En la última “Avellaneda Cómics” que se realizó (La del año pasado, claro), paseando por el pabellón de autores me encontré con un libro que...

Regreso a los 90´s “El arca de Lucas Leppe”

En la última “Avellaneda Cómics” que se realizó (La del año pasado, claro), paseando por el pabellón de autores me encontré con un libro que me llamó la atención. Lo miré y el dibujo me gustó bastante además que noté que se trataba de viajes en el tiempo y ya comenté por acá que tengo cierta debilidad por esa temática. Como estaba el dibujante allí, le pedí que me firme un ejemplar y me lo llevé. Como era de esperar, el libro cayó en la pila de lectura pendiente y, con el tiempo, en el olvido… Pero recientemente lo encontré y tras preguntarme “¿Esto que será?”, pasé a leerlo llevándome una grata sorpresa.
El libro en cuestión se llama “El arca de Lucas Leppe” y cuenta con guiones de Nicolás Gath mientras que el dibujo está a cargo de Juan Pablo Massa y a ninguno de los dos los conocía de antemano. Fue editado por “Capitán Ediciones” (La editorial del Capitán Barato) en 2018.
Lucas Leppe es el dueño de un negocio que se especializa en la compra-venta de artículos coleccionables únicos en el planeta. Por ejemplo, tiene en sus estanterías el mazo de cartas encantadas de Jorge Luis Borges, el sorbete de “La caja vengadora” (Celebre personajes de las publicidades de chocolatada Cindor), el brazo de un T-800, el parche de Nippur, etc… Además, es gran conocedor de objetos poseedores de propiedades místicas o mágicas. Siempre anda acompañado por Manuel, un chimpancé arquitecto que lo ayuda en el local (?).
Enfrente de su negocio se encuentra el videoclub “Gordo´s”, cuyo dueño es un señor al que todo el mundo le dice “Gordo” (Como era de esperar) y muy amigo de Lucas. Este videoclub es un nexo temporal entre el presente y la década del 90. El gordo pasa todos los estrenos actuales a formato VHS y luego se los alquila a personas del pasado previo contrato de confidencialidad, gracias al que no pueden revelar ninguna información de las pelis a estrenarse en los próximos años o serán abducidos por aliens, atrapados por el demonio o demás amenazas mentirosas de ese tipo…
La historia comienza cuando el gordo irrumpe en el negocio de Lucas pidiéndole ayuda para recuperar una copia de “Star Wars Epidosio I: La amenaza fantasma”, que fue alquilada al principio de los 90´s a un tal Luis Fondevilla pero nunca fue devuelta. Para no arriesgar el flujo temporal, Lucas tiene que volver en el tiempo y recuperar la cinta.
Para ello, toma contacto con Beto, dueño de un local llamado “A-Rockopolis” y de un cassette grabado de la radio que contiene los grandes éxitos de los 90´s. Esta cinta mágica permite a su oyente viajar en el tiempo al momento en que la canción oída fue un hit. Beto y Lucas no se llevan bien, pero llegan a un acuerdo gracias al cual Lucas y Manuel retroceden en el tiempo…
Una vez en los 90´s toman contacto con Fondevilla. Este les revela que le robaron la copia de Episodio I en la fábrica de “Gandara” (Extinta empresa láctea argentina) donde trabaja habitualmente. Lucas, Manuel y Fondevilla entran en la fábrica donde intentarán recuperar el video, no ser descubiertos y enfrentarse a una horda de pequeños monstruos que recuerdan a los Fity (Célebre postrecito para niños de Gándara, que en sus envases traían dibujos de monstruos), al tiempo que intentan salvar el continuo espacio-tiempo…




Como dije, no lo conocía de antemano al guionista Nicolás Gath. Investigando un poco en la web, descubrí que es un coleccionista y lector (Y cosplayer aparentemente) de historietas que tiene un canal de youtube llamado “Tierra-X”, donde hace videos de opinión, reseñas, etc… A mi juicio, cuando un lector de historietas quiere pasar a producirlas se pueden dar tres escenarios distintos: A- que no tenga ningún talento y fracase miserablemente; B- que tenga talento, pero esté tan marcado por lo que leyó que termine haciendo plagios de otras obras; o C- Que tenga talento y la inteligencia necesaria para hacer uso del bagaje que le dieron los años de lectura para hacer algo propio… Juzgando esta obra, Gath se inscribe en esta última opción. No estamos ante una obra maestra o una historieta de reluciente originalidad, pero si ante una historia muy entretenida, bien delineada, divertida de leer y llena de referencias que, a los que vivimos esa época, nos remonta a aquellos años de juventud. Todo enmarcado dentro de una aventura bien escrita de viajes en el tiempo, con un brillante dueto de protagonistas que, espero, aún no hayan dicho su última palabra. Enhorabuena por él!!




Mientras tanto, Juan Pablo Massa hace un gran trabajo con la parte gráfica de la historia. Se apoya en estereotipos para el diseño de personajes y todos funcionan muy bien, con un toque de onda cartoon. Tiene una sólida narrativa y buen planteo tanto de las viñetas como de las páginas al tiempo que consigue traducir en su dibujo los climas y expresiones propuestas por el guion a la perfección. También hace un gran laburo en los fondos, él es el encargado de dar vida a todas esas referencias que el viaje en el tiempo (Y el negocio de Lucas) proponen, y te podes pasar horas buscando cada objeto escondido… Se luce en las páginas en que se produce el viaje temporal, haciendo unas composiciones con imágenes de la época de destino y sus dibujos que quedan geniales. Viendo esta historieta, me animo a asegurar que Massa tiene una enorme admiración por Jack Kirby a quien no imita en absoluto (Tal vez un poco con las tintas, pero levemente), pero sí homenajea en estas páginas (Incluso con los Fity). Un gran laburo de ambos autores de quienes espero más obras y una segunda entrega del Leppe!
El libro cuenta con portada de Richard Ortiz, se complementa con una galería de ilustraciones realizadas por dibujantes invitados (Sanz, Gauna, Alcatena, Frigeri, Jen, Juárez, Erramouspe y Di Mattia) y una breve biografía de los autores. Primer libro que tengo de “Capitán Ediciones” y me gustó la calidad, encuadernación e impresión del mismo… Recomendado!!




- “Tanto lío por esta película, encima. Podrías esperar unos años más y decepcionarte en el cine con el resto del mundo.” 

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