A comienzos del presente milenio, por el 2004 más o menos, se publicó la, a esta altura, legendaria “Biblioteca clarín de la Historieta”. Es...

Magia fantasmal: “Mandrake / El Fantasma”

A comienzos del presente milenio, por el 2004 más o menos, se publicó la, a esta altura, legendaria “Biblioteca clarín de la Historieta”. Este primer volumen se extendió por 20 entregas y entre los títulos que publicaron había maravillas como Mort Cinder, Corto Maltés, Mafalda, Dick Tracy y Nippur de Lagash entre otros. En su momento no la conseguí completa por lo que, con en el transcurso de los años, fui tapando los huecos que me quedaban en la colección. Uno de esos tomos fue el que les dedicaron a las creaciones de Lee Falk, Mandrake y The Phantom. Ya lo dije alguna vez, pero repetimos, a pesar de que prácticamente me gusta todo lo que se hace en historieta, tengo debilidad por algunas variantes por sobre otras, como las historietas biográficas, las históricas y, lo que nos convoca hoy, las tiras de prensa.

 Lee Falk vivió una época dorada para las tiras de prensas, en la que el público lector crecía año tras año y cada vez consumía y exigía más historietas en sus periódicos. Desde pequeño sintió fascinación por la magia y esa admiración la volcaría en el primero de los personajes que creara, Mandrake el Mago. En su momento, Falk supo venderse como un hombre que había recorrido el mundo y que lo conocía como la palma de su mano, por eso sus personajes se movían por ámbitos exóticos a los que el autor exponía como fehacientes. Pero, en realidad, cuando debuta Mandrake en Junio de 1934, Falk tenía 23 años y jamás había salido de su país. Sin embargo, había sabido informarse sobre países lejanos, culturas ajenas y leyendas rodeadas de misterio para nutrir las aventuras de sus héroes.




Falk basó la imagen de Mandrake en la propia, por lo que el mago hace referencia a su padre desde las viñetas, sin embargo, consciente de sus limitaciones, el apartado gráfico lo cedió en un principio al notable Phil Davis, a quien conoció trabajando en una agencia de publicidad. Falk le pidió que dibuje una cierta cantidad de paneles con los que comenzó a ofrecer su creación a distintos sindicatos hasta que, afortunadamente, la “King Features Syndicate” suma a su cartera al que sería con el tiempo, el mago más célebre de las historietas…

El mago Mandrake, acompañado siempre de su leal Lothar, se enfrenta en su primera aventura con el terrorista conocido como “El Cobra”, quien se había apropiado de unos documentos que, de revelarlos, desatarían una guerra entre cuatro naciones. Esta aventura lleva a Mandrake y su troupe por distintos países, enfrentando animales peligrosos, seres místicos y fanáticos de la causa de El Cobra…




Complementan otras dos aventuras breves, una de Mandrake resolviendo una serie de asesinatos misteriosos (“El misterio del teatro”) y otra en la investiga una serie de robos inexplicables (“El misterio de la tienda”). Como complemento, el apartado de Mandrake cierra con una selección de planchas dominicales, en las que se planteaba una situación que se resolvía en la misma página, generalmente con algún desenlace cómico o educativo.

Cuando Mandrake irrumpe en los periódicos, la cuota de innovación que aporta es bastante alta. Hasta ese momento las tiras se dividían entre las de humor y las de aventura, que a su vez se podían subdividir entre las policiales y las de ciencia ficción (A grosso modo y obviando algunas variantes), pero Mandrake trae misticismo y magia a la fórmula del luchador contra el crimen y eso es suficiente para que el público lector se enamore de la propuesta. Las habilidades del mago son tantas como Falk necesite para llevar adelante la historia que está contando, la limitante de su magia (Como si del anillo de poder de Green Lantern se tratase) es la imaginación del autor. Además, las aventuras de Mandrake están revestidas con mucho misterio, romance y sensualidad, que mezclado a lo ya mencionado lograron una obra que sigue siendo atractiva en la actualidad. El trazo de Phil Davis, que fue mejorando notablemente con el paso de los años, es elegante, claro y muy versátil. Logra dar la atmósfera adecuada a las historias para reforzar ese halo de misterio y misticismo que Falk inyectaba en sus aventuras y, a pesar del marco restrictivo que propone el formato de la tira diaria, logra una narrativa eficiente que también fue creciendo junto con la fama de Mandrake.

 


The Phantom es el único que le puede discutir a Superman el título de “primer superhéroe”, tal vez el hecho de no tener superpoderes es lo que tuerce la balanza en favor del Kryptoniano, pero es indiscutible que la base de todo el género superheroico tiene su germen en este personaje. Según su creador, el atuendo ajustado del Fantasma está inspirado en muchas interpretaciones hechas sobre Robin Hood, donde se lo retrataba vestido de verde con calzas ajustadas (Las famosas mallas!), mientras que la máscara sin pupilas es una variación de bustos griegos que mostraban ojos completamente blancos, además de la influencia que en esta creación ejercieron varios héroes pulps (Tarzan, The Shadow, Doc Savage, etc) y la obra “El libro de la selva” de Rudyard Kipling (Hay un documental muy interesante sobre la vida de The Phantom realizado por el canal A&E y que se puede ver en Youtube).

Lo cierto es que, tras el éxito de Mandrake, la King Features Syndicate le pide a Falk un nuevo personaje. Lo primero que el autor ofrece es una tira sobre los tiempos del Rey Arturo (Anterior a “Príncipe Valiente”) que fue rechazada, por lo que se pone a trabajar en un nuevo concepto que desemboca en The Phantom… Originalmente se llamaba “The Grey Ghost” y su atuendo sería gris, pero el colorista decidió que se vería mejor en púrpura… Falk no estaba de acuerdo con ese color y en varias tiras hacían referencia al color gris, pero a la larga termino aceptando el traje morado que se volvió marca registrada…

La aventura comienza con el vigésimo primero Fantasma, que tiene su base en Bengala, donde desde la Cueva Calavera continúa la tradición familiar que comenzó 20 generaciones atrás… En el año 1525, Sir Chritopher Standish se embarca con su padre, capitán del navío, en busca de las riquezas de oriente. Pero son abordados por los piratas Singg que degüellan a su padre, el resto de la tripulación y se adueñan del barco. Christopher se tira por la borda y a duras penas llega a las costas de Bengala donde es asistido por la tribu de indígenas “Bandar”, con quienes traba amistad. Al poco tiempo, el mar arrastra el cadáver del asesino de su padre, al que reconoce por las vestimentas que portaba. Jura sobre la calavera del asesino que tanto él como sus descendientes combatirán la piratería y el mal en cualquiera de sus formas hasta el fin de los tiempos y así nace la tradición del “Fantasma que camina” … La gente en general no sabe que el manto se pasa de generación en generación por lo que se genera un mito alrededor de la figura del Fantasma, creyendo que posee inmortalidad y poderes especiales…


Las primeras aventuras que recoge este libro (Las que sorprendentemente arrancan en Buenos Aires), están ilustradas por Ray Moore que, si bien hace un buen trabajo, tiene un estilo hijo de su tiempo que no ha envejecido del todo bien. Sin embargo, el apartado gráfico mejora notablemente con la aparición de Wilson McCoy en la aventura llamada “El Rengo” de 1961, pero principalmente con la llegada del genial Sy Barry, que está al frente de las últimas cuatro historias recopiladas en este libro y cuyo estilo gráfico no solo es mucho más moderno (Incluso, adelantado a su época), sino que hace gala de un talento notable que plasma al Fantasma y su entorno con versatilidad, veracidad y elegancia.

Si bien el origen del Fantasma se mantuvo más o menos igual desde el inicio, la versión se fue actualizando con el pasar de las décadas para las nuevas generaciones de lectores y se robusteció la historia con agregados. Lo mismo sucedió con Kit Walker, el hombre bajo la máscara de la vigésimo primera encarnación del Fantasma, a quien Falk supo rodear de interesantes personajes secundarios como su esposa Diana Palmer, las distintas tribus indígenas, la “Patrulla de la Jungla”, Guran, Diablo (Su perro) y Héroe (Su fiel corcel), por nombrar algunos.

Lee Falk siguió escribiendo sus creaciones prácticamente hasta el fin de sus días, además de haber sido dramaturgo y director teatral. Gracias al éxito que obtuvo con estos personajes, pudo recorrer el mundo para verificar si la ambientación que le había dado a las aventuras de Mandrake y Phantom era adecuada… Independientemente del resultado al que haya llegado, sus creaciones siguen gozando del favor del público, con justa razón.




 

“Dedicaré mi vida a la destrucción de la injusticia, la piratería y la crueldad.” 

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