Dentro de la hermosa “Colección Toing” de la editorial “Comiks Debris”, enteramente dedicada a la historieta infantil, se publicó un tomo recopilando las primeras aventuras del barrendero y su moto de otro planeta. Esto pudo concretarse gracias al aporte de un coleccionista que tenía copias de las revistas, ya que los originales desaparecieron con “Anteojito”. Después de un cuidadoso trabajo de escaneo y restauración de las páginas, se editó este tomo de 48 páginas.
Coco es un barrendero que empeña todo lo que tiene, hasta su propia casa, para rescatar a una moto de ser reciclada… La moto no funciona, pero se la lleva al mecánico Don Ferro (Homenaje de Montag al gran Eduardo Ferro) para que la revise. Cuando logran ponerla en marcha, la moto cobra vida y comienza a hablar. Les explica que viene de un planeta donde las motos son el único medio de transporte y, al no existir leyes de tránsito, les colocan una “batería de conciencia” para que sepan como proceder con prudencia. En una visita a la Tierra, Cilindrina fue olvidada por su dueño espacial… A partir de acá, Coco y Cilindrina se vuelven inseparables y comienzan a vivir juntos las más disparatadas aventuras… Desde escapar de una tribu de caníbales, hasta viajar a Egipto en busca de un antídoto y ser asistidos por momias… Desde viajar al espacio a rescatar a la princesa de una raza de seres con forma de ravioles, hasta impedir que los hombres chimenea se adueñen de un mundo lejano…
De a una página por semana, se iban desarrollando estas aventuras donde la diversión estaba a la orden del día, las historias eran bien inocentes, los malos nunca eran tan malos, siempre reinaba la amistad y donde el final feliz estaba próximo en todo momento. Durante las primeras 40 páginas del libro se desarrollan estas historias largas, que podían llegar a durar ocho entregas, mientras que las últimas son historias breves, que abarcan solo una página y terminan siempre con un remate humorístico.
El estilo de Busu en estas páginas es muy amigable, caricaturizado, con una enorme capacidad para dotar de vida a objetos o animales y dándole una plasticidad y capacidad expresiva a la moto realmente sorprendente. Todas las páginas y viñetas bien cargadas de detalles y, a pesar de las limitaciones de la época, el color está muy bien utilizado. Casi siempre plano, pero creando los climas adecuados para las escenas y con ocasionales degrades en los paisajes circundantes. Ojalá se recopilen más de las historietas del Busu!!!
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