Cada lectura repercute en el lector de distinta forma dependiendo el momento de la vida en que sea leída, los intereses que el lector tenga en ese momento y, obviamente, la temática y la calidad de la obra en cuestión. Incluso una misma obra leída en dos momentos distintos, nos puede llegar a conmover de maneras diametralmente opuestas, pero hay algunas que están tan logradas, son tan perfectas, que es imposible no sentirse modificado en algún aspecto al leerlas, cualquiera sea el estado en que nos encuentren. Como sabrán aquellos que visiten regularmente la página, hemos estado leyendo la obra “El Lobo Solitario y su Cachorro” de los Maestros Kazuo Koike & Goseki Kojima, y definitivamente aseguramos que es una de esas historias que te marcan y a la que se vuelve en varias oportunidades intentando revivir las sensaciones experimentadas con la primera lectura. Desde que arrancamos a leer el primer tomo, venimos compartiendo algunas páginas de cada entrega englobadas con el hashtag #LascrónicasdelLoboSolitario (por si quieren buscarlo), pero como lo hemos terminado recientemente, pasamos al comentario de rigor con algún spoiler seguramente…
Deshonrado, descastado y degradado a vivir como un ronin,
Itto comienza a recorrer las distintas provincias de Japón vendiendo servicio
de sicario a cambio de 500 ryos (Moneda de oro de la época). De a poco empieza
a labrarse la fama del sicario conocido como Lobo Solitario, quien va
acompañado de su hijo de tres años al que apodan el Cachorro y deambulan por
los caminos con el niño montado a un carrito de madera. La dupla es implacable
y cumplen con eficiencia todas las misiones que aceptan, Itto demuestra ser un
combatiente invencible, experto en el manejo de su katana “Doutanuki” (Espada
usada en tiempos de guerra), lleno de recursos y maestro de su cuerpo y mente.
Tras la traición sufrida por el clan Yagyu, Itto y Daigoro
deciden recorrer “el camino del infierno”, dejan de regirse por los códigos
sociales y morales, les da igual vivir que morir y solo siguen adelante para
cumplir su anhelo de venganza restaurando el honor de su apellido. Por supuesto
estás decisiones son del Lobo y, aunque demuestra estar preparado para soportar
la vida trashumante, las privaciones, el dolor y la constante violencia,
Daigoro es inevitablemente arrastrado por el camino emprendido por su padre.
Con el paso del tiempo la leyenda del lobo solitario crece y
se empieza a hablar de él en Edo, llegando a oídos de Retsudo que teme que Itto
intente volver a la capital para exponer la traición de los Yagyu, junto con
todos los negociados que mantenían a espaldas del Shogun. Decide entonces que
es momento de acabar con Itto y comienza a mandar guerrero tras guerrero a
enfrentar y derrotar a Ogami, los que invariablemente fracasan dejando la vida
en el intento… La escalada propuesta por Retsudo no cesa y el Lobo decidirá
finalmente volver a Edo para zanjar el conflicto definitivamente…
Esto no es más que una extrema simplificación de una obra que se extiende durante 20 tomos de más de 400 páginas cada uno, por lo que no le estamos haciendo ninguna justicia… La tarea llevada adelante por Koike y Kojima en este manga es monumental. Para Koike, una buena historia solo se sostiene con personajes complejos, bien delineados y atractivos, tarea que lleva adelante con maestría. La primera mitad del manga, aquella en la que el Lobo recorre Japón como sicario, en un tapiz en blanco que el autor utiliza para contar también historias breves dentro de la macro que se desarrolla de principio a fin. En esos capítulos introduce una inmensa cantidad de personajes secundarios que utiliza brevemente, a veces se relacionan con Itto o Daigoro y otras veces los protagonistas apenas aparecen y son los secundarios los que narran historias gloriosas. Estos capítulos también sirven para exponer la sociedad, los valores y los códigos con que se regía el Japón de aquellos años, como se conformaba la sociedad, las clases sociales en que se dividía, como funcionaba el Shogunato y su relación con los Daimyos (Señores feudales, como gobernadores de las distintas provincias), los vaivenes de la economía, el crimen, las creencias y el código del Bushido, entre muchos otros aspectos. La reconstrucción de época es exacta y en extremo documentada, parafraseando la introducción de todas las versiones de los “47 Ronin”, “conocer la historia del Lobo Solitario, es conocer Japón”.
Obviamente todos estos aspectos se van desarrollando
lentamente y sin apuro. En los primeros tomos estaba indignado con las
privaciones y peligros por los que Itto hacía pasar al pequeño Daigoro, un poco
por ponerlo en primera persona y hacer un paralelismo con mi propio hijo y otro
poco porque lo estaba juzgando desde los valores y costumbres de un hombre del
siglo XXI. Craso error que el autor se encarga de ir acomodando para que el
lector comprenda (Incluso uno medio lelo como es mi caso) qué valores,
creencias y obligaciones fuerzan a la dupla a emprender el camino elegido.
Y además de todos estos aciertos, el conflicto central entre
Itto y Retsudo se va macerando, cociendo de a poco, con complicaciones
inesperadas y, en los últimos tomos, con un in crescendo que nos explota en la
cara en un final magnifico, con giro inesperado incluido y que deja un nudo en
el estómago que no se va por un buen tiempo…
Creía que el arte de Goseki Kojima era igual de soberbio a
lo largo de los 20 tomos. Sin embargo, para escribir esto volví a hojear los
primeros y me asombró la diferencia que hay con los últimos que aún tenía
frescos en la mente. Porque si bien el nivel de dibujo es altísimo desde el
arranque, conforme van pasando las entregas evoluciona muchísimo, se lo nota
más cómodo con los personajes y mucho más suelto con la narrativa. El trabajo
de Kojima está a la altura del guion de Koike, la reconstrucción que hace de la
época es sorprendente desde todo punto de vista, el vestuario, la arquitectura,
los paisajes, las herramientas, las armas, los elementos mundanos (Utensilios
de cocina, alimentos, etc.), absolutamente todo lo que pone en página es una
clase de historia. Por otra parte, la narrativa es increíble porque, además de
ser dueño de múltiples recursos y dibujar cientos de combates sin que sean
parecidos dos de ellos, tiene unas puestas fantásticas pasando de viñetas
panorámicas a splash pages, mientras que en otras distribuye las viñetas de
forma clara, efectiva y por demás creativa. El paso del tiempo con el cambio de
las estaciones es también un punto fuerte, transmitiendo el frio que sienten
los personajes en invierno, las inclemencias de las lluvias y el viento, con el
consecuente desborde de los ríos y la furia del mar, o la pesadez del calor
veraniego, verdaderamente magistral y las palabras quedan cortas para hacer
justicia el talento desplegado en la obra.
La dupla se toma su tiempo para narrar en tantas páginas
como consideren que es necesario, por eso se pueden ver largas escenas mudas,
con solo narrativa gráfica en las que Kojima cuenta en la cantidad de páginas que
necesite la acción a desarrollar, lo que le da a la obra una mayor profundidad
y un ritmo único. Y si bien resulta una obviedad, el hecho de no emplear tantos
ayudantes y estar al frente de la obra de principio a fin, le da una coherencia
y cohesión que redondean una verdadera obra maestra del medio.
Por último, unas palabritas sobre la presente edición de
Planeta Cómic publicada en 2016. Si bien la edición es correcta, con buena
calidad de papel, impresión y encuadernación, le falta cariño y dedicación… Un
gran defecto es haber impreso en blanco y negro las páginas que dan arranque a
cada capítulo publicadas originalmente a color, lo que no afecta tanto a las
escenas diurnas, pero en las nocturnas quedan unos bodoques de manchas negras
en las que no se entiende que está pasando, sin mencionar que se pierde el
hermoso trabajo con acuarelas que realiza Kojima. Por otra parte, a lo largo de
la obra hay un montón de onomatopeyas y carteles y no todos son traducidos. No
hay problema con las onomatopeyas porque la imagen te da el contexto, pero los
carteles (En puertas de edificaciones, negocios, comisarias, en cartas, etc.) son
traducidos eventualmente. Supongo que pensaron que podían obviar algunos por no
ser vitales para la trama, pero si están en página es por algo y quiero saber
que dicen… Y hay una notable falta de esmero puesta en la edición que trae en
el reverso de cada uno de los 20 tomos el mismo texto…. Un texto genérico sobre
la obra acompañado de una cita de Frank Miller, lo que es válido para la
primera entrega, pero a partir de la segunda debería hacer referencia a lo que
ocurre en el tomo en cuestión. Además, utilizan cuatro páginas de cada tomo
para reproducir una biografía de los autores y un glosario con definiciones de
términos japoneses. Otra vez, es válido para la primera entrega, pero a partir
de la segunda deberían haber usado esas cuatro páginas para complementar la
experiencia de la lectura con informes sobre el Japón de la época, los
shogunatos, otras obras de los autores, no sé… hay cientos de opciones, pero
hay que tener ganas. Probablemente haya nuevas versiones de esta obra en España
con cierta regularidad, pero esta es la primera vez que llega íntegra a
Argentina y me hubiese gustado que esté realizada por gente con ganas de
laburar… ´Nuff said!
“Mi hijo y yo vivimos en el camino del infierno y nos da lo mismo vivir que morir.”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
Buenisimo chuequisimo amigo. Esperaba con ganas esta reseña tuya.
ResponderEliminarServido Señor!!!! Gracias por leer amigo!!!
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