En el año 2015 Doedytores & Historieteca editorial publicaron de forma integral “Ciudad” de Ricardo Barreiro y Juan Giménez, editada or...

Ciudad

En el año 2015 Doedytores & Historieteca editorial publicaron de forma integral “Ciudad” de Ricardo Barreiro y Juan Giménez, editada originalmente a principio de los 80´s por la editorial Lancio. Más allá de que la presente edición es bastante reciente, la historieta es muy famosa y ha contado ya con otras muchas ediciones previas, tanto en Argentina como en Europa, tanto en formato libro como por capítulos dentro de revistas de antologías. A pesar de eso, la vamos a comentar lo mismo porque todo nos importa nada…

Jean es un hombre atrapado en la rutina, todos los días repite los mismos pasos, se despierta, se afeita, trabaja, acuerda un encuentro con su pareja, se ven en un bar por la noche, ella decide adonde ir, y terminan durmiendo juntos… Hastiado de este encierro, una noche discute con ella, la deja y regresa caminando a su hogar medio borracho. Pero algo atípico ocurre durante la caminata, de pronto deja de reconocer el entorno, comienza a notar varios negocios saqueados, y descubre la ciudad completamente vacía… Entonces se da cuenta que son más de las 9 de la mañana y aún no ha amanecido. Irrumpe en escena un auto fuertemente armado que comienza a disparar contra él. Intenta esquivar el ataque pero es encerrado y, cuando todo parece perdido, una mujer sale de un edificio y ataca al vehículo matando a uno de los agresores y rescatando a Jean. Se trata de Karen, quien oficiará de guía turística y será su aliada en la travesía por la Ciudad. La dupla se ve obligada a escapar por temor a una represalia por el asesinato cometido, por lo que Jean propone que comiencen la búsqueda de un camino de regreso al mundo ordinario y así comienza la aventura.
Han pasado años desde que Karen se perdió en la Ciudad, a través de ella que vamos conociendo junto con Jean, que las personas que deambulan por la urbe se autodenominan “náufragos”, que deberán valerse de sus propios recursos y que no será fácil conseguir provisiones, armas o vehículos. No hay reglas en esta ciudad y cada barrio propone una situación diferente e inesperada. En uno es eternamente de noche, en el siguiente el calor es abrazador, en otro las constantes lluvias lo han inundado por completo o todos los edificios son solo un decorado. Pueden viajar en subterráneo y de pronto desplazarse en el tiempo, reviviendo el pasado y conociendo el futuro. A pesar de que la población es limitada, cada encuentro con otras personas o seres también propone situaciones extremas. En su recorrido se cruzarán con una secta, un domador de ratas, una serpiente marina, una planta carnívora, hombres lagartos o vampiros y hombres lobos…. Y a cada paso estarán en riesgo, y en cada recoveco buscaran la salida de este laberinto…




A pesar de que la historia se publicó originalmente por entregas, Barreiro logra un guion sólido, atrapante y que nunca pierde el hilo conductor que une todos los capítulos (Como puede llegar a ocurrir con este tipo de historias de continuará…) Es evidente la buena química lograda en trabajos previos con Giménez, y cómo escribe algunas secuencias para el lucimiento del artista. Los personajes están bien llevados adelante y a medida que la historia avanza se nota el peso en los hombros de los protagonistas. Antes de esta obra, Barreiro había centrado su producción mayormente en historias de ciencia ficción o bélicas (Bárbara, Slot-Bar, As de Pique, etc), pero es en esta donde se ve por primera vez a la ciudad como protagonista (Repetiría en Parque Chas), y donde se siente la opresión del encierro, del laberinto y del vivir al extremo. Quienes conocieron al escritor, dicen que hay mucho de autobiográfico en esta historieta… Un clásico en las obras de este autor y que no falta en este libro, es la presencia de alguna referencia u homenaje al trabajo de Oesterheld. En este caso, un capítulo entero esta coprotagonizado por Juan Salvo, El Eternauta.
El arte de Juan Giménez es detallado en extremo. O bien es un mago, o cada página le insume una cantidad de horas de trabajo insospechada… Hay mucha dedicación a su tarea, lo que sumado al enorme talento que tiene da como resulta un trabajo impresionante. Personajes perfectamente identificables y diferenciables, fondos eternos y una variedad de climas notable. En varios pasajes, cuando los personajes deambulan por la ciudad, los planos son lejanos y dan primacía a la inmensidad de la ciudad y la sensación de ahogo y encierro traspasa la viñeta. Por más de 160 páginas se extiende la obra, y casi no hay dos diseños de puesta iguales. Además, Giménez demuestra el gran manejo que tiene de los recursos propios del lenguaje; como aparecen y se esfuman los recuerdos, la continuidad del movimiento de una viñeta a la otra, la superposición de figuras sobre las viñetas, etc. Tal vez note el lector algún parecido entre el rostro de Jean y el de Barreiro, esto es porque según Giménez, Jean está inspirado en Barreiro. Si bien guion y arte se complementan muy bien, el dibujo es el punto más fuerte de la obra.




La edición en tapa blanda y tamaño reducido es de muy buena calidad y precio accesible. Se recuperan unas pocas páginas coloreadas por Giménez quien nunca completo el color de toda la obra y se complementa con una sección de extras que incluye bocetos, portadas de ediciones previas y un prólogo de Juan Giménez del 2003. Muy recomendable.




Y con esto nos despedimos antes que nos den alcance los hombres lagarto…

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