Entre las pocas obras del Maestro Carlos Trillo que me quedaban sin leer, se encontraba esta “Jusepe en América”, que cuenta con dibujos de ...

La tierra prometida “Jusepe en América”

Entre las pocas obras del Maestro Carlos Trillo que me quedaban sin leer, se encontraba esta “Jusepe en América”, que cuenta con dibujos de Pablo Tunica y tiene edición Argentina de la mano de Editorial Común (La editorial del historietista Liniers, creador de la tira Macanudo). Se publicó en 2013 y ahora, nueve años después, lo hemos leído y vamos a comentarlo aquí.

La historia transcurre pocos años después de la llegada (Con masacre y robo incluida) de Colón a América, exactamente en 1535. En una nueva travesía hacía América solicitada por la corona española a Don Pedro de Mendoza, varios navíos están por llegar al nuevo continente con la intención de explorar el terreno virgen del sur. Bajar por el río Amazonas hasta llegar al Rio de la Plata, o sea lo que sería más tarde Buenos Aires.
Tras el éxito de las expediciones realizadas por Francisco Pizarro y Hernán Cortés toda la tripulación espera llenarse de oro y riquezas con los resultados de este viaje. Es este interés lo que despierta conspiraciones entre el séquito más cercano que rodea a Don Pedro quien, a pesar de realizar el viaje y estar a cargo de la toma de decisiones, tiene un cuadro avanzado de sífilis que lo mantiene postrado. Entre ellos se encuentran Doña María su mujer de confianza, Fray Luis su confesor, Don Zamora su médico y Juan de Ayolas Alguacil Mayor y amante secreto de Doña María.
A cargo de la tripulación de todos los navíos está el Maestre de Campo José Osorio quien, gracias al excelente trato que dispensa a sus subordinados, cuenta con el favor de todos ellos además de tener una buena estrella que lo lleva a tener éxito en todos sus emprendimientos. Es gracias a esta buena fortuna que la expedición avista tierra sin haber sufrido una tormenta, un deceso, un motín ni un accidente.
Entre todos estos personajes se encuentra el pequeño Jusepe, un hombre contrahecho, jorobado y algo deforme que está a las ordenes de Don pedro y su séquito y se encarga de todos los menesteres menores que ellos necesiten (Limpiar excrementos de Don Pedro, alcanzar cualquier cosa que le sea solicitada, etc.). Y cuando su asistencia no es requerida, se mezcla con la tripulación donde suele ser el blanco de las más crueles bromas, pero con quienes, a pesar de las burlas, tiene una buena relación.




Como las mujeres permitidas en la travesía son limitadas (Algunas esposas y algunas prostitutas para uso común -SIC-) José Osorio llevó a escondidas a su mujer disfrazada de hombre haciéndola pasar por su asistente bajo el nombre de Antón D´Arias. Cumpliendo alguno de los encargos de Don Pedro, Jusepe los encuentra besándose a escondidas y nota que Antón es una dama. Los tres simulan que nada ha ocurrido y guardan las apariencias…
El séquito que rodea a Don Pedro, ve en José Osorio al único obstáculo entre ellos y una obscena riqueza robada de América, debido a que la tripulación confía más en él que en ningún otro y urden un plan para convencer a Don Pedro que José está tramando un motín para eliminarlo. Sin notarlo, planean todo cerca de un escondido Jusepe, que queda horrorizado por la confabulación. Delirando por la enfermedad, Don Pedro dicta la orden de matar a José ni bien aparezca la oportunidad y deciden hacerlo al desembarcar en América en la mañana siguiente.
A pesar de los intentos de Jusepe por anoticiar a Antón del plan, logran asesinar al pobre José y, antes de hacer lo mismo con su asistente, Jusepe les revela a todos que es en verdad una mujer y logra salvar su vida.
Toda la tripulación desembarca en América y, al enterarse de la muerte de José empiezan a temer por el destino de la expedición, ya que confiaban en él para traerles suerte.
Don Pedro se entera de la presencia de una mujer a escondidas (Quien en verdad se llama Elvira) y solicita a Jusepe que se la presente. Ante la sola presencia de Elvira, la enfermedad de Pedro pierde fuerza y recupera la cordura e hidalguía momentáneamente. Comprende entonces la injusticia cometida contra José y ordena a toda la tripulación que respeten a Elvira y jamás la toquen. Esta a su vez, le hace a Pedro la profecía de una maldición que caerá sobre su expedición por la muerte de su José.




Durante las primeras noches en América, el fantasma de José se le aparece en sueños a todos los hombres que alguna vez confiaron en él y les asigna un encargo o les vaticina el espantoso futuro que depara a la misión. A Jusepe, le ruega que cuide a Elvira…
Bajando por el Amazonas hasta desembocar en el Río de la Plata, enfrentándose a las poblaciones locales que se oponen al robo de las tierras, con las condiciones climatológicas adversas y bajas sensibles en sus números, la expedición sigue delante de manera obstinada… Cuál será su fin…?
En cien páginas Trillo logra una obra atrapante desde el principio, que cautiva al lector y tiene a sus personajes perfectamente delineados rápidamente. A pesar de tener su nombre en el título, Jusepe no es el protagonista de esta historia, sino el testigo a través del cual vemos todas las situaciones significativas de la trama que van haciendo avanzar la historia. Son pocas las escenas que vemos sin la presencia o interacción de Jusepe. Un recurso narrativo que mal utilizado lleva al fracaso, pero que Trillo maneja con maestría.
Al no ser historiador desconozco si hay alguna imperfección histórica, pero la obra parece perfectamente ubicada en tiempo y espacio. Además, establece modismos de castellano antiguo en el habla de los personajes con tanta habilidad que, a las pocas páginas, ya nos suena perfectamente natural. Otro trabajo de Carlos Trillo del que no puedo más que hablar bien.
Es la primera obra que leo de Pablo Tunica y su trabajo aquí me encantó. Realiza un diseño de personajes caricaturesco y a todos les asigna una apariencia cercana al tipo de persona que son. José es corpulento y de cara amigable, María y Juan son altivos y soberbios, Fray Luis es casi un duende del infierno, Don Pedro cuando está afectado por la enfermedad es un espectro negro y monstruoso y cuando la misma se aleja (Gracias a Elvira) vuelve a ser gallardo y elegante, etc… Y a medio camino de todo esto lo tenemos a Jusepe, quien a diferencia de todos los demás tiene un cuerpo que contradice la belleza interna que posee, sus buenas intenciones, sufrida alma y gran corazón.



Acompañando los diseños caricaturizados, todas las situaciones y expresiones de los mismos están exacerbados y exagerados logrando así, una uniformidad entre personajes y expresiones que redondean perfectamente el tono que le da a la obra, el cual encuentra en el color que aplica una correspondencia excelente.
También hace un gran trabajo de revisión histórica con los vestuarios, mobiliarios, navíos y utensilios de la época. Un hermoso trabajo de Tunica, de quien quiero ver más obras!!!
Linda edición de Editorial Común, con buen papel e impresión, pero con algunos errores menores que, prestando algo de atención, se podrían haber evitado… Textos intercambiados entre los globos, errores de tipeo, etc… Más atención la próxima.



- “Hasta mi madre se horrorizó al parirme y me abandonó en un convento. Y allí los curas me pegaban con palos y cadenas para conjurar a los demonios que mordían sus carnes. Este cuerpo… ¿No os parece mejor que lo sustraiga a las miradas de los demás?”


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