Planeta prisión: “De vuelta a casa”

En la última Crack Bang Boom! rosarina recibimos la visita del Maestro Enrique Sánchez Abulí. Como no podía ser de otra manera, me puse a buscar todas las obras que tenía escritas por él para llevárselas y acosarlo hasta conseguir que me las firme todas… El acoso no fue necesario porque el primer día de la convención hay poca gente y yo estuve entre los primeros que lo vio llegar y acomodarse para firmar, por lo que me puse en fila enseguida. A pesar de que tenía varios libros (El Torpedo clásico, el Torpedo que hizo con Eduardo Risso, “La mariposa y la llama” dibujada por José María Martín Saurí, alguna Cimoc y demás), se mantuvo de buen humor, muy animado y comentando anécdotas de cada una de las obras que me firmaba… Y ahí pasé vergüenza porque cuando llegó el momento de firmar “De vuelta a casa”, obra realizada en conjunto con el Maestro Jordi Bernet, me preguntó que me había parecido el final de la obra… Y yo no la había leído!!!!!!!!! Balbuceé alguna mentira inteligible de que no la recordaba o algo así, lo que sea antes de admitir que le había pedido que me firme algo que no tenía leído, y él muy cortésmente me sacó del paso mostrándome la última página y comentando las respuestas que había recibido de los lectores sobre la última viñeta… Esa misma noche, cuando llegué al hotel, me puse a leer la obra para subsanar el error y, de paso, enterarme de la historia que desembocaba en esa última viñeta tan memorable… Como no podía ser de otra manera, a continuación vamos a hacer el breve comentario de rigor.

 

La historia transcurre en el año 2250 y, desde el 2240, los gobiernos de la Tierra tomaron la decisión de mandar a todos los criminales al planetoide artificial Goblin, donde quedan varados a su suerte. Más de un millón de hombres se encuentran allí y sobreviven como pueden, en pequeños grupos y en constante lucha entre ellos, regidos por la ley del más fuerte. En las cercanías de un grupo de cinco criminales llega una nave espacial de la que desciende una hermosa mujer. Los hombres se acercan y descubren que se trata de un extraterrestre con ciertos poderes mentales, que logra que ellos lo perciban como la expresión de sus deseos, pero la ilusión se rompe rápidamente revelando el verdadero aspecto de los aliens. Los extraterrestres (extragoblinianos en este caso) venían en son de paz, pero los cinco criminales no dejan escapar la oportunidad, los asesinan a todos y roban su nave espacial para volver a la Tierra. Aprenden a manejar el OVNI, descubren su armamento y encuentran el camino a casa. Ni bien llegan, y aún en la nave, van a la ciudad más grande que encuentran y la atacan con rayos láser. Después van a un descampado donde abandonan el platillo volador y, para no ser presa fácil, cada uno de los criminales toma un camino distinto.

En los siguientes capítulos somos testigos del destino trágico que le espera a la mayoría de ellos. Uno tiene una crisis de conciencia, se entrega a las autoridades y revela que son convictos fugados de Goblin; otro es atrapado por una suerte de fuerza policial formada por enanos; el tercero cambia totalmente su apariencia y borra su rastro para no ser encontrado, pero es asaltado por otros criminales; el pedófilo del grupo intenta reencontrarse con su madre pero se entera que ha fallecido, pierde el control y se vuelve presa fácil; mientras que el último hace buenas migas con una bella mujer en las afueras de una ciudad, se establece y es el protagonista de la última viñeta mencionada por el autor…

 

Todos los ingredientes que hacen genial la obra de Abulí, están presentes en esta Historieta. Personajes retorcidos, bellísimas mujeres, parias sociales, referencias ácidas, crítica social, humor liviano y humor denso, sexo, ironía y una historia bien contada. Traslada la historia al futuro para mandar a los criminales a otro planeta, pero ese dato se lo olvida cada tanto. Hay escenas que podrían transcurrir en el presente (O incluso parecen estar ambientadas en los 50´s) y, en el capítulo siguiente, pone autos voladores o algo así para justificar el momento en se ubica la narración, me da la sensación de que es algo que no tuvo muy en cuenta a la hora de delinear la historia. Un detalle que se nota si uno presta atención, pero que no afecta en nada al disfrute que propone la Historieta.

Y todo esto ilustrado por el Maestro Jordi Bernet, quien fuera habitual colaborador de Abulí. Con Bernet me pasa algo similar que con Altuna. Ambos son extraordinarios artistas que dibujan siempre igual de bien, pero que no se ponen en situaciones desafiantes o incomodas. Lograron poner la vara muy alta y llegar a una zona de confort de la que no volvieron a salir, y uno tiene la sensación de que habita en ellos el potencial de disparar para cualquier lado que quisieran, pero prefieren mantenerse ahí, donde saben que obtienen grandes resultados. No es criticable para nada, pero nos termina quedando la duda (O las ganas de haber visto) todo aquello que pudieran haber logrado si buscaran recorrer caminos distintos… (Algo de esto comentamos sobre Altuna en el podcast que le dedicamos a Carlos Trillos: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02qmZ3V4jfRW8s3GVtCpWN1sfqQDYZgTza5t7yEDjo4VJe2E52h8W1uyaSYYqABYkVl).

Pero obviando estas inútiles disertaciones, el trabajo de Bernet es fabuloso en todo nivel, el diseño de personajes, la narrativa, las gestualidades, las escenas de acción y, obviamente, las increíblemente bellas mujeres que dibuja. Tal vez, y acompañando los vaivenes de Abulí con la ubicación espacio temporal, no pone demasiado énfasis en diseñar el futuro ni desarrollar su tecnología, pero al igual que con el guion, pasa a un segundo plano por lo bien que llevan la historia.

 

Y ahora que hemos salvado la falta de no haber leído la obra (Y que no revelamos el misterio de la última página para invitarlos a leerla), nos despedimos hasta la próxima lectura.

 

“¡Para un hombre acorralado, la muerte será el descanso, el reposo, la paz! ¿Quién sabe? Acaso la felicidad.”

 

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