Las primeras viñetas de Adams fueron en tiras de prensa de las que pasó a la editorial Warren para dibujar historias de terror. Después de e...

La Patrulla-X: Graduación

Las primeras viñetas de Adams fueron en tiras de prensa de las que pasó a la editorial Warren para dibujar historias de terror. Después de eso salta a DC donde cobra mayor notoriedad dentro de la industria con algunas historias de guerra, varios backup´s y portadas, pero principalmente es su paso por el título Deadman el que hace que los ojos de todos se posen en él… Como trabajaba en modalidad freelance, Marvel se acercó a Adams para ofrecerle trabajo y, sin dejar DC Cómics, aceptó la oferta.
Según se cuenta, Marvel le permitía a Adams elegir cualquier título sin importar si ya tenía dibujante asignado. Pero como Neal tenía códigos, no quería afectar el trabajo de ningún colega y preguntó cuál era el título que peor vendía. Ese título era X-MEN, que venía a los tumbos y por el que ya habían pasado varios escritores y dibujantes tras la partida de Lee & Kirby, los padres de la criatura.
Así fue que, en la entrega número 56, el título “The X-MEN” estrena dupla creativa con el reincidente Roy Thomas (Que ya había pasado por el título tras la partida de Stan) a cargo de los guiones y Neal Adams dibujando.




A la formación original de X-MEN se le suman en estos números Polaris y Havok que venían dando vuelta en el título desde unos cuantos números atrás. Roy Thomas pone toda la carne al asador y en estos once números mete al Monolito Viviente, el regreso de los Centinelas y los Neocentinelas con Larry Trask (hijo de Bolivar) insuflando el odio anti mutante desde los medios de comunicación, el “Consejo federal de actividades mutantes” persiguiendo a los hijos del átomo, Magneto y la “Brotherhood of evil mutants"; el debut de Sauron (A quien le dedicamos una entrada por acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/635341720420033), viaje a la tierra salvaje con Ka-Zar, Zabú, los mutantes que allí viven, el "Creador" nuevo señor de la tierra salvaje (Que resulta ser Magento), y memorable batalla final entre X-MEN, Magneto y sus nuevos seguidores… El debut de Sunfire (En el numero 64, con dibujos a cargo de Don Heck) amenazando a la ONU y luchando con los X-MEN, el regreso de Charles Xavier revelando porque se había hecho pasar por muerto y combate con raza alienígena para salvar la Tierra en el último número dibujado por Adams (#65). Todo esto termina en un enfrentamiento con Hulk a cargo de Sal Buscema en el #66, con final feliz todos reunidos alrededor de Charles.



A pesar de los esfuerzos de la dupla, el título se cancela en el #66 y, a partir del 67 comienzan a reimprimir número viejos. Se cuenta que en esa época las cifras de venta tardaban mucho en informarse y, sin paciencia para recibir la info precisa, Marvel decide dejar de invertir en mutantes… La otra parte de la historia nunca la encontré, si efectivamente las ventas habían mejorado gracias a la dupla Thomas/Adams sigue siendo un misterio para mi…




Pero en los nueve números que dibuja Adams quedan una enorme cantidad de páginas increíbles, las batallas aéreas entre Angel y Sauron son una gloria absoluta, hay algo de psicodelia en el despliegue de los poderes mutantes (Sobre todo en Jean y Wanda) que Adams maneja a nivel Steranko, unas puestas fabulosas con vértigo, velocidad y elegancia que me animan a decir que, a nivel gráfico, esta es mi obra favorita de Adams.
Con estas historietas conocimos el trabajo de Adams (En aquel hermoso tomo publicado por Vid llamado “Grandes batallas de los X-MEN”: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/598332320787640) y, a pesar de que no reúne la totalidad de estos números, los dos o tres que incluye bastaron para flecharnos inmediatamente. El manejo de los cuerpos, lo bien que los mueve en el espacio, el despliegue narrativo, lo sólido de las expresiones, el amplio registro de rostros y cuerpos que plasma, las perspectivas que usa, el manejo de la luz y las sombras, y esas inolvidables puestas en página que tiene (Aquella de Beast en caída libre, o la doble splash page de un Sauron de alas desplegadas que utiliza para insertar viñetas más pequeñas, o la batalla de Iceman y Beast con los Centinelas, entre mucha otras), en resumen, todo aquello que terminó siendo una marca registrada del autor, lograron volvernos adoradores eternos del arte de Neal Adams.





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