Durante años busqué esta Historieta la que, por un motivo o por otro, siempre se me escapaba o quedaba postergada. Norma Editorial la había publicado a color en álbum y en formato comicbook en dos revistas blanco y negro, replicando las ediciones que tuvo en Estados Unidos de la mano de Mad Dog Graphics El atractivo principal que le encontraba era, obviamente, Richard Corben, pero también la historia de Harlan Ellinson, de quien no había leído nada en realidad, pero siempre había escuchado comentarios elogiosos sobre sus obras. Como la paciencia suele rendir sus frutos, finalmente conseguí las dos revistas en blanco y negro sobre las que nos abalanzamos con ansias, devoramos rápidamente y pasamos a comentar.
En esta historia ucrónica, la tercera guerra mundial arranca
en 1950 y se extiende hasta el comienzo de 1993. Tensiones entre las Coreas,
más la guerra fría alargaron este conflicto bélico que llegó a su fin con
mediación del Vaticano. Sin embargo, el 4 de Julio de ese mismo año estalla la
cuarta guerra mundial. A diferencia de la anterior, esta guerra solo duró cinco
días… El despliegue de armamento nuclear de las potencias mundiales arrasó con
la civilización y la mayor parte de la humanidad, volviendo el planeta un
desierto árido en una gran proporción de su extensión. Las normas de
convivencia social se pierden y los sobrevivientes se rigen por la ley del más
fuerte. Aquellos que aún creían en la convivencia pacífica se asentaron en
“Pueblos-Caja” construidos bajo tierra, escondidos del resto de la humanidad.
En la superficie algunos andan en bandas y otros prefieren saquear lo que
encuentren sin tener que compartir. A estos últimos se los denominan “Solo” y
todo aquello que pueden rescatar lo usan para consumo personal o como moneda de
cambio para obtener alimentos, entretenimiento o municiones.
Además, la radioactividad producida por la guerra nuclear más
ciertos experimentos científicos realizados sobre distintas razas de perros, ha
permitido que los canes desarrollen una inteligencia similar a la humana y que puedan
comunicarse con los hombres mediante telepatía. En el año 2021 el “solo” Vic
cruza su camino con Blood, uno de estos perros telépatas, y deciden seguir andando
juntos. La relación es beneficiosa para ambos, Vic le proporciona alimento a
Blood, mientras que el can utiliza sus poderes telepáticos para hallar mujeres,
las que son extremadamente raras de ver en la superficie, para que el muchacho
pueda satisfacer sus deseos sexuales a voluntad. El perro se ha educado
notablemente y, mientras recorren los desiertos, le ha enseñado a Vic a leer,
escribir, algo de historia y demás asignaturas.
A través de la dupla conocemos este mundo post apocalíptico,
a los distintos “segmentos sociales” que pueblan la superficie, la constante
búsqueda de bienes de cambio, los riesgos que conlleva el canje de objetos y la
dificultad de encontrar una fémina e intentar alejarla de los muchos otros
hombres que la pretenden.
A pesar de que se ayudan el uno al otro, la relación de Vic & Blood es bastante tensa, se molestan todo el tiempo, pelean con mucha regularidad y siempre parece que la sociedad que forman ambos está al borde de sucumbir. Pero, de separarse, sería mucho más difícil para los dos empezar de cero en este mundo adverso, por lo que prefieren tolerarse y seguir juntos. En estas 48 páginas somos testigos de la última aventura que corren como dupla en este futuro…
La verdad es que llegué tarde a esta Historieta en
particular y a Harlan Ellison en general. Porque si bien es muy buena y tiene
sus giros particulares, hemos leído ya tantas otras historias post
apocalípticas que termina resultando algo repetitiva. Lo más probable es que
estos cuentos publicados originalmente en 1969 hayan sido la fuente de
inspiración de la que se nutrieron muchas de las obras que vinieron después,
pero como los leímos alterando el orden de aparición, es que nos resultó
predecible en algunos pasajes… Esto refiriéndonos al mundo post apocalíptico,
sus circunstancias y consecuencias. Sin embargo, el fuerte de la historia está
en todo lo demás, está en el desarrollo de personajes, las relaciones entre
ellos, las situaciones que atraviesan, el nuevo entramado social, las luchas
por poder, los espacios de ocio, como conviven las personas con las decisiones
que toman y demás condimentos. Ellison hace una buena reversión de su trabajo
para adaptarlo a la Historieta, consiguiendo que rápidamente el lector esté al
tanto de las condiciones en que se mueven los personajes en el futuro y
lanzándose de cabeza a la aventura en pocas páginas. Después la historia va a
los palos, no da respiro y termina con una cachetada que, por muchas otras
historias distópicas que hayamos leído, no es para nada esperable.
Y todo esto ilustrado por un Richard Corben inspiradísimo,
que crea un mundo arrasado por las bombas lleno de detalles, que maneja las
sombras y las luces con maestría, creando unos climas perfectos para cada una
de las escenas y con esas expresiones tan logradas y características de su
dibujo que invitan a quedarse en cada página un buen rato. Para esta edición
además realiza dos hermosas portadas dobles que dan ganas de colgarlas de la
pared.
Tardó en llegar, pero disfrutamos mucho de esta obra que se
publicó en 1989, adaptando cuentos de 1969, pero que es verdaderamente
atemporal.
“Le llamé ingrato varias veces y entonces abrí los ojos. Los
fantasmas se habían desvanecido. No estaba muerto.”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
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