La primera vez que escuché hablar de Sandman fue a comienzos del 94, la serie ya llevaba varios años publicándose y el boca a boca empezaba ...

Vigilia en el reino de los sueños: “The Sandman”

La primera vez que escuché hablar de Sandman fue a comienzos del 94, la serie ya llevaba varios años publicándose y el boca a boca empezaba a correr y se llenaban páginas de revistas especializadas colmadas de elogios… Desde ese momento mi curiosidad quedó a merced de Morfeo… Se confirmaron mis expectativas cuando Símbolo Editorial publicó los primeros 3 números de la serie en el 96. Me gustó tanto que empecé la búsqueda de los episodios publicados por Zinco. La vida de Sandman con Ediciones Zinco también fue bastante errática, algunos números en “Universo DC”, otros en una colección propia y de ahí a las recopilaciones en formato Prestige. Parecía ser que Sandman no contaba con el favor del lector español en aquellos años. Solo llegué a conseguir algunos números salteados, pero cada viñeta leída me atrapaba más y más…

En algún período de vacas flacas, cuando podía comprar poco y nada, conseguí leer de prestado varios de los tomos publicados por Norma Editorial dentro de su “Colección Vértigo”. Esa fue la primera vez que leí en forma cronológica los primeros cuarenta y tantos números de Sandman para estar definitivamente perdido en el reino de los sueños, pero por los avatares de la vida me seguía siendo esquiva la lectura completa… En algún momento intenté leerlo en digital y nuevamente desde el comienzo, pero por tener otras lecturas pendientes en físico (Y por preferir ese formato, claro está), terminó quedando relegado el pobre Arenero.
Finalmente, en 2014, tuvimos la primera edición nacional completa de la mano de ECC Sudamérica, que lo publicó en 10 tomos iguales a los TPB´s yanquis (Pero con la traducción española). Una vez completa la colección, estaba presto a leerla completa al fin, pero… fui padre, cambié de laburo y mis tiempos se acortaron bastante. Entonces empecé a esperar el momento perfecto para entrar de lleno a los tomos y los años comenzaron a pasar, hasta que decidí que no hay mejor momento que el presente y me leí esta maravillosa obra maestra de una buena vez.




Pero volvamos un poco en el tiempo para repasar la génesis… La década del 80 arranca en una escalada de ebullición creativa que parecía ser contagiosa entre los autores del momento. Salía una gran obra seguida de otra mejor hasta llegar al techo que suponen “The Dark Knight Returns” de Miller y Varley y el “Watchmen” de Moore y Gibbons promediando la década. Después de eso, esa ola creativa comienza a mermar un poco (Al menos dentro de DC Cómics) y algunos editores empiezan a barajar distintas ideas como para incentivar nuevamente la creatividad. Entre esos editores se encontraba Karen Berger, quien sería de vital importancia tanto en la vida de Sandman, como en la del fabuloso sello “Vertigo”. Lo cierto es que de esas reuniones surgió la idea de retomar algunos conceptos y personajes de la Golden Age y reformularlos para los 80´s. Uno de los personajes elegidos era Wesley Dodds, el Sandman que hiciera su debut en 1939 de la mano de Gardner Fox & Allen Bert Christman.
Berger ya venía teniendo conversaciones con Neil Gaiman y este le había propuesto trabajar con ese personaje, por lo que cuando nació la oportunidad se lo ofreció sin dudar. A partir de ahí, Neil empezó a desarrollar la historia y a pasarle ideas a Karen sobre lo que haría con la serie, pero era tan alejado del concepto original del personaje que, si bien tuvo luz verde, Karen le propuso que lo haga como un personaje nuevo y del todo independiente del Sandman de la Golden Age y sus sucesores. Finalmente, en Noviembre de 1988 sale a la venta el número 1 de “The Sandman” con el primer capítulo de “Preludios & Nocturnos”, el arco inaugural de la serie.




Gaiman se inspira en las leyendas provenientes de la cultura anglosajona o celta, las que cuentan que el Arenero es un ser que visita los dormitorios de la gente dormida y les tira arena mágica en los ojos, invitándolos a soñar y las lagañas al despertar son los vestigios de esta arena. Este es el protagonista de la historia, también conocido como Morfeo y miembro de Los Eternos (“Endless” en el original). La familia de los Eternos está formada por siete hermanos llamados Destino, Desesperación, Destrucción, Delirio, Deseo, Muerte y Sueño. Cada uno de ellos se encarga de poner a disposición de la humanidad, en todos los planos de la realidad y en todos los tiempos, el fruto de su reino… La historia comienza en 1916 cuando una orden sectaria realiza un ritual intentando convocar y apresar a Muerte, pero por error terminan encerrando a Morfeo, quien queda atrapado por décadas. La falta de orden en el reino de los sueños empieza a afectar a la humanidad al tiempo que va destruyendo el hogar de Morfeo. Más de 70 años después, en 1988, Sueño recobra su libertad y se lanza a recuperar sus herramientas (El yelmo, la bolsa de arena y el rubí), a vengarse de sus captores y luego intentar reconstruir su reino y poner orden en los sueños de los hombres.
Las extensiones del poder de Morfeo, el peso de sus obligaciones, sus relaciones con los hombres, con sus amores, con la familia, con otros seres y reinos fantásticos entre muchas otras situaciones se darán a lo largo de los 75 números por los que se extendió la serie hasta que Gaiman quiso darle fin… y le dio un fin memorable por cierto… Pero además, en muchas oportunidades el autor relega a Sandman a un segundo plano, volviéndolo un actor de reparto para dar protagonismo a otros personajes tan atractivos como el propio Morfeo, entre los que se cuentan Orfeo, Lucien, el Corintio, Caín, Abel, Rose Walker, Lyta Trevor, el cuervo Matthew, Nada, Mervyn, Hob Gadling (El hombre que negaba la muerte), Lucifer, el resto de los Eternos y un largo y virtuoso etcétera…




Siempre que hacemos las lecturas comentadas, nuestra intención es compartir impresiones con aquel que leyó la obra y dar un acercamiento para el que no la leyó, pero en todos los casos es simplemente eso, un acercamiento que en ninguna oportunidad le hace justicia a la obra en sí y mucho menos en un caso como este, cuando hablamos de una obra tan delicada y precisa. Tal vez a esta altura recomendar Sandman resulte una obviedad tan grande como hablar bien de los Beatltes, Alan Moore o Messi… Sin embargo, en todos los años transcurridos desde mediados de los 90´s, cuando algún amigo me pedía recomendaciones de obras para leer, invariablemente incluía a Sandman en la lista y la respuesta obtenida fue 50/50 entre los que la disfrutaron y los que no pasaron del quinto número… Y siempre me pregunté porqué se daba esta situación con una obra que, a mi parecer, debería ser una lectura obligatoria para cualquier entusiasta del medio… Pensando un poco sobre el tema, llegue a la conclusión de que hay un momento específico para conectar con Morfeo. Si el lector busca una lectura de aventuras, con combates, rayos láser, enfrentamientos cuerpo a cuerpo, guerras y demás cosas (Que están muy bien también), o por el contrario, algo pasatista, ágil y de mero entretenimiento lo más probable es que no se enganche leyendo esta historieta. Gaiman recorre senderos mucho más calmos en apariencia, dando un notable espacio al lirismo, al vuelo metafórico y a la reflexión. A analizar las relaciones entre los personajes en profundidad, a llevarlos a situaciones límites y dejarse llevar con los resultados, a desatar las pasiones que lleva dentro y volcarlas a la obra con precisión quirúrgica y enredar al lector en mundos tan mágicos y maravillosos que terminamos enamorados de Sueño. Es decir, si usted, querido lector, intentó leer la obra y no resultó, no lo fuerce… Hay que dejar pasar el tiempo leyendo otras cosas e intentarlo nuevamente más tarde. Pero vuelva a intentar porque va a llegar el momento en que esté vibrando en la misma frecuencia y la lectura se hará ligera, placentera e inigualable, porque Sandman es una obra que se disfruta infinitamente cuando el lector pone algo de sí mismo en la tarea.
Por lo demás, solo puedo decir que Neil Gaiman es un tipo de una inteligencia extrema y lo demostró a la hora de escribir esta historia, para la cual pareciera haber trazado un mapa que englobaba las 75 entregas de principio a fin (Aunque lo más factible es que no haya sido así, lo que redobla el mérito), porque toda está conectado como si de una gigantesca tela de araña se tratase, en la que el movimiento de una hebra repercute en el resto a lo largo de toda la saga. Tanto Gaiman, como Karen Berger y el portadista Dave McKean (Cuyas portadas son obras de arte dignas de estar en exposición permanente e itinerante), son el alma de la obra, cada uno desde su lugar.
En cuanto al dibujo, Sandman tuvo un verdadero baile de artistas y no siempre corrió con la mejor de las suertes. Los co-creadores del personaje son Sam Keith y Mike Dringenberg quienes se encargaron de los primeros números, pero Sam abandona el barco rápidamente y Mike pasa a ser titular. Después se suman de a intervalos Malcom Jones III, Chris Bachalo, Michael Zulli, Collen Doran, el gran Kelley Jones, Matt Wagner, Shawn McManus, Mike Allred, Charles Vess, una joven Jill Thompson y varios más… Gracias a esta ilustre lista, la mayor cantidad de páginas están muy bien dibujas, algunas solo bien y muy pocas (por suerte) algo flojas… No se logra conseguir homogeneidad a lo largo de toda la colección porque hay muchos estilos marcadamente diferentes. Es cierto que algunas historias demandaban un cambio de estilo, principalmente aquellas que transcurrían en los siglos XVII y XVIII, o las que nos llevaban a fantásticos reinos de estilo medieval, pero para el resto hubiese estado bien lograr una continuidad gráfica que complementara la misma integridad que propuso el guion. Sin embargo, también es grato ver tantas interpretaciones del reino de Morfeo y su entorno por lo que me doy por satisfecho con el resultado general.



Por último, una reflexión que nadie pidió… Todos estos libros incluyen introducciones realizadas por destacadas personalidades tanto de este medio como de otros, y además de estar plagadas de merecidos elogios, muchos de ellos caen en el error de catalogar a Sandman como “literatura” por el hecho de estar muy bien escrito… A eso digo: literatura las pelotas!!! Me resulta una falta de respeto y de conocimiento del medio el pensar que, por asignarle a una historieta nivel “literario”, se la está elevando, se la está sacando de la mugre… Sandman funciona como funciona y tuvo la repercusión que ya sabemos porque fue pensada como historieta, por que cuenta tanto con palabras (Gloriosas, es cierto) como con imágenes (En muchos casos, más gloriosas aún), y porque entre ambas facetas logra una obra única que jamás podría ser reemplazada por mera prosa. Que tenga aspectos literarios lo acepto, la historieta es un arte híbrido que ha sabido nutrirse de muchas otras expresiones, pero no es literatura, es Historieta gracias a Murphy, así fue concebida, así la conocimos y así seguirá venciendo la barrera del tiempo, aún cuando todos nosotros hayamos sido reclamados por la hermana de Sueño…




“Estamos hechos de la materia de los sueños, y nuestra vida termina al dormirnos.”


1 comentario:

  1. La literatura es una expresión artística que se vale del uso de la palabra escrita u oral, a través de la cual los poetas, los novelistas, los ensayistas o los dramaturgos exponen diversas sensaciones, imágenes y descripciones de relatos reales o ficticios.
    Ergo Sandman es literatura, porque el comic en general es un medio para narrar una historia, como lo es el cine o el teatro. Cuando se cita a Sandman como leteratura se la eleva por las demas obras de su genero, como cuando se cita al El Padrino... Eso hace del resto del cine una mugre?... me parece que no, me parece que hay que sentir el elogio de que Sandman sea un ejemplo de literatura, porque habla bien de la obra escrita por Gaiman, porq porque nada tiene que ver con la calidad del resto de los comics en general...

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