Volver al Superman de John Byrne es una tentación a la que cedemos cada tanto. Si bien leo Historietas desde muy pequeño, no fue hasta la DC post-Crisis que me enganché a coleccionar y leer ininterrumpidamente. Ya lo hemos dicho, pero repetimos que somos parte de la “Generación Perfil”, que sumó a esas colecciones locales todo el material de saldo que llegó en los 90´s a Argentina de la gloriosa Ediciones Zinco. Con el Superman del 86 en adelante se fue construyendo una continuidad nueva, con una evolución del personaje fabulosa, al que vimos afianzarse como héroe, aliarse con otros justicieros, enfrentarse a una galería de villanos que mezclaba reversiones y nuevos personajes, desarrollarse como profesional, establecer una relación amorosa con Lois, revelarle su doble identidad, muerte, regreso, casamiento y todo lo que ya sabemos. Fue vital el relanzamiento para esa generación lectora, porque se encontró con un personaje nuevo, que recién comenzaba y al que acompañamos en un recorrido que, a pesar de tener muchos artistas involucrados, fue coherente, atractivo y, principalmente, muy, pero muy entretenido. Y todo eso nace con las bases que sienta John Byrne, con todo lo que llega a concretar y con las líneas que traza para que continúen sus sucesores. Es decir, amamos a John Byrne y su obra y la vamos a releer hasta nuestro lecho de muerte con toda seguridad… El caso es que, en esta oportunidad, hojeando las primeras entregas de Zinco post “The Man of Steel”, llegamos a la trilogía conocida como “Leyendas en la oscuridad” y no pudimos evitar detenernos allí para releer la saga en cuestión…
Esta Historieta esta enmarcada dentro del evento “Legends”, obra
de John Ostrander y John Byrne, en la que Glorious Godfrey, enviado por Darkseid,
utiliza sus poderes de persuasión para generar mala reputación sobre los
superhéroes y el rechazo social generalizado…
Mientras esto sucede, Darkseid decide llevarse a Superman a Apokolips para derrotarlo. Envía una variación de sus rayos omega a la caza del Kryptoniano, pero el que llega a los pies del Dios es Clark Kent… Decepcionado por el resultado, arroja al humano a la superficie de Apokolips… Los habitantes del planeta, sufridos y carentes de todo, se arrojan en turba sobre Clark para arrebatarle cuanto puedan y utilizarlo como moneda de cambio para poder subsistir… De la turba emerge Superman, que se eleva alejándose de las personas. Al no saber bien donde está ni como volver a casa decide que lo mejor es pasar desapercibido, cubre su colorido traje con unos harapos y comienza a deambular. Se topa con una revuelta donde el pueblo se enfrentaba a la fuerza armada de Darkseid, quienes habían tomado prisionera a una mujer y se disponían a matarla. Como toda vida es sagrada para Superman, se lanza a salvarla y tiene que enfrentase a un “Pacificador”, un enorme robot con quien se traba en combate y ambos terminan sumergidos en los pozos de fuego…
Tiempo después, el cuerpo de Superman es rescatado de
casualidad por una suerte de pescador que buscaba objetos en los pozos para
poder intercambiar. Se lleva al inconsciente Superman a su poblado para
intentar comerciarlo, aludiendo que es un ser indestructible por haber
sobrevivido a la incandescencia de los fuegos de Apokolips. Sin embargo,
Superman despierta amnésico y con sus poderes menguados. Pero entre la gente se
encontraba Amazing Grace, la dama que el héroe había rescatado, y le dice al
pueblo que este hombre puede ser su salvador, que tiene el poder para
enfrentarse a Darkseid y vencerlo. En ese momento atacan unos Parademons y
Grace manda a Superman a enfrentarlos… Los vence con cierto esfuerzo, pero
convence a la gente de su potencial como salvador. Grace lideraba un ejercito guerrillero
que, con Superman al frente de sus filas, comienza a ganar batalla tras batalla
y la esperanza comienza a crecer entre el pueblo…
Pero Superman solo obedecía las indicaciones de Grace, con
quien estableció un vínculo romántico y, cuando la gente agradecida se reúne a vitorearlos
tras el último triunfo obtenido, son masacrados por una legión de Parademons,
ante la mirada impasible de Kal-El y Grace. Se revela que la dama en realidad es
vasalla de Darkseid, y ambos convencieron a Superman de que es hijo y siervo
del amo de Apokolips. Todo el circo en torno a la revolución no era más que un
plan de Darkseid para desmoralizar a su pueblo…
En este período Nueva Génesis había sido destruido y los
Nuevos Dioses vivían en una ciudad flotante, lo único que había sobrevivido del
otrora grandioso planeta, la cual mantenían oculta. Allí, el Alto Padre
consulta con “La Fuente” que da aviso de un peligro mortal para todos. Deben
intentar rescatar a Superman, de lo contrario, la balanza de poder se verá
inclinada favorablemente hacia Apokolips y allí se dirigen los Nuevos Dioses
Lightray y Orion.
Al enterarse de la presencia de estos en su planeta,
Darkseid activa todos los poderes de Superman (Los que mantenía mermados para
que no pueda recobrar la memoria) y lo manda a medirse con los Dioses. Lightray
y Orion harán lo posible para resistir el embate de Superman, escapar a los
engaños de Amazing Grace e intentar restituir la memoria del campeón de la Tierra…
Esta saga se desarrolla en los cómics Superman #3 (Con John
Byrne como autor integral acompañado por las tintas de Terry Austin),
Adventures of Superman #426 (Con guion de Marv Wolfman & John Byrne y
dibujos de Jerry Ordway), y concluye en Action Comics #586 (Donde John Byrne
repite como autor integral, pero ahora engalanado con el entintado de Dick
Giordano), y constituyen el primer cruce de títulos del Superman Post-Crisis.
Si bien teníamos algún conocimiento del Cuarto Mundo de Kirby por aquellas
temporadas de los Superamigos en las que Darkseid era el villano principal, o
por haber leído algún “Maxisol” publicado por Editorial Novaro, fue con esta
trilogía donde por primera vez nos metíamos de lleno en esta mitología, y nos
cautivaba enseguida. Los conceptos y diseños de Kirby eran fascinantes y la
interpretación que de ellos hacían Byrne y compañía era perfecta. Releída ahora,
puede parecer que la historia transcurra muy rápido, que podría haberse
extendido algún que otro número más, pero como sucede casi siempre en estos
casos, se establece el lazo con aquellas primeras lecturas y el sentimiento de
asombro se renueva. Me resulta imposible volver al Superman de Byrne sin que se
despierte en mí ese jovencito que se maravillaba con cada página, cada
historia, cada nuevo personaje que aparecía.
Más allá de todo esto, la saga sigue siendo muy buena, los
diálogos grandilocuentes y declamativos de Byrne cuadran justo con los Nuevo
Dioses y el dibujo es espectacularidad pura, tanto el de Byrne como el de
Ordway que siempre estuvo a la altura a pesar de que era Byrne quien se llevaba
todos los aplausos. Así como “The Man of Steel” se reedita y recopila
constantemente, esta saga debería correr la misma suerte. Lanzamos un llamado a
Salvat, Ovni Press, ECC y cualquiera que ostente los derechos de DC (Y a la
propia DC Comics también), para que recopilen y editen estos tres numeritos en
tomo para beneficio de las nuevas generaciones… Métanle que ya están
tardando!!!
“Eso es agonía, Superman. Eso es dolor como nunca has conocido. Angustia que te hará suplicar porque te conceda la liberación de la muerte.”
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