He sido obsequiado con el libro “Tute de bolsillo” de Editorial Sudamericana para su sello “Debolsillo” (Como era de suponer). Editado originalmente en 2007 y que en 2016 llegó a su cuarta edición. El libro está compuesto por algunos trabajos inédito y otros ya publicados en el diario “La Nación”.
Se suele encasillar a Tute dentro del género humor gráfico. Si bien esto describe parte de lo que vemos en el libro, es una definición que queda extraordinariamente corta ante todo lo que puede abarcar dentro de una sola viñeta este autor. Tiene lectura entre líneas, juegos de palabras, dobles sentidos y una profundidad sorprendente. Al leer el libro, alguna viñeta en particular, o bien varias, te golpean directamente como si estuviesen escritos exclusivamente para vos. Al parecer Tute cuenta con esa habilidad, que solo algunos artistas muy sensibles logran tener, de captar el inconsciente colectivo de la sociedad a la que pertenecen (O por lo menos, a la fracción de ella a la que se quieren dirigir) y transformarlo en arte. Tiene un profundo conocimiento y excelente manejo de las palabras (algunas veces, con un estilo similar al que empleaba Fontanarrosa), confrontando los usos que se les da, con su significado. Y, sumado a todo esto, mucho pero mucho humor.
El texto y el dibujo forman un todo, que debería ser visto en conjunto (como en casi cualquier historieta de autor integral), pero la costumbre me manda a hacerlo por vías separadas. Ya habiendo dicho lo que el autor puede lograr desde la palabra, nos queda la parte gráfica. El dibujo de Tute en este libro, tiene la expresividad justa para acompañar, reforzar o contradecir al texto (Según sea necesario). Pero debe tener algo que escapa a mi percepción y me impide disfrutarlo. Me distancian mucho los defectos que le noto al dibujo, que perfectamente puede ser una elección de estilo, y que pueden estar puestos a propósito en los lugares donde están (de ser así, ya no serían defectos) pero evidentemente carezco de la sensibilidad necesaria o la capacidad de entenderlo. No establece en ningún momento un patrón de proporciones, las personas en las distintas viñetas, varían de tamaño sin solución de continuidad. No hay punto de fuga o profundidad ni en los cuerpos ni en los escenarios que dibuja, las líneas se cruzan como si se tratase de un dibujo descuidado o hecho a las apuradas y las sombras y sombreados… bue, parecen hechos con un lápiz sujetado con el puño cerrado y apretándolo contra el papel… No tengo dudas de que tute tiene capacidad de un despliegue mucho mayor (de hecho, lo he visto en otros trabajos suyos) pero en lo que se refiere a este libro, me resultó un punto flojo. Claro que, como dije anteriormente, si lo tomamos todo en conjunto, el saldo es sobradamente positivo.
Así que si querés pasar un buen rato, que te inviten a pensar y reflexionar pero acompañando todo con buenas dosis de risas, no dejes pasar “Tute de bolsillo”.
“Hay dudas que dudan toda una vida…”
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