Como siempre, volvemos a los 90´s, esa década llena de claroscuros, con buenas y malas, aciertos y errores, obras increíbles y verdaderas pa...

Simbiontes y mutantes: “Venom: Dientes y garras”

Como siempre, volvemos a los 90´s, esa década llena de claroscuros, con buenas y malas, aciertos y errores, obras increíbles y verdaderas patadas al bajo vientre, donde algunos personajes obtuvieron una respuesta tan favorable del público que las editoriales empezaron a explotarlos hasta más allá de lo humanamente tolerable. De repente había series, miniseries o maxiseries de Lobo, Venom, Wolverine, Punisher y muchos otros personajes rudos y violentos que calmaban la demanda de un público ávido de ellos. Como no podía ser de otra forma, nosotros nos contábamos entre esos lectores que nunca tenían suficiente violencia y cada vez querían más y más, pero como no teníamos independencia económica, nos veíamos en la obligación de seleccionar el material que comprábamos y nos quedamos con las ganas de entrarle a muchas de esas historietas. Hoy, que ya ha corrido mucha agua bajo el puente, sabemos (O al menos, creemos saber) cual de ese material puede llegar a valer la pena y cual sería mejor dejarlo pasar… Sin embargo, esas cuentas pendientes pesan más que el sentido común y es así como llegamos a la miniserie dedicada a Venom llamada “Dientes y Garras”.

 

En lugar de otorgarle una serie abierta al bueno de Eddie Brock en la cúspide de su popularidad, Marvel decidió suceder miniserie tras miniserie variando los equipos creativos y sumando algún personaje invitado cuando fuera oportuno. No fue una mala decisión porque Venom tuvo muchísimos de estos arcos y todos con relativo éxito. Así realizó team-up´s con Punisher, Spiderman, Carnage, Juggernaut, Hulk y, quien nos convoca el día de hoy, el inigualable Wolverine. “Dientes y Garras” es una historia bastante rara, para empezar continúa situaciones sucedidas tanto en “Planeta de simbiontes” (Comentada acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/1160650417889158), como en otra serie llamada “El Cazador”.  La historia empieza con Venom ingerido por un cambia formas llamado “Pelo Sucio”, que adopta la forma de aquel que se come. Pelo Sucio es en realidad es un ser de otra dimensión que busca la ayuda de la agencia “Landau, Luckman & Lake” para volver a su plano, espantado por eventos sucedidos en la colección de Wolverine. Hacia allí se dirige tras ingerir a Eddie, a quien no puede digerir del todo. Mientras tanto, dos jóvenes skaters dan con una nave espacial en el subte neoyorquino y entran en la misma. Esta nave pertenecía a “Fago”, un alien que cazaba simbiontes. También llega hasta la nave Donna Diego, otra simbionte conocida como “Scream” y surgida en “Planeta de simbiontes”. Cuando Pelo Sucio llega a las oficinas de “Landau, Luckman & Lake”, se encuentra con Logan en la sala de espera quien tenía una cita allí… Espera pasar desapercibido con su atuendo de Eddie Brock, pero son varios los olores que emana y todos llaman la atención del mutante, quien comienza a increparlo… Justo aparece Emmett, una suerte de pequeño “Cable”, miembro de la agencia y responsable de atender a Logan, quien detecta las varias personas atrapadas dentro de Pelo Sucio. Al verse acorralado, el cambia formas intenta devorar a Wolverine, pero la indigestión puede más y Venom consigue liberarse. Wolverine recuerda que Pelo Sucio había ingerido a un niño tiempo atrás y, al ver a Venom escapar con vida, piensa que también podría salvar al muchacho. Pero Pelo Sucio atraviesa una de las puertas de la agencia y salta a otra dimensión, perseguido por Venom que quiere matarlo… A todos esto, los skaters y Donna activan la nave que está seteada para encontrar a Venom y salta tras él… Wolverine & Emmett no se quedan atrás y cruzan de dimensión motorizados en la moto de Wolvie…




Allí los intereses de Venom y Wolverine chocan, porque uno quiere matar y el otro preservar a Pelo Sucio. Pero todo se complica con la llegada de Quimera y sus “Espectros de plasma”, quienes se alía con Pelo Sucio y lo ayudan a ingerir a Donna… Eddie y Logan harán a un lado sus diferencias, establecerán una tregua temporal y se lanzarán a detener a los villanos, rescatar al joven y a Donna, devolver a los skaters a Nueva York e intentar salir sanos y salvos de esta extraña dimensión en que se encuentran…




 

Es el experimentado Larry Hama el que hace malabares con este guion y no logra salir indemne. Son muchos los cabos sueltos que vienen de otras historias, no da los datos necesarios para que esta pueda leerse de forma autónoma y se hace bastante engorroso. Después, intenta que la acción no tenga pausa con las peleas, los saltos dimensionales y la aparición de distintos personajes, pero todo termina siendo una ensalada que abruma, pierde sentido y termina agotando, aún para los parámetros que manejaban los personajes violentos y populares de los 90´s.

Pero el guion no es lo peor de esta Historieta, ese mérito se lo lleva Joe St. Pierre, el encargado de trasladar la historia a las viñetas. El estilo empleado por el buen Joe es entre hiper exagerado y caricaturesco, con deformaciones faciales y corporales para exacerbar las expresiones y situaciones, todo puesto en página con una vertiginosidad que hace que la narración se pierda por completo debajo de músculos, garras, dientes, babas, líneas cinéticas y firuletes varios, lo que termina confundiendo tanto como aburriendo. Sin embargo, a diferencia de otros dibujantes de la época, mantiene la coherencia a la largo de toda la miniserie. Ese estilo y diseño de personajes no es fruto de la improvisación, sino que es una elección creativa (Desafortunada tal vez, o la única a la que podría llegar) que se sostiene toda la obra. Algo es algo…

 

Olvidable encuentro con Venom en esta oportunidad, pero ni esta ni ninguna otra Historieta medio pelo nos alejará jamás de seguir indagando en los años 90´s porque, como ya habrá adivinado, no aprendemos más…

 


 

“Mantén neutralizado al cambia formas… ¡Para que pueda comerme sus sesos!”

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