A los editores Diana Schutz y Charles Brownstein se les
ocurrió la idea de juntar a los Maestros Will Eisner y Frank Miller para
charlar y debatir sobre distintos temas, todos relacionados con el medio. El
propio Brownstein es el moderador de las conversaciones, aportando pautas y
temas como disparadores para que luego cada uno de ellos comparta su punto de
vista y, en muchos casos, discutan sus distintos pareceres. Durante todo un fin
de semana del Mayo de 2002, Frank y Charles viajaron hacia los pagos de Eisner
en Florida y llevaron adelante distintos encuentros tanto en la casa de Will
como en su estudio, en cenas o sobremesas…
Eisner era un profesional de la historieta en los albores
del medio, publicando sus primeros trabajos a mediados de la década del ´30,
mientras que Miller entró en la industria promediando los 70´s siendo un
confeso admirador de la obra de Will. Son artistas de distintas generaciones,
que llevaron adelante diferentes batallas para ganarse un lugar, debido al
momento en que empezaron sus carreras. Además, por esta diferencia
generacional, hay cierta relación maestro-alumno, al menos desde el lado de
Miller.
Entre los primeros temas que tocan, está el repaso por sus
primeros años de trabajo, las dificultades que enfrentaron para entrar el
medio, para lograr hacerse con un nombre y que significaba ser un historietista
en ese entonces. Comparan los dos períodos entre sí y con la actualidad,
mencionando los desafíos que encuentran los nuevos historietistas que buscan
entrar a la industria.
Hablan de la historia del cómic, como fue creciendo y
cuantas de las oportunidades que se le presentó al medio fueron aprovechadas o
desperdiciadas. Los altibajos que se vivieron con el paso de las décadas,
Frederic Wertham y el Comic Code. La importancia de distintos autores, los
logros o aciertos de algunos otros y los propios. Plantean la diferencia entre
trabajar a sueldo con personajes ajenos y por cuenta propia con personajes de
autor; charlan sobre los formatos, la educación, los editores, los lectores,
los sindicatos y de las posibilidades que tiene el medio para expresarse.
Eisner hace referencia a su habilidad natural para los
negocios, esa que lo llevó a aprovechar cuanta oportunidad se le presentó
sacando el mejor rédito de ella, de lo que conlleva estar a cargo de un estudio
de dibujantes y de su rol como docente.
Se explayan sobre sus procesos creativos, qué los impulsa a
contar una historia, como la planifican y la llevan a cabo. También dan detalle
de sus jornadas laborales, cuanto tiempo emplean a diario y cuantos días a la
semana. Sobre las técnicas empleadas, materiales utilizados y la evolución que
fueron obteniendo con la constancia del trabajo.
Hay lugar para la mirada retrospectiva, el vistazo al
presente y la esperanza sobre lo que vendrá…
Queda expuesto lo distintos que son ambos maestros a la hora
de contar sus historias. Para Eisner lo más importante es tener algo para contar,
la necesidad de hablar y exponer algún tema puntual, generalmente urbano y muy
humano. Miller, en cambio, es más intuitivo, planifica menos dejándose llevar
por ocurrencias que le retribuyan diversión.
A pesar de no siempre estar de acuerdo y que, de tanto en
tanto, la charla se ponga un poco áspera, la amistad y admiración que los une
prevalece en todos los casos. Cada tanto se tiran flores el uno al otro por tal
o cual trabajo, pero principalmente es Miller el que destaca la enorme
importancia que tuvieron tanto “The Spirit” como “Contrato con Dios”, obras
que, si bien para los lectores son gloriosas, para los futuros historietistas
que se encontraron con ellas fueron una escuela gratuita y una enorme fuente de
inspiración.
El trabajo de Brownstein moderando estas charlas es por
demás efectivo, esconde totalmente su participación, aportando únicamente una
breve intro de situación ante cada capítulo que lo necesite, y logrando que el
resto fluya como una verdadera conversación casual entre colegas.
Lamentablemente, el trabajo de desgrabar, armar y corregir el libro tomó
demasiado tiempo y, por pocos meses, Will Eisner no llegó a verlo publicado….
Pero nos regaló un testimonio más del enorme talento que tenía y el
innegociable amor que sentía por el medio.
Para aquellos que, como yo, sean curiosos, les guste espiar tras
las bambalinas de los procesos creativos, saber más de sus autores favoritos y
conocer qué opinión tienen sobre diversos temas, recomendamos fervientemente el
presente libro.
“Creo que si tuviera que señalar qué es lo mejor y lo peor
que le ha pasado a los cómics a lo largo de mi vida, diría lo mismo: que los
internos han tomado el control del manicomio.”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
Decime que Eisner no llego a ver The Spirit de Miller en el cine (capas que se murio en la butaca)
ResponderEliminarJajajajaj!!! No, por suerte zafó de ver ese bodrio... Todavía me pregunto que fue lo que quiso hacer Miller con esa peli...
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