Recientemente leímos y disfrutamos el libro “Superhijos:
Cuando sea mayor” (Que oportunamente comentamos por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid0EJJ42RRVPjxw87rTyWfgC23fce14s5ihdBpw3wrrPyaNLEdfGCmJWPaoBwL2oaZ1l),
y recordamos tener perdido por la pila de lecturas pendientes la saga original
de los primeros hijos que tuvieron Superman y Batman (No entre ellos, sino cada
uno por su lado, claro…). Un TPB publicado por DC Comics recopilando todos los
números de la cabecera “World´s Finest” en que aparecieron los jóvenes Clark
Kent Jr. y Bruce Wayne Jr.
El título que todos los meses compartían Batman y Superman
venía teniendo guiones de gente como Dennis O´Neil, Elliot S. Maggin o Mike
Friederich entre otros, pero a comienzos de 1973 Bob Haney (Que ya había tenido
una breve incursión previa) se une a Dick Dillin, quien venía siendo el
dibujante regular de la revista desde el #198, para dar un salto al futuro y
conocer a la descendencia de los mejores héroes del mundo. En el World´s Finest
#215 comienza la “Saga of the Super Sons!”, en la que conocemos a los
mencionados Clark Jr. y Bruce Jr., adolescentes muy amigos entre sí, que tiene
discusiones con sus padres por no permitirles asumir el rol de superhéroes. La
madre de Bruce (Cuya identidad jamás se revela, al igual que sucede con la Sra.
Kent), teme un destino trágico para su retoño en caso de que vista las mallas,
mientras que los Kents advierten al joven Clark de que debe cuidarse por tener
solo la mitad del poder que su padre (Por ser un híbrido humano/kryptoniano), y
que sería mejor que se aleje de problemas. Pero los jóvenes se revelan
constantemente y se meten en líos, por lo que Superman y Batman deciden ponerlos
a prueba resolviendo un caso en un pequeño pueblo, al que Superman hace vibrar
a distinta velocidad para que crear un duplicado que se desplace en el tiempo
un día en el pasado y que los chicos actúen sin afectar el presente (Algo
normal para los superhéroes), para que en caso de que metan la pata, ellos
puedan arreglarlo fácilmente. Se me ocurren varias opciones para llevar
adelante esa idea sin complicarla tanto, pero Haney estaba fumando de la buena
cuando escribió esto… Lo cierto es que Superman Jr. y Batman Jr. resuelven el
caso y descubren el engaño de sus padres, y se ven obligados a aceptar que
están creciendo, que ya no son niños y que deben elegir ellos mismos su
destino. Los jóvenes deciden salir a recorrer el país en moto, para encontrar
su lugar en el mundo…
A partir de ahí, cada entrega es una aventura distinta y
algo genérica, donde pocas veces los protagonistas se ven modificados e incluso
en muchas oportunidades son accesorios del relato. Así los vemos resolver una
conspiración en un pueblo perdido vinculado con los tesoros encerrados en una
nave alienígena, ayudar a un joven a valorar el amor de su padre adoptivo antes
que el repentino interés de su padre millonario y abandónico, se meten entre
dos científicos rivalizados por sus concepciones sobre el ser humano utilizando
como conejillos de indias a una tribu encontrada en una suerte de “Tierra
Salvaje” en medio de la Antártida, se internan junto a sus padres en un
campamento para mejorar las relaciones parentales, se ocupan de resolver el
asesinato de Batman al tiempo que Bruce Jr. y Dick Grayson discuten sobre quien
debe sucederlo (Aunque al final se revela que Batman no había muerto, estaba de
parranda…), descubren el destino de un arqueólogo perdido y dado por muerto
estudiando la cultura Maya, cuestionan el proceder y el honor de sus padres
como héroes haciendo team-up con Flash, Green Arrow y Aquaman (En este capítulo
se habla, aunque livianamente, de la brecha generacional entre ellos y sus
padres, y modifican su percepción de ellos sobre el final), descubren una
ciudad completamente poblada por mujeres hermosas que rechazan a los hombres y
son controladas por un alienígena, son engañados para ayudar a Luthor a escapar
de prisión y, finalmente, enfrentan a criminales perdidos en el tiempo en un
pueblo del lejano oeste.
Los personajes no tienen mucho desarrollo y sus
personalidades son arquetípicas, Bruce Jr. es un galán que se quiere levantar a
todas las mujeres con que se cruza y es afecto a pelear antes que pensar,
mientras que Clark Jr. es más retraído e intelectual. Las historietas se
producen en la primera mitad de los 70´s, pero las historias transcurren en
mediados de los 80´s. A pesar de esto, no hay ninguna variación en la
ambientación de los héroes ni su entorno, no hay ningún atisbo de cosa
futurista y, si el emplazamiento temporal no lo mencionaran en una de las
historias, uno supondría que están ubicados en los 70´s, porque los vestuarios,
las modas y las expresiones corresponden a esa época. Como los jóvenes héroes
están todo el tiempo viajando y cada aventura sucede en un lugar distinto,
nunca tienen personajes de apoyo ni se relacionan regularmente con nadie más, por
otra parte, cada número es una historia auto conclusiva y no va construyendo
nada de uno a otro. Conociendo que los personajes son hijos de Superman y
Batman, basta para leer cualquiera de los números o todos en cualquier orden y
el resultado es el mismo. No son hijas, son nietas de su tiempo, ya era una
fórmula algo gastada para cuando se publicaron originalmente y, a pesar de
esto, no dejan de tener cierto encanto.
Robin no se pone pantalones ni en el frío más extremo!!! |
Los Super Sons aparecieron en las entregas 215, 216, 221, 222,
224, 228, 230, 231, 233, 238 y 242 del primer volumen de World´s Finest,
siempre con guiones de Bob Haney y, salvo alguna puntal excepción (Curt Swan en
el 230 y Ernie Chan en el 242), todas cuentan con dibujos del legendario Dick
Dillin, cuyo trabajo no desentonaba para nada con los nuevos artistas que
aparecieron entre fines de los 60´s y principios de los 70´s en el mainstream.
A pesar de estar en el medio desde finales de los 50´s, el dibujo de Dillin
supo evolucionar y adaptarse a las nuevas tendencias y estilos emergentes para
no quedar rezagado, logrando lucir fresco y novedoso para los lectores del
momento.
Pero esto no es todo para los superhijos, su historia se
cierra en el World´s Finest #263, con guion de Dennis O´Neil y dibujos de Rich
Buckler, en el que descubrimos que todas sus aventuras fueron una simulación
virtual que Superman y Batman realizaron en una de las supercomputadoras de la
Fortaleza de la Soledad. Por esas casualidades de la vida, desechos radiactivos
se mezclan con la compu y los muchachos salen al mundo real… Pero su presencia
altera los lugares donde aparecen, por lo que Superman y Batman le revelan la
verdad y los inducen a “suicidarse”, dejándose caer en el pozo de
desintegración de la fortaleza…
Aliens locos de los 70´s!!! |
Triste final para los chicos, sin embargo, las fuerzas
combinadas de Bob Haney y Kyeron Dwyer les darían una última aventura publicada
en 1999, dentro del “Elseworlds 80 page Giant #1”, llamada “Superman Jr. is no
more”. Aquí, ignorando por completo el final de O´Neil, Haney cuenta una
historia en la que Superman Jr. quiere colgar la capa para retirarse, y Batman
Jr. se las ingenia para que el hijo de Superman se de cuenta de su importancia
y potencial para el mundo.
Un mejor final para los primeros hijos que tuvieron los
héroes más grandes del mundo, de los que no se ha vuelto a saber nada desde
entonces… (Que yo sepa, al menos).
“Ustedes dos pueden quedarse con la mochila del héroe por
ahora! Es muy pesada! Nosotros nos vamos a buscar diversión! Nos vemos,
super-papis!.”
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