Jeffrey Dahmer, también conocido como el carnicero o caníbal de Milwaukee, fue un asesino serial que mató a 17 personas, entre ellos algunos menores de edad. Con todos mantuvo relaciones sexuales, los mató, desmembró, comió pedazos de algunos de ellos, y conservaba el resto del cadáver desmembrado. Solo buscaba el placer personal, para lo que quería llevar a los hombres que secuestraba a un estado de “zombi viviente”, los drogaba, les hacía un agujero en la cabeza con un taladro, e introducía agua caliente en sus cerebros… Cometió estos crímenes entre 1978 y 1991, cuando una víctima logró escapar y dar aviso a la policía. En el departamento de Jeffrey encontraron restos de cadáveres en la heladera, el armario, en cajas y en barriles con ácido. Una vez apresado, Dahmer se declaró culpable y reconoció la autoría de todos los asesinatos. Lo condenaron a varias cadenas perpetuas y fue asesinado en prisión en 1994 por otro recluso.
John Backderf es un periodista e historietista conocido como
Derf Backderf o simplemente Derf. Comenzó su carrera haciendo humor político en
distintos periódicos como el Ohio State Lantern o el The Evening Times y es el
responsable de la tira de prensa “The City” en la que trata temas de actualidad
social. Es el autor de obras como “Punk Rock & Trailer Parks” (Sobre la
escena musical punk en Ohio durante los 60’s), “Ken State” (Sobre el asesinato
por parte de la Guardia Nacional de estudiantes desarmados que protestaban
contra la guerra de Vietnam), o “Trashed” (Sobre el destino de la basura que generamos
usando su propia experiencia como recolector de residuos). Recibió varios
reconocimientos a su labor, tanto periodística como en Historietas con los premios
Kennedy, Inkpot & Eisner, entre otros. Que tienen en común este
historietista y el asesino serial que mencionamos antes? Ambos cursaron juntos
la escuela secundaria, tuvieron cierta amistad, perdieron contacto tras
terminar los estudios y, una vez revelada la noticia de los crímenes de Dahmer,
Derf decidió contar su experiencia en viñetas y así nació “Mi amigo Dahmer”.
Originalmente Derf gestionó una autopublicación en formato
comicbook de 24 páginas, pero a pesar de que tuvo muy buena recepción y
repercusión con el trabajo no quedó conforme, principalmente con su extensión. Así
que siguió masticando la idea hasta que junto a la editorial Abrams ComicArts
pudo publicarla extendiéndose por más de 200 páginas, incluyendo todo aquello que
consideraba pertinente. Complementó la experiencia de primera mano que tenía
con investigación del caso, documentación y varias entrevistas que le aportaron
los datos que le faltaban y narrar así la adolescencia de quien se convertiría
en un violador, abusador, asesino y caníbal, entre otras cualidades.
La historia comienza mostrando la fascinación de Dahmer por la disección de animales muertos que encontraba en la ruta, a los que le sacaba los órganos o sumergía en ácido para conservar los huesos. La complicada vida familiar que tenía, con padres que vivían discutiendo a los gritos, una madre afecta a las pastillas y un padre distante, y la alienación social entre autoimpuesta y fomentada por los adolescentes de su escuela. Cuenta en primera persona como se movía su grupo de amigos en el colegio, cómo notaron la existencia de Dahmer y cómo se acercaron a él. Jeff era solitario y poco comunicativo, pero en algún momento se le dio por llamar la atención fingiendo tener convulsiones, lo que causó fascinación en Derf y sus amigos, los que comenzaron a propiciar las actuaciones de Dahmer, acuñaron el término “Dahemrismos” para señalar conductas extrañas o inapropiadas y comenzaron a hacer bromas en las que Jeff era el centro, como meterlo en todas las fotos grupales que se hacían en la escuela.
En paralelo y producto de las investigaciones realizadas por
el autor, vemos el descenso de Dahmer hacia la alienación, sus deseos de noquear
a un hombre para tenerlo inconsciente y satisfacer sus deseos sexuales, lo
difícil que se le hacía mantener a raya sus impulsos, el alcoholismo como solución
transitoria a la tentación de atacar a otra persona y la profunda soledad en la
que pasó su adolescencia. Tras la separación del matrimonio, su padre abandonó
el hogar y, tiempo después, su madre se muda con su hermano menor, quedando
solo en una enorme casa perdida en los bosques de Milwaukee.
En el último año de secundaria Derf nota como Jeff se aleja
cada vez más, casi sin asistir a clases, tomando todo el tiempo, incluso en la
escuela y su grupo de amigos se aleja casi por completo de Dahmer. Cierra el
libro unos meses después de haber terminado los estudios, cuando Dahmer conoce
al primer hombre que asesina, su encuentro con la policía cuando quiere
deshacerse del cadáver desmembrado, y algunas reuniones de amigos de años posteriores
en las que, si bien nunca estuvo presente Jeff, Derf y los suyos hablaron sobre
él.
En mi caso, el principal atractivo de este libro no es otra
cosa que el morbo. Estas historias truculentas y macabras siempre atraen la
atención de un numeroso grupo de lectores, entre los que me cuento. Pero más
allá de eso, la verdad es que me encontré con un trabajo muy bien pensado y ejecutado,
en el que el autor busca, lejos de justificar su accionar, que entendamos el
contexto en que se originó uno de los peores asesinos seriales de la historia.
Cuando algo como esto sucede la persona se pierde debajo del monstruo, pasa a
ser concebido por los medios y el periodismo como una encarnación pura del mal
y poco más, pero lo cierto es que era una persona como cualquiera de nosotros,
con miedos, inseguridades y necesidades que pudo, aunque por un breve período
de tiempo, acercarse a un grupo de personas que pudieran llegar a ser amigos. Pensar
eso lo hace más terrible todavía, porque entender que el monstruo es en
realidad un tipo cualquiera, con el que nos podríamos relacionar a diario, lo
humaniza y alcanzamos a comprender hasta donde es capaz de caer el hombre. Por
supuesto que hay cientos de personas que tuvieron crianzas similares a la de
Dahmer y no terminaron matando, violando y almorzándose a otros, por eso no se
justifica su accionar, pero sí se humaniza, se baja de mal encarnado al llano
del hombre común.
Es la historia de Dahmer la que atrapa al lector en esta Historieta,
mientras que el funcionamiento del grupo de amigos de Derf entorpece un poco la
narración. No resulta muy interesante el accionar francamente idiota de un
grupo de adolescentes, y aunque es cierto que por momentos sirve para poner en
contexto la relación que establecen con Jeff, en otros no aporta absolutamente
nada y es solo la porción de autobiografía que suele meter el autor en algunas
de sus obras. Pero son pocas escenas que no alteran demasiado el buen ritmo que
tiene la lectura. El dibujo tiene toda la onda under, de línea gruesa, entre
caricaturesco y expresionista, con mucho trabajo en los fondos, en la reconstrucción
de las locaciones y vestimentas, puestas en páginas muy trabajadas y variadas
en función del impacto que quiere darle a cada escena, y todo en blanco, negro y
gris lo que refuerza ese expresionismo que mencionábamos.
El libro se complementa con una extensa sección que incluye
notas, referencias, fuentes y breves biografías del resto de la vida de los
involucrados en la presente historia. Backderf también recibió galardones por
esta obra y fue adaptada al cine en 2017 (Donde sufrió varias modificaciones
gratuitas que no sumaban demasiado…)
“A partir de entonces, excluimos a Dahmer de nuestro grupo.
Jeff estaba solo con las voces de su cabeza. Que ahora sonarían cada vez más fuerte.”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
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