Desde “Crisis en Tierras Infinitas” para acá, tanto Marvel como DC recuentan el origen de sus personajes más célebres con cierta regularidad...

Aclarando el panorama: “Batman: La leyenda jamás contada”

Desde “Crisis en Tierras Infinitas” para acá, tanto Marvel como DC recuentan el origen de sus personajes más célebres con cierta regularidad. Ya sea por relanzamientos, versiones alternativas o actualizaciones, vemos a Spiderman, Batman o Superman en historias iniciales cada dos por tres. Pero antes de esa época esto no era nada usual, el origen del personaje se contó en sus inicios, muy a las perdidas se recordaba, y cada autor que pasaba por los títulos sumaba algo que hasta entonces no conocíamos. Por ejemplo, sabíamos que Batman había surgido a raíz del asesinato de sus padres, más tarde alguien dijo que fue Joe Chill quién los mató, otro le sumó que respondía a las órdenes de un mafioso que había tenido un encuentro con Thomas Wayne, alguien dijo que Alfred había sido actor, pero alguien más dijo que había sido soldado y así con todos los personajes que rodean al murciélago. Cada autor le sumaba su capa a la bati cebolla, hasta que se hizo una pelota entreverada, de la que ningún lector recordaba todo y propiciaba a que los autores contradigan cosas previamente establecidas…

 

Por otro lado, DC había preparado un arco tres números llamado “World of Krypton” que iba a ser publicado dentro del título Showcase. Sin embargo, la revista se cancela antes de poder publicarlos… Entonces, en lugar de meterlos en alguna otra cabecera de la casa, tomaron la decisión, inédita hasta ese momento, de publicarlos como miniserie. “World of Krypton” se convierte así en la primera miniserie publicada. Los réditos obtenidos fueron tan buenos que DC decidió darles más oportunidades a las historias contenidas en una cantidad limitadas de entregas, publicadas de forma separada a los títulos tradicionales. Ya había tenido su oportunidad Superman, ahora le tocaba a Batman. Con Paul Levitz como editor, se decidió lanzar una miniserie de tres partes que ordene de forma cronológica todos los hechos que formaron la historia de Batman que, para ese entonces, ya pasaba los 40 años de publicación ininterrumpida. El encargado de llevar adelante el guion fue el gran Len Wein…

 


Y por otro lado más, el Maestro John Byrne, hasta ese momento exclusivamente relacionado con Marvel Comics, se entera de que se va a publicar una miniserie de tres partes protagonizada por Batman y, como si de un designio cósmico se tratara, Byrne contaba con tres meses libres entre sus trabajos en la casa de las ideas. Llamó al buen Paul y le dio la buena nueva… John Byrne va a dibujar la primera miniserie de Batman!!!

Mayúscula habrá sido la felicidad de Wein al saber que iba a contar con Byrne para los interiores y José Luis García López para las portadas. Un verdadero dream team para llevar adelante la tarea… Sin embargo, se produjeron algunas demoras que hicieron que el primer guion le llegue a Byrne cuando ya habían transcurridos dos de sus tres meses libres… Por lo que solo pudo estar al frente del primer número. Pero el relevo no podría haber sido mejor, el ídolo Jim Aparo, cuyo Batman es para muchos de nosotros el definitivo, toma la posta en las últimas dos entregas.

 

Len Wein se pone a hacer arqueología en los archivos de DC y se anota todos los hechos importantes en la historia de Batman para recontarlos en su Historieta. Arma un misterio que Batman tiene que resolver y, de paso, obligarlo a repasar sus orígenes. Llega a la Batcueva dentro de una caja misteriosa, el traje destruido del primer Batman acompañado de una nota que lo amenazaba de muerte. Se revela que el primer Batman había sido Thomas Wayne, que se disfrazó de murciélago para una fiesta cuando Bruce era un niño, y con ese atuendo frenó un intento de crimen perpetrado por Lew Moxon, contra quien más tarde testificó en el juicio. Es este Moxon el que contrata a Joe Chill y acaba con la vida de los Wayne dejando huérfano a Bruce. El traje usado por Thomas, Batman lo conservaba en exposición en la cueva y se lo habían robado para realizar la amenaza…




Batman se lanza a resolver el caso al tiempo que recordará la tutoría de su tío Phillip y la crianza con la Sra. Chilton, el juramento ante la tumba de sus padres, su entrenamiento de la mano del detective Harvey Harris (Para el que usó el traje de Robin, volviéndose el primer Robin de la historia), sus años de estudio y formación tanto física como mental, sus diferencias con la concepción de la ley y su falta de justicia, su decisión de volverse un vigilante y, por supuesto, la revelación de la mano del murciélago que atraviesa la ventana…

Repasa el destino final de Moxon y Chill, el origen de algunos de sus enemigos y como nació la amistad con James Gordon. A lo largo de la aventura entra en contacto con varios de sus aliados frecuentes y así, cada uno de ellos también rememora sus inicios. Alfred recuerda sus años de servicio en el frente contra los nazis, su pasión por la actuación y cómo llegó a trabajar para los Wayne; Robin recuerda su noche trágica en el circo y cómo nació su relación con Batman; y Bárbara hace lo propio con su origen accidental en otra fiesta de disfraces…

 


Es un trabajo bastante dedicado el que hace Len Wein, ensamblando todo de manera plausible y sumando nexos de creación propia que hagan que todo fluya. El misterio que plantea es entretenido, la búsqueda de pistas por parte de Batman y compañía es acción pura, pero la resolución no me gustó nada… Tal vez con más desarrollo, un par de números más para profundizar la cuestión y sus consecuencias hubiese sido distinto, pero también lo pondría en duda… Me resultó un desenlace algo tirado de los pelos y rebuscado…

Otra cosa que le juega en contra es que tuvo que condensar 40 años de situaciones circundantes a los orígenes (La bati cebolla que mencionábamos antes), en tres números y algunas cosas resultan demasiado rebuscadas. Que Thomas haya sido el primer Batman, que Bruce sea el primer Robin, que Alfred haya tenido tantas actividades… No sé, hubiera sido mejor si aprovecharan la oportunidad para, de paso, simplificar las cosas… Pero la miniserie funcionó bien en su momento y mantiene su encanto.

Las palmas se las lleva sin ninguna duda el dibujo. El primer trabajo de Byrne para DC deja varias páginas memorables y sería el adelanto de todo lo que vendría un par de años después con Superman. Aparo tiene un nivel extraordinario y ver a Batman dibujado por él hace que uno sienta que está todo bien, que es el camino correcto (Hace un tiempo hablamos de una de las fabulosas páginas que dibuja en estos cómics y lo dejamos por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02Z8WEquC3rcVThA2M3U7wDZ1a8Z5YY8prMy2kJwvubQwYYu42B35fWDWuF9iy1Mekl). Se encarga de las últimas dos entregas, pero también le pone tintas al dibujo de Byrne, por lo que hay cierta homogeneidad en las tres entregas. Todo el trabajo gráfico tiene un nivel altísimo y mantiene la vigencia inalterada.

El tomo se complementa con Historietas breves extraídas de distintos títulos y en todos los casos relacionadas con el origen de Batman. Del Detective Comics 457 trae “No hay esperanza en el callejón del Crimen”, de Dennis O´Neil & Dick Giordano; del # 500 “Matar a una leyenda” de Alan Brennert acompañado nuevamente por Giordano; del “Secret origins of the World´s greatest Super-Heroes” incluye “El Hombre que cae” de O´Neil & Giordano otra vez; y cierra con una historia del Detective Comics Vol. 2 # 27 llamada “El caso de los magnates de la química”, obra de Brad Meltzer & Bryan Hitch. De todo esto solo diré: que gran dibujante fue Dick Giordano, por Tutatis!!!

 


Una a favor y una en contra de estos coleccionables de Salvat. Es un completo acierto que recuperen estas obras ignoradas en las últimas décadas y las acerque a un nuevo público. Ojalá se repita muchas veces más (Ya salió un tomo dedicado al “All Star Squadron” y esta colección incluirá también la miniserie “The Phantom Zone”, pero queremos más, mucho más!!!). Por otra parte, que le pongan un poco más de dedicación a las ediciones…. Esta entrega tiene varios errores de tipeo y diálogos puestos en los globos incorrectos o repetidos… Se les escapa la tortuga con detalles muy tontos...

  


“He mirado a la cara al mal puro y sin adulterar más veces de las que puedo recordar, pero esa cara nunca era la que debía ser… la cara del asesino de mis padres.” 

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