A finales del año pasado se anunció con bombos y platillos un nuevo crossover entre Batman y Spawn a cargo de Todd McFarlane en guiones y co...

Encuentro con el diablo: “Batman - Spawn”

A finales del año pasado se anunció con bombos y platillos un nuevo crossover entre Batman y Spawn a cargo de Todd McFarlane en guiones y con dibujos de Greg Capullo. Todd es el creador de Spawn y había tenido su contacto con Batman en alguna oportunidad al igual que Capullo, quien junto con Scott Snyder tuvo un paso popularmente aceptado en la cabecera “Batman”. Además, este especial reúne nuevamente al equipo creativo que unió fuerzas en muchos números de Spawn, Capullo fue quien se hizo cargo de los lápices cuando Todd se alejó del apartado gráfico de su creación.

Así fue que, en Diciembre de 2022 se publicó el Batman/Spawn #1 y, ni lentos ni perezosos, los amigos de Ovni Press lo editaron este año en una edición integral que recopila los tres encuentros que tuvieron estos cruzados encapotados en los últimos 30 años. Como somos hiper fanas de los crossovers, lo leímos con voracidad y vamos a comentarlo con extrema brevedad.

 

El primero de los encuentros fue “Spawn/Batman”, publicado en Abril de 1994 por Image Comics. En aquel tiempo Todd no se privaba de nada, ya había tenido escribiendo en Spawn a guionistas de la talla de Alan Moore, Neil Gaiman o Dave Sim entre otros, y para este cruce convocó a Frank Miller que se encarga del guion, mientras que él toma las riendas de los dibujos. Este crossover lo leí en su momento, allá en medio de los 90´s, cuando casi todos los púberes estábamos babeando por los dibujos de McFarlane, por su Spawn, su Spiderman y la mar en coche, al mismo tiempo que ya había leído “El regreso del señor de la noche”, algunos números de Sin City y Martha Washington y consideraba a Miller prácticamente una deidad. Es decir, agarré este cómic tan bien predispuesto que, al terminarlo, estaba seguro de haber leído una nueva obra maestra del medio… Extrañamente, no lo releí demasiado en estos casi 30 años, por lo que fue como volver a leerlo por primera vez. Y mi opinión sobre la Historieta cambia bastante…

Batman se enfrenta en Gotham con un robot que en su interior contiene la cabeza aún consciente de una persona. Vence a la máquina y separa la cabeza humana la que pierde la vida con la extracción. Por el registro dental del cadáver descubre que se trata de un vagabundo desaparecido en Nueva York. Investigando, se entera de que varios más han desaparecido también y decide viajar a la gran manzana. Por otra parte, conocemos a la Dra. Margaret Love, una persona pública célebre por su constante ayuda humanitaria.  Patrullando por Nueva York, Batman acude a un pedido de auxilio y, confusión mediante, se agarra a trompadas con Spawn quien le da para que tenga y guarde… Siguiendo indicaciones de uno de sus amigos vagabundos, Al Simmons va a investigar a un supuesto refugio asistencial, donde encuentra más de estos ciborgs y armamento de última generación, descubriendo que es la Dra. Love la responsable, a quien recuerda haber conocido en su vida como soldado.

Aprovechando que Batman está en la ciudad, Love le pide ayuda para frenar a Spawn y vuelven a enfrentarse, pero finalmente se dan cuenta de que están del mismo bando, hacen a un lado sus diferencias y detienen a la Dra. Love con viaje en misil incluido. Con la satisfacción del deber cumplido, Spawn intenta terminar en buenos términos con Batman, pero este le responde clavándole un batarang en el medio de la cara…

Me había gustado originalmente la narrativa de Miller, porque me resultaba cercana a la del “Dark Knight”, con la voz en off de Batman exigiéndose cada vez más, criticándose a sí mismo al menor error cometido y pensando mal de los otros… Pero releyendo la obra, ese recurso está aquí muy exagerado, y en una historia que, como habrán notado, no brilla por su originalidad sino más bien todo lo contrario, está llena de obviedades y lugares comunes.

Como en aquel tiempo amaba incondicionalmente a McFarlane, su trabajo también me había parecido increíble. Pero ahora, si bien sigo queriendo profundamente al buen Todd, noto algunas cosas algo distintas… McFarlane es un dibujante con sus aciertos y errores, que reconoció sus fortalezas, sus limitaciones y con esas herramientas se abrió camino en una industria con espacio para pocos, logrando llamar la atención y ganándose un lugar en el medio. Es un artista que en los 90´s llegó a su techo, al que no se le puede pedir que haga aquello que no sabe o con lo que no se siente cómodo. Sin embargo, en esta Historieta baja en su propio nivel de calidad… No se preocupa en ser consistente de una viñeta a la otra, hay vendajes y heridas que aparecen y desaparecen mágicamente, por ejemplo. Por otra parte, si bien en algunas páginas se esmera, en otras tiene un descuido notable, con dibujos sin profundidad, con posiciones que contradicen el accionar que supuestamente están realizando los personajes y con mucho abuso de las líneas cinéticas para ahorrar en fondos… Siempre me gustó el detalle de que, en el número de Spawn siguiente a este crossover (#21), Al conservaba la herida del batarang y se la cosía con un cordón de zapatilla para no derrochar energía. Pero por lo demás, es una historieta bastante olvidable a la que, sin embargo, le tengo mucho aprecio.




 

Un mes más tarde, en Mayo del 94, llegó el turno de DC Comics. Con guiones de Doug Moench, Chuck Dixon y Alan Grant y dibujos de Klaus Janson se publicó “Batman/Spawn: War devil”.

Esta historia arranca con el nacimiento del primer niño de una colonia inglesa en suelo americano en el año 1587. Toda la colonia es asesinada misteriosamente y como rastro solo queda un nombre, Croatoan. En el presente, Batman sigue el rastro de un tal Dare, quien se está ocupando de terminar la construcción de un edificio diseñado por Simon Vesper, un hombre que años atrás fue asesinado por el soldado Al Simmons. Por su parte, Spawn se entera de la próxima inauguración de la torre Vesper y con sus recuerdos atormentándolo parte hacia Gotham. Misteriosamente, Vesper reaparece justo para el estreno de su edificio y, en el sótano asesina a Dare, con su sangre dibuja un pentagrama y escribe “Croatoan”. Al mismo tiempo se produce un apagón total en Gotham quedando iluminadas solamente las propiedades de Vesper, las que también dibujan en pentagrama gigante en la ciudad. Los muertos se levantan de sus tumbas y comienzan a asolar Gotham. Se revela que Vesper es el mismísimo Croatoan, que viene a recolectar almas para el ejército de Malebogia. A regañadientes (Y sin ninguna mención o recuerdo de algún encuentro anterior), Batman y Spawn unen fuerzas para acabar con la amenaza y salvar Gotham.

De los tres cruces entre los héroes, este es el que tiene la historia mejor delineada y más entretenida. No sé cuál será el porcentaje de responsabilidad de los autores, pero Moench, Dixon y Grant son tres guionistas cumplidores, con muchas buenas Historietas en su historial y aquí unen fuerzas para llevar adelante este crossover con la mayor dignidad posible. Le dan poco espacio al enfrentamiento de rigor (Spawn cree que Batman es un diablo enviado por Malebogia), pero lo superan rápidamente y la historia sigue su curso, redondeando una Historieta que cumple con lo que promete.

El mayor porcentaje del éxito de Spawn radica en el dibujo de Todd McFarlane y en aquellos que los sucedieron imprimiéndole una estética similar (Al menos así fue en los primeros años), capas desproporcionadas, cadenas y pinches por todos lados, monstruos, diablos, articulaciones hiper flexibles y demás. Por eso queda medio raro Spawn dibujado por Klaus Janson, que le baja bastante los decibeles y lo lleva a algo más cercano al realismo, o realismo superheroico por lo menos. Los movimientos son normales, su capa tiene una extensión definida al igual que sus cadenas y la manifestación de sus poderes también se ve muy distinta. En ese sentido, el personaje pierde algo y bien podría ser cualquier otro engendro el que acompañe a Batman en esta historia. Por lo demás, un trabajo bastante correcto de Janson a quien, como dije en varias oportunidades ya, prefiero en su faceta de entintador, pero que aquí hace un trabajo bastante bueno, imponiendo su impronta en lugar de dejarse llevar por la moda que regía en ese momento.

 



Y así llegamos al último y más reciente cruce entre estos personajes, coeditado por DC & Image Comics, sobre el que inevitablemente soltaré algún spolier, así que siéntase libre de abandonar aquí la lectura si no quiere que le arruinemos la sorpresa...

Wanda Blake está muerta y Spawn intenta salvar su alma, para lo que debe encontrar a La Bestia Negra en el aniversario de la muerte de su esposa. Esta Bestia le abrirá un portal que le dará acceso solo por 24 horas para salvarla. Por esos misterios de la vida, Spawn pierde 19 horas en ensoñaciones por lo que debe aprovechar las 5 horas restantes para conseguir su objetivo. Casualmente, es también aniversario de la muerte de los padres de Bruce y Batman es convocado por la policía de Gotham. Tras descubrir una serie de mensajes encriptados, llega al callejón del crimen convocado por la Corte de los Búhos. Sin embargo, a pesar de que conoce toda la ciudad de memoria, la fisonomía del callejón le resulta extraña. En ese momento aparece Spawn a exigirle a Batman que libere el alma de su esposa y comienzan a pelear. Spawn muele a golpes a Batman, pero caen en una “zona muerta” del callejón donde el engendro del infierno pierde sus poderes y la batalla se empareja. Tras oír las exigencias de Spawn, Batman nota que han sido engañados y que todo debe ser parte de un plan de la Corte. Efectivamente así era, la Corte busca corromper el alma de Batman haciéndole creer que puede salvar el alma de su madre, para sacarlo del medio y así poder gobernar completamente Gotham.

Batman & Spawn buscarán pistas, tenderán una trampa a la corte y tendrán el combate final en las afueras del Asilo Arkham…

 

De los tres encuentros, este es el que tiene la historia más floja… Para empezar, parece estar muy conectado con la actualidad de Spawn y hace muchos años que dejé de seguirlo, por lo que me pierdo varias cosas. Pero, aparentemente, este Spawn viene del futuro o viaja al pasado de Batman y tiene información de algunas cosas que pueden ocurrir, suele trabajar con algunos compañeros que no conozco y demás circunstancias que se pueden llegar a inferir. Por otra parte, a lo largo de la historia se abren varias puertas que quedan en la nada, como si dejaran cabos sueltos para una continuación que, según lo que los autores dijeron al presentar este cómic, no está en los planes. Entonces, todas esas situaciones las ponen únicamente para que Capullo pueda dibujar al Joker, Violator, Clown, la Bat-Family u otros villanos, lo que ayuda a desdibujar aún más una historia poco inspirada, que se fue armando de a puñados de páginas de acuerdo con lo que la dupla creativa considerada “divertido”.

En líneas generales siempre me gusta el trabajo de Capullo, a quién sí se le nota una evolución gráfica desde sus primeros trabajos en los 90´s (X-Force, Spawn, The Creech, etc), a su último paso por Batman o este one-shot. Páginas muy oscuras, con mucha acción, puestas vertiginosas, varias splash pages inspiradas y demás. Tal vez tiene cada tanto algunas puestas en páginas donde deja espacios vacíos sin sentido, pero en líneas generales cumple con la tarea.




Como dije antes, soy fan de los crossovers pero es cierto que suelen ser decepcionantes, sobre todo si son cruces con personajes de diferentes compañías. Los encuentros entre Batman y Spawn no son la excepción a esta regla casi absoluta, pero el hype que me generan compensa en parte otras falencias…

 



“El bien y le mal no están determinados por las relaciones de las personas entre sí, sino enteramente por la relación de un hombre consigo mismo.”

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