Como sucede con casi todas las cosas, la irrupción de las redes sociales en el universo trajo consigo aspectos negativos y positivos. Nació allí un espacio en el que todo el mundo podía compartir lo que quisiera, desde opiniones, fotos y cometarios varios, a creaciones propias. Todas las personas que no tenían un lugar en el que difundir su obra, encontraron en las redes sociales un lienzo ideal para plasmarla. Claro que todo lo positivo que esto trae consigo, se embarra un poco por la completa ausencia de filtros que limiten (Aunque sea un poco) la constante presencia de pelotudos dispuestos a decir cualquier burrada en dichos espacios… Pero eso es harina de otro costal. Lo cierto es que, yendo a lo que nos convoca, cientos de historietistas de todos los rincones del globo migraron del fanzine a las redes sociales, consiguiendo difundir mucho más su trabajo. Aquellas Historietas que solo encontrabas mal fotocopiadas únicamente en ferias o expos, de pronto estaban al alcance de la mano en redes y de forma gratuita… Esto sirvió tanto para autores noveles, como otros ya conocidos y/o consagrados, y son muchos los ejemplos que podríamos citar. Pero en el día de hoy nos vamos a centrar en la creación del autor que se da a conocer bajo el pseudónimo de “Pein”, llamada “El gato Moncholo”.
El nacimiento de Moncholo es accidental, un chiste publicado
en Facebook que obtiene buena repercusión, al que se suma un segundo, después
un tercero, y cada vez es más la gente que reacciona y comparte. Entonces nace
la fan page y la empiezan a seguir cientos de personas, más tarde miles y,
cuando te querés dar cuenta, ya tenés una importante cantidad de seguidores que
adoran al gato borrachín.
El humor es filoso y explosivo, a veces directo, otras más
elaborado y no apto para todo público, por gusto o por extrema sensibilidad,
según corresponda. Por su parte, el dibujo es extremadamente malo, “chotísimo”
diría Moncholo. Son unos monigotes muy básicos, sin profundidad ni detalles,
que parecen estar hechos en el “Paint” de Windows, dibujados con un cursor
manejado por una mano sin pulso y, tal vez, también afectada por el alcohol o
los estupefacientes. Desconozco del todo el verdadero talento gráfico de Pein, quizás,
si le pone ganas, podría dibujar como John Buscema o Alberto Breccia, no tengo
idea. Lo cierto es que las facultades gráficas de los autores mencionados irían
a contramano de las intenciones de Moncholo y Pein. El dibujo es malo porque completa
el cuadro conceptual que propone la Historieta, Moncholo es un gato reventado que
parece estar realizado por un autor reventado y que se burla tanto como reivindica
el reviente como forma de entender y vivir la vida, y todo ese combo es lo que hace
que su humor sea tan efectivo.
Moncholo tiene tantos seguidores que, ni lerdo ni perezoso,
Pein empezó a comercializar merchandising, y recopiló algunas de las tiras en
unos libritos apaisados que nunca conseguí. Sin embargo, con motivo del décimo
aniversario del nacimiento del gato, hizo de forma autogestiva un lindo libro
que conseguí en la última CBB. Pero, como comentábamos antes, Moncholo es un
bicho de redes y no es necesario el libro para disfrutarlo… Acá les dejo el
link a su fan page del face: https://www.facebook.com/elgatomoncholo,
y este es su linktree: https://linktr.ee/gatomoncholo. Ahí tendrán
acceso a las Historietas, el merchandising y hasta a un video juego gratuito
llamado “No me toqué lo manise”, en el que tenés que ayudar a Moncholo a evitar
el robo de los maníes que acompañan su cerveza…
Gloria a Moncholo y por muchas más Historietas nacidas en cualquier espacio que se preste a la tarea!
“El día de la primavera es como el jabón de mi ducha, se llena de pendejos y me lo paso por el orto. Gabriel García Márquez.”
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Jamas veo estas cosas pero entre al link me estoy haciendo pis...
ResponderEliminar🤣🤣🤣 Es muy gracioso el Moncholo!!!
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