Este cruce se vino a sumar a la supuesta movida que tendría Spirit gracias al estreno de su película dirigida por Frank Miller (Que no tuvo tanto éxito al final…) mientras que Batman también estrena peli ese año con la segunda entrega de la trilogía de Nolan, The Dark Knight, la que corrió con mejor suerte.
Volviendo a la historieta en cuestión, con Jeph Loeb me pasa algo peculiar como lector y es que no tengo término medio con su trabajo, lo que hace me gusta mucho o nada… Esta obra se acerca más a la segunda opción. Uno de los problemas que tiene este crossover, al igual que la mayoría de los cruces de este tipo, es que para diferenciar a los protagonistas se hace énfasis en una de las características de los personajes. De esta forma, lo que se logra es simplificarlos, reducirlos a un solo aspecto. En este caso tenemos un Batman acentuado en su faceta anti social y adusta y un Spirit mucho más liviano y despreocupado.
El guion es simple en extremo, los comisionados Gordon y Dolan son amigos por compartir profesión y cada tanto se juntan. En una de esas reuniones recuerdan como se dio el encuentro entre los vigilantes de sus ciudades. Se llevaba a cabo en Hawái la “Convención anual de fuerzas de seguridad de la asociación benéfica de la policía” (Puff… que nombre!) a la que ambos comisarios asisten. Por otra parte, en el mismo día, en el mismo hotel la galería de villanos de ambos héroes se reúnen para asistir a una conferencia que brinda Octopus cuyo tema central es “La Oportunidad”. Por supuesto, los villanos no anuncian que estarán allí y como ya sabían que estarían las fuerzas de seguridad, Poison Ivy forma pareja con Dolan mientras que P´Gell lo hace con Gordon a fin de tenerlos dominados. Los dos policías se comportan como idiotas ante la belleza de ambas mujeres. Dolan tiene la excusa de que Poison lo tiene intoxicado pero Gordon…
Por su parte, tanto Batman como Spirit tienen infructuosos cruces con el Joker y Carroña respectivamente. Ambos criminales huyen, y la investigación consecuente los conduce a Hawái…
Una vez en la isla, los vigilantes se asocian para descubrir cuál es el plan de los villanos (Que no es otro que poner una bomba en la convención de policías…) e impedirlo. Los malos entendidos de rigor y alguna que otra piña, los cruces de villanos y las despedidas exitosas completan una historia muy predecible y con múltiples caídas en lugares comunes del género pero que se deja leer y es entretenida.
Es la primera vez que leo algo de The Spirit que no haya sido producido por Will Eisner, y se nota la ausencia de la mano de su padre. De todos modos, hay mucho material realizado por otros autores, incluso me han recomendado algunos de ellos, por lo que ya le daremos alguna oportunidad, pero en solitario para ver si mejora la cosa.
Lo que no tiene ningún desperdicio es el arte de Cooke. Estamos hablando de un artista con un estilo bien definido, con mucho rodaje a la hora de hacer esta historieta y cuyo bagaje se plasma en las páginas. Su dibujo es limpio, muy expresivo, cargado con esa onda entre retro y cartoon (A lo Bruce Timm) y con una narrativa bien construida. La obra tiene algunas splash pages donde Darwin se luce (Sobre todo en la presentación de Spirit) y su interpretación de los personajes que rodean a ambos protagonistas es excelente. Lo mejor de la obra.
Así que si sos fana de Batman o The Spirit, o si como yo te compras como un nabo todo crossover que ande por ahí, ya sabes que esperar de este encuentro…
To the batcave!!!!
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