Ya puedo tachar otro título de mi historial de clásicos pendientes de lectura, porque recientemente hemos leído el legendario volumen uno de Silver Surfer. Aquellos 18 números realizados casi en su totalidad por la dupla de Maestros formada por Stan Lee & John Buscema. Hace un tiempo, estuve a punto de comprar la hermosa edición que hizo Panini España dentro de su colección Marvel Gold pero, a pesar de que no suelo tener problemas con las traducciones, el “Estela Plateada” es demasiado para mí. Puedo leer sin problemas el “Guasón” mejicano, el “Lobezno” español o el “Bicho Azul” argentino, pero Estela… Entiendo que ese Estela hace referencia al haz que deja un objeto luminoso al desplazarse a gran velocidad, pero para mi limitada mente, Estela es nombre de mujer… mi tía se llama así! “Estela vení para acá” y aparece Silver Surfer… Sencillamente no puedo. Por suerte conseguí el Essential editado por Marvel Cómics e increíblemente barato por tener la portada levemente manchada…. Y es la primera edición, aquella que tenía el error en portada que decía incluir los números 1 al 17, a pesar de traer los 18 episodios que formaron el volumen.
Cuando en 1966 Stan Lee le pasó a Jack Kirby el plot de la trilogía de Galactus (Fantastic Four N´s 48 al 50), nunca mencionó a Silver Surfer. Al recibir las páginas dibujadas, le llamó la atención ese personaje que deambulaba por las viñetas volando en una tabla de surf. Le consultó al respecto a Kirby y este le respondió que un ser tan poderoso como Galactus debía de tener un heraldo que anticipe su llegada. Stan se enamoró del concepto, del personaje y lo adoptó enseguida. Lo dotó de una humanidad y capacidad reflexiva inusual en los cómics de superhéroes de la época y rápidamente Silver Surfer se convirtió en el mimado del buen Stan.
No tardó en conseguir que le den serie propia y para Agosto del 68, el primer número de Silver Surfer estaba a la venta. En esta época, y por haber desafiado la voluntad de Galactus, Silver Surfer estaba confinado a permanecer en la Tierra y sus alrededores gracias a una barrera que había instalado el devorador de mundos y que solo lo afectaba a él. Este fue el castigo que le propino Galactus por haberse unido a los Fantastic Four impidiendo que se coma el planeta a voluntad. El primer número repasa el origen de Norrin Rad, nos cuenta su sacrificio para salvar su adorado Zenn-La y como, en consecuencia, se vio obligado a alejarse para siempre de su amada Shalla Bal.
A partir del segundo asistimos al deambular del pobre Surfer por nuestro planeta, donde es rechazado, discriminado y perseguido porque provoca terror a los humanos solo por ser distinto. A pesar de los constantes ataques que sufre, siempre intenta entender el accionar de los hombres, excusándolos porque temen aquello que no comprenden. La soledad y el encierro lo llevan constantemente a evocar su mundo perdido y el lejano amor de Shalla Bal, en largos soliloquios llenos de amargura y dolor.
Pero no todo es padecer para el bueno de Norrin Rad en esta serie y, como no podía ser de otra forma, siempre aparece alguien que lo obliga a combatir. Así se enfrenta a terrores provenientes del espacio, mide sus fuerzas con el poderoso Thor por obra de Loki, detiene un nuevo plan de The Stranger para acabar con la vida humana, viaja al futuro para encontrar destruída a Zenn-La por obra del Overlord, debe enfrentar la nueva creación del último descendiente de Victor Von Frankenstein y renunciar una vez más al amor de Shalla Bal para poder salvarla luego de vencer a su paisano Yarro Gort, quien también pretendía a la dama.
El único villano recurrente en estas páginas es Mephisto. El monarca del mal se obsesiona con la pureza inquebrantable e incorruptible del alma de Silver Surfer y en sucesivas ocasionas lo enfrenta. Pero no busca derrotarlo o destruirlo, ya que eso dejaría impoluta el alma de Norrin, sino que su objetivo es doblegarlo, esclavizarlo, corromperlo para que pierda la nobleza, el altruismo y entonces, cuando esté humillado y vencido, poder reclamar su alma para toda la eternidad. Con este objetivo, Mephisto somete a Silver Surfer a los más crueles y despiadados padecimientos, golpeándolo allí donde más le duele, poniendo en riesgo la vida de los hombres o de la misma Shalla Bal. Sin embargo, el Surfer siempre encuentra la forma de desactivar las maquinaciones de Mephisto y devolverlo a las tinieblas hasta la próxima vez…
La segunda mitad de la colección se convierte en un verdadero desfile de estrellas invitadas, transformando el título en un virtual “Silver Surfer Team-Up”. Por medio de cualquier excusa argumental, se logra que Silver Surfer se cruce (Y enfrente en la mayoría de los casos) a las más grandes luminarias de la casa de las ideas. A saber, The Abomination, el amistoso vecino Spiderman (Cuyo enfrentamiento con el Surfer no tiene pies ni cabeza la verdad…), The Human Torch, Nick Fury, Shield y The Inhumans en el último número, donde prometen nuevas aventuras para el próximo mes que nunca llegamos a ver porque se canceló la cabecera...
Si en X-MEN la idea de Stan Lee era la de trazar un paralelismo entra el sentimiento anti mutante con la discriminación que imperaba en Estados Unidos en los 60´s (Particularmente contra los afroamericanos), en este título va mucho más a fondo en ese sentido. Porque aquí Silver Surfer no sólo sufre esa marginación social, sino que reflexiona sobre ella exponiendo el vacío de contenido que conlleva y cómo es fruto únicamente de la ignorancia y la cobardía (Sin mencionar el beneficio que acarrea para algunos sectores). Pero no se cierra sobre ese tema y, a través de la voz del Surfer, Stan Lee enjuicia el comportamiento del hombre en su conjunto y cuestiona el odio entre hermanos, las guerras, las sociedades, el hambre, el abuso sobre los recursos naturales, etc…
En los primeros números se nota el inmenso amor que tiene hacia el personaje y las posibilidades que este le brinda y las aprovecha ampliamente llevando al título por senderos poco habituales para ese momento del mainstream, ofreciendo una propuesta diferente pero siempre mezclada con acción y combates superheroicos, aunque aquí están claramente en un segundo plano. Como dijimos antes, hay un cambio promediando la colección y el trabajo de Stan Lee sufre una merma. Desconozco si habrá sido por estar al frente de varios títulos o si la idea original se agotó (Porque tampoco se puede tener a Silver Surfer llorando durante 20 números…), pero cuando se empiezan a suceder los Team-Ups la calidad de los guiones y el interés que provocan en el lector baja bastante, reduciéndose a la anécdota del cruce de turno (Al menos, esta fue mi experiencia personal…).
Fiel a su estilo, toda la colección se lleva adelante con el Marvel Way (Según el cual, el guionista le pasa el plot al dibujante, este realiza todas las páginas que vuelven al guionista para que agregue los diálogos finales) y se puede entrever en esta colección los pros y contras de este estilo. Por un lado, le otorga una absoluta libertad creativa al dibujante y si ese dibujante es John Buscema, el resultado va a ser de excelente a inmejorable; por el otro, el guionista queda obligado a ser lo suficientemente hábil (O prestar la atención necesaria) para que los diálogos vayan de la mano con la narrativa gráfica planteada y es acá donde Stan hace agua en algunas ocasiones (Las menos la verdad, pero pasa). Por ejemplo, un personaje comienza una oración caminando por un pasillo y la termina sentado en un salón frente a una chimenea tomando un té. Es decir que el tipo dijo media frase, fue a la cocina, puso la pava, preparó té para todos, se sentaron frente al fuego y, recién después, dijo la otra mitad de la frase… Y los demás personajes le responden como si nada… Obvio que se puede hacer la vista gorda con estos detalles, pero no dejan de romperme un poquito las pelotas…
Lo cierto es que para el número 18 la colección se cancela por bajas ventas y fue un duro golpe para Stan Lee que le ponía todas las fichas a su personaje mimado. Pero lejos estaba de rendirse ya que volvió a insistir en varias oportunidades, hizo un fabuloso one shot con John Byrne (Que se considera el volumen dos), una especie de elseworld con Jack Kirby, donde recontaban la llegada de Galactus a la Tierra pero sin otros supertipos más que el Surfer y el devorador, y los dos números que guionizara para Moebius (Silver Surfer: Parable). Todas, al igual que esta que comentamos, están absolutamente recomendadas.
Si bien el trabajo de Stan es muy bueno, es John Buscema el que se lleva todos los aplausos. La rompe desde la primera hasta la última página de los 17 números que tiene a su cargo. No solo es un maestro de la narrativa y la puesta en página, sino que logra un Silver Surfer único y definitivo, al que presenta fuerte y enérgico, pero también esbelto y vulnerable. La relación del Surfer con su tabla está tan lograda que en aquellas viñetas en las que aparece sin ella, pareciera estar incompleto. Despliega una variedad de posiciones para plasmarlo sobre la tabla que parece ser infinita, casi no hay dos viñetas de surfeo espacial parecidas entre sí. Se manda algunas splash pages memorables, dignas de enmarcar y colgar y la fuerza que tiene su dibujo, la dinámica de su narrativa, lo expresivo de sus diseños, las perspectivas que utiliza, el manejo anatómico que tiene, todo es verdaderamente sublime. Y a pesar de que no hay nada que se pueda criticar en el trabajo de Buscema, este no está considerado como su mejor trabajo… o sea que este artista legendario, acá todavía no había llegado a su techo. Notable!!
El último número del tomo vuelve a reunir a los padres de Silver Surfer cuando, de la mano de los lápices del Rey Jack Kirby, se enfrenta a los Inhumans en la luna. Este hermoso tomo se complementa con la primera historieta protagonizada enteramente por Silver Surfer, que se publicó originalmente en el Anual #5 de Fantastic Four y también es obra de Lee & Kirby, más algunas pocas páginas dedicadas a los bocetos que hiciera Buscema mientras diseñaba la tapa y contratapa del presente tomo. En esta o cualquier otra edición, recomendamos fuertemente el Silver Surfer de Lee & Buscema!
- “Cada hora de mi vigilia está dedicada a encontrar un escape de este mundo caótico! Pero, aunque ahora fuese libre para partir… El surfer elige quedarse… Para pelear por aquellos que lo han atormentado!”
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