Con “El Rey Mono” que ya comentamos aquí ( https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/624253651528840 ), no nos dimos por satisfechos...

Perro detective: “Dylan Dog”

Con “El Rey Mono” que ya comentamos aquí (https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/624253651528840), no nos dimos por satisfechos y seguimos leyendo fumetto. En esta oportunidad le entramos a la edición nacional de los primeros álbumes de Dylan Dog que publicó Edinova en el año 1992.
Para quién no lo conozca, vamos con una breve introducción. Dylan Dog es un detective privado que se especializa en casos paranormales (En la línea de los célebres Martin Mystere, Martin Hel o el mismísimo John Constantine), y fue creado en 1986 por Tiziano Sclavi para la famosa editorial italiana Sergio Bonelli Editore. Claudio Villa fue el dibujante responsable de crear la imagen del famoso cazador de espectros y es también el encargado de realizar las portadas de los cuatro tomos que se editaron aquí.
Desde el principio, el personaje tuvo un notable éxito que lo llevó a ubicarse entre los personajes más rentables de la editorial, compitiéndole el primer puesto al mismísimo Tex. Dylan Dog opera en Inglaterra y heredó la profesión de su abuelo y su padre que se dedicaron a la misma actividad antes que él. Los casos a los que se enfrenta suelen estar centrados en dos variantes, o son casos donde verdaderamente hay un componente paranormal o bien, son casos donde algún criminal o criminales simulan este componente esotérico para salir indemnes de algún ilícito. Generalmente lo involucran a Dylan para dar mayor veracidad a la falacia paranormal que han creado, pero es el mismo detective quien los descubre y apresa.
Como todo buen detective privado tiene sus contactos con la policía (Scotland Yard en este caso) y es un seductor nato que siempre gana el favor de alguna dama. Tiene su costado artístico y para ayudarse a pensar en los misterios a resolver, toca el clarinete mientras medita. Dylan Dog no opera solo, tiene como asistente al genial Groucho Marx revivido, rejuvenecido y esperando su oportunidad para volver a las pantallas (Para los más jóvenes que tal vez no lo conozcan, Groucho era el más divertido del famoso grupo “Los Hermanos Marx”, búsquenlo en la web). Fiel a su estilo, Groucho tiene siempre una broma en los labios, habla todo el tiempo y, aunque llega a exasperar a Dylan y sus clientes, siempre está dispuesto a acompañarlo donde haga falta y ayudarlo en todo lo que necesite.
El álbum debut lleva por título “El amanecer de los muertos vivientes” y cuenta con dibujos de Angelo Stano. En esta historia, una mujer contacta a Dylan para que lo ayude a develar el misterio que llevó a su marido a la muerte y de vuelta a la vida en forma de zombi. Para descubrirlo, viajarán hasta un pueblo llamado Inverness, donde el difunto estuvo trabajando por última vez con un colega llamado Doctor Xabaras. El diablo mete la cola y Dylan deberá buscar la forma de evitar que los zombis dominen la tierra… Y tal vez intimar un poco con la viuda.



En el segundo álbum, Sclavi aprovecha el marco que da Inglaterra para meterse con uno de los misterios irresueltos más famosos de la historia. “Jack, el descuartizador” es el titulo de esta historia donde nuevamente una muchacha se acerca en busca de los servicios de Dylan, para que la ayude a resolver un asesinato. En una sesión de espiritismo, el mismísimo Jack se apareció y prometió pronta muerte a todos los integrantes de la mesa… Dylan y Groucho buscarán la respuesta a este misterio e intentarán que los asesinatos prometidos no se lleven a cabo. En esta oportunidad los dibujos están a cargo del recordado rosarino Gustavo Trigo.
“La noche de la luna llena” es el nombre del tercer álbum que cuenta con dibujos de la dupla formada por Ernesto Grassani y Giuseppe Montanari. Para variar, ahora Dylan es contratado por un padre desesperado por averiguar cuál fue el destino de su hija. La muchacha se encontraba internada en un instituto de educación para mujeres ubicado en Selva Negra, en las afueras de una aldea llamada Wolfburg, en Alemania y desapareció tiempo atrás. Las dos hermanas que dirigen el instituto destratan y expulsan inmediatamente a Dylan, por lo que se ven forzados a hospedarse en Wolfburg. Al llegar al poblado, notan que el miedo reina entre los aldeanos y todos prefieren guardar silencio, a excepción del posadero del lugar. Una de las alumnas del instituto se escapa y toma contacto con Dylan para ayudarlo a desenmarañar un misterio que involucra brujas, hombres lobos, y secretos arcanos…
Por último, en “El fantasma de Anna Never” Dylan intenta ayudar a un amigo, actor y alcohólico en recuperación, que cree haber sido atacado por un fantasma. Dylan no sabe cuanto de esto puede llagar a ser cierto y cuanto producto de la adicción, pero todo se complica cuando, al día siguiente en el set de filmación, conoce a Anna Never quien resulta ser igual al fantasma que lo acosa… El guion de la película que están filmando, la realidad y las alucinaciones se entremezclan perdiendo los límites que las separan y Dylan deberá impedir que su amigo caiga en la locura, el asesinato o el suicidio… Al tiempo que estrecha lazos con Anna! Este álbum tiene excelentes dibujos de Corrado Roi.



Tiziano Sclavi mete un bombazo con este personaje y el éxito no se hizo esperar. Astutamente, hace uso de fantasmas, hombres lobos, demonios, criminales famosos y demás alimañas que ya se encuentran en el imaginario popular para respaldar a su detective. Todas las historias que comentamos están muy bien escritas y, aunque de vez en cuando los giros que mete son esperables, crea buenas situaciones de suspenso y las tramas son atrapantes. Su fuerte sin dudas está en los diálogos, sobre todo en el uso que hace de ese maravilloso personaje que es Groucho Marx, cuya voz es la que aporta la comedia. Pero es una comedia realmente efectiva, es un personaje muy gracioso que enseguida se gana al lector. Dylan por su parte, que hoy en día puede resultar un personaje algo estereotipado, se diferencia de sus pares en el hecho de que camina en la fina línea que separa al tipo que se las sabe todas del farsante a quien nadie toma en serio. Incluso, la mayor parte del tiempo está aquejado por inconvenientes económicos por la falta de clientes que puedan pagar y no sean dementes delirantes. Un personaje y un conjunto de historias muy logradas que se instalaron en el gusto popular (En el italiano principalmente) y que se sigue publicando en la actualidad superando ya los 400 álbumes.
Los cinco dibujantes que se encargan de estas primeras cuatro historias tienen un nivel muy parejo. En todos los casos los climas, los ambientes, los personajes y los enemigos están llevados a cabo con eficiencia y sientan las bases de el universo que rodea a Dylan. Por supuesto no todos son iguales, Angelo Stano fue el que menos me llamó la atención, su dibujo es de línea fina y algo anguloso, con menos trabajo en los fondos. Sin embargo, utiliza unas manchas negras sobre su dibujo que quedan muy bien. Gustavo Trigo es el único que conocía antes de leer estos tomos y su trabajo siempre me ha gustado. Se notan en él sus años de dibujar para editoriales de Argentina, donde logró una narrativa y una calidad en sus puestas muy cercana a otros dibujantes locales contemporáneos suyos, como Zanotto, Lalia o Altuna. Montanari & Grassani son los que más se lucen, ya que en el álbum que ellos dibujan hay varias páginas donde toda la narrativa se da con imágenes únicamente y lo hacen muy bien. Además, el entorno boscoso mezclado con una aldea alemana que el tiempo olvidó, transformaciones de hombre a lobo y viceversa, hipnosis y demás efectos que acompañan la historia componen el plato fuerte de esta historieta. Sin embargo, el que más me gustó de todos fue el trabajo de Corrado Roi en el último álbum comentado. Su estilo es mucho más trabajado, hay mayor detalle y calidad en las expresiones y los cuerpos y la narrativa es mucho más eficaz en sus lápices. Los distintos monstruos y espectros que aparecen en su historieta dan verdadero terror, así como el resto de los personajes gozan aquí de su mejor caracterización. Ya quiero leer algo más dibujado por Roi!



La edición nacional tuvo el mismo formato que suelen tener las publicaciones de Bonelli, 16 x 21 cms. Así se publicó en España de la mano de Ediciones Zinco y se está publicando actualmente en México a través de Panini. (De hecho, algunos títulos de Bonelli-Panini están entrando al país a precios razonables. He compartido aquí algunas fotos del “Dragonero” que estoy siguiendo). La contratapa de todos los tomos traíamn una reseña de lo que nos esperaba en el próximo número… La contratapa de la cuarta entrega prometía el álbum “Los asesinos” el cual, hasta donde yo sé, jamás se publicó. Y se escribió así, una nueva página trunca en la vida editorial de nuestra tierra… Como diría el bueno de Dylan: San Judas!!



- “Cuando en el infierno no hay lugar, los muertos caminan por la tierra…”

0 coment�rios: