el de la dupla Lee/Kirby en particular por lo que disfrute la lectura de esta historieta. Se nota el método Marvel (Según el cual, el escritor le pasa el argumento de la historia al artista, quien debe dibujar las 24 páginas y sobre la página terminada, el escritor desarrolla los textos) gracias al que toda la imaginería de Kirby tuvo rienda suelta en aquellos años en Marvel.
Una breve historieta que es una digna sinécdoque de todo lo que una de las duplas más famosas de la historia del cómic tiene en su haber.
“Sin importar cuantos mundos devore… cuantas civilizaciones destruya… Es mi destino devolver al universo un día… Infinitamente más de que jamás le he quitado. Así habla Galctus!”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
0 coment�rios: