Ya comenté aquí en varias oportunidades que, entre los muchos géneros por los que tengo debilidad, las historietas biográficas son uno de mi...

El verdadero sueño americano: “Joe Shuster: Una historia a la sombra de Superman”

Ya comenté aquí en varias oportunidades que, entre los muchos géneros por los que tengo debilidad, las historietas biográficas son uno de mis predilectos. Sobre todo, cuando esa biografía es la de algún personaje cuya vida y obra me interesó desde siempre. Pues bien, en el último viaje a Rosario con motivo de asistir a la Crack Bang Boom 10, conseguí en Puro Cómic (Una de las mejores comiquerías de la ciudad) la obra “Joe Shuster: Una historia a la sombra de Superman”. Julian Voloj es el responsable del guión y el italiano Thomas Campi se encarga de la parte gráfica de este libro editado en 2018 por Dibbuks cuya edición original data del mismo año por parte de la editorial Super Genius. Lo leímos, nos encantó y vamos a comentarlo con muuuuchos spoilers (De una vida que ya es conocida por todos…)

La historieta comienza en 1975, cuando un policía despierta a Joe Shuster de un sueño intranquilo. Joe tenía 61 años, estaba viviendo en la calle y dormía en bancos de plaza… El oficial lo invita a comer algo, comienzan a charlar y le cuenta que es uno de los padres de Superman. El policía no puede creer que uno de los creadores del personaje más popular de los cómics haya llegado a esa situación y le pide que le cuente su historia…
Nacidos en Rusia, los padres de Joe eran una pareja judía que se muda a Toronto escapando a la pobreza. Allí nace el pequeño Joe, el 10 de Julio de 1914. Desde muy temprana edad se sintió atraído por las tiras de prensa que leía junto a su padre y por el dibujo, actividad para la que tenía un notable talento. Tras varias mudanzas dentro de Canadá, el padre de Joe recibe una oferta de trabajo de una empresa ubicada en Cleveland, Ohio y con 10 años Joe se muda a Estados Unidos. Tras algunos años en la escuela, se acerca al periódico estudiantil y se ofrece para dibujar, es allí donde publica por primera vez. Entabla una relación de amistad con Jerry Fine y todo comenzaba a marchar bien… Pero, su padre se queda sin trabajo y deben mudarse nuevamente. En esta oportunidad al barrio de Glenville. Jerry le dice que su primo va a la escuela de Glenville y le aconseja buscarlo una vez instalado, su nombre es Jerry Siegel…




Jerome Siegel es un muchacho retraído, que sufre las burlas de sus compañeros, al que le encanta la lectura y escribir y que está enamorado de una chica de la escuela llamada Lois. Cuando se conocen, la química entre ambos aparece instantáneamente. Los dos tienen los mismos gustos, pasiones y aficiones. Se la pasan leyendo historietas, revistas Pulp, relatos de ciencia ficción e imaginando sus propias historias. Las palabras de Jerry en las imágenes de Joe…
Comienzan a colaborar y mandan muestras a diferentes editores. Son tan pobres que a veces no tiene ni para comprar el papel de dibujo, por lo que Joe manda muestras en papeles de envoltorios o en el reverso de papel tapiz desechado… Dibuja sobre una tabla de cocina que le presta su madre… Jerry empieza a concebir la historia de un superhombre, muy poderoso y que quiere apoderarse de la tierra. Escribe un relato en prosa al que Joe acompaña con alguna ilustración, pero entonces sucede una tragedia. El padre de Jerry, que era sastre y tenía un local, muere de un ataque cardíaco tras un asalto y el crimen queda impune…



La injusticia que sufren las clases obreras atormenta a Joe y empieza a soñar con un superhombre que utilice sus poderes para defender a los débiles… Toda una noche de trabajo febril dando forma a los conceptos que le llegan como cataratas y, al amanecer, sin haber dormido, corre a casa de Joe a contarle sus ideas… Y Joe hace sus aportes… Ropa ceñida, el emblema, una capa… La imagen se va completando… Identidad secreta, trabajo en un periódico para estar cerca de las noticias, triangulo amoroso de dos personas… Todo surge espontáneamente entre los dos amigos… Corren los años 1932 y 33 y nadie aceptaba publicar a Superman.
Al año siguiente terminan de cursar y mandan más muestras con nuevos personajes que consiguen vender, entre ellos “Henri Duval” y “Doctor Ocult”. El tiempo pasaba y el último hijo de Krypton no encontraba hogar. Tenían trabajo y publicaban historias de policías, de donde surge Slam Bradley, pero ellos sabían que Superman era algo especial y estaban empeñados en publicarlo…
Finalmente, la idea llega a las manos de Sheldon Mayer, quien llevaba tiempo trabajando con distintos editores. Le encantó el concepto de Superman y movió sus contactos ofreciéndolo. Así llega a la National Allied Publications (Primer nombre de lo que más tarde sería DC Comics) y aceptan publicarlos. DC le hace un cheque donde, entre otros conceptos, les pagan 130 dólares por Superman. A cambio, ellos tuvieron que firmar un contrato cediendo completamente los derechos sobre la creación…



Eran jóvenes, inexpertos y llevaban años intentando publicar Superman… Firman el contrato.
El éxito es inmediato, Superman vende como nadie más y tienen mucho trabajo. Pronto se suma un segundo título y tiras de prensa. Aparece el primer serial de radio y el hombre de acero hace apariciones en desfiles y en todo tipo de merchandising. DC facturaba millones mientras que ellos tenían un sueldo regular… Comenzaban a sentir que habían cometido un error y que estaban recibiendo un trato injusto, principalmente Jerry. Aun así, se empeñan en hacer todo ellos mismos, pero Joe, que siempre tuvo la vista defectuosa, comienza a tener problemas para dibujar por lo que tiene que contratar asistentes. Jerry no deja que nadie más escriba su personaje… Pero Estados Unidos entra en la segunda guerra mundial y Jerry es llamado a las filas, quedando obligado a dejar Superman en manos de otros escritores.
En el ejercito conoce a un abogado que lo asesora y, al regreso, convence a Joe para que demanden a DC. Pierden el juicio y el trabajo… Se quedan literalmente con las manos vacías.
Lo intentan de nuevo creando un nuevo personaje llamado Funnyman, pero las ventas no acompañan y se cancela a los pocos números…



Lentamente van quedando fuera del mercado editorial, intentan reclamar sus derechos nuevamente y vuelven a perder… Su situación económica es muy precaria por lo que deben trabajar de manera urgente. Jerry vuelve a DC, por acción de su esposa, a escribir sin ser acreditado como autor, mientras que Joe dibuja historietas eróticas y de sadomasoquismo.
Con el tiempo vuelven a quedar fuera del sistema y Joe consigue trabajo de cartero mientras que Jerry es empleado postal en una oficina…
El tiempo pasa, y sobre fines de los 70 se anuncia un contrato millonario entre DC y Warner por la realización de la próxima “Superman the movie”. Joe estalla y escribe una carta llena de odio, bronca y rabia, pero con muchísima razón, contra DC y su película. Detalla la deplorable situación en la que el y Joe vivían y la envía a todos los periódicos. No todos se hacen eco, pero llega a manos de la gente indicada, entre quienes estaba un joven Neal Adams.
Adams toma contacto con ellos y empieza a darle visibilidad a su reclamo… Gracias a su ayuda y la de gente como Jerry Robinson, consiguieron que DC les otorgue de por vida una generosa pensión y que el nombre de Superman siempre deba ir atado al de ellos dos como creadores.
A lo largo de su vida Jerry se casó dos veces y tuvo una hija que también es escritora. Joe jamás se casó y pasó la mayor parte de su vida estando a cargo de su familia.
Tras obtener la pensión por parte de DC, los dos amigos pasaron sus últimos años en california, viviendo muy cerca uno del otro…



La historieta es excelente. El trabajo de Voloj es serio y está basado en un profunda, documentada y completa investigación. Si bien se centra en Joe Shuster desde el título, al haber entablado amistad a tan temprana edad con Jerry y habiendo compartido el resto de su vida juntos, es una biografía de ambos. Esta muy bien contada, con mucha objetividad, sin esconder datos y haciendo foco en los momentos mas relevantes y significativos, tanto de la formación como de la etapa profesional de ambos protagonistas, matizando todo con el marco de las vidas privadas. Donde pone una licencia creativa para hacer más interesante la historia (Es decir, cuando no cuenta algo tal como se supone que sucedió), lo aclara en las notas finales para que quede hecha la salvedad. Se nombran a todos los editores cuyo nombre tuvieron alguna relación con la vida de Superman (Para bien o para mal), los autores que ayudaron o soltaron la mano de Jerry & Joe, los contactos de las editoriales con la mafia… Todo está contado aquí. En su obra quedan expuestas, prácticamente en blanco y negro, las dos caras del famoso “American dream”. En el lado poético vemos como dos jóvenes judíos de clase media baja, sin recursos ni grandes oportunidades, logran hacer realidad su sueño basados en el esfuerzo, el talento y la perseverancia llegando a publicar al primer y más grande de todos los superhéroes quien logra facturar millones… Mientras que, en el costado más realista, vemos como ese sueño se vuelve una pesadilla cuando la inexperiencia los lleva a caer en las garras del sistema empresarial o industrializado, que son los que se quedan con esos millones. A partir de ahí, se revela como todo el sistema está armado para favorecer a las empresas, facilitar la explotación laboral, la mano de obra precaria y barata al tiempo que garantiza impunidad a situaciones claramente injustas…
Complementa la historia con un amplio dossier de su investigación, en el que además de compartir más información, acompaña con códigos QR que nos llevan a páginas en las que podemos oír los seriales de radio completos, ver los capítulos animados de los estudios Fleischer o acceder a imágenes de documentos que fueron vistos o mencionado en la obra.
Para no ser menos, Thomas Campi hace un trabajo de extraordinaria belleza. El dibujo es muy bueno, con una recreación histórica fehaciente y con puestas en páginas que tiene alguna reminiscencia a las que se utilizaban a fines de los años 30´s de manera estándar. Para las escenas que se desarrollan en tiempo presente utiliza tinta y color mientras que, para las que narran hechos pasados, aplica el color (Con acuarelas creería) directamente sobre los lápices, dándole una sensación de ensueño o recuerdo borroso, que crea unos climas hermosos. Como la línea narrativa que sucede en el pasado se cuenta a partir del recuerdo de Joe, generalmente la imagen central de cada viñeta es nítida, mientras que los elementos que aparecen en los márgenes están apenas delineados, como sutilmente insinuados. El uso de luces o sombras, así como la variedad de tonos usados en los escenarios, demuestra el excelente manejo del color que tiene Campi. Hace algunas composiciones de páginas donde inserta dibujos de Shuster o páginas dominicales de diferentes historietas que son para enmarcar y colgar. Cuando es necesario, agrega entramados mecánicos para reproducir los estilos utilizados en aquel entonces. Un artista versátil, que hace uso de cuanto recurso tiene a mano para lograr un resultado por demás satisfactorio.
Para terminar y no seguir aburriendo a nadie, homenajeamos y agradecemos a través de esta obra y el comentario que hacemos a Jerry Siegel y Joe Shuster, quienes hace casi 90 años idearon al campeón de los necesitados, los humildes y los oprimidos, lo vistieron con un ajustado y colorido traje y, casi sin saberlo, crearon un género, impulsaron un medio y dieron a la humanidad a uno de los íconos más famosos de la cultura popular. Un personaje reconocido en el mundo entero que ha inspirado, inspira e inspirará a millones de personas… Gracias eternas Jerry & Joe!



- “La editorial que publica los cómics de Superman, Naitional Periodical Publications, Inc., ha matado mis días, asesinado mis noches, ahogado mis alegrías, estrangulado mi carrera. Considero a los ejecutivos de National asesinos económicos, monstruos hambrientos de dinero.”

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