Chapel fue compañero y amigo de Al Simmons, ambos eran integrantes de la “Operation Knighstrike” al mando de Jason Wynn. Pero cuando le ordenaron emboscar y matar a su buen amigo Al, no lo dudo un momento y ejecutó la orden enviando a Simmons al mismísimo infierno (Del que, tras pactar con Malebogia, volvería convertido en Spawn). Más tarde sería el mismo Chapel el que sería traicionado por Wynn, pero pudo salvar su vida… Luego formó parte de Youngblood de donde tampoco salió muy bien parado…
Después de todas estas aventuras llenas de asesinatos y traiciones, llegamos a la miniserie de dos partes que nos convoca. En ella, encontramos un Chapel hastiado de todo que se la pasa tirado en la cama recordando los viejos buenos tiempos. Son esas remembranzas las que lo llevan a revivir una misión que le encomendara Jason Wynn en Nicaragua en el año 1983. Resulta que un tal coronel Black había sido enviado por el Tío Sam a asistir a los pobres nicaragüenses, pero en algún momento le saltó la chaveta, mandó el ejercito al cuerno y se puso a practicar magia negra y dominar la selva húmeda local, matando y torturando a los lugareños. La misión de Chapel consiste en encontrar y llevar de regreso a Black a los Estados Unidos. Para lograrlo, arma un equipo con lo mejor de lo mejor. Un selecto grupo de hombres donde cada uno de ellos es experto en un campo puntual, está el experto francotirador, el experto en explosivos, el experto en combate cuerpo a cuerpo, el experto en armas blancas y demás, todos liderados por Chapel que es el más experto entre los expertos (Y prometemos no decir más la palabra “experto”).
En la primera mitad de la aventura atraviesan la selva sin mayores inconvenientes, resolviendo todos los conflictos que se le presentan gracias a la efectividad de los soldados de Chapel… Hasta que llegan al templo que se construyó el coronel Black… Antes de poder entrar, son atacados por una horda de zombis que se levantan de la tumba y casi sin esfuerzo alguno matan a todos el equipo de expertos (Lo dijimos otra vez…), con excepción de Chapel y Jeff Jackson quienes a duras penas logran pasar los zombis y acceder al templo…. Una vez dentro se separan y Chapel da con Black. Descubre que gracias a la magia negra había logrado hacer un pacto con un demonio al que Chapel debe enfrentar… Por suerte, termina que mata a todos con un cuchillo y fin.
El guion de esta maravilla noventosa es de Brian Witten y Eric Stephenson, dupla a la que no se les cae una idea original ni de casualidad, pueblan la historieta de lugares comunes, con personajes del todo unidimensionales, tomando lo peor del cine de acción de los 80´s y potenciándolo exponencialmente. Llega a niveles tan altos de ridiculez, que inevitablemente termina siendo divertido. Pero los verdaderos criminales acá son la dupla formada por Tom Tenney y Calvin Irving, quienes están a cargo de la parte gráfica. El dibujo es tosco, estático y exagerado en los mejores momentos… En el resto, está hecho tan rápido y con tan poco detalle, que recuerda a las imágenes de baja calidad a las que uno de hace zoom en un monitor y pierden toda definición… Imaginen como será que lo mejor de todo es la portada del primer número que está a carga del gran Rob Liefeld!!
Por increíble que suene, Chapel volvió a tener un One Shot en 1997 publicado por la Awesome Entertaiment de Liefeld. Ahora de la mano de Robert Napton al guion y con dibujos de John Stinsman, esta historieta vuelve a contar una misión del pasado de Chapel en la que tuvo que enfrentar a un excompañero llamado Kustan Hakmed, quien se había robado un super suero e intentaba replicarlo… Para no desentonar, este segundo intento tiene el mismo nivel que el anterior…
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