Hace un tiempo grabamos un podcast dedicado a Carlos Trillo, en el que mencionábamos brevemente sus intentos de divulgar e historiar la Hist...

Clase de Historia: “El humor gráfico” & “Las Historietas”

Hace un tiempo grabamos un podcast dedicado a Carlos Trillo, en el que mencionábamos brevemente sus intentos de divulgar e historiar la Historieta nacional (Lo dejamos por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02qw3mi4AAqfwZyDHxGjqkC7J9uSe5eze4NdPLCwk3wpx4H9ei5G6Emvho5GKsjrFnl)), entre los cuales se encontraban dos libros escritos en coautoría con Alberto Broccoli, otro prócer de la Historieta local, para la colección “La Historia popular” publicada por el Centro Editor de América Latina. Esta colección se extendió por 100 entregas dedicas a los más variados temas relacionados con nuestra historia, figuras destacadas, costumbres, leyendas, lugares, períodos políticos, hechos históricos, música y varios tópicos más. Recientemente conseguimos los dos libros de Trillo y Broccoli, que funcionan bien como complemento del otro libro que leímos y comentamos hace poco, “La Historieta Salvaje” (Que también dejamos por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid0B6otARX6fdN7MZRpstS2qW12pzhM6RSiAznEZkb7uJAhwBpZxtmFpTy6p2xEj1USl). Los acabamos de leer y vamos a comentarlos brevemente.

 

El Humor Gráfico


El primero de los libros publicados por la dupla arranca en 1806, donde encuentra el primer registro de humor gráfico, protagonizado por un burro que gritaba “Viva el rey” y que se supone obra de Francisco de Paula Castañeda, responsable de varios periódicos posteriores a la revolución de 1810. De ahí en adelante, los periódicos son el lienzo en el que aparecen los primeros trabajos registrados, aún sin definirse del todo la forma que tendría más tarde, sin globos de texto ni nubes de pensamientos, y siempre vinculado a la efervescencia política que se vivía en el momento. El paso siguiente se dio con la aparición de las revistas, entre ellas “Caras y Caretas”, “El mosquito” o “PBT”, ya con varios autores dedicados a la tarea como Cao, Stein, Alonso, Zavattaro, Columba, El mono Taborda o Redondo entre otros, que cimentaron los parámetros del humor gráfico en el cambio de siglo. Ya en la segunda década del siglo XX aparecen revistas dedicadas exclusivamente a Historietas, con mucho contenido de humor gráfico como “Patoruzú”, “Las páginas de Columba” o “El Tony”, al tiempo que proliferaban los humoristas tanto en diarios como en revistas y se siguen sumando nombres a la ilustre tradición con gente como Dante Quinterno, Arturo Lanteri, Alcides Gubellini, Eduardo Muñiz y muchos más. Conforme avanza el siglo, las publicaciones se multiplican y también las temáticas, ya no solo es humor político, sino que aparecen otros aspectos vinculados al quehacer humano, el trabajo, las relaciones, los vicios, la guerra, el hogar, las amistades y un largo etcétera. De este modo van dejando registro tanto de autores, como personajes y publicaciones y se deja constancia de “Cascabel”, Oski, “Rico Tipo”, Divito con todas sus creaciones y sus despampanantes mujeres, Cesar Bruto, “Amarrotto”, “Piantadino”, el genial Roberto Battaglia padre de “Don Pascual”, el gran Ferro, Calé, Jorge Faruk, Carlos Garaycochea, Copi, Landrú y sus aventuras editoriales de la mano de “Tía Vicenta” y otros intentos, “Isidoro Cañones” y muchos más, hasta llegar al presente con la justificada popularidad de “Mafalda” y Quino. (Presente para el momento en que se escribió el libro, allá por Febrero de 1972, claro está).

 

Las Historietas


 

Ese mismo año publican el siguiente libro dedicado, en esta oportunidad, a la “Historieta seria”. Arrancan intentado establecer el nacimiento del medio relacionándolo con las pinturas rupestres del hombre de las cavernas y los jeroglíficos de distintas civilizaciones alrededor del globo y a lo largo de la historia, para después dejar testimonio de los primeros intentos yanquis de la mano de “The yellow kid” de Richard Outcault, o “Little Nemo in slumberland” de Winsor McCoy entre otras, reconociendo su influencia en la historia de la Historieta Argentina y como crearon un código que se universalizó, logrando que todo el mundo supiera que un globo es algo dicho, una nube es algo pensado, un “bang” es un disparo, etc. Las primeras creaciones a nivel local las ubican en 1901, nuevamente de la mano de “Caras y Caretas” con “La caza del zorro” de Acquarone y “La moneda de oro” de Sallier. Ya para 1912 aparece “Viruta y Chicharrón” y en 1913 “Sarrasqueta”, ambas de Manuel Redondo, y un poco después “El Negro Raúl” de Lanteri.

Y nuevamente van dejando registro tanto de autores, como publicaciones a lo largo del siglo XX, con la aparición ineludible de Columba, Quinterno, “Pif-Paf”, “Billiken”, “Rataplán”, “El gorrión”, “Don Fulgencio” de Lino Palacios, “Pulgarcito” y “El mundo perdido” de Carlos Clemen, etc.

Llegan a la edad de oro de la Historieta con los nuevos títulos de Columba como “Intervalo”, la proliferación de la editorial de Dante Quinterno, los nuevos autores y personajes como Langostino, Vito Nervio, Arturo Del Castillo, Alberto Breccia, Oesterheld, la Editorial Frontera, Misterix y la aparición de una vertiente nacional, con Historieta gauchesca y otras con paisajes locales que, consideran, le termina de dar identidad propia logrando desprenderse de la influencia norteamericana, todavía tan presente en diarios y revistas a nivel local. Terminan el libro lamentando el cierre de revistas y la reducción del mercado que se vivía en ese momento y que, ahora lo sabemos, se agravaría en las décadas siguientes…

 

Ambos libros resultan, a más de 50 años de su publicación, un recorte muy reducido de la historia del medio. En el momento en que lo escribieron Mafalda aún se publicaba semanalmente, Oesterheld seguía escribiendo para Record y Columba, las revistas proliferaban en los puestos de diarios y grandes páginas aún no habían sido dibujadas. Pero es un valioso testimonio de la voluntad de los autores por formalizar una historia de la Historieta, y un registro del momento en que fue publicado. La dupla, además, publicó un tercer libro dentro de la misma colección dedicado al humor escrito, pero como está fuera de nuestro campo de interés, no lo leímos… Trillo insistiría un poco más tarde en la divulgación, junto a Guillermo Saccomanno, con quien escribió “Historia de la Historieta Argentina”, publicada por Ediciones Record en 1980, pero eso quedará para otra ocasión…

 


 “En 1930, ya se podía decir que la Historieta argentina tenía una personalidad propia y definida.”

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